Plants vs. Zombies: Garden Warfare

Plants vs. Zombies ha sido una indiscutible revoluci¨®n en el t¨¦rreno de los tower defense adaptados a p¨²blicos no habituales, una idea cl¨¢sica de g¨¦nero RTS simplificada y expuesta con un particular sentido del humor y buen hacer para mantener el inter¨¦s del jugador a trav¨¦s de sus cuadriculados niveles progresivos. Su ¨¦xito en smartphones y tabletas es abrumador, tambi¨¦n su penetraci¨®n mercantil como marca e identidad visual, pero sin lugar a dudas el gran m¨¦rito del icono iniciado por PopCap Games en 2009 ha sido el de saber adaptarse a los tiempos e inercias de cada momento, jugar con el impulso actual de las apps, con la masificaci¨®n de los videojuegos en dispositivos port¨¢tiles, y todo ello sin dar de lado a una propuesta tambi¨¦n eficaz para el jugador tradicional. Todo esto quiere mantener en Xbox One (39,90 euros), Xbox 360 (29,90 euros) y PC Plants vs. Zombies: Garden Warfare, el salto de la licencia al terreno third person shooter online, una vuelta de tuerca a su t¨¢ctico planteamiento, ahora m¨¢s fren¨¦tico y para hasta 24 jugadores enfrentados.

Llam¨® la atenci¨®n en ferias por su desenfadada interpretaci¨®n de los juegos de disparos, con inicial gui?o nominal descarado a Call of Duty: Modern Warfare. Sus mismos creadores adaptan el universo de los girasoles, los lanzaguisantes, las nueces y las oleadas de zombis de todo tipo a un nuevo, abierto y amplio jard¨ªn donde son tan importantes la punter¨ªa y los reflejos como la colocaci¨®n estrat¨¦gica de arsenal ofensivo y defensivo, manteniendo el estilo de la serie. Garden Warfare no solo no pierde identidad, sino que adem¨¢s la refuerza con un sensacional dise?o 3D para todas las unidades, plantas y zombis, y pone en pie un shooter arcade muy divertido y eficaz, sin nada que no se haya visto antes en este tipo de t¨ªtulos, pero con un original planteamiento que por desgracia no es tan esmerado en contenidos. Modo Horda cooperativo para desde uno en solitario hasta 4 jugadores y tres variables de juego competitivo para hasta 24 usuarios. Nada m¨¢s respecto a modos, tampoco el volumen de mapas disponibles es el que cabr¨ªa esperar. Eso s¨ª, parece ser que hay planes de ampliaci¨®n; esperemos que no de pago.

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En Xbox One, la edici¨®n m¨¢s cara, PopCap a?ade opci¨®n de pantalla partida para dos jugadores en Horda. No es comprensible por qu¨¦ este formato local -tan importante para poner a dos personas en un mismo televisor- no aparece en 360 y PC, o en modos competitivos. Otra decisi¨®n arriesgada es la total ausencia de Campa?a singleplayer o modalidad Historia por niveles, Garden Warfare es totalmente directo y arcade, un pasatiempos sin m¨¢s esp¨ªritu que divertir. Y un ¨²ltimo punto conflictivo: la absoluta necesidad de conexi¨®n a internet y Xbox Live Gold para jugar hasta en solitario. Con estos tropiezos o decisiones que consideramos desacertadas no es f¨¢cil hablar de un producto redondo y para todos los p¨²blicos y salones, pero desde luego tiene interesantes incentivos que, en caso de poder perdonar lo anterior, enganchar¨¢n a cualquiera, casual o hardcore, peque?o o mayor, torpe o experto.

Semillas y devoradores de cerebros

Un enorme girasol sonriente como ametralladora y m¨¦dico con la habilidad especial de convertirse en un l¨¢ser est¨¢tico barre-pantallas. Un verdizo zombi jugador de rugbi que lleva una temible machinegun anclable y explosivos de todo tipo en su arsenal infinito bajo la pipa de fumar. Una rama de chile hecha bomba gaseosa con bigote y pantal¨®n de gimnasta. Un Jetti de las nieves con sombrero de copa y flotador capaz de destrozar tres plantas de un manotazo... Todo esto y much¨ªsimo m¨¢s es lo que pone en pantalla esta desternillante atm¨®sfera de juego. Una locura agradable de descubrir y donde cada semilla, flor, guisante, grano de ma¨ªz, nuez o fruto disparado hace un n¨²mero de puntos de da?o concreto, se mueve por el aire con total rapidez y generando calientes tiroteos. Desenfreno, color y fluidez de partida, a 60 frames por segundo. El third person shooter para todos y sin complicaciones, con tres habilidades distintas para cada planta o infectado.

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Lo mejor de PvZ: Garden Warfare adem¨¢s de su versatilidad, como introduc¨ªamos, es su ritmo de juego en partida, de progresi¨®n y de desbloqueo. El jugador se ve en cada encuentro ante un listado de desaf¨ªos activos que le reportar¨¢n estrellas con las que adquirir nuevas plantas y mejoras o complementos decorativos para ¨¦stas. Adem¨¢s, con sus bajas, puntos de zona, asistencias, desaf¨ªos completados, reanimaciones de compa?eros, etc. el t¨ªtulo otorga dinero ficticio en monedas de plata con el que obtener sobres de cartas en la tienda, sobres que contienen desde plantas y armas zombi que ayuden en batalla al colocarlos y as¨ª gastarlos hasta gigantescos jefes de cada bando, perks ¨²nicas o pegatinas de lo m¨¢s disparatadas, algunas realmente sorprendentes y claramente referenciales a otros videojuegos, pel¨ªculas, etc.Hay diversos sobres de cartas, con contenido de ¨¦stas aleatorio y por precio seg¨²n la rareza de lo que contiene, precios -en dinero del juego- muy bien ajustado.

El azar como arma

De momento no hay opci¨®n de adquisici¨®n de estrellas y monedas por otro camino que no sea el propio avance en el juego y subidas de nivel y desaf¨ªos completados, pero desde PopCap y Electronic Arts ya han explicado que en el futuro habr¨¢ opci¨®n de pagar peque?as cantidades para obtener m¨¢s dinero y estrellas del juego para hacer una progresi¨®n m¨¢s r¨¢pida. Por lo contemplado hasta el momento, parece ser que estos micropagos venideros no van a desnivelar las partidas, pero s¨ª que servir¨¢n para que los m¨¢s impacientes puedan tener todo abierto desde muy pronto sin jugar varias horas a priori. As¨ª acceder¨¢n a estos contenidos mediante pagos adicionales con dinero real. Confiamos en que se guardar¨¢ el equilibrio, no que ocurra algo como lo acontecido con el vergonzoso y desmedido -tambi¨¦n de EA- Dungeon Keeper.

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Como shooter que es, Garden Warfare centra m¨¢s su gameplay en la punter¨ªa y la t¨¢ctica que en la posesi¨®n de m¨¢s material bloqueado, es decir, que el jugador poco diestro apuntando lo seguir¨¢ siendo aunque haya tenido muy buena suerte con sus cartas de los sobres, no hay desajustes en esto. M¨¢s de 25 unidades distintas de cada ej¨¦rcito est¨¢n preparadas para que las descubramos poco a poco y comprendamos cu¨¢l se adapta mejor a nuestro formato de juego, si cuerpo a cuerpo o distancia, si ¨¢gil o pesada, etc. Y dos modos competitivos m¨¢s sus dos variables "cl¨¢sicas" -sin opci¨®n de usar material especial-, un Domination adaptado y un Team Deathmatch adaptado. Poca cosa, algo similar a lo que ocurre con los escasos aunque s¨ª muy trabajados mapas.

Todos los mapas est¨¢n pensados para que todas las unidades, desde el cactus francotirador a la enfurecida y cuerpo a cuerpo planta carn¨ªvora, tengan posibilidades. Son entornos grandes, bien planteados y estructurados, repletos de terrazas y caminos alternativos para llegar por varias v¨ªas a un mismo punto. El dise?o de niveles es francamente fant¨¢stico, de lo mejor del producto, con ambientes cambiantes como un barco, un desierto, un barrio residencial, una mina, una mansi¨®n encantada o un parque infantil, todo con elementos destruibles y puntos clave, de ¨¦sos que suelen ser el epicentro de los conflictos. Por supuesto, modalidades como Jard¨ªn y Cementerio (Domination) acent¨²an la persecuci¨®n zonal, por ¨¢reas que tomar, concentrando el fuego cruzado y generando un transcurso m¨¢s r¨¢pido y eficaz, nada que envidiar a otros shooters actuales de renombre.

Si los entornos ya nos resultar¨¢n familiares si venimos de PvZ2: It's About Time, los tipos de soldado zombi o planta no se quedan atr¨¢s, solo que se han reinterpretado para adaptarse a esta mec¨¢nica. De entre los m¨¢s de 50 personajes que podremos controlar encontramos iconos conocidos y otros nuevos, dej¨¢ndose las plantas m¨¢s cl¨¢sicas y trampas zombis habituales m¨¢s bien para las macetas y puntos de anclaje de torreta o explosivo, a llevar a cabo con las monedas plateadas con las que tambi¨¦n se compran sobres para obtener estos consumibles. Especialmente ¨²til es este sistema estrat¨¦gico y de gesti¨®n de recursos limitado en el modo cooperativo, donde cada cinco oleadas nos enfrentaremos a un jefe ante el que estar verdaderamente preparados.

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Tambi¨¦n es interesante el respaldo al juego en equipo que hace Garden Warfare, restando un punto de victoria de los 50 necesarios para acabar una partida de Derrota por Equipos siempre que reanimemos a un compa?ero ca¨ªdo, o con habilidades que funcionan estando a corta distancia de otros jugadores, como el lazo de curaci¨®n del girasol. Con ideas de este tipo, lo cierto es que este Plants vs. Zombies mira de t¨² a t¨² a referentes del g¨¦nero, solo que deja en manos del azar de los sobres de cartas y la simplicidad de ciertos aspectos poco profundizados un planteamiento que una vez dominado siga dando juego. No parece una propuesta excesivamente duradera, sobre todo si tenemos en cuenta sus cinco mapas -con diversas zonas y extensiones seg¨²n modo, espo s¨ª- y sus escasos tres modos de juego.

Color, definici¨®n y curva

Plants vs. Zombies: Garden Warfare es vistoso pero sin desmarques, especialmente por la robustez con que se mueve un entorno grande, con 24 jugadores cruz¨¢ndose disparos y explosiones de todo tipo en mapas con mucho destruible y un agradable acabado. La luz y el color, las formas redondeadas, los efectos, la limpia y sencilla interfaz... todo va en favor de su caracter¨ªstica presentaci¨®n visual, con un claro punto culmen en dise?os de plantas y partes de cada mapa. Es impresionante c¨®mo PopCap ha conseguido una fidelidad e identidad tan f¨¦rrea al hacer tridimensionales dibujos que hasta hoy eran 2D. La m¨²sica, los efectos de sonido, etc. mantienen las se?as de la marca, con melod¨ªas que sonar¨¢n a los que vengan de anteriores y buena gama de efectos que no fallan en su ejecuci¨®n polf¨®nica. No hay voces, salvo el inconfundible "The zombies are coming..." de inicio de cada oleada.

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