Wolfenstein: The New Order, Impresiones

Bethesda este 2014 lo tiene claro, va a apostar por los videojuegos hardcore y m¨¢s tradicionales, por un regreso al pasado en mec¨¢nicas y concepciones como ninguna otra editora se va a atrever a hacer en pleno nacimiento de generaci¨®n. Junto a The Evil Within y su planteamiento oscur¨ªsimo totalmente survival horror con reminiscencias a Silent Hill o Alone in the Dark, Wolfenstein: The New Order va a mirar en cambio hacia los first person shooter de anta?o donde era f¨¢cil perderse en laber¨ªnticos escenarios no tan lineales, no hab¨ªa regeneraci¨®n autom¨¢tica de salud y los botiquines eran un bien preciado, o donde los checkpoints distanciados hac¨ªan realmente arduas y duraderas las campa?as singleplayer. Este tipo de valores son los que persigue la obra del estudio Machine Games que llegar¨¢ a las tiendas el pr¨®ximo 23 de mayo para las plataformas de nueva generaci¨®n (PC, PlayStation 4, Xbox One) y para las que se despiden (Xbox 360 y PlayStation 3), con cierto recorte gr¨¢fico en estas dos ¨²ltimas, claro est¨¢.

Un f¨¦rreo renacer de la serie que junto a Doom y Quake encumbr¨® a id Software, con sus principales pilares intactos, tanto que hasta resulta arriesgado compararlo con otros de su g¨¦nero hoy. Ya lo hemos recorrido durante casi tres horas, empezando una nueva partida y disfrutando de su extendido Pr¨®logo y primeros pasos a trav¨¦s de una visi¨®n trastornada del R¨¦gimen nazi que nos devuelve a una cruda atm¨®sfera de opresi¨®n y terror mecanizado donde el imperio alem¨¢n se hace en 1946 con el control de avanzadas tecnolog¨ªas militares y todo tipo de ficticio armamento mort¨ªfero y herramientas de tortura y control despiadado. The New Order comienza en un avi¨®n a punto de estrellarse, y logra con este acto de apertura sumergir al jugador en una irascible b¨²squeda de los l¨ªderes del Tercer Reich de nuevo desde los ojos de William "B.J." Blazkowicz, el soldado americano rubio de ojos azules siempre protagonista en la saga, ahora m¨¢s humanizado tanto en acabado poligonal y animaciones como en personalidad. Tambi¨¦n lo suficientemente estereotipado para que tengamos la sensaci¨®n de arquetipo cl¨¢sico.

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Wolfenstein: The New Order se mueve con id Tech 5, lo que no permite que hablemos de un t¨ªtulo nextgen con todas las letras. Sin embargo, en la versi¨®n de PS4 probada esta vez s¨ª que nos ha demostrado que Machine ha trabajado duro por poner este c¨¦lebre motor al m¨¢ximo de sus posibilidades, mejorar audiovisualmente lo que se vio en demos anteriores, y coquetear con algunos efectos caracter¨ªsticos de esta primera hornada de t¨ªtulos para las nuevas consolas y ordenadores m¨¢s potentes. El efecto principal se basa en la luz y los destellos, y as¨ª como elementos como el agua o el fuego no est¨¢n al nivel que cabe esperar de un benchmark de hoy, todo el tratamiento de reflejos, deslumbres, focos de incisi¨®n directa, rayos din¨¢micos, etc. s¨ª van a ser un verdadero espect¨¢culo que por previews anteriores no esper¨¢bamos y nos han sorprendido. Algo similar ocurre con las animaciones, muy suavizadas y mejoradas, se?al de que el producto se ha limado en su fase final de desarrollo. Y a¨²n tiene camino por recorrer hasta su lanzamiento para lograr los 1080p y 60 frames estables en las tres ediciones superiores (nextgen).

Nueva Partida

El tramo jugado antecede a lo visto anteriormente, con Blazkowicz conociendo a Anya en el psiqui¨¢trico y explic¨¢ndose las bases del duro encontronazo directo que tendr¨¢ con la hegemon¨ªa nazi bien provista de todo tipo de robots y temible armamento durante la bastante larga aventura de acci¨®n. Al instante recordamos la sensaci¨®n de dificultad, con muertes que llevan de nuevo a checkpoints bastante lejanos entre s¨ª y enemigos que no perdonan. Que en Machine haya gente de EA, Starbreeze o Gearbox aseguraba que se iba a trabajar muy bien la Inteligencia Artificial de los enemigos. Y as¨ª es, al menos en la dificultad 3/4 jugada en esta preview. No hay patrones de conducta entre un intento y otro, no tardan en avisarse entre s¨ª, en rodearnos, en volverse locos tirando certeras granadas y en arrebatarnos los 100 puntos de vida y escudo que podemos llegar a tener, con cifras a¨²n m¨¢s altas durante l¨ªmites de tiempo. La regeneraci¨®n autom¨¢tica est¨¢ presente, pero solo hasta un insuficiente 20%. Habr¨¢ que tener mucho cuidado, como antiguamente.

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El atasco es f¨¢cil, tanto por dificultad y no lograr superar una zona atestada de enemigos y con varias alturas por donde parecen no parar de salir, como por p¨¦rdida y no saber hacia d¨®nde ir o con qu¨¦ interactuar. No obstante, Wolfenstein: The New Order no quiere dejar fuera de su propuesta a jugadores acostumbrados a los est¨¢ndares de hoy en exigencia, por lo que contar¨¢ con selector de dificultad regulable en cualquier momento de la partida, desde el men¨² de Pausa, tambi¨¦n colocando un indicador de objetivo en pantalla para llevar de la mano a los menos pacientes. Esto tambi¨¦n cambiar¨¢ radicalmente el gameplay en los tiroteos m¨¢s intensos contra drones, grupos grandes de nazis bien preparados o cuando nos veamos las caras con alguno de sus muchos y resistentes jefes finales, robots de gran tama?o que tienen peque?os puntos d¨¦biles, que exigen ser aturdidos antes que atacados, que se mueven rapid¨ªsimo y que son tan desagradables como sus enfermizos controladores.

La visceralidad y las secuencias indiscutiblemente atroces regresan en The New Order para dar total identidad a este peliagudo viaje entre fortalezas repletas de trampas desmembradoras, salas de tortura, crematorios en funcionamiento, psiqui¨¢tricos interminables, naves mastod¨®nticas, bases militares... El estilo Duke Nukem 3D o Half Life con un s¨²per soldado que hace frente a su propia c¨¢rcel abarrotada de enemigos marca claramente este Wolfenstein. Los escenarios exteriores mantienen el nivel y no faltan los momentos de sobresalto o los puzles de entorno donde buscar una palanca, una llave, usar una herramienta espec¨ªfica o unir dos cables conectores -en PS4 con los dos sticks y una sola posicion imprecisa, lo que realmente es un desaf¨ªo en s¨ª-. La apertura y multiplicidad de caminos para llegar a un mismo objetivo hacen el resto de la magia y el incuestionable tono de FPS cl¨¢sico. Habr¨¢ tambi¨¦n algunas decisiones morales o tramos en veh¨ªculos intercalados.

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La ruleta de armamento y progresi¨®n del personaje con perks y atributos ya nos han ense?ado tambi¨¦n su acabado definitivo y la enorme variedad de opciones de ambas. Escopetas, ametralladoras a una y dos manos, pistolas a una y dos manos, granadas, rifles... y por supuesto el cuchillo, pues el sigilo es en un buen pu?ado de situaciones la v¨ªa m¨¢s fiable para llegar a un objetivo sin que nos destrocen por el camino. Eso s¨ª, nos quedaremos con ello sin explorar todos los rincones de los vastos escenarios sin poder recoger los m¨²ltiples coleccionables que The New Order dispone. Es un juego lleno de pasillos, terrazas, escaleras, salas, compuertas... Hay un mapa siempre disponible que desde luego ayuda, aqu¨ª no hay un avance siempre en l¨ªnea recta y por un ¨²nico sendero alrededor del que pasan cosas. Repito, el estilo del primer Half Life, Doom o Duke Nukem 3D asemejan su esquema de mapas, objetivos y planteamiento.

Llegar¨¢ doblado al castellano y ya nos ha dejado o¨ªr parte de su banda sonora, una sorpresa que no queremos desvelar a¨²n puesto que algunos de los temas escogidos y el estilo son otra de las sorpresas del t¨ªtulo. Wolfenstein: The New Order se ha expuesto a¨²n con apartados por perfeccionar y algunos aspectos gr¨¢ficos que no terminan de convencer si lo que se espera es un juego muy puntero y donde el realismo y nivel de detalle marquen cada imagen. No es eso. Sin embargo, este FPS no quiere competir ah¨ª, no busca ser el Battlefield o Crysis de turno y su gran incentivo vuelve a ser la nostalgia y vac¨ªo que hay hoy en el dise?o de juegos para un jugador duraderos, exigentes, variados y con un vuelco total hacia la jugabilidad m¨¢s que hacia lo simplemente espectacular. Tiene muy buena pinta y traer¨¢ consigo valoraciones de todo tipo, pero desde luego los m¨¢s talluditos ya pueden apunt¨¢rselo en su lista de must have de esta Primavera. Una puesta al d¨ªa para una marca inconfundible que regresa el 23 de mayo estilizada con toda su identidad y aciertos.

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