Strider

Strider es una de esas licencias de culto que, a pesar de los a?os transcurridos desde su puesta de largo y las escasas ocasiones en las que ha regresado con una nueva entrega, sigue m¨¢s que presente en la memoria de los aficionados. Su primera aparici¨®n data de 1989, con una sorprendente recreativa obra de una Capcom que por entonces par¨ªa una serie de sucesivos t¨ªtulos de extraordinaria calidad que pasaban a formar parte de la Historia del videojuego pr¨¢cticamente desde el mismo momento en que eran lanzados. Eran muchas las cosas que llamaban la atenci¨®n en este primer Strider, entre las que hay que destacar unos coloridos y detallados gr¨¢ficos, sprites de generosas dimensiones, acci¨®n pr¨¢cticamente ininterrumpida, desafiante nivel de dificultad, y una est¨¦tica bastante llamativa que nos trasladaba a un futuro dist¨®pico con claras reminiscencias sovi¨¦ticas.

Pero si todo lo que rodeaba al juego rayaba a un gran nivel, el protagonista destacaba incluso por encima. Se trataba de Hiryu, un ninja hi-tech armado con una mort¨ªfera espada de plasma, poseedor de una gran agilidad f¨ªsica y un gancho que le permit¨ªa escalar y trepar por cualquier parte como si de un hombre ara?a se tratara. Secciones como la del descenso a todo correr por una monta?a nevada, jefes finales como el tremendo gorila cibern¨¦tico o el drag¨®n-serpiente mec¨¢nico, y pr¨¢cticamente todo el buen hacer de los dise?adores a la hora de dar riqueza visual a la aventura, forman hoy d¨ªa parte de la memoria colectiva como algunos de los mejores momentos vividos en el mundo del videojuego.

El t¨ªtulo se convirti¨® en un ¨¦xito indiscutible, y recibi¨® multitud de conversiones para todos los sistemas habidos y por haber, as¨ª como una versi¨®n NES que, como no era raro de ver en dicha consola, pasaba a ser un juego independiente respecto a lo visto en el arcade original; de hecho, Strider era en su inicio un proyecto dividido en tres partes: manga (de ah¨ª que Capcom comparta la licencia con el estudio mangaka Moto Kikaku), recreativa y juego destinado a la 8 bits de Nintendo. Ya en 1990 lleg¨® Strider II, una secuela ap¨®crifa perpetrada por la infame U.S. Gold y programada por Tiertex, todo con el consentimiento de una Capcom USA que no hac¨ªa m¨¢s que empe?arse en echar abajo el buen trabajo que desarrollaba la central japonesa de la compa?¨ªa. Strider II era un juego notablemente inferior a la primera entrega, y estuvo a punto de acabar con la licencia. No fue hasta 1998 cuando volvimos a saber de Hiryu gracias a su inclusi¨®n como luchador seleccionable en Marvel Vs. Capcom, lo que propici¨® que el personaje regresara a primera l¨ªnea de batalla, y que Capcom al fin escuchara a los aficionados que llevaban largo tiempo demandando una verdadera secuela de Strider.

Dicha segunda parte, ahora s¨ª con todas las letras, no tard¨® mucho en llegar. Strider 2 fue lanzado en 1999, primero en recreativa para un a?o despu¨¦s aparecer una conversi¨®n destinada a la primera PlayStation. Aqu¨ª ya s¨ª volvemos a hablar de un t¨ªtulo genial, digno heredero de aquel primer Strider que sorprendi¨® a propios y extra?os a finales de los 80. Con gr¨¢ficos bidimensionales, fondos poligonales y una endiablada y desenfrenada jugabilidad, Strider 2 hizo que los diez a?os que los aficionados tuvieron que esperar para volver a jugar a un verdadero Strider acabaran mereciendo la pena. Pero a pesar de la calidad del juego, la franquicia regres¨® al dique seco. Hiryu se dej¨® ver en los Marvel Vs. Capcom 2 y 3, as¨ª como en alg¨²n que otro cameo, pero nada parec¨ªa augurar su regreso en una nueva entrega de la saga Strider, cuyo desarrollo lateral, mec¨¢nica y jugabilidad de la vieja escuela parec¨ªan distar demasiado de lo que estaba de moda por entonces.

El Imperio contraataca

Este nuevo Strider funciona como un remake de la recreativa de 1989, aunque m¨¢s bien deber¨ªamos hablar de evoluci¨®n, ya que existen muchos elementos extra en su mec¨¢nica adem¨¢s de los que estuvieron presentes en la primera aventura de Hiryu. El hilo narrativo viene a ser el mismo: Nos encontramos en un futuro lejano y dist¨®pico en el que el planeta Tierra (ya sea la totalidad o una parte, eso no queda claro) se encuentra gobernado por el pu?o de hierro del emperador Palpat¡­ (er, perd¨®n por el desliz) del Gran Maestro Meio. La capital del Imperio, as¨ª como lugar de residencia habitual del Emperador, se encuentra ubicada en Kazakh City, y es all¨ª donde irrumpe un misterioso luchador con una ¨²nica misi¨®n: asesinar al Gran Maestro Meio y poner as¨ª fin al yugo imperial. Dicho rebelde no es otro que Hiryu, miembro de una organizaci¨®n de ninjas asesinos conocida como Strider. En el pasado, la organizaci¨®n Strider ya envi¨® a varios de sus mejores guerreros con el mismo objetivo, aunque todos acabaron fracasando. Hiryu ha sido el ninja m¨¢s joven en obtener una clasificaci¨®n A dentro de los Strider, por lo que ahora depende de ¨¦l encontrar a Meio, enfrentarse a ¨¦l en combate singular y poner fin a su tiran¨ªa de una vez por todas.

Aunque los homenajes brindados al primer Strider son constantes (la llegada de nuestro h¨¦roe en ala delta, la reaparici¨®n de final bosses tan recortados como el drag¨®n-serpiente mec¨¢nico, los cortes de la BSO inspirados en las melod¨ªas del Strider original¡­), no nos encontramos ni mucho menos ante una versi¨®n exacta de la recreativa original con gr¨¢ficos actualizados, sino ante un videojuego completamente nuevo con su propio abanico de virtudes. Muchos se tem¨ªan, tras visionar los primeros trailers, que la est¨¦tica sovi¨¦tica que hizo al primer Strider tan particular en lo referente a sus enemigos y escenarios se hubiera borrado de un plumazo en esta nueva versi¨®n, pero afortunadamente no ha sido as¨ª. Ahora, dicha est¨¦tica se encuentra algo m¨¢s velada, pero sigue siendo inconfundible, encontr¨¢ndonos por lo tanto ante una interpretaci¨®n de c¨®mo podr¨ªa haber sido la Uni¨®n Sovi¨¦tica en un futuro distante si el tel¨®n de acero hubiera permanecido cerrado.

As¨ª mismo, y aunque cuenta con nuevo redise?o, el Gran Maestro Meio tampoco oculta su fuente de inspiraci¨®n original y sigue siendo el primo hermano de cierto emperador gal¨¢ctico cuyo nombre comienza por Palpa y termina por tine. Tampoco vemos muchos cambios en el aspecto de Hiryu, ya que sigue manteniendo el mismo redise?o base con el que apareci¨® en la saga Marvel Vs. Capcom. As¨ª que de entrada todo es deliciosamente familiar para el aficionado a la franquicia Strider, pero no por ello menos novedoso. Las diferencias comienzan a medida que recorremos el primer escenario, que aunque en un primer momento da la impresi¨®n de ser lineal, acaba dejando claro que aqu¨ª las cosas s¨ª han cambiado. Inspir¨¢ndose tanto en el Strider de NES como, sobre todo, en el genial Shadow Complex, juego lanzado en 2009 para 360 que se ha convertido por m¨¦ritos propios en uno de los mejores descargables disponibles en dicha consola, este nuevo Strider acaba ya en su segundo nivel por dejar muy atr¨¢s la linealidad de la que hac¨ªan gala sus antecesores.

Dado que Shadow Complex, a su vez, inspiraba su desarrollo y mec¨¢nicas en el popular sistema de juego conocido como ¡°metroidvania¡±, ya podemos tener claro qu¨¦ nos encontraremos en este nuevo Strider: unos mapeados inmensos y laber¨ªnticos que podremos explorar libremente, con multitud de secretos y caminos bloqueados que deberemos despejar a medida que vamos obteniendo nuevas habilidades y armas para nuestro h¨¦roe. Todo esto hace que el nuevo Strider sea much¨ªsimo m¨¢s largo que sus antecesores, sin perder por ello la fuerza e intensidad de la que ¨¦stos hac¨ªan gala. Y es que el juego posee tres niveles de dificultad, siendo el m¨¢s bajo ideal para jugadores ocasionales dado que es poco m¨¢s que un paseo, el normal el que ya brindar¨¢ algo de dificultad al desarrollo, y el dif¨ªcil el que nos complicar¨¢ las cosas para avanzar.

Hiryu conserva las habilidades de las que ya hac¨ªa gala en el Strider 2 de Capcom: una agilidad que raya en lo sobrehumano, una espada de plasma que ser¨ªa la envidia de cualquier caballero Jedi o lord Sith de la galaxia, y un gancho con el que puede escalar y trepar por techos y superficies sin necesidad de ser previamente mordido por una ara?a radioactiva. Adem¨¢s, este nuevo desarrollo metroidvania que Double Helix brinda al juego permite que Hiryu aprenda habilidades y ataques nuevos, los cuales son numerosos, espectaculares y con no pocos gui?os al pasado, pero preferimos que los descubr¨¢is por vosotros mismos. Al respecto lo ¨²nico que queremos hacer es dejar clara una cosa: la diversidad est¨¢ m¨¢s que asegurada. Los enemigos ya son pu?eteros en el nivel de dificultad normal (mucho m¨¢s en el dif¨ªcil), pero en cuanto nos hagamos con un buen ramillete de habilidades para nuestro personaje y unas cuantas expansiones para su barra de salud podremos enfrentarnos con garant¨ªas a cualquier desaf¨ªo que se nos ponga por delante.

El control sobre nuestro personaje no puede ser m¨¢s inmediato y exacto, aunque al respecto habr¨ªa sido deseable que Double Helix hubiera brindado la posibilidad de jugar con la cruceta. En lugar de ello solo podremos controlar a nuestro personaje con el stick anal¨®gico izquierdo, dado que la cruceta digital queda reservada para otros menesteres. Es una l¨¢stima puesto que estos sticks puede que sean ideales para juegos tridimensionales, pero para un juego de desarrollo bidimensional siguen revel¨¢ndose demasiado inexactos, y en no pocas ocasiones surgir¨¢n problemas como el de agacharnos para dar tajos hacia la derecha y que sin embargo nuestro personaje gire a la izquierda por no haber empujado el anal¨®gico exactamente en l¨ªnea recta hacia abajo. Por supuesto, todo esto quedar¨ªa solventado con un buen arcade stick, pero la verdad es que el juego tambi¨¦n acaba haciendo uso del anal¨®gico derecho una vez avanzada la aventura, por lo que habr¨ªa sido dif¨ªcil adaptar el control a una modalidad digital.

En lo referente a longitud, este nuevo Strider anda m¨¢s que sobrado. El juego cuenta con un total de diez niveles, cada uno de ellos poseedor de su propio, gigantesco y laber¨ªntico mapeado. Es m¨¢s, incluso existen fases que poseen un nivel extra de profundidad, por lo que son dos los mapeados que lo componen, uno superpuesto sobre el otro. A?adamos a esta longitud el hecho de que a lo largo de la aventura deberemos recorrerlos una y otra vez para hacernos con nuevos movimientos y elementos necesarios para desbloquear caminos y secciones que nos permitan avanzar, y tendremos como resultado un t¨ªtulo que puede durar perfectamente de 10 a 15 horas, nada mal teniendo en cuenta que se trata de un juego descargable. A lo largo de esta aventura tambi¨¦n comprobaremos que no solo de acci¨®n vive Hiryu, dado que al continuo acoso por parte de los enemigos (se regeneran regularmente, por lo que siempre tendremos que estar atentos aunque creamos haber limpiado una secci¨®n previamente) se une una buena dosis de plataformas, con secciones de saltos que son toda una delicia gracias a la gran agilidad de la que hace gala nuestro personaje.

Adem¨¢s, la exploraci¨®n a fondo de cada escenario es m¨¢s que necesaria, no solo para desbloquear esos elementos imprescindibles para avanzar a los que hac¨ªamos menci¨®n anteriormente, ya que tambi¨¦n existen tanques de mejora tanto para nuestra en un principio maltrecha barra de salud como para la barra de energ¨ªa que nos permite activar ciertos ataques especiales, as¨ª como otros ¨ªtems de utilidad. A este respecto existen varios ¨ªtems especiales (cuyo dise?o retro har¨¢ esbozar una sonrisa al jugador veterano) que nos permiten desbloquear nuevos trajes para Hiryu, elementos para la galer¨ªa de arte, e incluso modalidades extra de juego como un modo supervivencia en el que enfrentarnos a oleadas y oleadas de enemigos y un desenfrenado contrarreloj en el que se pondr¨¢ a prueba la velocidad y agilidad de nuestro personaje.

Pero vaya por delante que estos modos de juego son completamente secundarios, ya que solo con la modalidad principal se justifica m¨¢s que de sobra la adquisici¨®n del juego. Jugablemente hablando pocos peros podemos poner al t¨ªtulo, tanto por el respeto que muestra a los Strider anteriores como por lo genialmente implementada que est¨¢ la mec¨¢nica metroidvania en el desarrollo. A los aficionados veteranos recomendamos comenzar directamente por el nivel de dificultad dif¨ªcil, ya que aunque el normal puede parecer en un principio desafiante, una vez consigamos unos cuantos ¨ªtems de expansi¨®n de salud y las primeras habilidades acabaremos convertidos en una verdadera m¨¢quina de matar ante la que poco podr¨¢n hacer nuestros rivales. A ese respecto, resulta sin duda satisfactorio vernos rodeados de enemigos disparando a discreci¨®n, y sin embargo, como buen Strider de clase A, sentir que Hiryu puede superar con creces dicha situaci¨®n, haci¨¦ndolo correr, saltar, girar y cortar a velocidad de v¨¦rtigo hasta que no quede rival alguno con vida, todo sin que en ning¨²n momento tengamos la sensaci¨®n de que perdemos el control de nuestro personaje o ¨¦ste no responde bien a nuestras acciones.

Entrando ya en el apartado t¨¦cnico, acabamos d¨¢ndonos con una de cal y otra de arena. Vaya por delante que nos encontramos ante un juego desarrollado entre generaciones, por lo que jugarlo en PS4 y One respecto a hacerlo en PS3 o 360 no marcar¨¢ diferencia m¨¢s all¨¢ quiz¨¢ de encontrarnos ante unos efectos de part¨ªculas m¨¢s desarrollados, una mayor resoluci¨®n en cuanto a mapeado de texturas y los 1080p de serie (al menos en PS4, la versi¨®n analizada). Dicho esto, Strider muestra un buen modelado tanto para el personaje principal como para los enemigos, correctas animaciones y escenarios bastante detallados, con elementos m¨®viles en los fondos que dan una impresi¨®n resultona. En el otro lado de la balanza nos encontramos con unos efectos lum¨ªnicos no demasiado conseguidos, alg¨²n que otro elemento gr¨¢fico extra?o (como el referente al cl¨¢sico pa?uelo carmes¨ª de Hiryu, que aqu¨ª es sustituido por una suerte de fea y poco est¨¦tica estela rojiza que surge de su nuca; aunque bien es verdad que tiene su raz¨®n de ser, tal y como nos daremos cuenta una vez avanzado el juego) y unos decorados que, a pesar del ya mencionado nivel de detalle alcanzado, dan la sensaci¨®n de ser demasiado as¨¦pticos y semejantes entre s¨ª. Quiz¨¢s era algo que los dise?adores buscaban para remarcar el trasfondo neo-comunista presente en el juego, pero algo m¨¢s de variedad y colorido tampoco habr¨ªan estado mal despu¨¦s de todo, ya que tanto en el Strider original como en su segunda parte ambos elementos se encontraban presentes.