La muerte de Goku

El ¨¦xito de Dragon Ball fue hist¨®rico. El anime que logr¨® la explosi¨®n de la mangaman¨ªa a principios de los 90 apoyado en la difusi¨®n por las TV auton¨®micas, y flanqueado por Musculman -Kinnikuman- y Arale -Dr Slump-. Se convirti¨® en un fen¨®meno como dudo que volvamos a vivir alguno m¨¢s en nuestras vidas. Y los que crec¨ªsteis con ello sab¨¦is a lo que me refiero. Dragon Ball est¨¢ simplemente a otro nivel.

En los videojuegos la serie de Toriyama ha corrido suerte desigual. Nos quedan t¨ªtulos nost¨¢lgicos como los primeros Dragon Ball de lucha basados en un sistema de cartas -que algunos desciframos a base de ensayo y error meti¨¦ndoles muchas horas a la NES-, los gloriosos Super Butouden de Super Nintendo con precios de 20.000 pesetas para la versi¨®n japonesa del primero -que muchos pagamos ahorrando la paga de meses, cumplea?os y navidades-, su particular adaptaci¨®n a Megadrive con L'Appel Du Destin, el serio Hyperdimension o el Shin Butouden de Saturn, pasando por las notables y numerosas incursiones port¨¢tiles, hasta los m¨¢s recientes Budokai y Budokai Tenkaichi de PS2, ¨²ltimos recuerdos felices que un aficionado a Dragon Ball habr¨¢ experimentado en los videojuegos. Y eso que los tiempos pasados no fueron siempre buc¨®licos, no. Aberraciones tambi¨¦n las hubo. Y con el tiempo hasta se les cogi¨® cari?o, como al Dragon Ball: Final Bout o al Ultimate Battle 22 de PSX.

Pero la situaci¨®n que se ha dado con Dragon Ball en la pasada generaci¨®n en PS3 y 360 ha sido calamitosa. Namco Bandai ha completado una explotaci¨®n despiadada y sangrante de la licencia con un desfile err¨¢tico de t¨ªtulos cada vez peores -saga Dragon Ball Raging Blast-, de puro relleno -Dragon Ball Burst Limit- aburridos y simplistas -Ultimate Tenkaichi-, esperp¨¦nticos, absurdos y para la posteridad de los peores juegos de la historia -Dragon Ball: Evolution el de la infausta pel¨ªcula- inadecuados y oportunistas -Dragon Ball para Kinect-, o insulsos y denostando dejadez -el ¨²ltimo Dragon Ball Z: Battle of Z-.

Como fan me encuentro indignado por la situaci¨®n y simplemente no comprar¨¦ el juego, aunque haya incitado a Trolaso a que se lo compre para un Das Putten Mierden que llegar¨¢ pr¨®ximamentea vuestras pantallas. Como profesional, veo que Namco Bandai ha decidido adoptar una actitud fan-service con todos sus t¨ªtulos basados en franquicias anime de ¨¦xito bastante provechosa -Saint Seiya, igualmente mancillado, o los notables Naruto, especialmente los de CyberConnect 2- que junto a t¨ªtulos de enorme calado como Dark Souls, le ha llevado a ser la compa?¨ªa japonesa de videojuegos m¨¢s rentable por delante de Nintendo.

Es una l¨¢stima lo que ha ocurrido con Son Goku, ese ni?o con cola en busca de las Bolas del Drag¨®n primero, super saiyajin que nos emocion¨®? e inspir¨® a todos despu¨¦s, el h¨¦roe de nuestra infancia, del que tenemos tantos recuerdos. Pero a fin de cuentas, si se siguen lanzando videojuegos de Dragon Ball a?o tras a?o es simple y contundentemente porque la gente los compra y al final los n¨²meros le salen a Namco Bandai: despu¨¦s de pagar por la licencia a Toriyama y de los costes de producci¨®n y promoci¨®n de los juegos, en global obtienen beneficios. Aunque sea a costa de haber matado a Goku.

?Crees que Dragon Ball levantar¨¢ cabeza en la presente generaci¨®n? ?Volver¨¢s a comprar un juego de la serie?