Una larga despedida: de FFXIII a Lightning Returns

Podemos asociar muchos adjetivos al largo camino que ha recorrido Final Fantasy XIII desde su presentaci¨®n oficial all¨¢ por el a?o 2006, pero sin duda el que mejor define su dilatada historia es "pol¨¦mico". Pol¨¦mico porque su aparici¨®n en el mercado se produjo mucho tiempo despu¨¦s de que su desarrollo fuese anunciado a los cuatro vientos cuando el proyecto apenas estaba en las primeras fases de gestaci¨®n; pol¨¦mico porque su contenido poco o nada ten¨ªa que ver con anteriores cap¨ªtulos de la franquicia; pol¨¦mico porque a trav¨¦s de los a?os Square Enix ha tirado del hilo del enredo creando secuelas que solucionaban algunos problemas y ofrec¨ªan otros nuevos. Pol¨¦mico, en resumidas cuentas, porque todo lo que se ha generado a su alrededor ha sido pasto de interminables debates en foros y comunidades especializadas, fuese por su caracter "pasillero", por tomar prestados elementos del otrora emergente RPG occidental o simplemente por dotar a su hero¨ªna de un pecho m¨¢s grande que otro en la campa?a publicitaria de la tercera entrega, ampliamente criticada por el mero hecho de existir.

La pol¨¦mica no es otra cosa que un indicador de la atenci¨®n medi¨¢tica y popular que despierta cada noticia que surge sobre la franquicia, consecuencia a su vez de la proliferaci¨®n de lo que los expertos han bautizado como "la voz social", esto es: el feedback de los usuarios, antes ignorado, ahora considerado el eje central de todo lo que sucede en el mundo del ocio interactivo. Square Enix ha pasado de contar con una consideraci¨®n de culto a ser una de las empresas que m¨¢s dificultades ha tenido para manejar la iracunda reacci¨®n de los usuarios al considerar que no se tomaban las decisiones correctas con su franquicia favorita. Con el paso del tiempo, y seg¨²n parece por incipiente influencia de la divisi¨®n Occidental, la compa?¨ªa japonesa ha aprendido a escuchar los lamentos de los aficionados y a tenerlos en cuenta a la hora de modificar (o mejorar, como mejor guste) los aspectos que menos convencen de sus pesos pesados.

Son esos cambios los que llevaron a hacer de Final Fantasy XIII-2 un JRPG enfocado en cumplimentar misiones y no en el argumento, o los que han empujado a Square Enix a rizar a¨²n m¨¢s el rizo con una tercera entrega que ofrece la tan demandada libertad absoluta de acciones para decidir en cada momento c¨®mo afrontar la aventura. La transformaci¨®n de un t¨ªtulo eminentemente centrado en el argumento a otro que sit¨²a el peso de su contenido en la mec¨¢nica de juego no podr¨ªa pasar desapercibida en los propios personajes que dan sentido al argumento, o dicho en otras palabras: los cambios que ha experimentado FFXIII a lo largo de los a?os se palpan en los atributos de sus protagonistas.

?As¨ª, pasamos de conocer a una hero¨ªna tosca y parca en palabras a una especie de deidad que afronta la dif¨ªcil tarea de salvar al mundo pr¨¢cticamente en solitario. Podr¨ªa decirse que la evoluci¨®n de esta trilog¨ªa est¨¢ intr¨ªnsicamente unida a la maduraci¨®n de Lightning como hero¨ªna, y que su transformaci¨®n es tambi¨¦n la metamorfosis de un g¨¦nero que no ha terminado de encontrar su espacio en la generaci¨®n de consolas que hace ya un tiempo nos dice adi¨®s ante la llegada de nuevos y -esperamos- mejores formatos de juego.

Una larga despedida

Del pasillo a la libertad de decisi¨®n. Dejamos atr¨¢s el complicado periodo transcurrido entre el anuncio del t¨ªtulo durante el E3 de 2006, los retrasos y la extra?a situaci¨®n de la denominada Fabula Nova Crystallis, un compendio originalmente planteado como una asociaci¨®n entre distintos cap¨ªtulos de la franquicia ligados por determinadas caracter¨ªsticas en com¨²n. Nos centramos pues en el momento del lanzamiento y en los puntos m¨¢s destacados de cada episodio de los tres que componen la ahora conocida como "Lightning Saga", que como su propio nombre indica toma la figura de Lightning como punto unificador. Final Fantasy XIII asent¨® las bases a seguir por sus secuelas en varios aspectos cruciales, aunque fundamentalmente en el sistema de combate y en la disposici¨®n gr¨¢fica. La premisa sobre la que construy¨® Square Enix el proyecto se basaba en acercar las sensaciones de la consola a la acci¨®n fren¨¦tica que mostraban obras anteriores como Advent Children, un espect¨¢culo visual donde los haya que mezclaba largas escenas argumentales con r¨¢pidos y vistosos combates. Al estudio se le encomend¨®, en palabras del productor de la serie Yoshinori Kitase, una "renovaci¨®n" del concepto tradicional, m¨¢s lento y pausado de lo que se estilaba hace poco menos de una d¨¦cada con la aparici¨®n de la next-gen.

Para obtener tal prop¨®sito era fundamental, por un lado, crear un motor gr¨¢fico capaz de exprimir la potencia t¨¦cnica de PlayStation 3, consola para la que originalmente se anunci¨® en exclusiva el proyecto, y por el otro concebir un sistema de combates que sin perder la esencia de Final Fantasy fuese capaz de combinar espectacularidad y estrategia. Adem¨¢s, era necesario ofrecer la sensaci¨®n de poder personalizar la evoluci¨®n de los protagonistas al estilo del RPG Occidental sin perder la personalidad de la rama japonesa, por lo que se apost¨® por seguir con la inercia de anteriores cap¨ªtulos manteniendo el Crystarium, un tablero que permit¨ªa escoger qu¨¦ habilidades dominar y de qu¨¦ manera especializar a los personajes. El equipo liderado por Motomu Toriyama pronto dio con la tecla del ¨¦xito gracias al denominado 'Paradigm Shift', una versi¨®n mejorada del sistema de trabajos que otorga la posibilidad de cambiar de especializaci¨®n sobre la marcha sin penalizaci¨®n en los combates.

Una evoluci¨®n natural
Mantener el formato ATB (Active Time Battle) introduciendo cambios en la mec¨¢nica de trabajos a la par que se aumenta la sensaci¨®n cinematogr¨¢fica de los combates trajo consigo un notable salto cualitativo en el estilo de juego de Final Fantasy, y de hecho fue en su d¨ªa el aspecto m¨¢s loado de esta primera entrega tanto por la prensa especializada como por los propios usuarios, especialmente cr¨ªticos con la sensaci¨®n lineal que transmit¨ªan los escenarios a explorar. Podr¨ªa decirse que Square Enix centr¨® el peso de la mec¨¢nica de juego en los combates, muy vers¨¢tiles pero insuficientes para convencer a los jugadores que cada vez m¨¢s exigen propuestas variadas y din¨¢micas, caracter¨ªsticas que antiguamente se asociaban por defecto con Final Fantasy. Aunque la premisa de juego no convenci¨®, tanto FFXIII-2 como Lightning Returns han apostado por continuar con el mismo planteamiento introduciendo cambios muy espec¨ªficos en el sistema de combate. FFXIII-2 incorporaba como principal novedad un elenco de protagonistas reducidos (especialmente llamativa la ausencia de Lightning, ahora convertida en un personaje de apoyo) posibilitando la captura de monstruos que pod¨ªan pasar a formar parte de nuestro equipo, aprendiendo nuevas habilidades y evolucionando gracias a su propio Crystarium.

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No es casualidad que sea el sistema de combate el primer aspecto que se analiza en este art¨ªculo, llamado a ahondar en el proceso evolutivo que ha sufrido FFXIII desde que viese por primer vez la luz hace unos cuantos a?os, en tanto que probablemente sea el que mejor representa el esfuerzo de Square Enix por conseguir un equilibrio entre espectacularidad y entretenimiento. Sin embargo, no es ni mucho menos el ¨²nico. Se entiende desde un principio que la mejora del motor gr¨¢fico, del mentado anteriormente Crystal Tools, forma parte de la innevitable experiencia adquirida por la empresa japonesa con el paso de los a?os. Estamos acostumbrados a ver sutiles o notables mejoras gr¨¢ficas en cualquier secuela que se precie: animaciones menos rob¨®ticas, personajes m¨¢s humanos, escenarios con m¨¢s vegetaci¨®n o populados por distintos elementos, pero son mejoras que se atribuyen en la mayor¨ªa de los casos a la experiencia que trae consigo el tiempo y no necesariamente al hecho de no haber cumplido sus objetivos en el momento de su aparici¨®n.

El caso del Crystal Tools Engine es un tanto peculiar en este sentido, porque si bien es cierto que su mejora visual ha sido incuestionable, su propia arquitectura ha imposibilitado que FFXIII se convirtiese por as¨ª decirlo en el JRPG que la mayor parte del p¨²blico esperaba, entendiendo como tal una aventura basada en la exploraci¨®n de pueblos, grandes ciudades y mazmorras. Este es el gran h¨¢ndicap que han tenido que superar todas las compa?¨ªas dedicadas al desarrollo de juegos de rol de caracter japon¨¦s: construir un mundo consistente a nivel visual que ofreciese libertad al jugador sin sacrificar calidad gr¨¢fica o los cl¨¢sicos recursos que estamo acostumbrados a disfrutar en relaci¨®n a la mec¨¢nica de juego. Fue precisamente este el motivo de los diversos retrasos que sufri¨® FFXIII antes de ver la luz y la causa principal por la que FFXIII Versus qued¨® sumido en el ostracismo durante varios a?os. Simplemente no es posible construir mundos como los conocidos en anteriores generaciones sin realizar una importante inversi¨®n econ¨®mica o sin emplear varios a?os de desarrollo para cumplir las exigencias que demanda mantener el nivel de calidad de la franquicia. Si finalmente el producto no cumple con lo esperado, el trabajo termina en agua de borrajas y la inversi¨®n se traduce en p¨¦rdidas.

FFXIII s¨ª respondi¨® a las expectativas comerciales que Square Enix se hab¨ªa marcado a nivel mundial, convirti¨¦ndose r¨¢pidamente en el Final Fantasy m¨¢s vendido durante las primeras horas de vida en el mercado japon¨¦s, pero la sensaci¨®n que cubri¨® la empresa durante los meses posteriores al lanzamiento fue de un marcado pesimismo. La reacci¨®n natural de Square Enix ante el transcurso de los acontecimientos fue la de maximizar recursos, y respondi¨® a las cr¨ªticas anunciado una secuela que promet¨ªa mejorar los puntos que no terminaron de convencer en el primer cap¨ªtulo. FFXIII-2 naci¨® como una excusa para seguir exprimiendo la popularidad de Lightning, personaje de culto en tierras japonesas, a la vez que como una prueba de fuego para seguir explorando nuevos campos en el g¨¦nero. No es extra?o que Square Enix pruebe con nuevas f¨®rmulas de juego, aunque s¨ª que se utilice un cap¨ªtulo troncal para ello, con el riesgo que esta operaci¨®n conlleva. El resultado fue similar al vivido en su momento con el binomio FFX/FFX-2 -en estos d¨ªas de moda gracias a su port para nuevas consolas- con una interesante nueva propuesta de juego que cobraba mayor protagonismo ante la presencia de un argumento menos significativo.

Tres formatos de JRPG
Precisamente uno de los elementos m¨¢s destacados de FFX-2 fue el marcado cambio en la estructura de juego, que dejaba atr¨¢s la pseudo-libertad de movimientos del t¨ªtulo original para crear un organigrama basado en misiones. Tanto en este caso como en FFXIII-2, parece que contar con un gui¨®n de menor densidad permite mayor flexibilidad de movimientos a la hora de establecer una mec¨¢nica m¨¢s variada o estructura de distinto modo. Durante el evento de presentaci¨®n de Lightning Returns que tuvo lugar el pasado a?o en Par¨ªs, tanto Toriyama como Kitase hicieron hincapi¨¦ en que cada uno de los cap¨ªtulos de la franquicia cuenta con un enfoque distinto. Si el primero era "story-based" (basado en el argumento), el segundo se plante¨® como un "mission-based", tal y como se ha explicado anteriormente en estas mismas l¨ªneas. El tercer t¨ªtulo recib¨ªa, de forma muy apropiada, la denominaci¨®n "player-based" o, dicho en otras palabras: ahora es el jugador quien decide c¨®mo afrontar la partida, qu¨¦ decisiones tomar y en qu¨¦ momento hacerlo. De nuevo nos encontramos con un producto que toma prestadas ideas heredadas de los videojuegos capitales de la generaci¨®n actual de consolas, que tras su primer v¨ªdeo de presentaci¨®n fue err¨®neamente comparado con Assassin's Creed por las nuevas opciones de movimientos de las que hace gala Lightning.

Cuando analizamos las novedades que ofrece Lightning Returns destaca el empe?o por ofrecer la mayor cantidad posible de opciones de personalizaci¨®n, rompiendo en ocasiones algunas de las tradiciones que estamos acostumbrados a ver en Final Fantasy. La m¨¢s evidente es la representaci¨®n material de los objetos y armaduras con las que equipamos a Lightning durante la aventura, ya que ahora aprecen reflejadas en cualquier momento de la exploraci¨®n y no exclusivamente durante los combates. Sucede lo mismo con los trajes y en general con las transformaciones, que ahora dejan de ser un elemento intertextual limitado a un fragmento de la mec¨¢nica para formar parte de un todo. Este punto entra en consonancia con la renovada movilidad de la protagonista, capaz de saltar, aferrarse a farolas u otros objetos para escalar o de realizar otras actividades para dar m¨¢s consistencia a las fases de exploraci¨®n. Se rompe de esta manera con la sensaci¨®n est¨¢tica que transmiten otros JRPGs y se demuestra que Square Enix no ha ignorado otras propuestas del g¨¦nero que han tenido ¨¦xito en el mercado, como Xenoblade o The Last Story, especialmente del primero.

La madurez de ideas
Indudablemente ha de existir un v¨ªnculo entre los tres cap¨ªtulos, un nexo que de coherencia a los acontecimientos que tienen lugar en el peculiar mundo de Lightning y compa?¨ªa. El argumento de Final Fantasy XIII fue otro de los aspectos que los usuarios criticaron por considerar que no cumpl¨ªa el nivel de exigencia impuesto por anteriores cap¨ªtulos, pero como siempre valorar objetivamente estos apartados en una tarea dif¨ªcil que suele estar sujeta a gustos o valoraciones m¨¢s personales que globales. Sabemos que Lightning Returns tiene lugar varios cientos de a?os despu¨¦s de los acontecimientos acaecidos en los dos cap¨ªtulos anteriores, donde la atenci¨®n se centraba en la figura de Lightning y en el rol que cumpl¨ªa Serah, su hermana, dentro de la mitolog¨ªa de Pulse y Cocoon. De hecho, la figura de la hero¨ªna se ha convertido pr¨¢cticamente en el punto de uni¨®n entre los tres episodios, a¨²n teniendo en cuenta que aparece como figurante en el segundo.

Lightning Returns trata precisamente de explotar la figura de Lightning desde un punto de vista distinto al que hasta ahora conocemos, dotada de un nuevo rol y de caracter¨ªsticas que nada tienen que ver con las que se le atribuyeron en FFXIII. Incluso as¨ª, el argumento de esta ¨²ltima entrega toma como punto de partida una cuenta atr¨¢s que justifica de un modo u otro la aparici¨®n de todos los personajes secundarios que han figurado hasta el momento en esta trilog¨ªa, a modo de traca final para cerrar los cabos sueltos que dejaron tras de s¨ª sus hermanos mayores. El cambio de formato en la mec¨¢nica de juego tambi¨¦n trajo consigo un cambio notorio en la estructura narrativa, que ha contado con distintos narradores y enfoques en funci¨®n del personaje que narrase los hechos. El cambio que ha sufrido FFXIII a trav¨¦s del tiempo a nivel argumental se aprecia principalmente en la grandilocuencia de los acontecimientos, a¨²n sin perder la esencia cinematogr¨¢fica que acompa?a a todos los cap¨ªtulos de la franquicia.

Los cambios en la mec¨¢nica y en el argumento tambi¨¦n se ven reflejados en la organizaci¨®n de los mapeados que recorremos, uno de los aspectos que m¨¢s interesan a la comunidad de aficionados. Si FFXIII fue tildado de ser "demasiado lineal" por sus propios creadores, su secuela trataba de enmender este error estableciendo un sistema de misiones m¨¢s vers¨¢til aunque igualmente limitado. Una de las premisas de Square Enix fue aumentar el n¨²mero de pueblos que visitar, a?adiendo un buen pu?ado de minijuegos con los que poder matar el tiempo y secretos por descubrir para aumentar la duraci¨®n del t¨ªtulo una vez completado. Uno de los errores que se cometi¨® en su momento fue el de separar dr¨¢sticamente la zona abierta de FFXIII del resto del argumento, en una especie de movimiento que justifica pasar una veintena de horas luchando contra diversos monstruos sin que el gui¨®n lo justifique de manera alguna. FFXIII-2 cambi¨® ligeramente esta manera de concebir la mec¨¢nica al establecer el sistema de misiones, pero incluso as¨ª se perd¨ªa la impresi¨®n de poder recorrer grandes territorios que explorar por cuenta propia.

Un resumen
La evoluci¨®n que ha experimentado Final Fantasy XIII como trilog¨ªa nos lleva, por lo tanto, a lo que se podr¨ªa considerar como una mejora sustancial en la mec¨¢nica de juego. De contar con un planteamiento lineal pasamos a otro dividido en misiones y finalmente a uno ¨²ltimo donde directamente se debate entre el todo y la nada, con un ¨²nico personaje, Lightning, encargado de salvar al mundo en menos de trece d¨ªas. La cantidad de localizaciones y mapeados que recorremos va en aumento del primer cap¨ªtulo al ¨²ltimo, aunque los m¨¢s recientes no se apoyen en el argumento, con lo que se pierden ataduras y se ofrece por fin la tan deseada libertad de acci¨®n que muchos jugadores ped¨ªan a gritos. Esto no implica que Lightning Returns no ofrezca misiones secundarias o acciones que no est¨¦n ligadas al argumento, sino m¨¢s bien todo lo contrario: cuanto m¨¢s tiempo invertimos en ayudar a personajes que no est¨¢n relacionados con la trama principal, mayor ser¨¢ el tiempo del que dispongamos para salvar al mundo antes de que el cron¨®metro llegue a cero. Si FFXIII-2 fue criticado por no saber unir estos conceptos con la suficiente cohesi¨®n, parece que FFXIII-3 soluciona ese problema y ampl¨ªa considerablemente las opciones que se ofrecen a los jugadores.

Asimismo pasamos de apenas poder personalizar a nuestros h¨¦roes a contar con una hero¨ªna que puede seleccionar entre distintas vestiduras y cuyos cambios est¨¦ticos forman una parte importante del paquete final del juego. La personalizaci¨®n y su fiel reflejo en la realidad del propio videojuego es algo que los usuarios han demandado durante mucho tiempo, por lo que no es de extra?ar que Square Enix se haya decidido finalmente a incluirlo dentro de esta aventura como una de las novedades m¨¢s significativas. El motor gr¨¢fico Crystal Tools ha mejorado sustancialmente a cada nueva entrega que ha aparecido, pero parece que en el futuro la compa?¨ªa japonesa no seguir¨¢ trabajando con ¨¦l pese a la inversi¨®n que se realiz¨® a principios de la actual generaci¨®n de consolas ante las dificultades que han tenido para poder obtener algo m¨¢s que resultados notables con ¨¦l. La historia de la p¨¦rdida de la exclusividad y de las diferencias t¨¦cnicas entre PS3 y Xbox 360 parece estar llamada a quedar en el pasado, pese a que sigue siendo evidente que Square Enix desarrolla el t¨ªtulo en PS3. No ser¨ªa de extra?ar si echamos un vistazo a las ventas japonesas de la ¨²ltima entrega, que en Xbox 360 han sido muy inferiores a las de FFXIII-2.

Una iluminaci¨®n. La ¨²ltima.
Cambios en el motor gr¨¢fico, en la mec¨¢nica de juego. Un salto cualitativo entre un estilo de juego lineal y otro de caracter polifac¨¦tico. Renovaci¨®n de un motor gr¨¢fico que no estaba dise?ado para albergar mundos abiertos y que ha sido ampliamente modificado en relaci¨®n al resultado original que ofreci¨® hace algunos a?os en el momento de la aparici¨®n del primer cap¨ªtulo. En este art¨ªculo hemos tratado de realizar un peque?o resumen de las caracter¨ªsticas m¨¢s importantes de las que han hecho gala los distintos cap¨ªtulos de FFXIII, sin ahondar en ninguno de ellos, con el fin de tener las ideas claras de cara al lanzamiento de Lightning Returns en unas pocas semanas. Tras hacerlo hemos podido comprobar c¨®mo Lightning se ha convertido en un personaje crucial para entender la entrada en madurez de la trilog¨ªa, o c¨®mo Square Enix ha ido limando aristas hasta que por fin ha dado con la tecla para conseguir exactamente el producto que andaban buscando desde hace algunos a?os.