Dr. Luigi
Dr Luigi, An¨¢lisis
De fontanero a doctor, Luigi sigue los pasos de su hermano y protagoniza la ¨²ltima iteraci¨®n de la saga de puzle de Nintendo. El a?o de Luigi sigue su curso con un t¨ªtulo fiel a los or¨ªgenes, aunque menos ambicioso de lo esperado. Ya disponible en la tienda digital de Wii U.
Dr Mario es una franquicia que se estren¨® hace ya 24 a?os, concretamente el 1990. La idea era aprovechar el fil¨®n de juegos de puzle comandados por el ¨¦xito superlativo de Tetris pero con sus propias mec¨¢nicas. La entrega inicial ofrec¨ªa unas grandes dosis de adicci¨®n y diversi¨®n, y no han sido pocas las entregas que han salido a posteriori. Ahora, como colof¨®n al ¡°A?o de Luigi¡±, el hermano larguirucho de Mario protagoniza Dr Luigi, una puesta a punto de la f¨®rmula que conocimos d¨¦cadas atr¨¢s y que llega adem¨¢s con algunas novedades al frente para hacerlo nuevamente atractivo. Aunque por el camino se han olvidado algunas cosas que parec¨ªan imprescindibles.
La f¨®rmula de este Dr Luigi responde a un tipo de videojuego de puzle habitual en los ochenta y noventa. Una pantalla vertical desde la que caen diversos objetos que deben encajar y un formato que est¨¢ inspirado en Tetris, obra maestra donde las haya. En este caso, eso s¨ª, no luchamos para hacer l¨ªneas completas horizontales, sino para acabar con una serie de bacterias que hay escampadas por el escenario. Hay tres tipos de enemigos a acabar distinguidos por su color y nuestra ¨²nica arma ser¨¢n una serie de p¨ªldoras que tienen dos colores, uno a cada lado (algunas pudiendo ser enteras del mismo color). Estas p¨ªldoras se pueden cambiar de posici¨®n horizontal o vertical, y cuando hacemos una l¨ªnea del mismo color con cuatro o m¨¢s espacios, desaparece. As¨ª, si encadenamos tres partes de p¨ªldora amarilla con una bacteria amarilla, ¨¦sta pasar¨¢ a mejor vida. Cuando acabamos con todas las bacterias superamos la fase.
Esta descripci¨®n se basa en el juego cl¨¢sico, el de toda la vida de la serie y que aqu¨ª se llama Retroterapia. La f¨®rmula de Dr Mario y ahora Dr Luigi siempre ha tenido ¨¦xito por esa mezcla de sencillez de opciones con complejidad de soluciones. Las p¨ªldoras solo tienen dos posiciones, cuando desaparece una l¨ªnea la otra parte de la pastilla cae y eso significa dos cosas: si ponemos una serie de piezas verticales, tal vez eliminamos una l¨ªnea pero luego nos quedan dos colores unidos complicados de eliminar; cuando vamos en horizontal, es importante calcular la ca¨ªda de la parte anexa a la l¨ªnea que creamos, ya que nos podemos complicar el nivel si hacemos ¡°tapones¡± que nos impiden llegar a zonas inferiores de la pantalla. Tiene su enjundia, exige velocidad de reacci¨®n y la propia disposici¨®n de bacterias, la velocidad de ca¨ªda de las pastillas y los c¨¢lculos del ¡°despu¨¦s de hacer l¨ªnea¡± hacen que el juego tenga mucho m¨¢s de lo que parece en un primer momento.
Al modo principal se a?aden extras, como jugar contra un amigo o contra la CPU. El objetivo es acabar con las bacterias antes que nuestro rival, con un a?adido: si hacemos cadenas (que los fragmentos sobrantes de una l¨ªnea tambi¨¦n se alineen al caer) y combos de l¨ªneas (dos o m¨¢s l¨ªneas a la vez) a?adiremos fragmentos a la pantalla de nuestro rival complic¨¢ndole la vida. A esto se a?ade la modalidad Flash, que nos propone eliminar bacterias que brillan antes que nuestro contrincante. En todos estos modos podemos elegir tanto la dificultad del nivel (tres posibilidades) como la velocidad a la que bajan las pastillas.
La gran novedad de Dr Luigi es el modo L, que da un toque distinto al juego de toda la vida de Nintendo. Aqu¨ª, en lugar de una sola p¨ªldora, lanzamos dos pastillas unidas de tal manera que hacen la forma de una L. Lo que puede parecer una propuesta anecd¨®tica se convierte en un reto de lo m¨¢s interesante, ya que siempre hay una parte de esta L que queda descolgada y si no calculamos bien nuestro movimiento tendremos problemas. El tipo de pastillas y la variedad de colores de uno de los extremos de la forma de L nos dar¨¢ dolores de cabeza, porque por norma bloquearemos nuevos caminos cuando busquemos hacer una l¨ªnea f¨¢cil. Este modo tambi¨¦n cuenta con versus con CPU y otro jugador y la variante Flash. Cuando competimos con alguien, si hacemos cadenas o combos lo que sucede al rival es que cambian los colores de los fragmentos que tiene en pantalla.
Uno de los problemas de Dr Luigi, eso s¨ª, es que siendo la ¨²ltima de las entregas despu¨¦s de varias iteraciones, no cumple con el prop¨®sito de m¨¢s y mejor. Estamos ante un juego que bien podr¨ªa apostar por un multijugador a cuatro mandos ¨CWii U es, entre otras cosas, una consola que apuesta por el juego en compa?¨ªa- en lugar de limitarlo a dos jugadores como est¨¢, que a nivel de modalidades no es el m¨¢s extenso de la serie (en este sentido, el ejemplo a seguir ser¨ªa Dr Mario 64) y que m¨¢s all¨¢ del off-tv, no se ha explorado ninguna idea de juego asim¨¦trico ni explotaci¨®n de las bondades de Wii U.
Estamos ante un t¨ªtulo funcional en lo visual que adem¨¢s de ofrecernos a Luigi con bata lanzando pastillas, celebrando victorias y lamentando derrotas, tambi¨¦n tiene peque?as secuencias entre fases que acompa?an perfectamente nuestro avance. La presentaci¨®n, dicho de otra manera, es correcta para un juego que no pretende ofrecer gr¨¢ficos a la ¨²ltima ni innovaciones audiovisuales (podemos cambiar el tipo de bacterias entre retro y nuevas). A nivel sonoro, diversas melod¨ªas remezcladas y f¨¢cilmente reconocibles si hemos jugado alguna vez a la franquicia, con toques divertidos como el hecho que en el modo bactericida las notas van a c¨¢mara lenta, acompa?ando una acci¨®n m¨¢s pausada como la que ofrece este modo. El t¨ªtulo llega con los textos en castellano.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.