Proteus

La l¨ªnea que separa el videojuego cl¨¢sico de las experiencias interactivas como Proteus es en ocasiones tan difusa que provoca en el jugador ?o espectador, definici¨®n totalmente subjetiva? todo tipo de sensaciones y reacciones; seguramente es algo que busquen sus creadores Ed Key y David Kanaga ?junto a Curve Studios?, autores de uno de los indies que m¨¢s han dado que hablar desde su lanzamiento a principios de este a?o en PC y Mac. Una viaje a nuestro interior al m¨¢s puro estilo retro que nos transportar¨¢ a una serie de islas generadas aleatoriamente situadas en medio de la nada, en las que nuestro ¨²nico objetivo ser¨¢ explorar el terreno para ser testigos de diferentes reacciones de nuestro entorno y ver el implacable paso del tiempo a lo largo de las diferentes estaciones del a?o. Sin duda, un t¨ªtulo que no dejar¨¢ indiferente a nadie y que motivar¨¢ un sinf¨ªn de opiniones, tan positivas como negativas. Os invitamos a descubrir tan personal y enigm¨¢tica experiencia digital en nuestro an¨¢lisis, ahora mediante Cross-Buy tanto para PlayStation 3 como para PlayStation Vita.

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El planteamiento no puede ser m¨¢s sencillo y sobrio; Proteus ofrece un peque?o mundo virtual que nos sorprender¨¢ una y otra vez con cada nueva partida. Merece la pena ver m¨¢s all¨¢ de un aspecto gr¨¢fico sacado de la era de los 8 bits aunque en formato tridimensional, con claras reminiscencias a otros t¨ªtulos de corte similar en su dise?o art¨ªstico como Minecraft. Una paleta de colores que ir¨¢ cambiando a medida que avance el tiempo, pasando de los paisajes c¨¢lidos y llenos de vida de verano a los m¨¢s fr¨ªos y deprimentes de invierno. Incluso nos encontraremos con curiosas formas de vida que llamar¨¢n nuestra atenci¨®n, pero que se alejar¨¢n con nuestra presencia. El nivel de exploraci¨®n y sorpresa depender¨¢ de nuestras ganar de descubrir todos y cada uno de los rincones de las diferentes islas con cada nueva partida.

Y es que cada viaje en Proteus empieza de la misma manera; emergiendo del oc¨¦ano se nos presenta ante nuestros ojos una nueva isla generada de forma aleatoria. Desde un punto de vista en primera persona empezaremos a caminar sin m¨¢s, sin ning¨²n tipo de tutorial ni objetivo. Pronto tomaremos tierra y empezaremos a descubrir diferentes elementos como ¨¢rboles, animalitos que bien podr¨ªan ser conejos saltarines, enigm¨¢ticos t¨®tems de piedra, caba?as abandonadas... Una serie de figuras totalmente ambiguas que dar¨¢n pie a que nuestra imaginaci¨®n haga el resto y que nos preguntemos la raz¨®n de su existencia y si en realidad est¨¢n all¨ª por alg¨²n motivo concreto. En realidad, no podremos interactuar directamente con dichos elementos, aunque s¨ª reaccionar¨¢n a nuestro paso; determinados organismos vegetales se esconder¨¢n ante nuestra simple presencia y si seguimos determinadas pautas, los t¨®tems emitir¨¢n diferentes melod¨ªas seg¨²n nuestra direcci¨®n.

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A pesar de su aspecto retro, Proteus esconde un mundo lleno de vida; la cambiante climatolog¨ªa provocar¨¢ diferentes reacciones en nuestro entorno. Tan pronto empezar¨¢ a llover cambiando por completo el paisaje, como sufriremos de fuertes vientos que mover¨¢n las copas de los ¨¢rboles de un lado para otro; y as¨ª con cada cambio natural. El interfaz es realmente sencillo puesto que s¨®lo podremos movernos mediante el stick anal¨®gico izquierdo y mirar en cualquier direcci¨®n con el stick anal¨®gico derecho; por otro lado, y gracias al bot¨®n X, podremos sentarnos para observar el mundo de Proteus cambiando m¨ªnimamente el punto de vista, algo m¨¢s bajo. Para finalizar con su limitada jugabilidad, podremos capturar im¨¢genes para guardar postales mediante el bot¨®n R1, lo que nos permitir¨¢ seguir nuestro viaje desde cada captura guardada para as¨ª tomar diferentes rutas y ser testigos de diferentes reacciones. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si hubiera seguido ese camino en lugar de subir esa colina?

Ciertamente, Proteus es una experiencia ¨²nica. Dependiendo de nuestro grado de implicaci¨®n ?y paciencia?, tardaremos entre 30 y 40 minutos en completar un viaje, desde nuestro despertar en el oc¨¦ano hasta la conslusi¨®n, siempre gracias al paso de las diferentes estaciones del a?o. As¨ª, al final de cada estaci¨®n podemos optar por continuar a la siguiente mediante un c¨ªrculo brillante que aparecer¨¢ en determinados puntos del terreno; ser¨¢ nuestra decisi¨®n si queremos seguir adelante o permanecer en un sitio determinado durante el tiempo que consideremos, para as¨ª vivir unas experiencias u otras. Y es que la propia concepci¨®n de Proteus es tan arriesgada como di¨¢fana; exploraci¨®n, sonidos, experiencias... Un viaje a nuestro interior a trav¨¦s de un mundo fant¨¢stico.

No hay duda de que sus mec¨¢nicas son muy particulares y que no gustar¨¢n a todo el mundo; tanto es as¨ª que muchos jugadores abandonar¨¢n el pad o la port¨¢til de Sony tras varios minutos de exploraci¨®n sin mucho m¨¢s que hacer que observar las reacciones de un mundo vivo y colorido, con ciclos de d¨ªa y noche y cambios de clima. Eso s¨ª, no hay ning¨²n tipo de dificultad, ni enemigo, ni objetivos que cumplir; somos nosotros y Proteus, una invitaci¨®n a explorar nuestro grado de curiosidad a trav¨¦s de un mundo virtual. Para ello, el jugador debe dejar atr¨¢s cualquier prejuicio para as¨ª dejarse llevar por un desarrollo totalmente contemplativo, lento y mon¨®tono, s¨ª, pero lleno de magia y abstracci¨®n, una experiencia que poco tiene que ver con el videojuego cl¨¢sico y que trata de llevarnos por otras v¨ªas experimentales.

Profundizando algo m¨¢s en las versiones que nos ocupan para las consolas de Sony, Proteus hace uso de dos sistemas diferentes para generar islas de forma aleatoria, aprovechando las opciones de localizaci¨®n tanto de PlayStation Vita como de PlayStation 3, para as¨ª acercarse a una experiencia compartida sin recurrir a un modo multijugador. Mientras que en la consola de sobremesa se recurre a la fecha del sistema para generar islas totalmente diferentes entre partidas, en la port¨¢til se usa la geolocalizaci¨®n, lo que provocar¨¢ que diferentes jugadores disfruten de una misma isla seg¨²n la fecha o situaci¨®n geogr¨¢fica y compartir as¨ª experiencias y sensaciones en cada viaje personal.

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Por lo dem¨¢s, presenta un acabado calcado al de la versi¨®n original de compatibles, con un dise?o art¨ªstico retro de lo m¨¢s cautivador y personal, presentando paisajes realmente agradables a la vista a pesar de la marcada sencillez de sus gr¨¢ficos; por otro lado, y con todo tipo de juegos similares a nivel art¨ªstico, no resulta muy original ni rompedor. Eso s¨ª, la ambientaci¨®n lograda en todo momento es uno de los grandes logros de Proteus, sumergiendo al jugador que tenga la predisposici¨®n para ello en un mundo tan enigm¨¢tico como pasajero en su concepci¨®n. Los diferentes cambios climatol¨®gicos ?y sus efectos sobre la isla? terminan por completar una atm¨®sfera totalmente cautivadora; nubes de tormenta, lluvia, noche cerrada, viento o el brillante sol en lo m¨¢s alto son s¨®lo algunos ejemplos de la inmersi¨®n lograda en este sentido.

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