Sonic Lost World

Sonic siempre se ha caracterizado por la velocidad. Desde que se hizo tridimensional con sus primeros Adventure apost¨® fuerte por el cierto automatismo en sus carreras m¨¢s r¨¢pidas, circuitos guiados de muelles y propulsores o enemigos que se fijan con un puntero rojo traducidos en un salto encadenado que se hace solo. Sonic Lost World retoma ¨¦sta y otras caracter¨ªsticas habituales de los juegos del personaje, no es una metamorfosis tan tajante como las primeras im¨¢genes y datos auguraban, sigue siendo puro Sonic, solo que en un entorno con niveles cil¨ªndricos y esf¨¦ricos, como invent¨® por completo Super Mario Galaxy e intent¨® el cancelado Sonic Xtreme solo que ahora con unos dise?os m¨¢s dejados al azar o la l¨®gica, no ejercicios de genios y mentes con visi¨®n de puzle como s¨ª fueron los planetas, asteroides y sat¨¦lites de los dos juegos del fontanero, obras maestras de Wii empezando por el fenomenal uso de la gravedad variante y fases surrealistas que se hac¨ªa en ellos. En este texto nos centraremos en la versi¨®n de Wii U, diferente a la de 3DS de la que puedes leer su An¨¢lisis por aqu¨ª.

Precisamente solo para las consolas Nintendo (Wii U y 3DS), Lost World lleva a Sonic y Tails montados en la m¨ªtica avioneta Tornado a un nuevo mundo perdido en las nubes, una esfera de terreno hexagonal dividida en otras ocho zonas, convencionales como una reinvenci¨®n de Green Hill Zone llamada ahora Windy Hill por sus molinos de viento y corrientes a¨¦reas, el mundo del desierto y las pir¨¢mides que recuerdan a la primera aventura de Dreamcast Mystic Ruins, la nueva Emerald Coast esbozada con una pasi¨®n por la fruta y como Tropical Coast, etc. Sega lo sabe, jugar con la nostalgia y las referencias a juegos antiguos del personaje funciona de maravilla de cara a los habituales, por eso en esta entrega vuelven a no faltar enemigos cl¨¢sicos tomados de t¨ªtulos de Sonic de MegDrive como son las veletas sopladoras, las pira?as y cangrejos rojos o las bolas rodeadas de pinchos que arrojan. Tambi¨¦n los checkpoint con sonido de timbre y modelo tradicional.

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Referencias claras a los Sonic Adventure de Dreamcast o The Hedhehog de Master System, tambi¨¦n con las Esmeraldas y los siempre en busca de ayudar Chaos. Niveles de Bonus, finales de fase en un interruptor que libera animales, jefes insertados en cada mundo, etc. La mirada atr¨¢s es incuestionable. A¨²n as¨ª, esto no es Sonic Generations y su total homenaje a la historia del protagonista, aqu¨ª se habla un nuevo lenguaje, aunque se utilicen sobre todo los fonemas de los ¨²ltimos a?os. Especialmente velocidad automatizada, fases de v¨¦rtigo y cierta imprecisi¨®n en los saltos que requieren m¨¢s meditaci¨®n y c¨¢lculo. Pero tambi¨¦n encontramos nuevos elementos en la reaparici¨®n de los Wisps de Sonic Colours, las monedas rojas de cada nivel, la amortizaci¨®n de caracter¨ªsticas de Wii U y 3DS como el giroscopio o las dos pantallas y una de ellas t¨¢ctil, o las carreras y parkour por barandillas, bordes y paredes. Tambi¨¦n Sega ha integrado un buen abanico de opiones multijugador, tanto competitivo como cooperativo para facilitar la experiencia con un segundo participante apoyando a Sonic, de nuevo al estilo Mario Galaxy. Eso s¨ª, en Wii U solo en local.

Eggman no est¨¢ solo

Regresa el bigotudo, claro. El que muchos recordar¨¢n como Dr. Robotnik, Eggman, atormenta esta vez a Sonic y sus amigos (Tails, Amy, Knuckles...) en compa?¨ªa, con los llamados Mort¨ªferos Seis reci¨¦n invocados e inicialmente a su lado. El argumento nos tiene preparadas algunas sorpresas y giros llamando tambi¨¦n a los iconos m¨¢s convencionales dentro de la saga, como los deseos del villano de formar un ej¨¦rcito de robots a partir de animales exclavizados y que Sonic va liberando al saltar sobre las mort¨ªferas maquinarias que el gordinfl¨®n tiene a su servicio repartidas por los niveles. Estos Seis nuevos seres act¨²an de jefes finales en cada uno de los mundos, cambiando en algunos casos los niveles o arrojando objetos que obstaculicen el avance a nuestro veloz personaje. En realidad el esquema de fases y mundos es bastante previsible y mantenido durante las casi 8 horas que nos llevar¨¢ completar sus zonas por primera vez, cuatriplicadas en caso de que queramos desbloquear todo lo que tiene guardado el juego y dejar buenas marcas en las leaderboards. Tiene mucha rejugabilidad de niveles y duraci¨®n para los m¨¢s exigentes, en busca de todos sus secretos, bastantes.

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El mapa se divide esta vez en un tablero de casillas hexagonales donde se van desbloqueando los niveles principales, y con las monedas rojas los de Bonus. El movimiento es libre, por lo que visitar todas las casillas es posible desde el primer paso en cada nuevo mundo de los 8 que recopila, con casillas con objetos como vidas y escudos para usar en las fases o Chaos con encargos de todo tipo que nos dar¨¢n m¨¢s puntos y progreso para el personaje y la partida si queremos llegar al 100%. Estos encargos recogen tareas de todo tipo, como encadenar un salto continuo de m¨¢s de 20 enemigos, recoger 500 anillos, acabar un nivel en menos de 3 minutos, acabar con un determinado enemigo o rescatar m¨¢s de 100 animales sin perder una vida. Hay muchos de estos desaf¨ªos dispuestos a ser aceptados y ejecutados, con recompensas que tambi¨¦n se centran a veces en los niveles de Bonus, resueltos en la versi¨®n de Wii U con una especie de Arkanoid resuelto con la pantalla t¨¢ctil del GamePad y donde tenemos que controlar la plataforma, ca?¨®n o catapulta donde rebota Sonic para ir destrozando globos, ladrillos e interruptores.

La curva es bella

Los niveles principales, cuatro por mundo, son largos, demasiado quiz¨¢, divididos siempre en varias etapas que coinciden con el paso por checkpoints, a veces bastante separados entre s¨ª, lo que le da cierta dificultad y pique, de agradecer. Las menciones iniciales deben recaer sobre el primero de estos niveles de cada mundo, los m¨¢s cambiantes y de esp¨ªritu parecido al que lograban las maravillas arquitect¨®nicas de Super Mario Galaxy. Esferas y cil¨ªndricos independientes, todo curvil¨ªneo y redondeado, como planetas con su propia gravedad y dise?os. Salpican el cielo y van obligando al jugador a descubrir algunas mec¨¢nicas interesantes para poder saltar al siguiente, como arrojar fruta gigante en una turbina para dar forma a un chorro de zumo que nos impulse hasta la siguiente parte de la fase o acabar con todos los interruptores colocados en una cuadr¨ªcula con balas en todas direcciones persigui¨¦ndonos. Pese a estos momentos de investigaci¨®n y formatos de juego diferentes a los habituales correr y saltar, la velocidad marca de la casa no desaparece lo m¨¢s m¨ªnimo, tambi¨¦n con sus tradicionales imprecisiones de c¨¢mara y saltos minuciosos.

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Una estructura de la que se abusa en casi todos los mundos es la del cilindro, por dentro -tubo- o por fuera. Este dise?o permite hacer que el personaje tenga que correr a lo largo de todo el cuerpo redondo a toda velocidad, grindando una barandilla, girando en cualquier direcci¨®n mientras esquiva bolas de piedra que vienen de frente o resbalando por cuestas y toboganes. Correr, saltar, correr y m¨¢s correr; el esquema convencional de los Sonic tradicionales no se ha tocado, solo que se le han insertado momentos de plataformeo y exploraci¨®n bastante m¨¢s lentos, donde la precisi¨®n del salto, el c¨¢lculo con la sombra, la b¨²squeda exhaustiva de esa moneda roja o camino alternativo, etc. son la t¨®nica dominante, frenando as¨ª un poco el ritmo vertiginoso pero aportando variedad y algo de profundidad a su gameplay. Y aqu¨ª falla, no es divertido del todo precisamente por la frustraci¨®n que crea un manejo que est¨¢ pensado para correr mucho y ser cuidadosos poco, signo itinerante en la serie. En realidad, Sonic Lost World es un plataformas correcto y bien esgrimido pero que llega a dejar indiferente, no tiene ese punto memorable que s¨ª lograron Colours o Generations.

Automatismo en las botas

Los saltos apuntados, las carreras por pistas donde somos llevados, las cadenas de muertes o camino por los anillos, los vuelos... Sonic sigue estando bastante guaido por el propio juego en much¨ªsimas ocasiones, casi dejando la sensaci¨®n de que matar enemigos de forma consecutiva es simplemente un Quick Time Event donde pulsar el bot¨®n de salto teledirigido en el momento oportuno y poco m¨¢s. Ahora cuenta con nuevos movimientos, como dejar pulsado el bot¨®n A para que encadene golpes sobre enemigos y pueda as¨ª, por ejemplo, recorrer zonas de vac¨ªo con un sendero de robots rivales. Tambi¨¦n, con el gatillo derecho correr¨¢ m¨¢s y activar¨¢ su modo Parkour, un poco a lo Assassin's Creed trepando por ¨¢rboles y paredes peque?as, o saltando entre dos muros cercanos para poder subir grandes alturas. Los niveles laterales est¨¢n repletos de estos momentos, al igual que tambi¨¦n tienen muchas partes de gravedad invertida y giros imposibles. Desde luego espectacular y r¨¢pido sigue siendo como el que m¨¢s.

El problema de Lost World viene cuando empiezan a repetirse ideas y cuando aparece la furstraci¨®n por sensaci¨®n de injusticia, pronto, pues algunos problemas de c¨¢mara y el movimiento algo tosco del erizo nos har¨¢n caer una y otra vez en determinados niveles, puntos altos de exigencia sobre las fases que los rodean, m¨¢s adecuadas en curva de dificultad regular. Hay desajustes de dificultad de este tipo, habr¨¢ tramos que nos parezcan imposibles con un manejo que no es todo lo preciso que deber¨ªa y un personaje al que en seguida se le van las botas m¨¢s de la cuenta. Similares sensaciones con las sorpresas e ideas buenas, reutilizadas una y otra vez a lo largo de sus 32 fases principales hasta el punto de que muy pronto se percibe que esta producci¨®n mete el hocico en demasiados terrenos y no ahonda en ninguno. Otros de su g¨¦nero tambi¨¦n investigan un mont¨®n de formatos, perspectivas, dise?os de niveles y tipos de enemigo o jefe, pero formulan con ¨¦xito todo lo que integran.

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Para desbloquear fases se utiliza un contador de animales rescatados, lo que nos obligar¨¢ a rejugar los niveles en busca de llegar a los m¨ªnimos exigidos para abrir lo que viene detr¨¢s. Sobre esto, en Wii U cada mundo dispone adem¨¢s circos que act¨²an como niveles de Bonus y encontronazos con los jefes salteando los principales. Adem¨¢s, hay universos muy distintos dentro de un mismo mundo, por ejemplo en Tropical Coast con una fase de ra¨ªles y vagonetas en cuevas, otra de dulces y chucher¨ªas, u otra de frutas gigantes rodantes. Y luego est¨¢ el nivel final, con enfrentamiento de cierre con el Mort¨ªfero que corresponda en unas mec¨¢nicas bastante cl¨¢sicas y sin innovacioes rese?ables -t¨ªpica espera a su ataque y noqueo o despiste a aprovechar para golpear- pese al juego que da una arquitectura tridimensional como ¨¦stas. Se pod¨ªan esperar mejores ideas de los enfrentamientos contra jefes.

Por supuesto, tras cada nivel se nos evaluar¨¢ con una clase anotando tambi¨¦n aspectos como la puntuaci¨®n obtenida o el tiempo. Estas marcas podr¨¢n compararse con las de otros jugadores en las Leaderboards que dispone cada nivel si tenemos la consola conectada a internet. Tambi¨¦n est¨¢ la herramienta de integraci¨®n directa con Miiverse, donde podremos consultar e informar sobre aspectos de cada fase como la ubicaci¨®n de las monedas rojas, trucos contra enemigos duros, etc. Desde luego cada nivel es un mundo, con m¨¢s bifurcaciones y secretos de a lo que nos tiene acostumbrados el personaje en sus t¨ªtulos. Un modo carrera para dos jugadores tambi¨¦n se ha dispuesto, solo en local en una misma consola con pantalla partida. Servir¨¢ para competir en los niveles m¨¢s divertidos.

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La ayuda de Tails y los Wisps

Sonic Lost World propone en Wii U adem¨¢s un modo cooperativo donde un segundo jugador con su Wiimote puede echarnos una mano recogiendo algunos objetos, inmovilizando enemigos, etc. Esta participaci¨®n se da a partir de los veh¨ªculos de Tails, aeronaves teledirigidas como helic¨®pteros o cazas que entran a formar parte de las fases cuando necesitamos algo de apoyo para llegar hasta el final. Tambi¨¦n el dos-colas protagoniza algunos eventos y nos da pistas sobre la ubicaci¨®n o consecuci¨®n de objetos que podamos almacenar en el inventario del mapa para entrar con ellos a los niveles y equiparlos en cualquier momento. El juego permite almacenar hasta seis, como escudos el¨¦ctricos, botas de mayor velocidad o un plus de 20 anillos para poder recibir un golpe o varios en caso de que tengamos el contador a cero.

Pero adem¨¢s de Tails, los mundos de Lost World est¨¢n tomados tambi¨¦n por los Wisps, las criaturas m¨¢gicas que regresan desde Sonic Colours y que tienen poderosas habilidades para ayudarnos en los niveles, de hecho son tremendos facilitadores que se han incorporado claramente para que los jugadores ocasionales o m¨¢s impacientes tambi¨¦n puedan avanzar en caso de atasco y p¨¦rdida de vidas seguida. As¨ª, el Wisp capaz de convertirse en bola de part¨ªculas acabando con todo a su paso y haci¨¦ndose cada vez m¨¢s grande (imagen de abajo) o el Wisp que nos lleva directamente hasta el siguiente checkpoint con un teletransporte salpican las fases o aparecen cuando caemos un n¨²mero concreto de veces en un mismo punto, n¨²mero no muy alto pues r¨¢pidamente vemos que tenemos la opci¨®n de despertarlo. Usarlos o no es totalmente voluntario, claro, y supondr¨¢n no poder recoger las monedas rojas que haya en el tramo donde est¨¦n en funcionamiento. Pero se han puesto demasiado accesibles y con protagonismo, no es como otras Super Gu¨ªas que s¨ª pueden darse m¨¢s de lado. ?stos incitan a ser activados y son ayudas r¨¢pidas descomunales en muchos casos.

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Color azul

En par¨¢metros audiovisuales Sonic Lost World en Wii U tambi¨¦n da una de arena por cada dos de cal. Es un juego muy bonito y r¨¢pidamente vistoso, con algunos niveles sensacionales en est¨¦tica y colocaci¨®n del pol¨ªgono para la composici¨®n de plano, pero con algunos errores gr¨¢ficos garrafales que una consola HD como ¨¦sta puede con creces desechar. Las animaciones y el uso de las superficies redondeadas son quiz¨¢ uno de sus mejores puntos visuales, tambi¨¦n los vivos colores y los entornos cambiantes para cada nivel, algunos francamente originales aunque ya no sorprendentes por su aparici¨®n en otros t¨ªtulos. No convencen tanto las texturas de un gran parte de superficies, bastante planas en color y rugosidad que casi parecen m¨¢s bien de GameCube o Wii, a 720p que corre el juego deber¨ªan mostrarse m¨¢s definidas y con efectos como la arena o la hierba mejor logrados. No por querer un aspecto colorista hay que desistir ante un apartado gr¨¢fico de altura. Lo mismo ocurre con elementos como el agua o el fuego, muy b¨¢sicos, poligonales o con sprites y que para nada sacan partido al hardware de la m¨¢quina. Eso s¨ª, al menos le dan una est¨¦tica propia.

Los jefes finales representados por los Mort¨ªferos Seis quiz¨¢ tambi¨¦n se prestaban a acabados m¨¢s inspirados y animaciones algo cambiantes, pues en realidad r¨¢pidamente exponen su formato de lucha y repiten los mismos movimientos una y otra vez. Luego est¨¢n las cinem¨¢ticas, CG prerrenderizadas y sin demasiado esmero tampoco que bien podr¨ªan haber amortizado el motor gr¨¢fico del juego o al menos hacer algo m¨¢s vistoso. La velocidad, clave en toda entrega de Sonic s¨ª est¨¢ perfectamente lograda y se le saca partido a la solidez y fluidez de su visionado, eso s¨ª, a veces con ¨¢ngulos de c¨¢mara extra?os que no dejan ver bien lo que viene o calcular con minuciosidad un salto complicado, llegando a frustrar. M¨¢s all¨¢ de esto, hay alguna ralentizaci¨®n puntual en partidas de dos jugadores y ca¨ªdas del frame rate, pero no son abundantes ni llamativas. Sobre presentaci¨®n, tanto el mapa de niveles como los men¨²s quiz¨¢ pecan de ser demasiado b¨¢sicos, pero tampoco se necesitaba mucha m¨¢s floritura, la verdad.

Por ¨²ltimo est¨¢ el sonido, con doblaje al castellano a cargo del equipo habitual, quienes dieron voces a Sonic, Eggman o Tails en las series de televisi¨®n y los juegos m¨¢s recientes del personaje. La m¨²sica est¨¢ a muy buen nivel, con composiciones que caracterizan a un nivel concreto, a un personaje o a un Wisp y que pueden llegar a quedarse en la memoria del jugador. Son melod¨ªas marcadas, al m¨¢s puro estilo de los Sonic de anta?o, aunque no a aquel nivel, por supuesto. Los efectos s¨ª que son una clara recuperaci¨®n del pasado, como el checkpoint o la p¨¦rdida de vidas o anillos, eso s¨ª, a veces hay desconexiones y cuando se producen muchos FX simult¨¢neos algunos se quedan sin sonar, un tropiezo sonoro inadmisible hoy.

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