Despu¨¦s de cerrar los servidores que albergaban al fallido primer Final Fantasy XIV, Square Enix vuelve a la carga con una revisi¨®n completa del mismo lanzada bajo el nombre A Realm Reborn. ?Ser¨¢ ¨¦sta la secuela que est¨¦ a la altura de la und¨¦cima entrega, o volver¨¢ a fracasar la compa?¨ªa de Wada en su intento de hacerse un hueco en los masivos online de nueva generaci¨®n?
Olvidad todo lo que dijimos hace 3 a?os de Final Fantasy XIV. Olvidad la desastrosa interfaz, la falta de contenido, los errores de dise?o y concepci¨®n y, en definitiva, olvidad todo lo que convirti¨® al segundo MMORPG de Square Enix en uno de los m¨¢s sonados fracasos que se recuerdan en el g¨¦nero. A Realm Reborn es la mayor y m¨¢s sincera disculpa de una compa?¨ªa que asumi¨® la culpa del desprop¨®sito que lanz¨® al mercado como secuela espiritual de Final Fantasy XI y se puso a trabajar a contrarreloj para ofrecer a los usuarios el Final Fantasy masivo online de nueva generaci¨®n que la hist¨®rica saga merec¨ªa. Y vaya si lo han conseguido. Olvidaos de la 1.0. Bienvenidos al verdadero y renacido Final Fantasy XIV.
Pocas veces se hab¨ªa visto algo parecido a lo que ha pasado con Final Fantasy XIV: A Realm Reborn. La competencia hoy en d¨ªa en el g¨¦nero de los MMORPG es feroz, y no deja sitio a productos mediocres. Son muchos los que intentan hacerse un hueco en el mercado, y pocos los que consiguen sobrevivir tras los primeros a?os (o incluso meses) de vida. Se prometen las mil y una durante la fase de desarrollo, se lanza el producto final, y el p¨²blico dicta sentencia. Los costes de desarrollo y mantenimiento para un proyecto de estas caracter¨ªsticas son tan altos como el riesgo que implica apostar por un nuevo MMORPG. Lo habitual, cuando la cosa no funciona, es el cierre de servidores y fin del servicio como pas¨® con Tabula Rasa o Star Wars Galaxies, o el abandono absoluto por parte de la compa?¨ªa, como fue el caso de Warhammer Online. Es muy dif¨ªcil recuperar la confianza de los usuarios a los que has decepcionado en un mercado con tantas alternativas consolidadas y que no dejan de crecer con nuevo contenido a trav¨¦s de parches y expansiones. En resumidas cuentas, si empiezas mal, acabas peor.
Como dijimos en el an¨¢lisis de la versi¨®n 1.0, Final Fantasy XIV no pod¨ªa corregirse ¨²nicamente a base de parches. Estaba mal estructurado, mal concebido desde sus cimientos. La base no era buena, y por eso dud¨¢bamos que Square Enix fuera capaz de enderezar el t¨ªtulo salvo con un desarrollo que partiese casi desde cero. Y eso es lo que se ha hecho con A Realm Reborn. La compa?¨ªa no pod¨ªa permitirse un segundo traspi¨¦s, as¨ª que ha dejado a un lado los experimentos raros y nos presenta hoy un masivo online de corte cl¨¢sico (basado en la escuela "themepark" de Everquest) que solo reaprovecha el excelente sistema de clases del juego original y alguno de los dise?os. Es un MMORPG nuevo. Y es un MMORPG que, ahora s¨ª, funciona.
Por un lado est¨¢n las FATE, o lo que es lo mismo, eventos din¨¢micos al m¨¢s puro estilo RIFT o Guild Wars 2. Se van activando de forma aleatoria en cada zona, y proponen objetivos que completar con el resto de jugadores que participen en ellas. En unas deberemos matar a un jefe, y en otras resistir a oleadas de enemigos o incluso proteger a determinados NPC's en su camino hacia un lugar seguro. Son una fuente importante de experiencia, y uno de los m¨¦todos m¨¢s eficaces para subir de nivel. Adem¨¢s, su concepci¨®n deja v¨ªa libre para que Square Enix a?ada de forma f¨¢cil nuevas FATE a trav¨¦s de eventos, como el que se ha anunciado pr¨®ximamente en el que Lightning, de Final Fantasy XIII, ser¨¢ la protagonista de una de ellas. Tambi¨¦n tenemos a nuestra disposici¨®n un "Hunting Log", que nos pide localizar y dar caza a unos determinados de enemigos a cambio de experiencia. La mayor¨ªa de ellos no se encuentran f¨¢cilmente, lo cual fomenta la exploraci¨®n por el basto mundo de Eorzea.
Obtenemos experiencia explorando, y tambi¨¦n en la veintena de mazmorras repartidas por el mundo. Algunas de ellas, y en especial a partir de nivel 30, ofrecen un reto importante en lo que a mec¨¢nicas se refiere. Ataques en ¨¢rea que esquivar, habilidades especiales, objetos con los que interactuar durante los combates... los amantes del PVE tienen aqu¨ª un t¨ªtulo que les desaf¨ªa, especialmente durante las raids y jefes en modo dif¨ªcil que se desbloquean a nivel 50, que nada tienen que envidiar a las de cualquier otro MMORPG. Otro de los sistemas recuperados para la versi¨®n 1.0 del juego son las Levequest. Si bien en aquella versi¨®n consist¨ªan pr¨¢cticamente en el ¨²nico contenido disponible para subir de nivel, aqu¨ª realizan una funci¨®n "extra". B¨¢sicamente son misiones diarias que activamos y realizamos a nuestra voluntad, en las que podemos elegir el nivel de dificultad para obtener una recompensa mayor. Si bien en nuestro camino a 50 apenas necesitaremos recurrir a ellas, al subir otras clases (con las quests de la historia principal ya completadas con nuestra clase principal) se tornan m¨¢s necesarias.
Y es aqu¨ª donde hablaremos del que posiblemente sea la mejor caracter¨ªstica de A Realm Reborn: el sistema de clases. Se trata de uno de los pocos aciertos del juego original, y es una suerte que su potencial y versatilidad se haya respetado y trasladado a esta nueva versi¨®n del juego. La idea de Final Fantasy XIV: A Realm Reborn es que cualquier personaje pueda ser cualquier clase en cualquier momento. Con el simple hecho de cambiar de arma podemos pasar de ser un gladiador a un mago, o un arquero. Existen 19 clases distintas, divididas en 4 grandes grupos. Para el combate tenemos las "Disciples of War" (Gladiator, Pugilist, Marauder, Lancer y Archer y las "Disciples of Magic" (Conjurer, Thaumaturge, Arcanist), y para el "crafteo" tenemos las "Disciples of the Hand" (Carpenter, Blacksmith, Armorer, Goldsmith, Leatherworker, Weaver, Alchemist y Culinarian) y las Disciples of the Land (Miner, Botanist y Fisher).
8.5
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.