Mad Max, Impresiones
Mad Max, uno de los iconos de culto surgidos en el cine de los 80, regresar¨¢ con un nuevo film y un t¨ªtulo para consolas y PC que busca ser algo m¨¢s que la respuesta virtual jugable a la cinta. Avalanche Studios nos traen al loco Max a la Next-Gen.
El punto de partida de Max Max nos lleva a tener a nuestro protagonista, Max, abandonado en pleno desierto. Su legendario veh¨ªculo, el Interceptor V8- el ¨²ltimo de su clase-, ha sido robado y el ex-polic¨ªa se encuentra sin nada ni nadie al que acudir. A pesar de este ligero cambio, se promete que la experiencia de la franquicia original (que recordar¨¦is, nos llevaba a un entorno post-apocal¨ªptico en el que el combustible lo significaba todo, m¨¢s que el agua o el dinero) se respetar¨¢ en la justa medida, porque aqu¨ª se nos contar¨¢ una historia nueva. No es una adaptaci¨®n per se, pues, sino una revisi¨®n de su mitolog¨ªa con una puesta a punto totalmente personal por parte de Avalanche. Es m¨¢s: aunque el desarrollo comenz¨® como una adaptaci¨®n jugable de la pel¨ªcula Mad Max 4, que veremos tambi¨¦n el a?o que viene, finalmente se decidi¨® apostar por algo original para permitir al jugador una nueva visi¨®n y no ¨²nicamente una relectura de algo ya existente.
Avanzando en su propio veh¨ªculo, Max llegaba a la base donde se encontraba el coche y usaba la mirilla de su rifle de francotirador para localizar a sus enemigos. A uno de ellos lo eliminaba desde lo lejos, pero al segundo no pod¨ªa porque la distancia era demasiado lejana. Por tanto, se aproximaba con el coche y una vez que estaba a su alcance, terminaba con ¨¦l. Es curioso porque las animaciones de muerte no son autom¨¢ticas, casi da tiempo a ver la bala, impactar, y el cuerpo caer, todo sin optar al gastado recurso del tiempo bala, de forma bien ejecutada. Un forma alternativa de acabar con los enemigos, como pudimos ver, era agarrar una torreta con el coche y tirar de ella, haciendo que todo aquel que estuviera encima cayera y muriera en el proceso. De esta forma se ahorraban balas, algo que es muy escaso en este juego, un recurso bastante valioso.
Superadas las fases de acci¨®n Max y su compa?ero, un mec¨¢nico bastante habilidoso, llegaban al taller. Ah¨ª pod¨ªan usar el veh¨ªculo reci¨¦n adquirido para modificarlo a voluntad en cuatro frentes distints: el motor, que permit¨ªa aplicar -por ejemplo- nitroclicerina, el chasis (armaduras, por ejemplo), las ruedas (mejorar la suspensi¨®n) y el llamado 'bodywork', que engloba todo lo que es la est¨¦tica del veh¨ªculo: tama?o, tipo, etc¨¦tera. Es interesante hacer notar que los colores del coche pueden tener propiedades extra, tales como recibir menos da?o de ataques de fuego dentro de una oferta que seg¨²n sus creadores incluye un mill¨®n de combinaciones distintas.
Por ¨²ltimo y sin salir del taller, hay que aclarar que los coches son totalmente personalizables. Podemos modificarlos como queramos, de forma que si preferimos un veh¨ªculo muy ¨¢gil a¨²n a costa de perder algo de defensa, podemos hacerlo, pero si por el contrario nos va m¨¢s la acci¨®n y no tanto el vivir la vida intensamente, podemos usar un parachoques con pinchos para cargarnos a los enemigos con el simple contacto. Mad Max llegar¨¢ en alg¨²n momento del pr¨®ximo a?o a las plataformas de nueva generaci¨®n, PlayStation 4 y Xbox One. No hemos visto nada particularmente novedoso, es el convencional juego de mundo abierto que estamos disfrutando en la actualidad, con misiones secundarias, gran escala y escenarios con numerosos elementos din¨¢micos (encuentros, clima, etc.). As¨ª que por ahora, si bien no podemos decir que tenga mala pinta, tampoco es muy consecuente emocionarse m¨¢s all¨¢ de esperar que la cosa no se tuerza y podamos encontrar un juego notable cuando llegue a las tiendas. Aunque en el proceso, no a?ada nada nuevo a la base ya conocida.
- Acci¨®n
- Aventura
Mad Max, desarrollado por Avalanche Studios y distribuido por Warner Bros. Interactive para PlayStation 4, Xbox One y PC es una aventura de acci¨®n en un mundo abierto basada en las m¨ªticas pel¨ªculas dirigidas por George Miller.