Ridge Racer Driftopia
El m¨ªtico arcade de conducci¨®n de Namco Bandai Games regresa a la actualidad con Ridge Racer Driftopia, una nueva entrega basada en el ¨²ltimo Unbounded y en formato descargable free-to-play, tanto para PlayStation 3 como para PC. Tras el lanzamiento de la beta v¨ªa Steam, os acercamos nuestras primeras impresiones.
La saga Ridge Racer viene protagonizando sonados lanzamientos desde mediados de los a?os 90, tanto en salones arcade como en diferentes generaciones de consolas, a menudo, como t¨ªtulos que acompa?aban las nuevas m¨¢quinas y demostraban buena parte del potencial tecnol¨®gico de la ¨¦poca, siendo la versi¨®n de PSX una de las m¨¢s recordadas. Pero el paso de los a?os no ha acompa?ado a la saga de Namco, quedando relegada a un segundo plano con entregas poco inspiradas y ampliamente superadas por la competencia. Quiz¨¢s por ello, Namco Bandai Games y Bugbear Entertainment han optado por dar un giro radical a una de sus sagas fetiche, tratando de adaptarse a los nuevos tiempos con Ridge Racer Driftopia, un nuevo t¨ªtulo de conducci¨®n arcade en formato descargable y free-to-play basado en el anterior Unbounded, disponible a finales de este mismo a?o para PC y PlayStation 3 y que llega con nuevas aspiraciones basado en un sistema de micro-pagos siempre presente pero ?seg¨²n parece? poco intrusivo con nuestra experiencia de juego. Y a ra¨ªz de la salida de la beta en Steam, os acercamos nuestras primeras impresiones a los mandos de esta nueva utop¨ªa de velocidad y adrenalina; bienvenidos a Ridge Racer Driftopia.
Con la llegada de las nuevas consolas a finales de a?o, se rompe el ciclo de nuevas entregas de Ridge Racer cada nueva generaci¨®n; justo lo contrario, recibimos un nuevo t¨ªtulo a finales de este mismo a?o, tanto para PlayStation 3 como para PC. Aunque quiz¨¢s la palabra ¡°nuevo¡± no sea del todo justa con Driftopia, puesto que se trata de una nueva versi¨®n de Unbounded, eso s¨ª, puesta al d¨ªa y algo diferente de lo que pudimos ver en dicha entrega para PlayStation 3, Xbox 360 y PC del pasado a?o. Eso s¨ª, los que disfrutaron de la ¨²ltima entrega de la serie, encontrar¨¢n bastantes similitudes, tantas que viviremos cierto d¨¦j¨¤ vu a los mandos de tan potentes b¨®lidos.
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As¨ª, la ambientaci¨®n de los escenarios ser¨¢ la misma, con trazados urbanos que nos recordar¨¢n irremediablemente a Unbounded, as¨ª como el interfaz en plena carrera ?con los marcadores din¨¢micos y otros elementos informativos? e incluso la presencia de algunos coches, eso s¨ª, apareciendo otros de nuevo cu?o. Y como viene siendo habitual en la saga, los coches ?de comportamiento cien por cien arcade? ser¨¢n totalmente ficticios, aunque con ligeros parecidos con algunos de los mejores y m¨¢s exclusivos modelos del mundo real. Por otro lado, y una vez a los mandos, la experiencia de juego ser¨¢ la misma, con un sistema de nitro que premiar¨¢ los mejores derrapes y los t¨ªpicos atajos precedidos de espectaculares escenas de corte cinematogr¨¢fico.
La destrucci¨®n de elementos del escenario, as¨ª como de los veh¨ªculos, seguir¨¢ presente en Driftopia, dando lugar a ligeras concesiones a la estrategia mientras decidimos c¨®mo actuar en ciertos momentos de la carrera; aunque tendremos que actuar r¨¢pido, puesto que la velocidad ser¨¢ bastante elevada y nuestros rivales bastante competitivos. En este sentido, se ha optado por un sistema que empieza a ser habitual en varios t¨ªtulos ?y de todo tipo de g¨¦neros? como es el de multijugador as¨ªncrono, con lo que correremos contra veh¨ªculos basados en las actuaciones de otros pilotos que hayan jugador con anterioridad, eliminando cualquier concesi¨®n al multijugador online en tiempo real o a la pantalla partida, lo que sin duda puede disgustar a m¨¢s de un jugador.
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De esta manera, la experiencia de juego de asemejar¨¢ m¨¢s a un time trial perpetuo que a una verdadera competici¨®n contra otros jugadores; al principio de la carrera apareceremos como veh¨ªculos fantasma que, tras posicionarse durante los primeros metros, pasar¨¢n a ser veh¨ªculos reales contras los que podremos colisionar, incluso llegando a destrozar por completo nuestro coche o el de nuestros rivales. En este caso, podremos recurrir a las tarjetas de reparaci¨®n ?que ganaremos gracias a nuestras victorias o mediante micro-pagos? para devolver nuestro coche a su origen; por otro lado, si destrozamos un coche rival en plena carrera, seremos justamente recompensados, aunque el lugar que ocupaba nuestro adversario ser¨¢ ocupado por otro jugador.
Al principio podremos optar entre una selecci¨®n limitada de veh¨ªculos, cada uno de ellos con sus propias caracter¨ªsticas que los hacen interesantes para diferentes tipos de trazados, como la velocidad punta, la aceleraci¨®n o el manejo, entre otros. Adem¨¢s, tendremos s¨®lo dos circuitos disponibles, con lo que para desbloquearlos, deberemos aumentar el nivel de nuestros coches, ganado carreras y sumando puntos de experiencia, en un sistema de progresi¨®n en el que no faltar¨¢n todo tipo de elementos, ya sean gratuitos o de pago. Aqu¨ª ser¨¢ cuando entren en juego las siempre pol¨¦micas micro-transacciones; y es que junto a los da?os visuales y mec¨¢nicos en plena carrera ?lo que tambi¨¦n influir¨¢ en su comportamiento?, podremos estrellar nuestro coche, destroz¨¢ndolo por completo y terminando as¨ª nuestra carrera.
En este momento deberemos hacer uso de las preciadas tarjetas de reparaci¨®n si no queremos perder definitivamente dicho veh¨ªculo y todo su progreso, algo que ocurrir¨¢ bastante a menudo dado el nivel de frenetismo y destrucci¨®n de las carreras de Driftopia. Durante la demo no tenemos acceso a la tienda del juego ?ni a los aumentos de puntos? aunque s¨ª podemos ser testigos de sus posibilidades en este sentido: packs de reparaci¨®n, de mejoras, de veh¨ªculos... Todo en Driftopia puede ser adquirido mediante dinero real, lo que puede llegar a ser un problema si no somos cuidados con dicho sistema, puesto que podemos llegar a gastar m¨¢s de lo necesario; veremos en la versi¨®n final del t¨ªtulo si Namco Bandai Games ha logrado un buen equilibrio entre los elementos gratuitos y los de pago.
La pantalla de t¨ªtulo nos permite movernos entre sus diferentes modos de juego, como el modo Arcade ?aut¨¦ntico eje central de la experiencia Driftopia?, los Desaf¨ªos Contrarreloj, la Tienda o el men¨² de Ayuda y Opciones; adem¨¢s, en el propio men¨² del juego aparecer¨¢ una cuenta atr¨¢s que nos indicar¨¢ las horas que faltan para recibir un nuevo pack de cartas de forma gratuita ?cada 24 horas?, una forma de mantener el inter¨¦s del jugador con un sistema usado por muchos juegos free-to-play. Por otro lado, tambi¨¦n recibiremos cartas al terminar una carrera, siempre y cuando lo hagamos entre las tres primeras posiciones: dos para el primer puesto y una para el segundo y tercer clasificado.
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Por el momento hemos podido disfrutar de cuatro coches diferentes ?uno con skin policial? y de hasta ocho circuitos, a los que iremos accediendo a medida que aumentemos el nivel de piloto y de cada uno de los veh¨ªculos; se espera que la versi¨®n final llegue con muchos m¨¢s veh¨ªculos y circuitos, completando un t¨ªtulo free-to-play bastante completo a nivel de contenido. Tendremos que ver hasta qu¨¦ punto podemos jugar sin gastar un euro o, por el contrario, debemos sucumbir al negocio de las micro-transacciones. A nivel de jugabilidad mantiene la base de Unbounded, con carreras espectaculares, fren¨¦ticas e incluso ca¨®ticas; dar con los diferentes atajos y elementos destruibles ser¨¢ vital para avanzar posiciones y salir victoriosos, aunque nos tememos que deberemos repetir m¨¢s de lo que nos gustar¨ªa una misma competici¨®n hasta lograr la victoria que nos de acceso al siguiente nivel.
Aqu¨ª estar¨¢ la clave para disfrutar m¨¢s o menos de un racer arcade free-to-play; veremos si su desarrollo est¨¢ realmente condicionado por su modelo de negocio y si logra lastrar la experiencia a sus mandos. Por otro lado, y como buen arcade de conducci¨®n, el intefaz es bastante simple y accesible, puesto que s¨®lo deberemos acelerar y derrapar en los momentos m¨¢s oportunos para as¨ª llenar la barra de nitro y ganar unos segundos al cron¨®metro; adem¨¢s, en PC podemos optar por jugar con teclado o ?mucho m¨¢s recomendable? hacerlo mediante un mando de Xbox 360. Los textos llegan en castellano, algo que tampoco resulta muy importante en un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas, a lo que debemos sumar un interfaz ya conocido pero que parece funcionar bastante bien.
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A nivel gr¨¢fico nada nuevo en el horizonte, puesto que mantiene las bondades y los puntos no tan brillantes del anterior Unbounded. Entornos detallados aunque no muy sorprendentes, modelados de veh¨ªculos que no pasan de correctos ?aunque con un buen trabajo a nivel de da?os visuales? y todo tipo de efectos que tratan de disimular una presentaci¨®n algo justa a estas alturas de generaci¨®n; la sensaci¨®n de velocidad tampoco parece muy sorprendente, adem¨¢s de unos efectos gr¨¢ficos algo irregulares para los momentos de m¨¢s tensi¨®n, como cuando activamos el turbo o destrozamos algunas secciones de pista. Tendremos que esperar al lanzamiento definitivo que se producir¨¢ en alg¨²n momento durante el ¨²ltimo trimestre de a?o para ver si Driftopia aporta algo a la franquicia o se queda en un mero experimento free-to-play que no ofrece mucho m¨¢s que unas cuantas partidas sin gancho.
- Conducci¨®n
Ridge Racer Driftopia, desarrollado por Bugbear Entertainment y distribuido por Namco Bandai Games para PlayStation 3 y PC, es una nueva entrega de la m¨ªtica saga de conducci¨®n arcade en formato free to play.