Total War: Rome II
El sucesor de uno de los mejores t¨ªtulos de estrategia viene dispuesto a hacer valer su nombre. Centuriones, decuriones y legionarios, una vez hubo un sue?o llamado Roma: Toca construirlo, expandirlo, dominarlo y defenderlo en Total War: Rome II
Roma Victrix
Rara vez una gran civilizaci¨®n se form¨® sin romper alg¨²n huevo y desde luego la rep¨²blica romana no es una excepci¨®n. Antes de ser ni siquiera la sombra de lo que llegar¨ªa a ser, Roma tuvo que unificar la pen¨ªnsula italiana, a veces negociando y otras veces a sangre y fuego. La regi¨®n estaba dominada por diferentes facciones, especialmente aquellas situadas en las monta?as, muy belicosas frente al creciente poder de la futura capital italiana. Con unos novedosos planteamientos sociales, pol¨ªticos e incluso militares, la incipiente Rep¨²blica crec¨ªa en influencia frente a unos rivales que cada vez se sent¨ªan m¨¢s amenazados y respond¨ªan de forma m¨¢s violenta. Es por ello muy apropiado que el comienzo de la campa?a inicial de Total War: Rome II, un largo y completo tutorial camuflado, est¨¦ emplazado en ese mismo per¨ªodo.
De hecho, comenzamos esa campa?a directamente en el campo de batalla, en una situaci¨®n cr¨ªtica para la incipiente rep¨²blica. Una de las poblaciones aliadas a Roma est¨¢ sitiada por unas fuerzas enemigas que las superan en n¨²mero, adem¨¢s es un problema grave dado que es una poblaci¨®n muy cercana y su conquista bloquear¨ªa la comunicaci¨®n de la capital con sus aliados, por no hablar de tener una fuerza enemiga asentada tan cerca. La situaci¨®n es desesperada, el ej¨¦rcito enemigo cuenta con m¨¢quinas de asedio que pueden destrozar f¨¢cilmente las fr¨¢giles defensas de la poblaci¨®n. A sabiendas de eso, el general ha organizado una defensa a la desesperada fuera de los muros, s¨®lo con la protecci¨®n de un r¨ªo y despu¨¦s de haber destruido el ¨²nico puente por el que se podr¨ªa escapar, asegurando as¨ª que todos sus hombres se queden para luchar, con todas las consecuencias.
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Gladius
Nosotros controlamos a un peque?o destacamento, aunque ni siquiera somos generales y no tenemos autoridad formal de Roma, s¨®lo un destacamento que se encontraba cerca del lugar y se lanza valientemente a defender a los aliados de la rep¨²blica. En estos primeros compases empezamos a manejar conceptos b¨¢sicos con los que los veteranos de Total War ya est¨¢n m¨¢s que familiarizados, cosas como la c¨¢mara, la forma de controlar formaciones, la importancia del terreno y aspectos como la marcha normal y la doble marcha, as¨ª como la importancia de mantener a nuestras tropas lo m¨¢s frescas posibles antes de cargar contra las fuerzas enemigas. Despu¨¦s de superar una emboscada usando la cobertura natural de unos ¨¢rboles, conseguimos repeler un ataque secundario a las reservas de grano de la ciudad, pero el ataque principal se sigue desarrollando. Con pocas esperanzas, decidimos seguir avanzando y aprovechar que el grueso de los enemigos est¨¢n a la ofensiva para acabar con las m¨¢quinas de asedio que han quedado desguarnecidas. A continuaci¨®n aprovechamos una parte del r¨ªo poco profunda para cruzarlo e incorporarnos al grueso de las defensas rivales, no sin antes aprender a dirigir las defensas aposentadas en lo alto del muro. Finalmente, contra todo pron¨®stico, la intervenci¨®n de unos aliados en la hora m¨¢s oscura salva el d¨ªa para Roma, que consigue mantener la preciada plaza adem¨¢s de asestar un poderoso golpe a sus rivales.
Es s¨®lo la primera parte de esta mini-campa?a que nos llevar¨¢ unas cuatro-cinco horas dependiendo del ritmo en el que completemos los objetivos prefijados. Por supuesto, la campa?a normal ser¨¢ m¨¢s libre al estilo tradicional de la saga, pero estos peque?os compasen sirven muy bien para asentar algunos de los nuevos conceptos de Rome II tanto en batalla como en el metajuego estrat¨¦gico. Uno de los conceptos que se muestra m¨¢s claramente en esta mini-campa?a es el de avance personal de nuestro personaje en el juego. Despu¨¦s de la valerosa actuaci¨®n en la defensa de la ciudad somos ascendidos a General, pero no hay mucho motivo para celebrar todav¨ªa y s¨ª mucho que hacer, como entrenar nuevas tropas y prepararnos para tender una emboscada a un nuevo ataque enemigo, conscientes como somos de que la ciudad no aguantar¨¢ un nuevo ataque.
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Pilum
En esa segunda batalla aprenderemos la importancia de nuestro General; su p¨¦rdida puede significar el fin de la batalla, pero si se queda cerca de sus tropas puede inspirarlas y activar habilidades que reforzar¨¢n su ataque y defensa. Con experiencia, nuestro general ir¨¢ ganando experiencia y podremos elegir atributos que afectar¨¢n a su propia habilidad en batalla, a los recursos que puede obtener o a su capacidad para dirigir a sus hombres. Adem¨¢s de esas nociones, esta batalla nos servir¨¢ para repasar algunas nociones como la importancia de defender el terreno elevado, c¨®mo hacer que las unidades se mantengan ocultas a los ojos del enemigo y la relevancia del clima, que afectar¨¢ al rendimiento de las tropas -la lluvia por ejemplo har¨¢ que las unidades se cansen m¨¢s r¨¢pidamente y por supuesto impedir¨¢ el uso de flechas impregnadas con fuego.
Esto no aparece en el tutorial, pero un elemento que se ha reforzado es la cantidad de trampas y utensilios que podremos usar aprovechando situaciones ventajosas o emboscadas. Creative Assembly ha querido introducir m¨¢s de estos ingenios para reforzar el elemento sorpresa dentro de la batalla. En el pasado E3 pudimos ver como las tropas de Tolomeo barr¨ªan a muchos de nuestros hombres arrojando grades bolas de fuego por una ladera. Otros dispositivos incluir¨¢n flechas envenenadas o grandes lanzar para defendernos en el ¨²ltimo momento de las cargas de caballer¨ªa. Ser¨¢ fundamental estar siempre atento y tener presentes las formaciones de nuestras tropas seg¨²n las circunstancias. Ganada la crucial batalla obtenemos nuevos favores de Roma, podremos construir recursos en las ciudades para mejorar diversos aspectos, construir nuevas unidades y hacer que las condiciones de vida sean m¨¢s favorables. Una mejor econom¨ªa repercutir¨¢ en nuestras arcas y adem¨¢s evitar¨¢ rebeliones que nos distraer¨¢n de nuestra misi¨®n principal.
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La siguiente parte de esta campa?a inicial nos llevar¨¢ a explorar otro de los elementos en los que se est¨¢ trabajando bastante en esta edici¨®n: las batallas mar¨ªtimas, aunque no exclusivamente en el mar. El escenario que se nos describ¨ªa era conquistar una ciudad costera conquistada por el enemigo. Siendo gente acostumbrada a vivir en el monte, no ten¨ªan conocimiento o forma de establecer defensas costeras demasiado efectivas, lo que nos daba la oportunidad perfecta para construir unos cuantos barcos y tomar la ciudad desde el mar. Los desembarcos son una poderosa herramienta para llevar hombres directamente a las puertas, pero es tambi¨¦n una maniobra complicada. Hay que buscar sitios adecuados para desembarcar y hay que tener especial cuidado con los barcos ya que cada uno hundido es una gran p¨¦rdida de hombres. Puedes optar por diferentes estrategias, abordar o embestir embarcaciones rivales o tener a tu disposici¨®n embarcaciones con m¨¢quinas de guerra, capaces de crear grandes da?os y que incluso pueden apoyar el combate en tierra atacando desde la distancia. Respecto a otros juegos de la saga, se han refinado algunas cosas, incluy¨¦ndose por ejemplo el concepto de Naciones Navales, puntos en los que ser¨¢ imposible pasar por mar sin entrar en combate, evitando as¨ª el poder transportar tropas sin riesgos y sin necesidad de preparar la flota para la lucha.
S.P.Q.R.
Tanto las nuevas divisiones creadas en tierra o en mar pueden no s¨®lo subir experiencia sino obtener tradiciones. Ya hemos visto como nuestro General consegu¨ªa acumular experiencia y obtener atributos espec¨ªficos, algo nada raro en Total War. Pero ahora tambi¨¦n las unidades podr¨¢n hacerlo, aumentando as¨ª su valor con el tiempo y haci¨¦ndolas m¨¢s ¨²nicas. Los atributos que pueden conseguir son muchos, ventajas a la hora de combatir a ciertos enemigos y en ciertas condiciones o condiciones generales que les puede dar una ventaja. De hecho, el hacer las tropas y las facciones distintivas en forma y fondo parece ser uno de los intereses principales del estudio brit¨¢nico, que trata de conseguir un claro sabor propio para todas las facciones del mundo conocido en aquel entonces. No s¨®lo es cuesti¨®n de vestuario, tambi¨¦n de comportamientos, gritos de guerra, movimiento y modo de luchar. La tecnolog¨ªa que tengan ir¨¢ acorde a los datos hist¨®ricos, as¨ª que ciertos pueblos no tendr¨¢n acceso a ciertos equipamientos y s¨ª a otros.
A la par tambi¨¦n se est¨¢ trabajando a fondo en los hombres que forman las tropas, en que sean lo m¨¢s ¨²nicos posibles teniendo en cuenta que en batalla hay miles de ellos. Pero, particularmente para las figuras importantes, el objetivo es que resalten en batalla. Gr¨¢ficamente estamos ante otro paso adelante para la saga, no s¨®lo por una cuesti¨®n de tecnolog¨ªa punta sino tambi¨¦n por variedad y atenci¨®n al detalle. El segundo Shogun ya fue un punto y aparte en lo que se refer¨ªa a gr¨¢ficos y Rome sigue ese camino. La cantidad y riqueza de los entornos es notable, ya sean paisajes o ciudades, desiertos o monta?oso bosques, Rome II tiene un amplio mundo que representar, con todo el bloque europeo desde Portugal hasta lo que ser¨ªa Afganist¨¢n, con las grandes civilizaciones del Mediterr¨¢neo de la ¨¦poca presentes. As¨ª que se le ha dado mucha importancia a crear las condiciones para que las batallas en cada zona sean realistas.
Sobre la campa?a estrat¨¦gica hay numerosos aspectos interesantes. Uno de los m¨¢s llamativos el de las luchas internas. El gobierno est¨¢ sostenido por tres pilares de poder distintos, as¨ª que es importante la diplomacia -y las pu?aladas traperas- para poder favorecer tus decisiones. Crecer demasiado en poder dentro de una facci¨®n puede ocasionar que los dem¨¢s se vuelvan contra ti y tengas toda una rebeli¨®n en casa. Tambi¨¦n es posible acaparar todo el poder, pudiendo convertir la Rep¨²blica en el Imperio sin ir m¨¢s lejos, pero para eso tendr¨¢n que acometer una inevitable guerra civil y aplastar a la oposici¨®n a tus planes. Se mantienes muchos de los elementos conocidos de la saga, los diferentes agentes, esp¨ªas y otros componentes que te puen ayudar a mantener tu parcela de poder y conseguir aliados o desestabilizar enemigos. Las nuevas opciones parece que har¨¢n este apartado incluso m¨¢s interesante que en anteriores juegos.
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Vae Victis
Mejor y mucho m¨¢s, si hay algo que destaca de lo visto de Rome II es la obsesi¨®n por la variedad y el contenido. Creative Assembly quiere asegurarse de aue los jugadores no se aburran con batallas demasiado parecidas entre s¨ª. Por eso las facciones son m¨¢s distintivas que nunca y tambi¨¦n encontramos m¨¢s tipos distintos de batallas, m¨¢s posibilidades para las emboscadas y todo tipo de nuevas situaciones que mantendr¨¢n nuestro inter¨¦s. Baste el ejemplo de las mec¨¢nicas para conquistar una ciudad, en donde tenemos que asaltar varios puntos espec¨ªficos y aguantar posici¨®n hasta bajar la bandera rival e izar la nuestra. El sistema es interesante, pero lo que realmente destaca es que se han introducido muchos tipos de ciudades distintas, con arquitecturas diferentes, que hacen que esta situaci¨®n tan especial no se convierta en una rutina que se preferible resolver autom¨¢ticamente. Con ese deseo de "m¨¢s" se quiere hacer un juego m¨¢s atractivo, en el que sea posible probar muchas cosas y encontrarte con resultados distintos y sorprendentes. Lo peor que le puede pasar a un juego de estrategia es volverse predecible, porque entonces la misma estrategia se hace innecesaria. Visto lo visto, que es s¨®lo una rascadura en la superficie, parece que va por el buen camino y el legado de su aclamada primera entrega.
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- Estrategia
Secuela del exitoso RTS de SEGA para PC. Total War: Rome II abarca uno de los periodos de la historia m¨¢s c¨¦lebres, y combina la mayor campa?a basada en turnos que se haya realizado, junto con las mayores y m¨¢s realistas batallas en tiempo real que se hayan mostrado en un videojuego.