[E3 2013] The Elder Scrolls Online, Impresiones

Bethesda ten¨ªa a Elder Scrolls como una de sus grandes estrellas en su stand y no es para menos, el proyecto de su divisi¨®n online es una gran apuesta con muchos a?os de desarrollo encima y un equipo compuesto por veteranos del g¨¦nero. En un escenario en el que los MMO de pago est¨¢n sufriendo como nunca y en el que incluso World of Warcraft atraviesa sus peores momentos en cuanto a suscripciones, todo lo que se pueda hacer para convencer al p¨²blico es poco. Una recreaci¨®n del logo del juego, con ese Ur¨®boros que representa las tres facciones en conflicto dentro de Tamriel, coronaba el stand colgado en el aire, mientras que en suelo los asistententes jugaban a la ¨²ltima versi¨®n beta mientras exploraban por primera vez este Tamriel in¨¦dito para todos los amantes de Elder Scrolls.

Como saben todos los que han seguido el proyecto, el continente de Tamriel presente en el MMO no es el mismo que hemos explorado en Arena, Daggerfall, Morrowind, Oblivion o Skyrim, sino su antepasado lejano, 1000 a?os de los acontecimientos de Skyrim. Estamos en la Segunda Era, mucho antes de que Talos andara sobre la tierra y unificara el continente en una gesta sin igual que supondr¨ªa el comienzo de la Tercera Era y la fundaci¨®n de la dinast¨ªa de los Septim. El trono imperial permanece vac¨ªo y las fuerzas da¨¦dricas trazan planes para conquistar el plano mortal. Algunas de las mejores tradiciones de Tamriel como los Clanes nacen en esta convulsa ¨¦poca, caracterizada adem¨¢s por ese conflicto a tres bandos con el pacto de los Ebonheart (Nords, Dunmer y Argonians), el dominio Aldmeri (Altmer, Bosmer, Khajiit) y por ¨²ltimo el pacto Daggerfall (Bretons, Redguard, Orcs).

En la beta del E3 s¨®lo pod¨ªamos elegir crear a un miembro del Pacto Daggerfall, comenzando nuestra aventura en Morrowind. Lo primero es crear personaje, para lo que encontramos un sistema bastante completo que nos permite elegir desde elementos b¨¢sicos como el peinado, color de pelo a cosas como la proporci¨®n del cuerpo, detalles peque?os de la cara, tonos de piel o edad. El jugador que guste de personalizar sus personajes no echar¨¢ en falta nada. Lo siguiente es elegir clase, algo propio de esta versi¨®n online, en la que se ha optado por no usar el cl¨¢sico sistema de Elder Scrolls de dejar que el jugador desarrolle su propia clase en funci¨®n de lo que m¨¢s va usando, pudiendo combinar todo tipo de habilidades sin limitaciones propias de D&D.

Aqu¨ª sin embargo se elige un arquetipo, que responde adem¨¢s a los tres pilares de la sagrada trinidad en el MMO: Templarios, Caballeros Drag¨®n y Hechiceros. Los primeros son un equivalente a lo que podr¨ªa ser un palad¨ªn, capaces de da?ar f¨ªsicamente y con conjuros sagrados que adem¨¢s tambi¨¦n curan a los comp?aeros. Los Caballeros Drag¨®n son guerreros al uso, pueden usar un arma a dos manos u optar por una arma de una mano m¨¢s el escudo, lo que lo convierte en un serio candidato a ¡°Tanque¡±, mientras que el hechicero es el cl¨¢sico lanzaconjuros. Hay otra clase, llamada Night Blade, pero de momento no hay detalles. A pesar de que estos arquetipos existen, el esp¨ªritu de Elder Scrolls se mantiene dejando al jugador elegir cualquier arma y armadura del juego. En teor¨ªa esto nos permitir¨ªa equipar a un mago con armadura pesada, pero en principio parece contraproducente porque las piezas de armadura pesada est¨¢n orientadas a la resistencia y a aumentar la salud recibida por tus compa?eros, mientras que las ropas benefician la Magicka.

En todo caso, esas consideraciones estaban buena de nuestra experiencia de juego, que nos llevaba a una fase temprana del desarrollo de nuestro personaje, creado por defecto en nivel 6 y emplazado en la propia Daggerfall. Todo es bastante familiar, la c¨¢mara es en tercera persona y nuestro personaje, un proyecto de Dragon Knight, aparece con equipamiento b¨¢sico, cota de malla, espada y escudo. Con el bot¨®n izquierdo realizamos movimientos de ataque b¨¢sicos en forma de sencillo combo y manteniendo el bot¨®n derecho alzamos nuestro escudo para bloquear ataques. En estos niveles no contamos con habilidades especiales y tampoco nos permite entrar en el complicado sistema de desarrollo de personaje, que funciona con una mezcla de experiencia y distintos ¨¢rboles de desarrollo m¨¢s perks que deber¨ªan permitirnos crear un personaje ¨²nico con habilidades a medida.

Una de las cosas que llamaban la atenci¨®n de la beta es la completa ausencia de algunos elementos caracter¨ªsticos de un MMO. Hay cosas que un veterano del g¨¦nero busca casi por instinto, como por ejemplo ese NPC con el signo de la cabeza que nos indica una posible misi¨®n. Da igual si es un signo de exclamaci¨®n, un logo o una estrella, es parte del escenario cl¨¢sico de esta clase de t¨ªtulos y casi sin quererlo nuestros ojos buscan eso como si de un faro se tratase. Unas vueltas por Daggerfall no nos ofrece ninguna pista al respecto, no sabemos qu¨¦ hacer ni tenemos ninguna pista al respecto. De hecho tenemos que dar varios paseos hasta darnos cuenta de un detalle: un perro sigui¨¦ndonos en algunos puntos. Podr¨ªa ser un detalle insignificante pero cuando interactuamos con el animal nos aparece un mensaje indicando que el animal parece querer que lo sigamos. Si lo hacemos as¨ª, nos guiar¨¢ a un cuerpo sin vida en una zona abandonada de la ciudad y nuestro primer combate en la demo, con el presunto autor del asesinato.

Sin haber aceptado explic¨ªtamente una misi¨®n, con este actos nos incorporamos naturalmente en una cadena de misiones en la que investigaremos un intento de asesinato del rey. Primero deberemos investigar qui¨¦n era el cad¨¢ver, para lo que necesitamos comprobar una nota con citas que nos permiten averiguar que el hombre era un agente de la corona, un informador que reportaba sobre posibles conspiraciones contra la seguridad de la ciudad. A continuaci¨®n colaboramos con la guardia para investigar los hechos y tratar de desenmascarar a los responsables, cosa que finalmente hacemos en el puerto de la ciudad para, finalmente, acabar en el castillo real, luchando contra asesinos. Ganarse el favor de todo un rey en el nivel 6 no est¨¢ nada mal, aunque resulta preocupante que con 44 niveles por delante ya seamos un h¨¦roe reconocido por la calle.

No hay mucho que se pueda decir del combate en estos niveles salvo que intentan presentarse como reactivos y din¨¢micos. Nuestros contrincantes tienen movimientos especiales que podemos esquivar o bloquear con el escudo, algo que de hacerlo bien nos permite aturdirlo unos segundos para poder descargar golpes. Sin embargo, no hay en ning¨²n caso esa sensaci¨®n de golpeo y bloqueos f¨ªsicos de los Elder Scrolls, no hay demasiada reactividad en los ataques. B¨¢sicamente, es lo que se espera de un MMO, no se detecta ning¨²n gran avance en el planteamiento del estudio sobre este apartado espec¨ªfico. En estos primeros momentos tambi¨¦n echamos en falta algunos movimientos especiales que aderecen nuestros combates, un poco aburridos, pero eso es algo que en principio deber¨ªa mejorar con algunas horas m¨¢s de juego.

La demo se centr¨® en esa cadena de misiones y no hubo oportunidad de ver mucho m¨¢s. Un MMO no es la clase de t¨ªtulo que se aprecie adecuadamente en una feria como el E3. Gr¨¢ficamente luc¨ªa bastante bien, aunque hay ejemplos mejores en el g¨¦nero -TERA sin ir m¨¢s lejos es bastante m¨¢s espectacular visualmente- y tampoco aguanta la comparativa con los juegos tradicionales de la saga, capaces de ofrecer una mayor sensaci¨®n de escala e inmersi¨®n con sus bellas recreaciones de Tamriel, pero el resultado en general es bueno. Teniendo en cuenta que el juego abarca todo Tamriel y que habr¨¢ una gran variedad de zonas para explorar, hay fundadas esperanzas en que la experiencia resulte muy atractiva para los que gustan de explorar mundo en los juegos masivos online. Otro detalle interesante y tambi¨¦n propio de Elder Scrolls es que hay una gran cantidad de objetos que podemos coger, lo que indica que habr¨¢ un elaborado sistema de crafting con diferentes disciplinas, tal y como sucede en la saga principal.

Tambi¨¦n en la feria nos han hablado de un curioso sistema Juego +, destinado a los jugadores que quieran que su end game sea diferente al de otros MMOs. Generalmente, una vez que alcanzamos el nivel m¨¢ximo, s¨®lo nos queda lanzarnos a Raids, PVP o actividades de esa ¨ªndole que requieren por fuerza implicarnos en el lado masivo de un MMO. Elder Scrolls tiene esas opciones por descontado, algunas con especial atenci¨®n como el multijugador, que promete bastante sobre el papel con sus promesas de lucha abierta a tres bandos, pero tambi¨¦n nos permite ¡°reiniciar¡± el juego en otra facci¨®n, con la particularidad de empezar en nivel 50 y tener todo el contenido adaptado a esa dificultad. Esto nos permite seguir la progresi¨®n y seguir consiguiendo perks y habilidades para nuestro personaje, explorando nuevo contenido sin necesidad de repetir desde el nivel uno. Es una manera interesante de alargar la vida del juego para un perfil concreto de jugador. Todav¨ªa quedan muchos detalles por conocer, el juego no saldr¨¢ hasta primavera del a?o que viene -para PC, Xbox One y PS4- y las sensaciones son buenas, aunque todav¨ªa queda por ver si Elder Scrolls conseguir¨¢ diferenciarse para buscar su propio espacio y llamar la atenci¨®n con sus propias armas.