[E3 2013] Total War: Rome II, Impresiones

Creative Assembly se mantiene como uno de los grandes baluartes de la estrategia gracias a la constante iteraci¨®n de su saga Total War. Han pasado muchos a?os desde que el estudio lanzara su Shogun: Total War, un juego de estrategia que trataba de reproducir la escala y condiciones reales de una batalla, dejando al jugador el control de cientos de unidades, exigi¨¦ndole cuidado en c¨®mo hacerlas avanzar, c¨®mo dosificar sus energ¨ªas, mantener formaciones o conseguir que el terreno funcione en nuestro favor -o al menos minimizar las desventajas que nos podemos encontrar. A partir de unos relativamente modestos pero notables comienzos, el estudio brit¨¢nico ha creado un imperio, evolucionando su f¨®rmula a trav¨¦s de diferentes periodos hist¨®ricos, e incluso retom¨¢ndolos como es el caso de Medieval, Shogun y ahora este Rome, que se erige como el c¨¦nit de la experiencia del equipo en su f¨®rmula ganadora.

Durante el E3 pudimos asistir a una exposici¨®n con demo jugable del nuevo juego, primero centrada en el metajuego que rige los destinos de nuestro bando, ya sea Roma o cualquiera de las facciones disponibles. En nuestro caso se nos presentaba un mapeado de una partida ya con mucho desarrollo en la que Roma hab¨ªa empezado a extender sus dominios en el norte de Europa y en Asia, un gigantesco territorio que necesita muchos recursos para mantener sus fronteras a salvo. Para aliviar las cuentas de nuestras arcas, una de las grandes soluciones es conseguir parte de lo que genera Alejandr¨ªa, uno de los principales puertos y lugar clave en el comercio del mundo conocido. Como suele pasar, hay dos formas de hacer esto: por las buenas o por las malas.

Por las buenas pasa por el sistema de diplomacia y relaciones de Rome 2. La idea es conseguir un acuerdo comercial y, lo que es m¨¢s importante, lograr que Alejandr¨ªa se convierta en un estado-cliente de Roma para aprovecharnos al m¨¢ximo de su econom¨ªa. Nuestra debilidad econ¨®mica tambi¨¦n nos est¨¢ ocasionando nuestras propias crisis internas en Roma, con un senador particularmente influyente y gran orador minando la confianza de los dem¨¢s senadores en nuestra forma de llevar las riendas. El senador en particular siente una profunda animadversi¨®n hacia nuestra persona y aunque hay opciones para intentar congraciarse con ¨¦l - apoyar sus teor¨ªas, sobornos...- ninguna parece apropiada para alguien con ese grado de inquina, as¨ª que optamos por la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida, a pesar de las posibles consecuencias en el futuro: el asesinato, que resulta fruct¨ªfero. Sin una voz de tanto peso, la presi¨®n sobre nuestra forma de encarar la situaci¨®n financiera baja, pero el problema sigue siendo acuciante.

El principal problema de nuestras relaciones con Alejandr¨ªa es que hemos mandado a un poderoso ej¨¦rcito a las puertas de la ciudad, lo que no sienta nada bien a Tolomeo. As¨ª, al repasar los puntos positivos y negativos de nuestra relaci¨®n con la ciudad, nos encontramos con puntos positivos basados en nuestros socios o en batallas victoriosas contra enemigos de Alejandr¨ªa, mientras que nuestras luchas con aliados suyos o alianzas con enemigos de ellos nos resta margen de confianza para hablar con ellos. Pero la principal fuente de descontento est¨¢ en tener un enorme ej¨¦rcito en las puertas de tu ciudad, lo que dejar¨ªa intranquilo a cualquiera. Dadas las circunstancias, la negociaci¨®n prueba ser imposible y marchamos a la guerra.

En ese punto, los responsables del estudio nos hablan de la importancia de las tradiciones militares dentro de un ej¨¦rcito. Con cada gesta aumenta la ¡°experiencia¡± de cada legi¨®n, lo que nos permite elegir entre ciertas especializaciones, que adem¨¢s pueden ser reforzadas. Por tanto es posible crear un cuerpo que sea muy bueno en una cosa muy espec¨ªfica, o que tenga diferentes atributos sin ser tan especializado en uno concreto. Esos atributos son tradiciones dentro del cuerpo y en tanto que podamos recuperar algunos hombres de esa unidad y reformarla, esas tradiciones no se perder¨¢n. Habr¨¢ que ver hasta qu¨¦ punto son determinantes estos atributos, ya que no se dieron ejemplos demasiado espec¨ªficos sobre lo que podemos esperar al respecto.

La demo nos permite controlar a cualquiera de los dos bandos en esa batalla cr¨ªtica que determinar¨¢ el futuro de Alejandr¨ªa. Elegir el bando tambi¨¦n determina la dificultad del combate, ya que los dos contendientes est¨¢n en una situaci¨®n bien distinta. Tolomeo est¨¢ en lo alto de una colina, protegido en el costado por el Nilo y adem¨¢s cuenta con refuerzos egipcios que est¨¢n por llegar. Roma tiene un ej¨¦rcito formidable, pero tiene que salvar una larga y penosa colina y hacerlo antes de que lleguen los refuerzo. El mapa no s¨®lo tiene un escenario terrestre, sino que tambi¨¦n contamos con una flota de barcos con algunos de nuestros mejores guerreros, que podr¨ªan desembarcar en un punto en la retaguardia del rival, pero para ello habr¨ªa que vencer antes a la flota de Alejandr¨ªa y hacerlo evitando excesivas bajas entre los hombres embarcados, ya que no se deben sacrificar tan as¨ª como as¨ª.

Desde el punto de vista romano, el escenario es tremendamente complicado. Nuestros intentos de llegar a lo alto de la colina se salda con tremendas bajas: arqueros y catapultas hacen su papel, pero lo peor es quedarse petrificado al ver como miles de tus soldados son barridos mediante bolas incendiadas que tiran cuesta abajo para conseguir eliminar a una parte significativa de nuestras tropas a poco que nos descuidemos con las formaciones. Mientras, el combate por mar tampoco nos depara mucha suerte; ganaremos la partida, pero a un precio mucho m¨¢s alto de lo que cabr¨ªa esperar, cuando lo que realmente habr¨ªa que hacer es intentar llegar a la costa con el m¨¢ximo n¨²mero de unidades posibles para que el ataque por la retaguardia sea efectivo.

Nuevamente en un Total War, es dif¨ªcil no dejarse llevar por la frivolidad y olvidarnos de nuestro papel de gran estratega y de responsable del destino de nuestros hombres para olvidarnos, aunque sea unos segundos, de la visi¨®n general del campo de batalla para acercar la c¨¢mara a los soldados. Como siempre, es un placer ver el detalle con el que las unidades han sido recreados, el espect¨¢culo de ver a cientos de hombres marchando. Creative Assembly sigue perfeccionando su capacidad para recrear la batalla de la forma m¨¢s detallada, cada vez poniendo m¨¢s recursos en que los soldados sean diferentes, no se muevan como robots al un¨ªsono y que est¨¦n adecuadamente recreados. Uno de las caracter¨ªsticas de Total War: Rome 2 es conseguir mayor diferenciaci¨®n entre los diferentes bandos presentes en la campa?a, lograr que los b¨¢rbaros no s¨®lo lo parezcan por su vestuario sino que tambi¨¦n se muevan y luchen como tal. En todo caso, un gran espect¨¢culo visual.

Una hora de presentaci¨®n en medio del E3 no es exactamente la mejor forma de explorar un juego de esta profundidad -una buena excusa para justificar que nuestras tropas fueran aplastadas en la batalla de ejemplo- pero incluso en esas condiciones, se ve claramente que es un juego que promete llevar la saga en la direcci¨®n adecuada y profundizar en lo conseguido por el anterior Rome, que muchos tienen como el mejor de la saga. El lanzamiento ser¨¢ el 3 de septiembre, as¨ª que s¨®lo queda fijar los detalles finales, confiar en que el trabajo de optimizaci¨®n y caza de bugs sea bueno y esperar que el equipo brit¨¢nico vuelva a entusiasmar a los aficionados a la estrategia con un nuevo gran t¨ªtulo.?