El equipo de Evolution Studios est芍 trabajando duro para sacar el m芍ximo rendimiento de la capacidad t谷cnica de PlayStation 4 para demostrar la potencia de la consola. Aunque en el pasado hayan trabajado en la franquicia MotorStorm, de caracter arcade, en el presente se han embarcado en una obra que mezcla la conducci車n desenfadada con algunos toques de simulaci車n. DriveClub es el resultado de m芍s de nueve a?os de brainstorming que finalmente ha derivado en una experiencia de nueva generaci車n, 赤ntimamente ligada a las nuevas posibilidades sociales que ofrece la nueva sobremesa de Sony. La demostraci車n que Sony habilit車 en el stand del E3 nos lleva a dar una vuelta por un circuito de prueba durante poco m芍s de cinco minutos. Aunque podemos tomar las riendas del volante tantas veces como lo deseemos (solventando las kilom谷tricas colas que se forman a nuestra alrededor), el contenido de esta versi車n de prueba no var赤a ni tampoco permite obtener informaci車n adicional sobre otros recorridos. Durante el proceso de carga se toma una foto para que represente a cada jugador en las tablas de clasificaci車n. Mientras esperamos a que se inicie la carrera aparecen en pantalla cuadros de di芍logo indicando la posibilidad de crear nuestro propio club de carreras para competir contra otros jugadores, aunque por el momento s車lo existen dos pertenecientes a los propios desarrolladores.
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Quemando rueda
Se emplea este sistema no para que lo podamos poner a prueba, algo dif赤cil a juzgar por el contexto en el que transcurre la demostraci車n, sino para que quede constancia de que DriveClub es un juego de carreras que ha sido desarrollado con la comunidad de jugadores en mente. En realidad, es exactamente la misma filosof赤a que impera hoy por hoy en la actual generaci車n de consolas, solo que ahora elevada hasta la en谷sima potencia con toda clase de peque?os gui?os que har芍n las delicias de los jugadores m芍s exigentes en este aspecto. El mejor tiempo del circuito, establecido en un competitivo 1:34, lleva consigo la firma de uno de los periodistas que se han pasado anteriormente por la cabina, as赤 que sin perder m芍s tiempo tratamos de superarlo. Antes de pasar a la acci車n descubrimos nuevas pancartas en las que se ilustra la 'fama' que ha obtenido cada corredor. Este aspecto se mide por la cantidad de proezas que hemos conseguido durante la carrera, como nuestra velocidad punta m芍xima o el tiempo total que hemos invertido derrapando. Conseguir el mejor tiempo o m芍s puntos que ning迆n otro corredor es tan importante como conducir con estilo. Cada elemento que solemos tener en cuenta mientras competimos se refleja en las estad赤sticas de DriveClub, en una demostraci車n de la atenci車n que se ha volcado sobre el multijugador.
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Sin respiro
Antes de comenzar es menester elegir un veh赤culo. De los disponibles (McLaren 12C y Hennesey Venom GT) optamos por el primero, cuyas especificaciones de conducci車n parecen ser m芍s accesibles que las del segundo. Existen asimismo dos estilos de conducci車n, uno basado en el uso del stick anal車gico y otro por el sensor de movimiento. En esta ocasi車n s車lo est芍 disponible la opci車n tradicional. El circuito de Kinloch, en Escocia, es el que alberga nuestra primera toma de contacto con DriveClub, y en 谷l se muestra con todo lujo de detalles la est谷tica que tradicionalmente se le asigna al pa赤s, esto es: r赤os, vegetaci車n abundantes, playas, castillos abandonados... Evolution ofrece algo de tiempo para que podamos recrearnos con el motor gr芍fico, muy por encima de cualquier otro t赤tulo automovil赤stico que hayamos probado hasta la fecha. La carrera comienza con los veh赤culos ya en marcha y desde la vista interior. Sumidos en la parte trasera del volante podemos apreciar con todo lujo de detalles la tapicer赤a del coche, la evoluci車n del cuentakil車metros y del veloc赤metro. Son detalles que hemos tenido ocasi車n de apreciar hasta la saciedad en esta generaci車n, que aqu赤 van acompa?ados por un entorno que cambia y se transforma a medida que avanzamos. Sin embargo, y por m芍s que en la actualidad exista cierta tendencia a utilizar la vista interna del coche, nuestra mejor opci車n pasa por emplear la vista externa, que generalmente suele ser tambi谷n la m芍s exigente para el motor gr芍fico.
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Atenci車n al detalle
Como esper芍bamos, el elemento que llama poderosamente la atenci車n en DriveClub es la atenci車n por el detalle. El estilo de conducci車n mezcla el estilo arcade (coches con poco peso y muy manejables) con la simulaci車n, por lo que es relativamente f芍cil familiarizarse con el sistema de control. El McLaren tiene un comportamiento bastante suave y alcanza cotas alt赤simas de velocidad en muy pocos segundos, por lo que antes de darnos cuenta hemos dejado a tr芍s los primeros problemas de conducci車n para centrarnos 迆nica y exclusivamente en el trazado. El circuito escoc谷s est芍 compuesto por largas rectas y curvas que se pueden recorrer en quinta sin apenas soltar el acelerador, aunque las distintas condiciones lum赤nicas nos juegan de vez en cuando una mala pasada. En DriveClub podemos apreciar con facilidad los cambios de luz que provoca disputar la carrera a las seis de la tarde o a las tres del mediod赤a. A diferencia de lo que suced赤a con otros t赤tulos del mismo corte (o que al menos han procurado ofrecer sensaciones muy realistas al volante de un b車lido), aqu赤 no se difumina nuestra visi車n cuando alcanzamos velocidades de infarto. La inercia de la conducci車n se ha implementado con cuidado de no estropear las buenas sensaciones que transmite pilotar estos veh赤culos. Durante las primeras curvas es imposible no prestar atenci車n al comportamiento del aler車n trasero del McLaren, que oscila cuando efectuamos una frenada de emergencia o cuando el peso del coche nos empuja fuera de la calzada.
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Entrando por meta
Dejando al margen la vistosidad de los efectos gr芍ficos anteriormente descritos, la sensaci車n que obtenemos tras cruzar la l赤nea de meta (despu谷s de rodar dos veces por el mismo circuito) es muy positiva. En apenas unos minutos hemos conseguido dominar uno de los coches m芍s potentes de DriveClub, aunque la configuraci車n del circuito obviamente nos ha echado una mano. Tras quedar decepcionados con el tiempo realizado durante las dos vueltas dejamos atr芍s la cabina con el regusto amargo de no poder disfrutar m芍s de un t赤tulo que previsiblemente llegar芍 al mercado acompa?ando el lanzamiento de Playstation 4, consola para la que es exclusivo. Hay quien considera DriveClub como el sucesor espiritual de Ridge Racer, un concepto que pese a no ser demasiado acertado (RR es una experiencia puramente arcade, DriveClub se entrega ligeramente hacia la simulaci車n), tampoco se aleja demasiado de la realidad.