Animal Crossing: New Leaf
Animal Crossing: New Leaf
Un concepto como el de ser alcalde se traslada a Animal Crossing, la licencia que se ha permitido el lujo de alzar Nintendo 3DS como una de las consolas port¨¢tiles m¨¢s exitosas de Jap¨®n con sus millonarias ventas. Su nueva entrega, Animal Crossing: New Leaf, llega a Espa?a esta semana con el objetivo de replicar triunfo. Viajamos al pueblo en este an¨¢lisis.
De unos meses a esta parte, el cat¨¢logo de Nintendo 3DS viene benefici¨¢ndose de lanzamientos s¨®lidos que demuestran que la port¨¢til tiene una proyecci¨®n envidiable, a pesar de los meses de sequ¨ªa que la acompa?aron en su lanzamiento. Durante el primer semestre del 2013, la port¨¢til tridimensional ha recibido propuestas de altos vuelos y para todos los gustos como Monster Hunter Tri Ultimate, Castlevania: Lords of Shadow - Mirror of Fate, Luigi?s Mansion 2, Donkey Kong Country Returns 3D y Fire Emblem: Awakening. A raz¨®n de un lanzamiento clave por mes, el m¨²sculo de la port¨¢til en junio lo va a ejercitar Animal Crossing: New Leaf, el estreno id¨®neo comercialmente hablando para la llegada de la temporada estival y el fin del curso escolar.
Si por algo se caracteriza Animal Crossing: New Leaf es por mantener, completar, mejorar, evolucionar y en los menores casos eliminar elementos de las entregas anteriores. La base sigue siendo exactamente la misma (residir en un pueblo virtual), pero se ha perfilado alcanzando un nivel que lo coloca por encima de los otros t¨ªtulos, y no solo por ofrecer una mayor cantidad de contenidos, sino por ser capaz de brindarlos al jugador con el ritmo perfecto para que disfrute de la experiencia. Basta decir que llevamos casi un mes con el juego en nuestras manos ¡ªle hemos dedicado decenas de horas para el an¨¢lisis¡ª y podemos asegurar que no lo hemos podido ver todo. Animal Crossing: New Leaf es una experiencia abrumadora que se disfruta en compa?¨ªa en peque?os sorbos durante meses.
De alcalde...
Comenzamos nuestra andadura llegando a nuestro pueblito, Leuros, con Gitanito, el personaje del redactor que firma este art¨ªculo, y recibiendo la misi¨®n de ser el alcalde de la villa. He aqu¨ª el primer cambio de la nueva entrega, que nos coloca en el rol del administrador del pueblo que anta?o corr¨ªa a cargo de la inteligencia artificial. Las decisiones sobre el pueblo se tomar¨¢n en el Ayuntamiento, donde contaremos con la asistencias de la secretaria Canela. De entrada, las primeras ¨®rdenes son de toma de contacto con la comunidas de vecinos, por lo que pasaremos nuestros primeros d¨ªas de vida virtual ¡ªrecuerda que el juego funciona con ciclos de 24 horas reales¡ª afinando relaciones, present¨¢ndonos y recibiendo las primeras peticiones.
Desde el consistorio podemos personalizar elementos del pueblo como la bandera, que se dise?a al gusto del jugador utilizando la pantalla t¨¢ctil, o el himno. Estos ser¨¢n los dos primeros elementos que manipulemos en la partida y que ata?en al pueblo. M¨¢s tarde, al avanzar y conseguir engrosar nuestras arcas personales, podemos acometer dos tipos de medidas en la villa. Por un lado est¨¢n las Ordenanzas Municipales, que permiten realizar modificaciones sobre elementos de la vida diaria del pueblo como los horarios de las tiendas. Estas medidas pueden ser m¨¢s o menos impopulares en funci¨®n de c¨®mo afecten a los habitantes. Por otro, se presentan los Proyectos Municipales, que se centran en construcciones para la villa como la Casa de Ensue?o, los puentes, la sala de fiestas, etc.
Adem¨¢s de la diferencia de contenido entre estos dos elementos disponibles en el consistorio, tambi¨¦n son opuestas en cuantro a precios. Las ordenanzas cuestan 20.000 bayas, la moneda de Animal Crossing, frente a los proyectos, que tienen precios variables en funci¨®n de la envergadura del proyecto, as¨ª que poco a poco iremos seleccionando qu¨¦ construir en el pueblo en funci¨®n de nuestros gustos y de las peticiones de los vecinos. Cabe destacar que prestar estos servicios a la comunidad no saldr¨¢ precisamente barato, pues Animal Crossing: New Leaf es un t¨ªtulo bastante exigente para el jugador, sobre todo porque la econom¨ªa personal del avatar y la de la alcald¨ªa van de la mano ¡ªtodos los gastos tiran de la misma cuenta¡ª.
Esta dependencia nos lleva a decidir siempre con cuidado entre varias opciones en las que gastar las bayas, porque invertir en un puente nuevo tiene un coste que nos impedir¨¢ ampliar la casa. Por suerte, la econom¨ªa es progresiva, es decir, que no tenemos que ir pagando proyectos de golpe, sino con las cantidades que elijamos libremente, por lo que podemos ir compaginando la hipoteca y otros gastos personales con el coste de la alcald¨ªa. No haber incluido las posibilidad de tener cuentas separadas no resulta problem¨¢tico ya que desde el bayero autom¨¢tico podemos ir gestionando nuestra cuenta. Llevarlo todo al d¨ªa exije un esfuerzo de planificaci¨®n que convierte a este t¨ªtulo en una carrera de gesti¨®n que sorprender¨¢ hasta al m¨¢s hardcore.
A pesar de que la novedad principal de Animal Crossing: New Leaf es la gesti¨®n de la alcald¨ªa, no se trata de una funcionalidad que reste importancia a otros elementos de la serie. De hecho, las labores de alcalde se integran perfectamente en la partida y no resultan molestas ¡ªlos vecinos pedir¨¢n cosas, pero no avasallar¨¢n¡ª, algo que se agradece enormente. Ser el alcalde es un elemento m¨¢s para el juego, una aportaci¨®n atractiva y colocada de manera natural en la jugabilidad, no un quebradero de cabeza que nos lleve a enfrentarnos a una gesti¨®n complicada. Puedes pasar varios d¨ªas sin pasar por el ayuntamiento dedic¨¢ndote a tus labores que no recibir¨¢s represalias de tus vecinos. Como nota especial, remarcar que aunque en un mismo pueblo pueden instalarse diferentes personajes para que varios jugadores jueguen con un mismo cartucho, solo uno ser¨¢ alcalde.
... a vecino
La rutina del d¨ªa a d¨ªa en el pueblo vivida en las anteriores entregas de la licencia dirigida por Eguchi-san en Nintendo sigue presente en Animal Crossing: New Leaf, donde gana m¨¢s complejidad como dec¨ªamos en l¨ªneas anteriores. Lo primero es asumir que en este juego todo, absolutamente todo, cuesta dinero, y las bayas no son precisamente abundantes. Y es que tras la bondadosa apariencia de los personajes se esconde un capitalismo agresivo descomunal. La econom¨ªa regida por las bayas nos llevar¨¢ a vender, comprar a intercambiar cosas para pagar los costes derivados de la hipoteca, que ir¨¢ creciendo a medida que ampliamos la casa desde la Inmobiliria. Poco a poco iremos pagando las cuotas para ampliar el espacio disponible en el hogar y pasar de una a varias plantas.
Cada ampliaci¨®n nos permitir¨¢ tener una morada de mayor tama?o y por lo tanto m¨¢s personalizable para, por ejemplo, contar con habitaciones con decoraciones espec¨ªficas, algo que nos har¨¢ ganar m¨¢s puntos en las valoraciones de nuestra decoraci¨®n. Obtener ingresos nos llevar¨¢ a cultivar ¨¢rboles frutales, tarea en la que ser¨¢ fundamental conectarnos con amigos como detallaremos m¨¢s adelante, a recolectar f¨®siles para venderlos cuando los tengamos repetidos, a vender objetos sobrantes en el mercadillo, etc. Vuelven actividades como la pesca o la caza de insectos, que se pueden vender, donar al Museo o recolectar para nuestra colecci¨®n. En este sentido, no faltan extras para ir completando durante meses. En cuanto a mobiliario, dispondremos de todo tipo de objetos de decoraci¨®n que compraremos, intercambiaremos o recibiremos como regalos.
Buena parte de las transacciones econ¨®micas las realizaremos en la zona comercial situada en la parte alta del pueblo, donde se disponen varias tiendas de utensilios (pala, red, hacha, ca?a de pescar, etc.), comercios de ropa, muebles y materiales de jardiner¨ªa, y establecimientos de ocio como el bar. De entrada, la cantidad de tiendas y de objetos disponibles ser¨¢ reducida, pero a medida que vayamos ampliando el pueblo con los proyectos municipales se instalar¨¢n m¨¢s establecimientos y se aplicar¨¢n mejoras sobre las tiendas existentes, que tendr¨¢n stock de nuevos productos. En Animal Crossing: New Leaf los pasos personales del personaje y los que fa como alcalde van de la mano teniendo aplicaciones directas sobre el pueblo, que crece de manera org¨¢nica.
La personalizaci¨®n de dise?os de tejidos aplicables sobre prendas de vestir tambi¨¦n ayuda a potenciar esa experiencia ¨²nica que transmite cada partida de Animal Crossing: New Leaf. Con el editor, algo de mano y paciencia podemos dise?ar pr¨¢cticamente de todo; no hemos tardado en ver estas semanas banderas con logos de revistas del sector, de equipos de f¨²tbol y hasta de personajes de la propia Nintendo. Y hablando de la compa?¨ªa japonesa, en el t¨ªtulo se han incluido las galletas de la suerte limitadas a una por d¨ªa cuyo mensaje visionario se canjea por objetos decorativos de sagas de Nintendo como The Legend of Zelda, Super Mario, Metroid, Donkey Kong, Metroid, etc. Estos coleccionables dan un toque freak a nuestra morada y est¨¢n hechos para los nintenderos.
Los comienzos como vecinos no ser¨¢n f¨¢ciles por aquello de que recabar ahorros para ir pagando la hipoteca y otros gastos no se consigue de la noche a la ma?ana. Si la primera m¨¢xima de Animal Crossing: New Leaf es que todo cuesta dinero, la segunda es que todo requiere tiempo. Una construcci¨®n son veinticuatro horas de espera; una mejora, tambi¨¦n. Saber esperar tiene su recompensa, por lo que cuando lleves una veintena de horas jugadas comenzar¨¢s a acelerar procesos ¡ªpor ejemplo, puedes plantar ¨¢rboles que den dinero¡ª y a disfrutar mucho m¨¢s de la partida. Pero todo se volver¨¢ m¨¢s y m¨¢s complejo, y la cantidad de tareas a realizar seguir¨¢ siendo enorme. En nuestra sesi¨®n hemos superado de largo las cincuenta horas de juego y siguen quedando eternidad de tareas por realizar en la partida, lo que demuestra que New Leaf es un juego de meses.
A este mix debe sumarse la aleatoriedad de eventos que siempre ha caracterizado a la licencia y que implica vecinos que van y vienen a nuestro pueblo, visitantes que aparecen cada cierto tiempo como el vendedor de obras de arte, la pitonisa o el marinero perdido (solo son tres ejemplos de muchos), los eventos especiales que suceden en d¨ªas concretos como los concursos de pesca y de los que recibimos buena cuenta en el tabl¨®n de anuncios, o las celebraciones estacionales que modifican el pueblo como la llegada de la Navidad. Todas estas situaciones dependientes de una fecha se pueden "provocar" modificando el d¨ªa y la hora de la partida, pero al precio de descolocar al personaje, que tendr¨¢ pelos de loco y se tropezar¨¢ con frecuecia tras estos saltos temporales, volver locos a los vecinos y acelerar el crecimiento de malas hierbas. En resumen: si visitas una villa con algunos de estos elementos, ya sabes d¨®nde est¨¢ la trampa.
Mutijugador o nada
Dec¨ªamos con anterioridad que el multijugador es la pieza clave de Animal Crossing: New Leaf y con jugarlo un par de horas comprendes lo acertada que es esta afirmaci¨®n. Las razones son varias. La primera, que la econom¨ªa del juego se apoya radicalmente en la conexi¨®n con otros jugadores no solo por lo atractivo que resulta exponer nuestros logros a los amigos, sino porque algo tan b¨¢sico como la recolecci¨®n de frutas rentable solo es posible buscando frutales que no est¨¦n en nuestro pueblo mediante visitas a las villas conocidas. Cada pueblo tendr¨¢ su propia variedad de fruta y la ¨²nica forma de ampliarla es plantando en nuestra villa piezas de fruta obtenidas en otros pueblos. Las ventas de los frutos que no son aut¨®ctonos reportar¨¢n un mayor n¨²mero de bayas a nuestro personaje.
La conexi¨®n se puede realizar desde la estaci¨®n tanto en red local como a trav¨¦s de Internet, opci¨®n que se convierte en la preferente y que requiere que los jugadores est¨¦n agregados previamente mediante el c¨®digo de amigo. Esta medida respeta la estrategia seguida por Nintendo con el online y criticada por algunos jugadores. No obstante, s¨ª que est¨¢ permitido agregar a amigos de amigos directamente desde el juego si nos cruzamos con ellos en un pueblo com¨²n. Especialmente interesante y funcional resulta el sistema de amigos favoritos, que nos avisa de la conexi¨®n de los colegas mediante alertas y permite enviar mensajes de texto para interactuar. Una l¨¢stima que se haya prescindido de la comunicaci¨®n por voz s¨ª presente en el anterior juego de Wii y perfectamente posible en Nintendo 3DS.
Compartir, entregar, conversar y socializar son cuatro factores absolutamente necesarios en Animal Crossing: New Leaf. Para garantizar la diversi¨®n se ha recuperado la Isla, presente anta?o en la saga y uno de los entornos adicionales que primero se desbloquea. Pagando 1.000 bayas, como ya os adelantamos, viajamos a este entorno paradis¨ªaco donde encontrar frutas ex¨®ticas (cocos, pl¨¢tanos, etc.), cazar insectos especiales, comprar objetos a cambio de una moneda propia y participar en minijuegos con otros jugadores comptiendo por conseguir el mayor n¨²mero de insectos, triunfar en la pesca submarina o cazar personajes escondidos, entre otras actividades. La isla es un entorno m¨¢s que se puede modificar mediante la acci¨®n del jugador con plantaciones, flores y otros elementos.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.