Code of Princess

El sabor a?ejo acompa?a al g¨¦nero del beat 'em up all¨¢ donde vaya. Sea una producci¨®n de reconocido prestigio o un intento de menor calado medi¨¢tico, todo videojuego que lleve por bandera las credenciales del g¨¦nero se asocia irremediablemente al pasado de esta joven industria. Quiz¨¢ esto se deba al rol prominente que mantuvo desde finales de la d¨¦cada de los ochenta hasta principios de los noventa, ¨¦poca que quedar¨¢ marcada a fuego en la retina de muchos jugadores gracias a t¨ªtulos de la altura de Final Fight o Double Dragon. A ellos les correspondi¨® el honor de sentar las bases del g¨¦nero justo antes de que pasase a un segundo plano de relevancia para jugadores y medios especializados. Y aunque no se puede hablar de un regreso "por todo lo alto" (como s¨ª se ha hecho con la lucha en 2D o con las plataformas), casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, llegada de canales digitales mediante, el beat 'em up recobra la forma f¨ªsica gracias a propuestas de mayor o menor calidad, todas ellas igual de ambiciosas.?

Dentro de este grupo de nuevas propuestas para el g¨¦nero se encuentra Code of Princess, un t¨ªtulo relativamente desconocido para el p¨²blico casua que hace unos meses tuvo su momento de gloria gracias a una llamativa campa?a de marqueting. Basta con echar un vistazo a su portada para comprender de qu¨¦ se trata: Solange, la hero¨ªca princesa que ha de salvar a su pueblo, hace gala de una armadura compuesta por tres piezas que permite vislumbrar m¨¢s carne que vestimenta. No ser¨ªa justo decir que esta obra se ha dado a conocer ¨²nica y exclusivamente por mostrar a una hero¨ªna ligera de ropa en la portada, pero parece l¨®gico pensar que le ha sentado fenomenal para salir del ostracismo al que parec¨ªa destinado. El arte conceptual tambi¨¦n ha echado una mano a la hora de atribuirle ciertas connotaciones tradicionalmente asociadas al JRPG, un hecho que desgraciadamente no se corresponde con la realidad.

Code of Princess es un beat 'em up cl¨¢sico en el pleno sentido de la palabra, lo que implica que la acci¨®n se adue?a r¨¢pidamente de la pantalla, pr¨¢cticamente a la misma velocidad a la que se presenta el argumento. La trama es aqu¨ª una mera excusa para dar lugar a las distintas misiones que hemos de cumplimentar para alcanzar el ¨¦xito, y se narra entre los momentos de sosiego que permite la mec¨¢nica de juego. Solange, la princesa que asume el rol protagonista, empu?a una espada legendaria que el enemigo busca desesperadamente, y para obtenerla har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano. Tanto es as¨ª que la aventura comienza justo cuando el enemigo irrumpe en el castillo de Solange sin previo aviso, poniendo en jaque a su propio ej¨¦rcito. La hero¨ªna cae sepultada bajo una monta?a de escombros antes de poder entrar en combate, por lo que no puede tomar parte del conflicto que tiene lugar en su reino. Cuando recobra el conocimiento asume, apenas sin perder un segundo, que su principal cometido pasa por encontrar al art¨ªfice de sus penurias.

Parece que una de las caracter¨ªsticas impl¨ªcitas en el beat 'em up es no contar con un gui¨®n especialmente atractivo para el p¨²blico, una regla que salvo honradas excepciones se viene confirmando en esta industria desde hace tiempo. Code of Princess sigue las pautas establecidas en este sentido por partida doble, ya que por un lado sirve a los clich¨¦s que estamos acostumbrados a ver en producciones japonesas y por el otro ofrece un argumento extremadamente corto y sin apenas atractivo. Esto se traduce en un modo Campa?a (el principal en esta aventura) cuya duraci¨®n no supera en ning¨²n caso las cuatro horas, algo que pese a no ser necesariamente alarmante en un t¨ªtulo de estas caracter¨ªsticas se antoja por debajo de lo esperado. Por suerte la divis¨®n norteamericana de Atlus tom¨® la acertada decisi¨®n de mantener el tono humor¨ªstico que presentan determinadas situaciones, algo que por desgracia tampoco se puede celebrar en Espa?a, pa¨ªs que recibe el t¨ªtulo en perfecto ingl¨¦s y sin traducci¨®n alguna al castellano.

Double Princess
Code of Princess es el sucesor espiritual de uno de los beat 'em ups m¨¢s aclamados de los ¨²ltimos tiempos, Guardian Heroes, que en su momento apareci¨® en Saturn. Uno de los motivos que encumbr¨® esta obra fue su gusto por la innovaci¨®n, una caracter¨ªstica que su pupilo ha heredado. No obstante es interesante analizar de qu¨¦ manera es capaz de aportar nuevos elementos a un g¨¦nero en el que se estila lo tradicional, ya que la obra de Agashima Entertainment prueba suerte en distintos campos. El m¨¢s notable de todos es la integraci¨®n de un sistema de adquisici¨®n de puntos de experiencia, otorgados al final de cada misi¨®n en funci¨®n del rendimiento que hayamos mostrado. Se tienen en cuenta valores tales como el tiempo de finalizaci¨®n, el n¨²mero de combos realizados o el da?o recibido, datos que en la pr¨¢ctica diferencian a un jugador mediocre de uno excelente. Obtener PX es la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida para subir de nivel y as¨ª poder aumentar los puntos de vitalidad, defensa, agilidad, magia, etc¨¦tera.

La mec¨¢nica de juego es la tradicional de los beat 'em up: tras seleccionar a uno de los cuatro personajes que se desbloquean desde los primeros pasos de la aventura -con un total que supera la treintena-, escogemos una misi¨®n y nos podemos directamente manos a la obra. Tres botones estipulan los tres tipos de intensidad con los que cargamos los golpes cuerpo a cuerpo, mientras que el cuarto activa un modo m¨¢gico con el que gozamos temporalmente de atributos mejorados. La pantalla superior de la consola muestra la acci¨®n; la inferior nuestras estad¨ªsticas o, si as¨ª lo preferimos, un completo glosario con los golpes y combos que podemos realizar.

Pese a su aparente simplicidad, jugar a Code of Princess es divertido. Cada uno de los cuatro personajes que podemos controlar desde el inicio ofrece un estilo de combate distinto, y mientras que Solange es lenta y requiere de espacio para manejar su espada m¨¢gica, Ali es capaz de moverse con la misma contundencia que le falta a sus ataques. Un tercer personaje es af¨ªn a los ataques m¨¢gicos pero muy vulnerable, el cuarto combina bien fortaleza con agilidad, pero apenas cuenta con puntos m¨¢gicos. El juego ofrece una gran cantidad de material desbloqueable al margen de las misiones centrales que marcan el devenir del argumento: antes de darnos cuenta manejaremos un elenco de media docena de personajes, aunque el n¨²mero total de luchadores que podemos desbloquear supera ampliamente este n¨²mero. En cada uno de estos casos es posible aumentar su nivel de experiencia, bien sea repitiendo las misiones por las que pasamos anteriormente o explorando las adicionales que se desbloquean en el modo Campa?a. La variedad de personajes seleccionables aporta nuevas perspectivas al sistema de combate, pero no al argumento propiamente dicho.

?nete a mi, compa?ero
Si dec¨ªamos anteriormente que el estilo cl¨¢sico era una de las se?as de identidad de Code of Princess, el componente multijugador no pod¨ªa faltar. De hecho, desde su anuncio se ha convertido en uno de los aspectos que m¨¢s inter¨¦s han despertado entre los jugadores, quiz¨¢ motivado por las posibilidades que 3DS ofrece en este sentido. Existen dos opciones al comenzar a jugar: partida local o a trav¨¦s de Internet. La idea fundamental es poder competir con cuatro jugadores al un¨ªsono, ya sea con la mirada puesta en competir o en cooperar. Curiosamente, el juego presenta ciertas taras indistintamente de c¨®mo hayamos decidido disfrutar del multijugador. Una es compartida: la tasa de frames cae notoriamente cuando dos o m¨¢s jugadores se unen a la partida. La otra queda reservada exclusivamente para las partidas Online, y se hace eco de las ralentizaciones que provoca el LAG, de la escasa cantidad de jugadores disponibles y de los cuelgues de servidores.

Ya se ha hablado del contratiempo que supone ofrecer un servicio online defectuoso, algo que en determinado t¨ªtulos tiene un peso m¨¢s espec¨ªfico que en otros. En Code of Princess este problema cobra unas dimensiones m¨¢s importantes de lo habitual, restando atractivo al buen trabajo que en l¨ªneas generales han realizado sus creadores. Las opciones multijugador alargan indefiniblemente la vida ¨²til del producto, muy corta sin este soporte, pero la mala ejecuci¨®n de estas ideas empa?a el resultado final.

Los problemas t¨¦cnicos relacionados con ralentizaciones y derivados son un punto negro dentro del buen apartado t¨¦cnico que ofrece el juego, basando su contenido visual en los cl¨¢sicos escenarios en 2D, divididos en tres 'carriles' (inferior, medio y superior), aunque la acci¨®n siempre tiene lugar en el intermedio, sin opci¨®n a poder campar a nuestras anchas por los escenarios. El dise?o de los personajes y de los mapeados es aceptable pese a no contar con casi soporte estereosc¨®pico, una caracter¨ªstica que poco a poco comienza a ser cada vez m¨¢s frecuente en los lanzamientos de 3DS que no cuentan con grandes valores de producci¨®n. Casi todos los di¨¢logos cuentan con su correspondiente doblaje, am¨¦n de las frases que de cu¨¢ndo en cu¨¢ndo espetan los luchadores al realizar un ataque especial. La m¨²sica no aporta nada significativo al cartucho, por lo que es m¨¢s que probable que desactivemos el volumen a los pocos minutos de comenzar a jugar. Como venimos repitiendo a lo largo de este an¨¢lisis, todo en Code of Princess, incluso sus propios fallos, rezuman un aroma a cl¨¢sico del que parece incapaz de desprenderse.