Sacred Citadel, Impresiones

El terreno de los descargables, con los bazares y Steam repletos de juegos independientes y obras de bajo presupuesto, es complicado e inabarcable si lo que se quiere colar en ¨¦l es una aventura lateral de acci¨®n y plataformas. Pero Deep Silver, y m¨¢s concretamente su divisi¨®n Southend Interactive, van a jug¨¢rsela en pocas semanas, con el lanzamiento en PlayStation 3, Xbox 360 y PC de un spin-off de la serie Sacred, al principio aclamad¨ªsima idea dentro del rol medieval y finalmente m¨¢s explotada tras caer en nuevas manos. Sacred Citadel parece un producto de este segundo tipo, con intenci¨®n de aprovechar el ¨²ltimo fil¨®n de las consolas actuales y la moda indie de los juegos 2D laterales y con aire retro, solo que ambientado en el universo de la marca y con algunas ideas ¨²nicas o menos establecidas en el abarrotad¨ªsimo g¨¦nero de los saltos y las tortas simult¨¢neos. Un nuevo c¨®digo de preview demuestra que las previsiones m¨¢s optimistas no se cumplen.

Guerrero, Cazador y Cham¨¢n

O lo que es lo mismo, b¨¢rbaro, arquero y mago. Si juegos como Trine 2 ya nos ense?aron que la cooperaci¨®n entre tres clases de personajes es capaz de llevar a un mont¨®n de situaciones y puzles distintos sin dar de lado por ello a plataformas desafiantes y buenos combates en mundos preciosos, en Sacred Citadel no se alcanza pr¨¢cticamente ninguno de esos puntos. Esta obra bebe m¨¢s de su propia mitolog¨ªa para poner en juego a Safiri y sus acompa?antes, ante situaciones m¨¢s gen¨¦ricas o convencionales y escenarios que se esfuerzan m¨¢s en lo accidentado de su recorrido que en el dise?o est¨¦tico. Por lo recorrido hasta el momento, los niveles se diferenciar¨¢n bastante y es divertido, eso s¨ª, pero no las exigencias que atesoran las fases. Los personajes evolucionan con el avance y se equipan con items, con una clara mirada al RPG que era primitivamente Sacred. Se aprecia el esfuerzo en t¨¦rminos de gameplay por encima de lo visual o innovador. Parece poco original y no tan s¨®lido.

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La historia de este t¨ªtulo est¨¢ enmarcada tras los acontecimientos de Sacred 2 y prepara los del siguiente gran juego. La tierra de Ancaria, ya conocida, est¨¢ en peligro ante el ataque del imperio Ashen, que ha esclavizado a su poblaci¨®n y utiliza al orco Grimmoc para acabar con los Seraphim. El viaje hasta la batalla final ser¨¢ un despliegue de aventuras no solo a pie, sino tambi¨¦n sobre enormes monturas y diversos aliados o rivales que har¨¢n del juego cooperativo a tres la mejor experiencia de todo lo que puede ofrecer, pues jugado en solitario pierde gran parte del encanto, aunque es posible. Escoger a uno u otro personajes determina qu¨¦ tipo de partida viviremos, siendo fundamental la colaboraci¨®n para avanzar y los repartos zonales en las batallas, con rivales bastante resistentes y grandes. No tan numersosos como cabr¨ªa esperar.

Safiri, el guerrero, utiliza potentes armas cuerpo a cuerpo, mandobles como mazas y martillos, con combos que le permiten hacer ataques giratorios de barrido o golpes de alcance con salto y para llevarse por delante a varias unidades enemigas. Su estilo de juego recuerda much¨ªsimo a los beat'em up de los ochenta y los noventa, con encadenamientos que requieren machacar botones y moverse constantemente para no recibir impactos de proyectil o golpes de las ex¨®ticas criaturas a las que plantaremos cara, como dragones, orcos, enanos... Por otro lado est¨¢ el Cazador de Ancaria, armado con pu?al para el cuerpo a cuerpo r¨¢pido y poco da?ino y arco de flechas infinitas para los ataques a distancia y su golpe especial, una lluvia de proyectiles en la zona a elegir.

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Por ¨²ltimo, Khukuri es la chamana del grupo, con varios hechizos de apoyo para los tres personajes y otros conjuros negros para da?ar a los enemigos, incluso cuerpo a cuerpo con su daga (ataque b¨¢sico) pero con menor efectividad que Safiri, claro. Su magia especial es una tormenta demoledora desde su pandereta m¨ªstica, pero cuesta cagarla. Las armas y los objetos influir¨¢n sobre los da?os y los movimientos de cada personaje, marcando las ¨¢reas de alcance o la rapidez, adem¨¢s de la uni¨®n entre golpes en los constantes combos. Como puede apreciarse por todo esto, la sensaci¨®n de t¨ªtulo retro es total. Recuerda mucho a obras como Golden Axe, Final Fight o Street of Rage, aunque es bastante m¨¢s profundo en la din¨¢mica de equipos, habilidades, atributos y situaciones. Los escenarios marcan la partida.

La posibilidad de cierto movimiento en profundidad -como en los antes mencionados- es lo que permite que no todos los combates contra las hordas enemigas sean frontales, y que haya cierto juego con la posici¨®n. Tambi¨¦n es importante el plataformeo constante, con escenarios bastante intrincados, y las criaturas a montar, que nos dan cierta potencia o velocidad con su propia gama de carreras, golpes, bloqueos y saltos. La colaboraci¨®n entre los tres personajes no es tan determinante como en el tambi¨¦n citado Trine 2, de hecho hay un puntito de competitividad con la recogida de items y las estad¨ªsticas y tablas finales que comparan c¨®mo ha jugado uno y los otros usuarios, fomentando el pique al disfrutarse en una misma consola.

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La violencia y la agresividad son parte de Sacred Citadel, que no debe enga?ar por su est¨¦tica colorista y cartoon. En general es un t¨ªtulo bidimensional con elementos 3D, como algunos enemigos m¨¢s grandes, partes del escenario o el despliegue de los ataques especiales. Esta apariencia le consigue tambi¨¦n ese aire a videojuego de anta?o que parece que no quieren dejar de lado jam¨¢s sus creadores. Lo mismo ocurre con las barras de man¨¢ y vida o la sencillez de los objetos para rellenar vida o dar cierta invulnerabilidad temporal, muy al estilo cl¨¢sico. Deep Silver traer¨¢ este experimento poco original pero llamativo para los fans de Sacred "en el segundo trimestre de 2013", probablemente en mayo. Una peque?a producci¨®n donde el principal atractivo recae en el combate y la uni¨®n de entregas "mayores". Seg¨²n el precio de descarga con el que salga podremos hablar de un recomendado o una aventura bidimensional prescindible. Originalidad no desborda.