Brothers: A Tale of Two Sons, Impresiones

Las experiencias coordinadas, donde un jugador tiene que mantener la uni¨®n entre dos personajes que cooperan y se cuidan mutuamente, ya han contado con t¨ªtulos hist¨®ricos de prestigio hoy. Ico o Journey son dos buenos ejemplos, de hecho referencias expl¨ªcitas para Brothers: A Tale of Two Sons, lo nuevo de Starbreeze Studios para esta primavera, descargable en Steam, PlayStation Network y Xbox Live. La desarrolladora sueca del no del todo bien parado Syndicate pero m¨¢s brillante Las Cr¨®nicas de Riddick: Escape from Butcher Bay trabaja por primera vez alejada de la acci¨®n armada y "con una libertad creativa que dese¨¢bamos y nos deja plena autonom¨ªa", seg¨²n el director del juego, Josef Fares, tambi¨¦n director de cine y un autor siempre muy involucrado con lo emocional. El viaje hacia la madurez y la uni¨®n entre dos jovenc¨ªsimos hermanos en busca del agua divina que cure a su padre, en lo alto de un monte m¨ªstico, marcan esta experiencia, pues hay que llamarla as¨ª m¨¢s que videojuego.

No obstante, pese a mirar de cerca a Ico y Journey en su creaci¨®n, lo cierto es que Brothers: ATOTS no cuenta ni mucho menos con unos presupuestos similares a aquellos para su producci¨®n, ni un equipo art¨ªstico tan crucial y arriesgado. El ascenso de los ni?os ayud¨¢ndose en situaciones donde la inteligencia y el trabajo en equipo dictan la soluci¨®n a cada rompecabezas o atasco es un paseo precioso, a trav¨¦s de un mundo de cavernas, troles, molinos de agua, atardeceres, duendes y magia, pero con un componente gen¨¦rico y menos inspirado indudable. El jugador asume el control de los dos hermanos, uno en cada stick en consolas y con un ¨²nico bot¨®n de acci¨®n para cada uno, el gatillo izquierdo para el mayor y el derecho para el peque?o. Con semejante simplicidad de controles, el reto reside m¨¢s bien en saber coordinar el manejo de ambos simult¨¢neamente y buscar la v¨ªa de avance e interacciones en los diversos obst¨¢culos del camino.

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Ser¨¢ un juego corto pero intenso, el propio game director reconoc¨ªa que la intenci¨®n no ha sido nunca hacer una aventura inolvidable, sino m¨¢s bien una f¨¢bula m¨¢gica distinta y original donde el jugador pueda interactuar con el entorno y disfrute de sus vistas, su relajante aspecto, el tono zen de todo el periplo y la sensaci¨®n de jugar satisfactoriamente con dos personajes que se ayudan para avanzar y no pueden dejarse atr¨¢s el uno al otro. La uni¨®n de ambos no quita a que en determinadas acciones uno tenga mayor destreza que el otro, aunque en general se comportan de forma muy similar, tambi¨¦n en animaciones, expresividad y gestos, lo que menos destaca del t¨ªtulo visualmente ya que no mantiene el nivel de los s¨ª m¨¢s sugerentes escenarios. No es comprensible que una historia tan centrada en los dos ni?os no haya aspirado a un dise?o m¨¢s estilizado y fluido en movimientos o comportamientos. Los entornos, sin embargo, son brillantes, llenos de detalles, sombras, iluminaci¨®n sugerente...

El nivel probado corresponde al segundo cap¨ªtulo de la historia, una subida por la falda de la monta?a protagonista con un vistoso atardecer de fondo y diversos aldeanos descansando, animales correteando, r¨ªos que bajan con cascadas y remolinos en rocas, y un enorme trol al final que ayuda a los peque?os a llegar hasta un punto m¨¢s elevado. Diversos eventos salpican este camino, guiado y con pocas zonas abiertas, como un perro que vigila el trigo en una granja, o un conjunto de conejos negros que da de lado a uno rosa. El asunto del perro guardi¨¢n es de los primeros puzles del juego, significativo puesto que refleja la mec¨¢nica b¨¢sica, y consistente en distraer con un personaje al agresivo animal mientras que el otro avanza, y una vez a salvo este segundo hacer lo mismo para que tambi¨¦n alcance la meta el primero. El grupo de conejos es un acertijo opcional, pudiendo el jugador coger al rosado para pasarlo por un mont¨ªculo de cenizas cercano y devolverlo con sus semejantes.

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Este tipo de interacciones opcionales podr¨¢n tener repercusiones m¨¢s adelante o ayudar a desbloquear alguno de sus 12 trofeos o logros. Por ejemplo, hay animales enjaulados que se pueden liberar. Tambi¨¦n hay partes de atasco donde conjugar habilidades, como dejar al peque?o girando una noria para bajar una pasarela mientras que el mayor va a por una oveja para meterla en esa rueda y ya juntos cruzar. Tambi¨¦n hay algo de plataformeo y escalada automatizados, pero que exige tener buen control sobre cada menor, sin l¨ªos. La sencillez del manejo es quiz¨¢ exagerada, en una clara mirada a todo tipo de p¨²blicos y una b¨²squeda de las sensaciones por encima del juego en formato tradicional. Un ¨²ltimo control se queda en los gatillos secundarios, que sirve para girar las c¨¢maras alrededor de la constante vista cenital de todo el viaje.

A Tale of Two Sons tiene aspiraciones moderadas, pero no cabe duda de que ser¨¢ una experiencia diferente y puede que un viaje emocional finalmente muy respetado. La sencillez de su propuesta jugable se conjuga con una est¨¦tica colorista y muy marcada que si bien trata de maravilla a los escenarios y la atm¨®sfera pac¨ªfica de todo el viaje, no se ha esforzado tanto en las animaciones o dise?os de los NPCs del camino ni la de los ni?os protagonistas. Con el ¨²nico incentivo de exploraci¨®n marcado por los trofeos/logros y un plantel de rompecabezas no demasiado exigente -seg¨²n sus propios creadores para llegar a todo el mundo-, Brothers ya es considerado por muchos el Journey de este a?o, t¨ªtulo al que no parece que vaya a igualar pero id¨®nea clasificaci¨®n para explicar su propuesta, distinta, original y entra?able.

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