El Hobbit y El Se?or de los Anillos a trav¨¦s de mods
Para muchos, la fantas¨ªa ¨¦pica tiene nombre propio, y fue asignado hace 60 a?os: El Se?or de los Anillos. Hoy, la obra de J. R. R. Tolkien recupera protagonismo, con la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de su precuela El Hobbit. Peter Jackson, responsable de las tres pel¨ªculas que dieron forma a una de las m¨¢s grandes novelas del siglo pasado, nos cuenta la historia de Bilbo Bols¨®n y el descubrimiento el Anillo ?nico, acompa?ando a la compa?¨ªa de Thorin Escudo de Roble en su venganza contra el drag¨®n Smaug. Todo esto est¨¢ muy bien, pero... ?qu¨¦ tiene que ver con los videojuegos? A eso vamos.
Con m¨¢s de medio siglo ocupando los sue?os y corazones de millones de lectores, no es de extra?ar que la mitolog¨ªa elaborada por el profesor Tolkien haya servido de poderosa influencia en numerosos videojuegos. No solamente los que han procurado adaptar partes de su obra, tambi¨¦n fijando algunos de los trazos que han utilizado otros t¨ªtulos de fantas¨ªa ¨¦pica. Aquellos que han querido revivir las experiencias que se narran en las novelas, han podido hacerlo a trav¨¦s de unas cuentas versiones: Desde las aventuras conversacionales basadas en El Hobbit y El Se?or de los Anillos, publicadas durante los a?os 80, hasta sus ¨²ltimas adaptaciones tra¨ªdas desde la imagen cinematogr¨¢fica de la trilog¨ªa que lleg¨® a la gran pantalla. Sin embargo, la relaci¨®n entre los libros de J. R. R. Tolkien y los videojuegos no siempre ha sido satisfactoria, y muchos usuarios siguen buscando alg¨²n t¨ªtulo que les permita recrear sus andanzas por la Tierra Media, sin tener que recurrir a juegos lanzados hace 30 a?os o los que no pudieron ser acabados, como la idea de Interplay. Afortunadamente, internet no deja de ser un hervidero de ideas y una poderosa herramienta para los que buscan colaborar en ambiciosos proyectos, y gracias al trabajo desinteresado de muchas personas podemos encontrar una soluci¨®n bastante aceptable: Llegar a la Tierra Media a trav¨¦s de los mods.
Aunque existen muchas posibilidades, puesto que El Se?or de los Anillos ha sido una fuente de inspiraci¨®n para muchos desarrolladores, y el deseo de contar con una adaptaci¨®n apropiada ha sido el sue?o de una gran cantidad de usuarios desde la aparici¨®n de los primeros videojuegos, en este art¨ªculo nos vamos a centrar en dos de sus alternativas m¨¢s conocidas. Una de ellas, de corte estrat¨¦gico, es la denominada Third Age: Total War. Como podr¨¦is imaginar, a partir de la coletilla que aparece en su nombre, se trata de una conversi¨®n total para la saga Total War de The Creative Assembly. En concreto, una modificaci¨®n de las funcionalidades base de Medieval II: Total War y su expansi¨®n Medieval II: Total War - Kingdoms. La segunda opci¨®n, para los que busquen un poco m¨¢s de acci¨®n y quieran ver correr la sangre de sus enemigos de forma m¨¢s directa, es The Last Days of the Third Age of Middle-Earth, o simplente The Last Days. En este caso, nos encontramos ante una conversi¨®n de Mount & Blade, el fant¨¢stico simulador de combates medievales de Taleworlds, que en este caso nos proporciona unos s¨®lidos cimientos para trasladar los conflictos entre los Pueblos Libres y la Sombra. Ninguno es mejor que el otro, ya que las dos modificaciones pertenecen a g¨¦neros distintos y nos ofrecen una jugabilidad con pocos aspectos en com¨²n, salvo la espectacular ambientaci¨®n extra¨ªda de una de las obras de fantas¨ªa ¨¦pica m¨¢s grandes de todos los tiempos.
As¨ª que, mientras los propietarios de las licencias piensan en c¨®mo conseguir un t¨ªtulo que consiga recrear fielmente lo que los amantes de la saga de Tolkien est¨¢n esperando, podemos aprovechar estas herramientas para participar en los eventos que decidir¨¢n el destino de la Tierra Media. Hacerlo es f¨¢cil, y con unos pocos pasos ser¨¦is capaces de trasladaros a los parajes que nos describen El Se?or de los Anillos o El Hobbit. Claro que, en MeriStation no os vamos a dejar tirados despu¨¦s de poneros la miel en los labios. Vamos a echar un vistazo a este par de modificaciones de las que acabamos de hablar, veamos que es lo que nos proporcionar¨¢n y lo que deb¨¦is hacer para poder instalarlas en vuestros ordenadores. Al finalizar este texto, ser¨¦is capaces de viajar a la Tierra Media para hacer las veces de general de alguno de sus ej¨¦rcitos, o como h¨¦roe durante la Guerra del Anillo, en solitario o al mando de un grupo de valientes guerreros. Todo gracias a un grupo de desarrolladores cuyo pasi¨®n por los videojuegos y la obra de Tolkien, ha hecho posible que todos los dem¨¢s podamos disfrutar de esta experiencia.
En cuanto al g¨¦nero de estrategia se refiere, El Se?or de los Anillos puede proporcionarnos una ambientaci¨®n id¨®nea para los amantes de la gesti¨®n pol¨ªtica y militar de naciones. Si el destino de la Tierra Media siempre se ha decidido mediante el poder de la espada, adem¨¢s de por los peque?os detalles inapreciables para las grandes gentes, la Tercera Edad es una de las ¨¦pocas m¨¢s revueltas desde el punto de vista b¨¦lico. Hablamos de una era introducida por la derrota de Sauron por la ?ltima Alianza de Elfos y Hombres, las guerras contra el Rey Brujo de Angmar que llevar¨ªan a la destrucci¨®n de los m¨¢s gloriosos reinos de los hombres, la inusual Batalla de los Cinco Ej¨¦rcitos y, por supuesto, la conocida como Guerra del Anillo. ?Acaso un estratega consumado podr¨ªa so?ar con una conyuntura mejor? Si t¨ªtulos como El Se?or de los Anillos: La Guerra del Anillo, El Se?or de los Anillos: Batalla por la Tierra Media, o los m¨¢s antiguos Riders of Rohan y War in Middle Earth, no pudieron sacar todo tu potencial como comandante, en Third Age: Total War tienes una nueva oportunidad.
No cabe duda de que Medieval II: Total War - Kingdoms es un gran juego de estrategia. Si a sus fant¨¢sticas caracter¨ªsticas le sumamos una ambientaci¨®n basada en El Se?or de los Anillos, el resultado promete ser grandioso. Esto es lo que pensaron los responsables de Third Age: Total War, una modificaci¨®n para el t¨ªtulo arriba mencionado. Transformando el mapa de Europa original por una recreaci¨®n de las tierras del Oeste de la Tierra Media, y sustituyendo los reinos de nuestra Edad Media por las distintas naciones que aparecen en la obra de Tolkien, el equipo de desarrolladores ha conseguido un entorno perfecto en el que convertirnos en uno de los dirigentes de alguna de las razas y culturas que pueblan la Tierra Media, y participar en la batalla de los Pueblos Libres contra la Sombra. Puede sonarnos parecido a El Se?or de los Anillos: Batalla por la Tierra Media, pero el uso de las caracter¨ªsticas de Medieval II: Total War consigue que nos encontremos ante un juego completamente diferente.
A pesar de que la mayor parte de la influencia, hablando del estilo visual, procede de la trilog¨ªa dirigida por Peter Jackson, Third Age: Total War ha tratado de ce?irse lo m¨¢s posible a la novela de J. R. R. Tolkien. Por supuesto, han tenido que tomarse algunas libertades para poder adaptar la jugabilidad propia de la saga Total War, y omitir algunos aspectos que ser¨ªan extremadamente complicados de implementar. Se ha eliminado, por ejemplo, ciertas caracter¨ªsticas de los matrimonios entre culturas, quitando la figura de las Princesas, al igual que la de los Mercaderes. En este sentido, s¨ª que se han mantenido los Asesinos, Esp¨ªas, Diplom¨¢ticos e Inquisidores, estos ¨²ltimos denominados Sirvientes de Sauron. Igualmente, se han eliminado las religiones, al no poderse adaptar de forma satisfactoria. L¨®gicamente, la historia de la Guerra del Anillo se ver¨¢ modificada por los actos de las facciones incluidas en el mod, con la posibilidad de que el general de una de ellas consiga hacerse con el mism¨ªsimo Anillo ?nico para usarlo en su beneficio... o dirigir a su Portador hasta los fuegos del Monte del Destino.
Third Age: Total War nos permite controlar 14 bandos. Por un lado cualquiera de las naciones humanas de Gondor, Rohan, Eriador, Arnor, El Valle, el Lejano Harad o Rh?n. Tambi¨¦n podemos decantarnos por los Enanos, Elfos Silvanos o Altos Elfos (Noldor), o bien optar por los Orcos de las Monta?as Nubladas u Orcos de Gundabad. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n tendremos la posibilidad de controlar a las facciones de Isengard o Mordor. Nuestro objetivo depender¨¢ del alineamiento de nuestra cultura: Liberar a los pueblos de la Tierra Media o someterlos bajo la Sombra. Cada una de las naciones contar¨¢ con sus propios h¨¦roes y personajes ilustres, como Sauron y los 9 Nazg?l, Saruman, Aragorn,... y tropas propias caracter¨ªsticas de su cultura. Adem¨¢s, es posible ir desbloqueando eventos especiales o criaturas en funci¨®n del cumplimiento de una serie de requisitos, como la conquista de algunos territorios concretos o trasladar a ciertos personajes a zonas predeterminadas. As¨ª, podemos encontrarnos con los Ents, el ej¨¦rcito de los Muertos Desvelados o el temible Balrog de Moria.
El mapa recrea fielmente los territorios occidentales de la Tierra Media, desde las Monta?as Azules hasta el Mar de Rh?n, coincidiendo con las zonas en las que acontecen la mayor¨ªa de los eventos narrados en los libros de Tolkien. Sobre el mismo, se han incluido m¨¢s de 25 lugares de los que aparecen entre los escritos de El Se?or de los Anillos. As¨ª, en Third Age: Total War nos encontraremos con La Comarca, el Bosque de Fangorn, los Senderos de los Muertos, Barad-d?r, Orthanc, Rivendell, ... que se complementan con las zonas controladas por las naciones del juego. Hacernos con el control de algunas de ellas, servir¨¢ para desbloquear unidades especiales o dar lugar a eventos. Existe la posibilidad de que, a partir de cierto momento, el Anillo ?nico sea avistado en alguna de las provincias de la Tierra Media. Si en ese momento, alg¨²n bando consigue hacerse con el control de la misma, el general correspondiente pasar¨¢ a ser Portador del Anillo. Los que hagamos con este instrumento de maldad, depender¨¢ de nuestro alineamiento.
En este sentido, la figura de Sauron funciona como la del Papa en Medieval II: Total War, y que nadie saque conclusiones inapropiadas. Las facciones malvadas siguen su doctrina, y adem¨¢s cuenta con su propia facci¨®n... y es posible que veamos al Se?or Oscuro frente al ej¨¦rcito en alguna batalla. Si una naci¨®n afiliada a la Sombra recupera el Anillo ?nico, su misi¨®n es llevarlo a Barad-d?r, en la tierra de Mordor. Sin embargo, podemos fallar en este empe?o. No os preocup¨¦is, que el Amo ser¨¢ comprensivo y simplemente ordenar¨¢ al resto de facciones malvadas que nos ataquen para recuperarlo, algo as¨ª como si nos excomulgasen. En el caso de que el Anillo ?nico caiga del lado de los Pueblos Libres, habr¨¢ que acudir al Concilio Blanco para debatir cu¨¢l ser¨¢ su destino, y finalmente dirigir al Portador del Anillo hacia el Monte del Destino. De lograrlo, derrotaremos a Sauron y todas las tropas de la Sombra sufrir¨¢n un duro golpe, haciendo posible que el resto de naciones pueda avanzar hacia la victoria definitiva.
Pod¨¦is adivinar que el trabajo de adaptaci¨®n realizado en Third Age: Total War es fant¨¢stico, y su apartado t¨¦cnico no se queda atr¨¢s. Se han sustituido los modelados de las tropas originales de Medieval II: Total War - Kingdoms por nuevas unidades basadas en las facciones disponibles, as¨ª como criaturas y personajes especiales. Los dise?os se han basado, como dijimos anteriormente, en el estilo visual de la trilog¨ªa de El Se?or de los Anillos, de forma que cualquier que haya visto las pel¨ªculas reconocer¨¢ f¨¢cilmente los tipos de soldados que aparecen. Por supuesto, se han a?adido nuevas posibilidades en cada ej¨¦rcito, algunas a las que no se hace referencia expl¨ªcita en ning¨²n apartado de la obra pero que son necesarias para equilibrar la balanza y conseguir que nos encontremos ante una opci¨®n jugable. En este sentido, la IA ha sido alterada para recibir recompensas peri¨®dicas, subsanando as¨ª las diferencias que pueda haber con las naciones controladas por los jugadores, que reciben ingresos y premios por otras fuentes, como la realizaci¨®n de misiones.
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Instalaci¨®n
En primer lugar, vamos a hacer un recuento de todo lo necesario para disfrutar de Third Age: Total War. Si ten¨¦is en vuestro poder el t¨ªtulo Medieval II: Total War, junto con la expansi¨®n Medieval II: Total War - Kingdoms, ya hab¨¦is andando la mitad del camino, y lo que resta es bastante sencillo. La versi¨®n actual del mod es la 3.2, que podr¨¦is conseguir en los enlaces que proporcionamos al final de este apartado. Concretamente, primero tendr¨¦is que instalar la versi¨®n 3.0 y luego actualizarla hasta su m¨¢s reciente actualizaci¨®n, siguiendo los pasos que os describimos.
Los pasos difieren un poco, en funci¨®n de si usamos o no Steam. Vamos a comenzar por las adquisiciones de Medieval II: Total War que no forman parte de la plataforma de Valve. Lo primero, si ven¨ªs de alguna versi¨®n anterior de Third Age: Total War, lo recomendable es que elimin¨¦is la misma porque este proceso solamente es v¨¢lido a partir de la 3.0 y cualquier versi¨®n anterior podr¨ªa daros problemas. Basta con eliminar la carpeta manualmente, pues la instalaci¨®n del mod no ejecuta cambio alguno en el registro de Windows.
Comprobad que vuestro Medieval II: Total War - Kingdoms est¨¢ correctamente instalado y funciona. Algunos problemas posteriores podr¨ªan deberse al propio motor del t¨ªtulo, y si no funcionaba como debiera, la instalaci¨®n del mod no va a corregir los errores. No es necesario que lo instal¨¦is en ninguna ruta concreta, cualquiera valdr¨¢, pero recordad la misma para cuando llegue el momento de aplicar las modificaciones de Third Age: Total War. En este punto, tambi¨¦n nos recomiendan que actualicemos el t¨ªtulo a su ¨²ltima versi¨®n, 1.05. Aunque el mod es compatible con versiones anteriores, siempre es mejor si tenemos todas las correcciones de las funcionalidades del juego. Si hasta aqu¨ª todo est¨¢ correcto, podemos continuar.
Tendremos que descargar los archivos que os indicamos al final del texto, todos ellos necesarios para aplicar la modificaci¨®n desde su versi¨®n 3.0 y actualizarla a 3.2. Tambi¨¦n, precisamente en el orden en el que os proporcionamos los enlaces, iremos ejecutando los instaladores, concretando como ruta la que hemos elegido para Medieval II: Total War - Kingdoms. Hacedlo todo con permisos de administraci¨®n, para evitar problemas.
En el caso de que vuestro Medieval II: Total War - Kingdoms haya sido comprado mediante Steam, seguiremos los pasos descritos para el otro tipo de instalaci¨®n, pero tendremos que realizar una acci¨®n adicional. Buscaremos en la carpeta de instalaci¨®n del juego, en "Steam/Steamapps/Common/Medieval II Total War", y ah¨ª tendremos un directorio con el nombre "mods". En su interior estar¨¢ la instalaci¨®n de Third Age: Total War, as¨ª como las carpetas correspondientes a las campa?as de la expansi¨®n Kingdoms. La mala noticia, es que vamos a tener que prescindir de una de ellas, y la buena es que no es necesario borrarla. Cambiaremos el nombre a la campa?a que m¨¢s rabia nos d¨¦, y luego tendremos que llamar a la carpeta "Third_Age_3" con el denominativo que hemos quitado. Por ejemplo, si quitamos la campa?a "Britannia", llamaremos al directorio "britannia" como "viejo_britannia", y renombraremos "third_age_3" como "britannia". Como pod¨¦is intuir, para acceder al mod ejecutaremos la campa?a que hemos sustituido, en este caso: Britannia.
Si ten¨¦is alg¨²n problema para jugar a Third Age: Total War, en sus foros oficiales pod¨¦is encontrar mucha ayuda de otros usuarios. En principio, con los pasos anteriores podr¨¦is lanzaros de inmediato a comandar un ej¨¦rcito en la Tierra Media. ?Esperad! A¨²n tenemos algo que ense?aros... ?os olvid¨¢is de que hoy traemos dos modificaciones sobre El Se?or de los Anillos? Llega el turno de The Last Days.
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La modificaci¨®n para Medieval II: Total War - Kingdoms puede ser perfecta para los amantes de la estrategia, pero¡ ?qu¨¦ ocurre con la acci¨®n? ?Y si queremos lanzar flechas como Legolas, o repartir hachazos como Gimli? ?Es posible liderar una carga de los rohirrim frente a un grupo de orcos de Isengard? Bien, si lo que os gusta es la acci¨®n, entonces la siguiente opci¨®n es la correcta para vosotros. A pesar de que muchas de los videojuegos basados en El Se?or de los Anillos han procurado facilitarnos combates fren¨¦ticos, sobre todo basados en las pel¨ªculas, algunos fans de Tolkien siguen esperando una sensaci¨®n m¨¢s parecida a lo que se narra en los libros. Con The Last Days, tendr¨¦is una adaptaci¨®n un poco m¨¢s fiel.
Una de las grandes caracter¨ªsticas de Mount & Blade, es su alt¨ªsima capacidad de personalizaci¨®n y modificaci¨®n. De hecho, es probable que la inmensa mayor¨ªa de los usuarios del juego hayan pasado m¨¢s tiempo frente a alg¨²n mod, que ante la ambientaci¨®n original de Calradia. Una de las m¨¢s logradas, a la vez que ansiadas por todos, es la que nos ocupa: The Last Days of the Third Age of Middle-Earth. Decimos ansiada, porque este mod estuvo bastante tiempo sin recibir actualizaciones, dado que los elementos necesarios para conseguir los objetivos que sus desarrolladores se hab¨ªan propuesto, eran imposibles de lograr con la tecnolog¨ªa disponible en las herramientas para alterar el contenido del juego. As¨ª, desde la versi¨®n 0.888 de Mount & Blade, no hubo nuevas versiones jugables de The Last Days hasta la actualizaci¨®n 1.011, despu¨¦s de que Paradox Interactive ayudase a Taleworlds a lanzar su producto. Este amor por la perfecci¨®n ha llevado a sus desarrolladores a no plantearse trasladar el mod a posteriores ediciones de Mount & Blade, como Mount & Blade: Warband o Mount & Blade: With Fire & Sword.
Los desarrolladores de The Last Days afirman que no se han basado en la pel¨ªcula en absoluto. S¨ª, puede que algunos elementos tengan el aspecto visual que se vio en el trabajo de Peter Jackson, pero eso es simplemente porque no contradice lo que narran libros. El juego nos permite participar, en vivo y en directo, en la Guerra del Anillo, formando parte de alguno de los bandos que lucharon en la misma, o bien como una Compa?¨ªa libre. En este caso, por limitaciones t¨¦cnicas del juego, no nos encontramos con un mapa completo de todo el Oeste de la Tierra Media. En su lugar, los desarrolladores se han centrado en las zonas donde se encuentran los principales focos de acci¨®n durante la contienda entre los Pueblos Libres y las fuerzas de Sauron, desde las Monta?as Nubladas hasta el Mar de Rh?n, obviando las tierras que van desde la citada cordillera, hasta las Monta?as Azules y los Puertos Grises.
Lo primero, como en cualquier partida de Mount & Blade, es crearnos un personaje. En este caso, elegiremos de entre alguna de las razas disponibles, lo que va a indicar nuestro lugar de inicio en la partida. Podemos escoger entre humanos, elfos, enanos u orcos, de distintas procedencias. Adem¨¢s del asentamiento inicial, cada cultura tiene algunas limitaciones y ventajas. Las razas de menor estatura no podr¨¢n montar a caballo durante la batalla, pero puede que sean m¨¢s fuertes o resistentes, o bien mucho m¨¢s baratas de contratar. En general, y como aviso previo, en la versi¨®n actual puede que escoger una facci¨®n "malvada" acabe en el m¨¢s absoluto de los fracasos. Pr¨¢cticamente todas las unidades de los bandos de la Sombra son m¨¢s d¨¦biles que sus equivalentes en el resto de naciones, lo que nos llevar¨¢ a la derrota tarde o temprano. Sus desarrolladores buscar¨¢n una manera de equilibrar el juego en futuras versiones.
Las posibilidades son variadas: desde humanos de Minas Tirith, Rohan o del Valle, enanos de las Colinas de Hierro, Montaraces de Imladris, elfos de Lothl¨®rien, Imladris o Bosque Negro, orcos de Isengard o uruk-hai de Mordor, ... Esto solamente implica nuestro origen, pero no nuestra afiliaci¨®n. Cualquier personaje puede ir ganando puntos de reputaci¨®n y recursos con cualquiera de las facciones existentes. Este valor tiene dos significados ya que, por una lado, es el indicador de nuestro rango en una naci¨®n concreta: Rohan, Gondor, L¨®rien,... y por otro, es el sustituto de cualquier elemento monetario y se usa para adquirir objetos o reclutar tropas en los asentamientos de dicha facci¨®n. De este modo, las armaduras ¨¦lficas solamente pueden conseguir con recursos ¨¦lficos, y los corceles de Rohan con sus equivalentes entre los rohirrim. No son intercambiables.
Por otro lado, existe un contador de nuestro respeto en un bando, y esto se define con los denominados puntos de influencia. Se obtienen al realizar misiones para personajes de un bando, y al derrotar a sus enemigos naturales. Con influencia podremos obtener valiosas recompensas por parte de alg¨²n poderoso personaje de un bando, aunque su coste es bastante elevado. Podr¨¦is imaginar que tales objetos son, cuanto menos, de los m¨¢s poderosos de toda la Tierra Media y har¨¢n falta muchas misiones para obtener los suficientes. Por ¨²ltimo tenemos el rango, que es nuestra posici¨®n militar en nuestra facci¨®n. De este valor depender¨¢n varias variables, como la cantidad m¨¢xima de tropas o prisioneros que pueden venir con nosotros, nuestros ingresos semanales en forma de recursos y la posibilidad de desbloquear algunas funcionalidades adicionales.
Cada bando controla una serie de asentamientos, al igual que en la ambientaci¨®n original de Mount & Blade. Sin embargo, algunos de ellos son din¨¢micos, en el sentido de que pueden ser aniquilados definitivamente, como sucede con algunos campamentos orcos. El resto, los tradicionales, corresponden a lugares conocidos de la geograf¨ªa de la Tierra Media, y sirven de bastiones para los Pueblos Libres y la Sombra. Es posible viajar libremente por aquellos en los que no nos odien, ya sea por nuestro alineamiento o por m¨¦ritos anteriores, como haber derrotado a sus ej¨¦rcitos en batalla. En su interior encontraremos personajes de la mitolog¨ªa de Tolkien, como Elrond y sus hijos Elladan y Elrohir, Celeborn y su esposa Galadriel, el rey Thranduil, Denethor o Faramir, Th¨¦oden,... que nos asignar¨¢n encargos. Tambi¨¦n conoceremos a potenciales acompa?antes, algunos inventados y otros sacados de las novelas.
Por otro lado, cada raza tiene sus propias armas y armaduras, y con altas limitaciones. Estos elementos pueden distinguirse f¨¢cilmente, gracias a los emblemas de cada bando: el ?rbol Blanco de Minas Tirith, el Ojo de Sauron, la Mano Blanca de Isengard,... y lo mismo ocurre con las armas o monturas, teniendo caballos ¨¦lficos, huargos y hasta mearas de Rohan. Como peculiaridad, decir que al final de las batallas no obtendremos el bot¨ªn habitual como en Mount & Blade, ya que se nos recompensar¨¢ con 'metal scraps' para canjearlos por recursos en cualquiera de los asentamientos de la facci¨®n que deseemos. Las tropas ir¨¢n aumentando de nivel en sucesivos combates, con la posibilidad de ser mejoradas a nuevos tipos especializados. No es obligatorio que todos nuestros seguidores sean de una ¨²nica facci¨®n, ya que nada impide que nuestro grupo est¨¦ formado por arqueros elfos, guerreros enanos, jinetes de Rohan y soldados de Gondor.
El manejo es exacto al de Mount & Blade, alternando nuestro movimiento por el mapa con las batallas, asedios y escaramuzas que surgir¨¢n de nuestro encuentro con unidades enemigas, o asaltos a asentamientos y ciudades. Como peculiaridad, las unidades no empezar¨¢n el combate en movimiento, lo habitual en el juego de Taleworlds, y permanecer¨¢n est¨¢ticas al comienzo de la batalla a la espera de nuestras ¨®rdenes. En cuanto a los asaltos y asedios, no se nos permite iniciar uno por nuestra cuenta y riesgo, pero s¨ª unirnos a los que ya se hayan iniciado. Esto disminiye nuestro rango de acci¨®n que, por otro lado, es bastante amplio en The Last Days. Tenemos completa libertad para movernos por cualquier zona del mapa y enfrentarnos a los enemigos que creamos convenientes. Incluso es posible descubrir lugares ocultos gracias a las pistas que nos proporcionen algunos personajes del juego.
Otros cambios nos ofrecen comportamientos m¨¢s adecuados a lo que Tolkien narraba en sus historias. Los grupos de orcos, por ejemplo, podr¨¢n comerse a sus prisioneros en lugar de asesinarlos. El grado de fidelidad con la obra del escritor, tambi¨¦n se hace patente en las opciones de inventario, puesto que en funci¨®n de nuestro origen no seremos capaces de utilizar algunas, lo que significa que nunca veremos a un guerrero elfo portando una armadura orca. De igual manera, Mordor e Isengard competir¨¢n entre s¨ª durante casi toda la Guerra del Anillo, manteni¨¦ndose fuertes a lo largo del conflicto. Mientras que otras naciones enemigas pueden debilitarse hasta casi desaparecer, conseguir lo propio con Sauron o Saruman puede ser casi imposible. Decimos casi, porque que nadie tenga dudas de que la guerra puede ganarse¡ aunque a un coste muy elevado de tropas.
Algunos cambios en la l¨®gica de Mount & Blade hacen posible la gesti¨®n de la Guerra del Anillo, y la evaluaci¨®n de cada facci¨®n es una de ellas. A partir de sus estado inicial, el juego va evaluando los resultados de cada batalla para debilitar o fortalecer a las naciones que combaten, de manera que las derrotas pueden ir llevando a una raza a la derrota definitiva. Cuando se acerca ese estado, es f¨¢cil que sus enemigos se abalancen para asestar el golpe final, y tampoco es raro que el resto de bandos aproveche para contraatacar. Aunque cuando empecemos la partida, la guerra todav¨ªa no se habr¨¢ iniciado y faltar¨¢n unos pocos d¨ªas hasta que se declare de forma ¡°oficial¡±, podemos empezar a reclutar seguidores y aumentar nuestro poder para allanar nuestro camino.
Si bien el nivel t¨¦cnico de Mount & Blade ya ha ido quedando obsoleto, y m¨¢s a¨²n si tenemos en cuenta que se sigui¨® trabajando en nuevas ediciones en lugar de en actualizaciones del juego original, los modelados de los personajes de The Last Days son fant¨¢sticos. Se ha cuidado hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, como cambiar las representaciones de las ciudades, gen¨¦ricas en otros mods, por unas propias para los asentamientos m¨¢s importantes. A nivel sonoro, el juego cuenta con su propio hilo musical, m¨¢s de 180 minutos grabados, y voces ¨²nicas para las tropas de todas las razas¡ que hablar¨¢n en los idiomas de cada una de las culturas de la Tierra Media. Con The Last Days podr¨¢s lanzarte contra un grupo de orcos, mientras los soldados de Gondor gritan ¡°?Elendil!¡±.
No cabe duda de que El Se?or de los Anillos es una ambientaci¨®n perfecta para la mec¨¢nica de Mount & Blade, y muy agradecida. El resultado es sorprendente, casi m¨¢s que el t¨ªtulo original. Tener la posibilidad de controlar tropas de rohirrim, orcos, enanos o elfos silvanos, y lanzarlos a la batalla bajo nuestras ¨®rdenes en tiempo real a la vez que lanzamos golpes contra huargos y trolls¡ es una de las experiencias mejor logradas respecto a la obra de Tolkien. Sus desarrolladores ya trabajan en nuevas mejoras: Nuevos elementos relacionados con los Nazg?l, sistema de moral durante las batallas, ¡ Actualmente hay una beta, pero no se garantiza su estabilidad, as¨ª que centraremos nuestros esfuerzos en hacernos con la ¨²ltima versi¨®n estable para The Last Days of the Third Age of Middle-Earth.
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Instalaci¨®n
Por si no hab¨ªa quedado claro, The Last Days es una conversi¨®n total para Mount & Blade, as¨ª que necesitaremos una copia de este juego para poder disfrutar de este simulador de combates medievales trasladado a la Tierra Media de J. R. R. Tolkien. Es interesante actualizar el t¨ªtulo hasta la versi¨®n 1.011, y es que en el producto de Taleworlds podemos encontrar bastantes problemas en el caso de que no coincidan exactamente las actualizaciones con las versiones para las que una modificaci¨®n ha sido dise?ada. Un aviso importante: The Last Days no es compatible con otros mods, ni con la ambientaci¨®n original de Calradia. Todo se perder¨¢ al aplicar el mod, y si hacemos cambios m¨¢s tarde, nuestra versi¨®n de El Se?or de los Anillos dejar¨¢ de funcionar.
Nos recomiendan que usemos una instalaci¨®n limpia del juego, aunque no es obligatorio, y apliquemos Mount & Blade 1.011 Enhanced Version, que es un parche mejorado de la ¨²ltima actualizaci¨®n del t¨ªtulo. Entre otras cosas, este parche elimina la restricci¨®n de 32 participantes por batalla, a?ade muchas correcciones y una mejora sustancial de la estabilidad del t¨ªtulo. Todo buenas noticias, ?verdad? Para Steam el proceso no var¨ªa, pero recordad que el directorio en el que se encuentra la copia Steam de Mount & Blade es ¡°Steam/steamapps/common/mount and blade¡± y, una vez m¨¢s, que la ambientaci¨®n original quedar¨¢ inutilizada por completo. Si quer¨¦is regresar a la misma, tocar¨¢ desinstalar y volver a instalar.
El proceso de instalaci¨®n es bastante simple. Localizamos la carpeta en la que est¨¢ juego, y desde all¨ª ¡°Mount & Blade/Modules¡±. Descomprimimos el archivo con la modificaci¨®n, y lo copiamos en una nueva carpeta llamada ¡°TLD¡± que crearemos en la ruta anterior. Acto seguido, tendremos que mover algunos archivos de sitio, porque son necesarios para el buen funcionamiento de The Last Days:
Para acabar, aplicaremos un ¨²ltimo parche de correcci¨®n del mod, el Hotfix 3.13 que repara algunos problemas a la hora de reproducir la m¨²sica del juego. Para ello, copiamos el contenido del fichero en el directorio de The Last Days. Tambi¨¦n es posible descargar mejoras adicionales compatibles con esta modificaci¨®n, como mejores animaciones para las batallas, versiones femeninas de las armaduras y modelos de combate realistas. Los encontrar¨¦is todos en los enlaces del final del texto. Ya solamente queda escoger nuestro personaje, y luchar por el bando del bien o someter a los Pueblos Libres. Vosotros eleg¨ªs.
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Hasta aqu¨ª nuestro repaso de estos dos magn¨ªficos mods, que seguro que os ayudar¨¢n a experimentar de cerca lo que J. R. R. Tolkien narraba en sus m¨¢s famosas novelas. Puede que todav¨ªa tengamos que esperar para encontrar una adaptaci¨®n de El Se?or de los Anillos, o de El Hobbit, que realmente pueda satisfacer a los m¨¢s asiduos seguidores de esta franquicia de fantas¨ªa ¨¦pica, pero con trabajos como estos, las esperanzas de que alg¨²n d¨ªa lleguen se mantienen vivas. ?Qui¨¦n sabe? Quiz¨¢s el videojuego definitivo sobre la Tierra Media est¨¦ cada d¨ªa m¨¢s cerca, aunque no sea una gran compa?¨ªa la que lo est¨¦ desarrollando. Nam¨¢ri? y disfrutad de las partidas.