Persona 4 Golden, Impresiones

Ha llovido mucho desde el lanzamiento de Persona 4, la secuela espiritual de uno de los JRPGs m¨¢s aclamados tanto por el p¨²blico como por la cr¨ªtica. El tiempo que ha transcurrido desde la aparici¨®n del t¨ªtulo como exclusiva de la decana PlayStation 2 hasta nuestros d¨ªas (cuatro a?os despu¨¦s de que Jap¨®n lo recibiese con sus mejores galas en 2008) ha servido para entender el sublime trabajo que Atlus realiz¨® de cara a publicar el que probablemente para muchos, y con perd¨®n de la rama central de Shin Megami Tensei, sea el mejor trabajo hasta la fecha que la compa?¨ªa nipona ha publicado en su dilatada historia. Es un ejercicio f¨²til entrar a comentar la grandeza de un videojuego que lleg¨® de improviso en la recta final de una consola que pudo presumir de contar con un cat¨¢logo tan rico como variado en todas sus aristas, o destacar la importancia de los cambios introducidos en un g¨¦nero que quiz¨¢ no por casualidad ha ido en declive desde ese momento. No vale la pena por una sencilla raz¨®n: lo que ha trascendido con el paso de los a?os es la dedicaci¨®n de una compa?¨ªa para con su p¨²blico al margen de la calidad que atesoren sus productos.

Pero lo cierto es que, se mire como se mire, es dif¨ªcil entender Persona 4 como un producto residual de una ¨¦poca ¨Cel ocaso de una consola-. Con unos valores de producci¨®n por debajo de lo que el gran circo de los videojuegos tiene acostumbrados a sus espectadores, la obra de Atlus permiti¨® afrontar un estilo de juego manido desde una perspectiva fresca. Tanto fue as¨ª que un su momento muchos ¨Cy aqu¨ª se incluye la persona que suscribe este texto- dieron por sentado que el devenir del JRPG estar¨ªa ¨ªntimamente ligado a los avances que Persona 4 trajo consigo ante la amplia sorpresa de la comunidad de jugadores. Nada m¨¢s lejos de la realidad y siguiendo la t¨®nica que se ha podido leer desde estas mismas l¨ªneas en los ¨²ltimos meses, el sector japon¨¦s de la industria sigue divagando respecto a qu¨¦ camino se debe seguir para que el g¨¦nero recobre el esplendor perdido. En este caso se debe incluir por fuerza mayor tambi¨¦n a Atlus, tan dispuesta a innovar como a perpetuar en exceso sus licencias m¨¢s sonadas, lo que en ¨²ltima instancia lleva a una saturaci¨®n da?ina del mercado.

Atlus dice ser consciente de lo que pide el aficionado ac¨¦rrimo sin perder el miedo al desencanto que producen nuevos proyectos. Aprende de sus errores, analiza la industria y no desde?a una buena oportunidad de probar nuevas f¨®rmulas. El ¨¦xito de Persona 4 fue en gran parte producto de la expectaci¨®n que despert¨® Persona 3. En sendos casos, Atlus aprovech¨® el tir¨®n medi¨¢tico para ampliar la oferta de productos relacionados con la franquicia. Esto se tradujo en la aparici¨®n de dos series de animaci¨®n de considerable ¨¦xito en suelo nip¨®n, de novelas, juegos de mesa y toda clase de merchandising. Curiosamente, y a diferencia de lo que suele suceder con otros productos menos sectarios, la base de aficionados recibi¨® estos productos como agua de mayo. Es inevitable formularse una recurrente pregunta llegados a este punto: ?cu¨¢ndo algo funciona, para qu¨¦ cambiarlo? La respuesta por la que se mueve Atlus es distinta a la que se suele encontrar en estos casos: Si algo funciona puede ser mejorado.

As¨ª lo atestigu¨® Persona 3 FES, una edici¨®n especial aparecida en PlayStation 2 que ampliaba el marco argumental, a?adiendo nuevas mazmorras, objetos y notables mejoras en el sistema de combate. Resulta dif¨ªcil explicar cu¨¢n de gratificante resulta sentarse a jugar a un producto que mejora absolutamente todos los puntos de su antecesor, y que adem¨¢s aparece en el mercado a mitad de precio sin hacer apenas ruido. M¨¢s tarde llegar¨ªa el turno de Persona 3 Portable, uno de los videojuegos que mejor calificaci¨®n media han obtenido en la historia de PlayStation Portable, ejemplo a seguir sobre c¨®mo realizar un port de una consola de sobremesa a otra port¨¢til sin perder los rasgos caracter¨ªsticos del t¨ªtulo en cuesti¨®n, sino m¨¢s bien todo lo contrario: ampliando su contenido, adaptando y enriqueciendo eso que los cr¨ªticos han dado por bueno en denominar ¡°experiencia de juego¡±. Y si bien es cierto que las circunstancias que rodearon a Persona 3 su momento no son exactamente las mismas que las de Persona 4, es imprescindible conocer el modus operandi de la compa?¨ªa japonesa para entender con qu¨¦ prop¨®sito aparece en el mercado estadounidense Persona 4 Golden, el t¨ªtulo que hoy, despu¨¦s de una extensa introducci¨®n, nos ocupa.

Ser¨ªa incorrecto hablar de una ampliaci¨®n o de un port, dado que Persona 4 Golden (adjetivo que recibe para enardecer el color que caracteriza esta edici¨®n, am¨¦n de su noci¨®n de ser la entrega definitiva y m¨¢s completa basada en este cap¨ªtulo) se sale de las convenciones a las que estas descripciones suelen ata?er. Sin embargo, el prop¨®sito de P4G es b¨¢sicamente el mismo que hubo ocasi¨®n de discutir cuando se anunci¨® el desarrollo de P3P: se trata de un videojuego inspirado en la edici¨®n de sobremesa que adapta su contenido a las proporciones de una port¨¢til, en este caso PSVita, que mejora sustancialmente el contenido del t¨ªtulo original mediante el a?adido de novedades en todos sus apartados. Desde el argumento hasta el sistema de combate, pasando por la cantidad de minijuegos o por el n¨²mero de escenarios a explorar, P4G es una versi¨®n muy modificada de su hom¨®nimo. Potencia sus virtudes, enmienda sus carencias y a?ade nuevos valores que est¨¢n sujetos a un pormenorizado an¨¢lisis que tendr¨¢ lugar el 24 de febrero de 2013, fecha fijada para el lanzamiento europeo del t¨ªtulo.

Centr¨¦monos pues en las impresiones que transmiten las primeras horas de juego, sobre todo en lo relacionado con los apartados que han pasado por una transformaci¨®n evidente. El primer aspecto que llama poderosamente la atenci¨®n es el cambio en los CGIs de introducci¨®n que dan la bienvenida al jugador, por los que desfilan los nuevos personajes incluidos en esta edici¨®n. La presencia de estos personajes refuerza dos aspectos fundamentales de la mec¨¢nica de juego: por un lado los Social Links a los que el jugador tiene acceso; por el otro, la cantidad de Ultimate Personas que se pueden descubrir. Los v¨ªdeos que se han introducido no s¨®lo aparecen en la introducci¨®n sino que hacen acto de presencia en distintas partes de la historia, a veces ampliando la informaci¨®n que se conoc¨ªa en el original respecto a los sucesos que han tenido lugar en un asesinato, a veces ofreciendo nuevos datos sobre la personalidad de alg¨²n que otro personaje en espec¨ªfico. Realmente cuesta distinguir entre los v¨ªdeos que estaban presentes en P4 y los que se han a?adido para confeccionar P4G, en uno de los rasgos que dan a entender hasta qu¨¦ punto transmite esta aventura la impresi¨®n de ser totalmente nueva y no una simple ampliaci¨®n.

La aparici¨®n de nuevas zonas permite la introducci¨®n de otro elemento que cobra vital importancia en esta edici¨®n: una scooter. Cuando la partida transcurre por su ecuador se abre la posibilidad de obtener el carnet de motocicleta, el ¨²nico medio de transporte que permite viajar de un sector a otro. El uso de este objeto va m¨¢s all¨¢ de lo que cabe imaginar en un principio dado que determinados personajes hacen uso de ella durante los combates, aparte de tratarse de un objeto al que se suele recurrir en los momentos de humor, que sigue muy presente en el gui¨®n. L¨®gicamente la inclusi¨®n de estas dos nuevas zonas cambia el mapa de la regi¨®n y de paso sirve tambi¨¦n para ampliar la cantidad de acciones que se pueden realizar en el mismo d¨ªa. Ahora es posible ir a comprar, visitar amigos o realizar trabajos de noche. Esto se traduce en la posibilidad de adquirir mejores atributos en determinados aspectos de la condici¨®n social del protagonista. Estos a?adidos se suman a la lista de mejoras que sin reinventar la rueda alteran notablemente la mec¨¢nica de juego, aportando mayor profundidad a la aventura.

Los cambios que se han introducido en el sistema de combate van de la mano con los que ata?en a las fases de exploraci¨®n. El m¨¢s destacado de todos entra en relaci¨®n con el ¡®Shuffle Time¡¯ al que los jugadores ten¨ªan acceso tras finalizar un enfrentamiento. Ahora existe opci¨®n a escoger una carta que se corresponde con un beneficio o perjuicio determinado. Con algo de pr¨¢ctica es posible descubrir todas las cartas obteniendo mejoras en las estad¨ªsticas del grupo de personajes, aunque para ello es necesario entender cu¨¢les son los efectos negativos que permiten descubrir ciertas cartas. Con respecto a los combates propiamente dichos, los personajes cuentan con un abanico de opciones m¨¢s variado, siendo posible escoger qu¨¦ habilidades aprender y cu¨¢les desechan. Es posible tambi¨¦n, llegados a cierto punto en la aventura, aumentar el nivel de las Personas hasta la tercera fase, lo que coloca al jugador en una situaci¨®n aventajada con respecto a la mayor¨ªa de enemigos que pueden ser encontrados en la aventura.

Una de las novedades en las que m¨¢s esfuerzo y tiempo ha invertido Atlus es en la presencia de un componente Online por primera vez en la historia de Persona. Su funcionamiento recuerda al de Catherine, aunque su uso es mucho m¨¢s importante que en la aventura de Vincent. B¨¢sicamente, el juego recoge la informaci¨®n disponible durante los combates y se la ofrece a otros jugadores para ver de qu¨¦ manera se han superado momentos cruciales en la trama. En ¨²ltima instancia es posible realizar una llamada de socorro que puede proporcionar un peque?o aumento en la vitalidad y en los puntos especiales del grupo de h¨¦roes cuando la situaci¨®n parece insalvable. Habr¨¢ que esperar para ver qu¨¦ tal funciona esta opci¨®n en Europa y su Atlus decide finalmente incluir el Online, algo que parece bastante probable si se tiene en cuenta que la edici¨®n norteamericana es pr¨¢cticamente id¨¦ntica a la japonesa salvo por la omisi¨®n de dos v¨ªdeos promocionales, f¨¢cilmente accesibles en la red.

Un compendio de mejoras