Need for Speed Most Wanted (Vita)

El acercar la experiencia de la consola de mesa al formato port¨¢til siempre ha sido un viejo sue?o por parte de varias compa?¨ªas en la historia. Desde Sega, que cre¨® una Master System optimizada y port¨¢til en la forma de Game Gear, y m¨¢s tarde lo volvi¨® a intentar con Nomad -una Mega-Drive port¨¢til- a compa?¨ªas como NEC, que tambi¨¦n intent¨® algo similar con la TurboExpress, una versi¨®n ¡°de bolsillo¡± de TurboGrafx. De ellas s¨®lo Game Gear se hizo con un hueco, aunque muy por debajo del gigante en el que se hab¨ªa convertido Game Boy. No fue hasta la llegada de PSP cuando se volvi¨® a apostar por esa filosof¨ªa: la experiencia de la consola de mesa en la palma de tu mano. PSP no era una PS2 port¨¢til, ni por tecnolog¨ªa ni por controles, pero se forj¨® su camino con experiencias muy propias de la consola de mesa: Monster Hunter, Gran Turismo, God of War, Tekken... Por supuesto, hab¨ªa que adaptarlas al nuevo hardware, tanto en lo que se refer¨ªa a aspectos t¨¦cnicos como al importante tema del control con un solo anal¨®gico, surgiendo as¨ª experiencias similares a sus contrapartidas de PS2, pero repensadas para la port¨¢til, d¨¢ndoles una naturaleza propia. Eran algo distinto a "simples" conversiones.

Con Vita en cambio, las compa?¨ªas pueden permitirse coger un juego de PS3 y meterlo con calzador en formato de bolsillo. Las distancias en cuanto a potencia de ambas m¨¢quinas existen pero no son tan grandes como para impedir una conversi¨®n directa, y el tener dos an¨¢logicos y seis botones facilitan una transici¨®n sencilla de los controles. Todo esto ya se sab¨ªa, pero Most Wanted es quiz¨¢s el juego que mejor represente esta nueva posibilidad, y tambi¨¦n el que mejor presenta las virtudes y defectos de este planteamiento hasta la fecha. Tener un juego t¨¦cnicamente ambicioso en sus versiones de mesa como la ¨²ltima obra de Criterion, pasado casi ¨ªntegramente a formato port¨¢til, no deja de ser algo que impresiona y algo que s¨®lo Vita es capaz de ofrecer hoy en d¨ªa, pero semejante muestra de poder¨ªo t¨¦cnico de bolsillo no est¨¢ exento de contrapartidas.

Primero lo positivo. Most Wanted es un gran juego de conducci¨®n arcade, lo es en los formatos de mesa y tambi¨¦n lo es en Vita, pues el juego ha sido convertido de forma pr¨¢cticamente ¨ªntegra. A algunos aficionados les cuesta digerir que la f¨®rmula de Burnout Paradise haya ¡°invadido¡± Need for Speed de esta manera tan brutal, especialmente tomando el mismo nombre de una entrega tan representativa de la saga como Most Wanted. Pero aunque las quejas pueden estar justificadas y son razonables por parte de los que disfrutaron de la estructura del original, si se mira m¨¢s all¨¢ del uso del nombre encontramos un gran juego que recoge todos los elementos que hicieron a Paradise una de las experiencias de conducci¨®n m¨¢s laureadas y exitosas de esta generaci¨®n. La estructura completamente abierta, el concepto de buscar tu propia diversi¨®n por las calles de Fairhaven, la velocidad endiablada, los takedowns la forma de establecer ¡°circuitos¡± dentro de la propia red de carreteras de la ciudad, el concepto de multijugador completamente integrado gracias Autolog... todas las virtudes de la versi¨®n de mesa est¨¢n aqu¨ª presentes.

Resulta particularmente impresionante ver Fairhaven a trav¨¦s de la pantalla de Vita. Tener una ciudad algo m¨¢s grande que Paradise City en la palma de la mano, poder ir a cualquier lugar, tomar carreteras secundarias ocultas, saltar por lugares imposibles, conducir por el centro con sus rascacielos... todo es id¨¦ntico a la versi¨®n en consola, sin cargas y con completa libertad. El objetivo del ¡°modo campa?a¡± por as¨ª decirlo es el mismo, conseguir puntos y retar a los 10 conductores m¨¢s buscados de la ciudad para llegar a lo m¨¢s alto, pero no hay una campa?a estructurada o una progresi¨®n lineal a ese camino. Hay una gran variedad de coches de gama alta repartidos por la ciudad y conseguirlos es tan f¨¢cil como encontrarlos y montarte en ellos, momento en el que pasan a estar disponibles en nuestra colecci¨®n. Adem¨¢s est¨¢n los 10 modelos propiedad de los conductores ¡°Most Wanted¡± que se pueden obtener haci¨¦ndoles un Takedown una vez que han sido vencidos en carrera.

Una vez en el veh¨ªculo, puedes elegir hacer carreras para liberar complementos que afectan a su comportamiento. Desde varios tipo de nitro al tipo de ruedas o chasis -que no afectan a la est¨¦tica pero refuerzan aspectos como la estabilidad, aceleraci¨®n o velocidad punta-. Most Wanted no es un juego que ponga mucho peso en la personalizaci¨®n del veh¨ªculo -m¨¢s bien nada- pero estos peque?os toques ayudan a personalizar un poco el estilo de conducci¨®n. Por ejemplo, si conduces un deportivo en una zona con mucha tierra, es preferible usar ruedas preparadas para esa clase de caminos porque si no la penalizaci¨®n de velocidad es muy elevada -tambi¨¦n hay veh¨ªculos como Lands Rovers que est¨¢n de serie mejor preparados para esa clase de terrenos, aunque claro que no tienen la velocidad o la aceleraci¨®n de un Lamborgini o un Maserati. Cada veh¨ªculo tiene carreras personalizadas en diferentes partes de la ciudad, as¨ª que uno de los entretenimientos del juego es ir consiguiendo todos los veh¨ªculos y avanzar en su particular ¡°mini-progresi¨®n¡± para conseguir todas las piezas.

El modelo de conducci¨®n tampoco cambia con respecto a las versiones de mesa. Most Wanted es un arcade por encima de todo, as¨ª que la premisa b¨¢sica es ¡°r¨¢pido y salvaje¡±. La sensaci¨®n de velocidad era uno de los grandes alicientes de Paradise y aqu¨ª se mantiene, e incluso se mejora. La velocidad es endiablada, los choques son brutales y todo es exagerado, como cuando un coche derrapa a toda velocidad y parece que el asfalto se vaya a desgarrar de la sensaci¨®n audiovisual que produce. Hay diferencias entre los veh¨ªculos, todos coches de marcas conocidas y punteras en el mundo del motor, pero est¨¢ m¨¢s bien delimitada por esas caracter¨ªsticas mencionadas antes, hay muy poco de realismo en la forma en la que Criterion realiza sus juegos. El estudio ha hecho un magn¨ªfico trabajo asegur¨¢ndose de que estos aspectos se mantengan ¨ªntegros en la versi¨®n port¨¢til: la ciudad y su libertad, as¨ª como la velocidad y fluidez del movimiento -merced a una tasa de 30 FPS estables-.

Ahora bien, esto no ha salido gratis. Vita no est¨¢ ni en su primer a?o y aunque es potente, no lo es tanto como para que los desarrolladores puedan coger un juego de ¨²ltima generaci¨®n de PS3 y convertirlo tal cual. El camino para conseguir lo que ha conseguido en la port¨¢til ha sido eliminar cualquier clase de efecto que pudiera repercutir en la tasa de frames: transparencias, f¨ªsica de deformaci¨®n, efectos de part¨ªculas, detalle de las sombras, reflejos, luces... hasta llegar a las dos m¨¢s evidentes y notorias: una resoluci¨®n por debajo de la resoluci¨®n nativa de la pantalla de Vita -acompa?ada de ausencia total de antialising- y un severo recorte en el tr¨¢fico de la ciudad. Sobre lo primero, afecta a la calidad imagen y hace que tenga unos jaggies dif¨ªciles de ignorar. Sobre lo segundo, deja a la ciudad m¨¢s desangelada y resta algo de emoci¨®n a la conducci¨®n. La ausencia de efectos se deja notar particularmente en los Takedowns y golpes varios, en los que los choques m¨¢s brutales apenas da?an la carrocer¨ªa los veh¨ªculos.

Hay algunos problemas a?adidos a todo esto. La distancia de visionado de los escenarios es muy buena, no hay apenas popping en cuanto a elementos de escenario, pero la falta de detalle en aspectos como las luces hace que los coches que vengan en direcci¨®n contraria se presenten como una luz borrosa que hace dif¨ªcil evaluar su distancia en la pantalla de Vita. Dada la enorme velocidad del juego y el reducido campo de visi¨®n frente a las versiones de mesa, hay que adaptarse bien y aprender a anticipar los problemas, pero es perfectamente posible hacerlo, s¨®lo requiere unos ajustes por nuestra parte. Es el resultado colateral de presentar un juego dise?ado para verse en televisores HD y meterlo en una pantalla como la de la port¨¢til de Sony y al principio nos costar¨¢ algunos choque gratuitos, pero con un poco de pr¨¢ctica el problema desaparece. Otra limitaci¨®n est¨¢ en las carreras, que presentan un menor n¨²mero de coches -cinco- frente a los ocho de la versi¨®n dom¨¦stica, un elemento m¨¢s que sumar a la p¨¦rdida del elemento ca¨®tico que impera en las versiones de mesa.

Sin embargo, aunque es imprescindible contar todo esto y recalcar que el espect¨¢culo gr¨¢fico no es el mismo que el de la versi¨®n de consola, eso no quita para no alabar la ¡°magia¡± de ver un juego como Most Wanted movi¨¦ndose en la pantalla de Vita. No es lo mismo que la versi¨®n de PS3 desde luego , pero su cercan¨ªa sorprende e impresiona cuando se ve en la pantalla de la port¨¢til. Adem¨¢s, dada la naturaleza del juego de Criterion, este se presta perfectamente a la portabilidad, ya que es f¨¢cil darse una vuelta por la ciudad, realizar alg¨²n evento en unos minutos y volverlo en poner en suspensi¨®n para retomarlo despu¨¦s. El multijugador as¨ªncrono gracias a Autolog funciona a la perfecci¨®n y eso hace que sea siempre f¨¢cil buscar alg¨²n reto, ya sea en el modo campa?a o compitiendo con otros corredores por mejores tiempos y mano a mano en las carreras. Requiere, eso s¨ª, de una cuenta a Origin, como cualquier t¨ªtulo multijugador de EA hoy en d¨ªa.