¡°Ookami¡± ?Pueden considerarse los videojuegos como piezas de arte? No, no os preocup¨¦is,? no vamos a entrar de nuevo en un debate que sigue y seguir¨¢ contando con defensores y detractores. Pero es que es imposible resistirse a plantear tal interrogante cuando estamos delante de una obra as¨ª como la que aqu¨ª nos ocupa. Vamos con otra menos pol¨¦mica, ?qu¨¦ es Okami? ?Por qu¨¦ de entre toda la fiebre de versiones y recopilatorios HD, muchos usuarios se alegraron Ad Infinitum por este? ?Qu¨¦ magia despliega para que en cualquier website, magazine o foro se lo tenga como un dios virtual, un digno representante en el Olimpo de las obras maestras? Lo sabemos, son tres preguntas y no una, pero que todo usuario m¨¢s joven querr¨¢ ver respondidas antes de decidirse a pagar los 19,99€ que cuesta exclusivamente en la PlayStation Network . Definir lo que el difunto Clover Studio lanz¨® en 2007 para PlayStation 2 y que posteriormente llego a Wii no es sencillo. Podr¨ªamos usar un diccionario de sin¨®nimos y 20 acepciones de la palabra Belleza y seguir¨ªamos qued¨¢ndonos cortos para reflejar con palabras la que es no solo una larga aventura de acci¨®n con reminiscencias a las mejores del g¨¦nero, ni tampoco una de las experiencias que todo jugador debe probar aunque sea una sola vez en la vida, sino un verdadero portento, un derroche ¨¦pico de sensibilidad, arte, aventura y poes¨ªa jugable que trascendi¨® como muy pocos juegos la barrera que su propio medio le impon¨ªa para alcanzar una gloria tan m¨ªtica como la del personaje que controlamos, y tan celestial como su propio pincel. En un a?o en que se supon¨ªa que PS2 deb¨ªa hacerse a un lado para retirarse con discreci¨®n ante la llegada del hurac¨¢n PlayStation 3 , la veterana consola decidi¨® en su lugar desafiarla, logrando que programadores exprimiesen cada rinc¨®n del hardware de la bestia negra para poder brindarnos un pu?ado de joyas finales como God of War II , Rule of Rose, Final Fantasy XII o este Okami - que significa lobo en japon¨¦s pero cuyo kanji en el t¨ªtulo representa 'gran deidad' -, la quintaesencia de los mitos y el folklore japon¨¦s. Sin dar cr¨¦dito a lo que ve¨ªamos, en una ¨¦poca en que muchos ya empez¨¢bamos a aprender palabras como HD y 1080p, Capcom lanz¨® una IP de nuevo cu?o que nos sumerg¨ªa en una historia ¨¦pica de honor y victoria, de traici¨®n y derrota, de segundas oportunidades y de venganza, narrada con un estilo visual que apenas se cre¨ªa pudiese estar ejecutado por el ya veterano hardware de Sony . Haciendo suyo el estilo de la caligraf¨ªa japonesa tradicional del Sumi-e , esta se apoderaba de todo el apartado gr¨¢fico creado mediante la t¨¦cnica Cel-Shading, logrando que cada paso que d¨¢bamos con su peluda protagonista se convirtiese en un peque?o boceto en movimiento de exquisita belleza. Pero no solamente hablamos de una de las perlas virtuales m¨¢s agradables a la vista, sino que tambi¨¦n contamos con un juego a superar tanto en la jugabilidad como en su extensa duraci¨®n, m¨¢s cercana a un RPG que a un t¨ªtulo de aventuras en la actualidad. Mas de momento esto tendr¨¢ que esperar, pues tenemos que narraros antes un peque?o cuento, la historia del guerrero Nagi y su defensa de la aldea de Kamiki del demonio Orochi .
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StoryTelling Nippon , el Jap¨®n feudal, cl¨¢sico, aquel pr¨®digo en leyendas, deidades y demonios que pelean entre los asustados humanos. El demonio de ocho cabezas Orochi -perteneciente a la mitolog¨ªa nipona- aterroriza cada a?o a la aldea de Kamiki con la intenci¨®n de que estos sacrifiquen a uno de los suyos, obteniendo una v¨ªctima viva con la que alimentarse. Pero este a?o la doncella escogida se trata de Nami, la enamorada del guerrero Nagi. Este, con tal de salvarla, decide hacer frente a Orochi armado con su espada. Pero no estar¨¢ solo, sino que Shiranui , un misterioso lobo blanco, lo ayudar¨¢ en tal terrible lid. El combate es arduo, visceral y salvaje, terminando en victoria para Nagi, aunque a tan alto precio que Shiranui muere ante ¨¦l tras derrotar al demonio. La espada del guerrero, usada para decapitar las cabezas de Orochi, se ha convierte en su l¨¢pida y llave para sepultar a la imp¨ªa entidad por el resto de los siglos. Y 100 a?os transcurren desde entonces, todo un siglo que transforma la verdad en hecho, el hecho en historia, la historia en leyenda. Susano, descendiente de Nagi y proclamado a s¨ª mismo como el guerrero m¨¢s grande que existe, rompe el sello que mantiene a Orochi oculto tras retirar la espada por no creer en el pasado. Orochi escapa y sumerge Nippon en la oscuridad m¨¢s absoluta, drenando, quitando la vida de cada criatura y provocando una noche eterna. Sakuya , la guardiana de la aldea Kamiki, usa lo poco que le queda de su poder para convocar a Amaterasu, la diosa del sol y reencarnaci¨®n del lobo blanco Shiranui seg¨²n los aldeanos, y le ruega que salve a Nippon. Despu¨¦s de tirarse al suelo aburrida en un gesto de animaci¨®n divertid¨ªsimo y muy propio de un perro, Amaterasu se pone en guardia cuando conoce a Issum , pintor del tama?o de una pulga, con el que iniciar¨¢ una odisea de m¨¢s de 20 horas ¨Cque pueden duplicarse si queremos hallar todos sus secretos- que la llevar¨¢ desde recrear 100 a?os despu¨¦s la batalla final con Orochi pero ahora con Susano y Kushi , descendientes de Nagi y Nami, hasta afrontar un conflicto con deidades. Okami es en esencia una aventura en tercera persona con plataformas, combates y exploraci¨®n, much¨ªsima exploraci¨®n, que nos llevar¨¢ de forma predominantemente lineal ¨Caunque cuenta con bastantes misiones paralelas y zonas que descubrir- por una tierra gris y sin vida que tendremos que ¡®pintar¡¯, surgiendo todo su esplendor perdido ante nuestros ojos. Aldeas, bosques, monta?as, lagos, cielos y constelaciones, todo cobrar¨¢ vida gracias al elemento m¨¢s revolucionario que su gameplay implementaba, llamado el Pincel Celestial . Ser¨¢ gracias a ¨¦l que podremos completar nuestro cometido, y, merced a la magia del sensor Move, esta vez s¨ª que nos sentiremos como si de verdad estuvi¨¦semos us¨¢ndolo. A diferencia de PS2, que depend¨ªamos de los sticks para manejarlo y que no se caracterizaba por brindarnos una exactitud en el manejo absoluta, esta vez Move en mano manejaremos el pincel como lo har¨ªamos en la vida real, convirtiendo la odisea del lobo blanco en una experiencia m¨¢s inmersiva y cautivadora si es que ello era posible. B¨¢sicamente cada escenario y lugar del t¨ªtulo de Clover es un gigantesco lienzo virtual, y el Celestial Brush nuestra herramienta directa para interactuar con ¨¦l, tanto a la hora de explorar ¨Cd¨¢ndonos luz donde antes hab¨ªa oscuridad, creando un puente sobre un r¨ªo-, como a la hora de combatir, cortando a nuestros rivales con certeros movimientos cuasi de katana m¨¢s que de pincel.
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Journey A medida que recorremos Nippon, iremos encontrando a 13 dioses resguardados y ocultos a los ojos humanos que nos ense?ar¨¢n t¨¦cnicas nuevas con las que salvar nuestra tierra. La quintaesencia de su jugabilidad radica en instantes como encontrarnos en un campo sin vida, con un cielo negro directamente. Entrando en el modo Pincel Celestial, por el que la pantalla adopta un tono terroso, y haciendo un gesto tan sencillo e infantil como un c¨ªrculo en el cielo, al soltar el gatillo y volver al juego veremos como un sol surge en todo lo alto, trayendo la luz, el color y la vida a esa regi¨®n de vuelta. Pero tambi¨¦n es posible devolver todo su esplendor a un ¨¢rbol sin hojas, crear un puente de madera para cruzar en un impetuoso r¨ªo, obtener un objeto de los ¨¢rboles, despejar la entrada a una cueva o derrotar a un enemigo con una bomba. Y as¨ª hasta las 13 t¨¦cnicas e incluso alguna m¨¢s secreta que aprenderemos al cumplir las misiones secundarias del juego. Acabar con un jefe gracias a un golpetazo del Pincel es una sensaci¨®n tal como si hubi¨¦semos combatido con una Katana, pero la sensibilidad japonesa de sus autores se deja entrever en los instantes m¨¢s sutiles, como cuando ayudamos con un simple gesto a los habitantes de una peque?a y pobre aldea, que nos dedicar¨¢n plegarias de agradecimiento. O sin duda el momento en que damos de comer a otros animales, quiz¨¢s uno de los gestos m¨¢s hermosos y sentimentales que jam¨¢s se han plasmado en un videojuego, casi tanto como aprender las t¨¦cnicas de dibujado, que requieren de repasar las constelaciones estelares de cada deidad inspiradas por el zod¨ªaco chino. Los puzles tambi¨¦n nos retar¨¢n de vez en cuando en nuestra cruzada santa. Si en una aventura gr¨¢fica llega un momento en que recurrimos a todo lo que llevamos en el inventario para poder continuar, en Okami a veces no tendremos claro el camino, por lo que la experimentaci¨®n con las t¨¦cnicas aprendidas nos llevar¨¢n a encontrarlo quiz¨¢s de la forma que menos esper¨¢bamos. Pero no os cre¨¢is que el uso del Pincel Celestial ser¨¢ algo que se har¨¢ cada vez que nos venga en gana, sino que habr¨¢ dos indicadores en la interfaz que lo limitar¨¢n y controlar¨¢n: el n¨²mero de usos y la cantidad de tinta en cada uno, una medida que sus creadores tomaron para que los combates no fueran una mera sucesi¨®n de brochazos. La tinta se ir¨¢ rellenando mientras el pincel est¨¦ en reposo y no se le de uso. Y hablando de combates, en Okami los hay, y muchos, siendo la mayor¨ªa de enemigos representaciones mitol¨®gicas japonesas que el equipo de Clover ha pasado por su particular tamiz art¨ªstico y visual. Estos aparecer¨¢n representandos como si de pergaminos andantes se tratasen, vagando por las tierras oscuras de Nippon. No sabemos qui¨¦n o quienes se ocultan dentro de este, siendo una sorpresa que descubriremos al tocarlos, un gesto que, cual Japan-RPG, nos trasladar¨¢ de forma autom¨¢tica a un recinto cerrado en el que combatir, y del cual podemos escapar atacando la brecha de la barrera para volver a Nippon.? Los diferentes dojos que vayamos encontrando a nuestro paso nos ir¨¢n ense?ando nuevas t¨¦cnicas de combate, en una mezcla de golpes f¨ªsicos y celestiales.
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Fate El arma principal de Amaterasu consiste en la Retribuci¨®n Divina , el disco solar que da vueltas constantemente sobre su lomo blanco, contando hasta con tres m¨¢s directamente inspiradas en los Tres Tesoros Sagrados o Tesoro Nacional de Jap¨®n, consistentes en una espada Kusanagi , una joya o collar de joyas Yasakani no magatama y el espejo Yata no kagami . Representan las tres virtudes primarias de Jap¨®n : el valor (la espada), la sabidur¨ªa (el espejo) y la benevolencia (la joya), y son usados en la ceremonia de coronaci¨®n de cada Emperador. Bas¨¢ndose en un sistema de combate de Arma Principal y Arma Secundaria, el bot¨®n Move y tri¨¢ngulo servir¨¢n para desencadenar ataques combinando estas y sus cualidades, usando el disco tanto de escudo ¨Cideal al combinarlo con la espada- como de arma de mele¨¦, o combinando ataques cuerpo a cuerpo con la espada con otros a distancia como el collar, al estilo del l¨¢tigo en la saga Castlevania. Todo ello en conjunto con el Pincel Celestial, armas que nos salvar¨¢n en los combates contra los Jefes Finales, una tradici¨®n de Capcom que continu¨® en Okami, brind¨¢ndonos pocos en general, pero realmente memorables ¨Cel del emperador Nippon sigue siendo sorprendente-, continuando el estilo cl¨¢sico de aprendernos sus patrones de ataque y descubriendo su punto d¨¦bil para atacarlo con todo lo que tengamos. La jugabilidad nos permite usar un DualShock 3 en caso de que no tengamos sensor, manteniendo la misma configuraci¨®n de botones de anta?o en PS2. Revelar detalles sobre lo que iremos encontrando en nuestro camino en materia de escenarios, personajes y situaciones es poco m¨¢s que un pecado, mereciendo ser descubiertos por los usuarios en uno de los viajes virtuales m¨¢s preciosistas, cautivadores y fascinantes que se pueden afrontar pad en mano. Viajaremos por mazmorras subterr¨¢neas, l¨®bregas cavernas, prados, monta?as, lagos, siempre en un cambio visual que si ya de por s¨ª es constante, cuando usamos el Celestial Brush lo es m¨¢s todav¨ªa. Tomando una clara inspiraci¨®n de Zelda, algo que el genio Hideki ¡®Bayonetta¡¯ Kamiya jam¨¢s ocult¨®, Okami hace suyos algunos de los elementos de la saga de Nintendo, adapt¨¢ndolos a sus patrones, volvi¨¦ndolos propios. A los m¨¢s acostumbrados a empezar directamente con un terremoto puede que el soportar una cinem¨¢tica inicial de vi?etas animadas de veinte minutos se les haga tedioso, ya que no se puede saltar en ning¨²n momento, adem¨¢s del tiempo que el juego se toma para explicarnos las mec¨¢nicas, los personajes que pululan por Nippon y el propio mundo que nos rodea. Mas este es el precio que Clover exige, el de aceptar el tempo narrativo no lento, sino pausado y tranquilo que rodea a muchas partes del juego. No hace falta correr cuando llevamos a un lobo blanco cuya divinidad es tal que hace surgir la hierba y las flores a cada pisada que da en el suelo. Okami es una experiencia en toda regla, una caterva de sensaciones que ahora solamente vemos en los juegos indies como The Unfinished Swan , Braid o Limbo , y cada partida es sumergirnos en un mundo con sus propias leyes y tradiciones.
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Hope A ello ayuda un apartado visual del que podr¨ªamos pasarnos p¨¢ginas y p¨¢ginas hablando, pero que para darse cuenta de su nivel de detalle y belleza pict¨®rica hay que verlo en movimiento. Al contemplarlo remasterizado ¨Cse trata del mismo juego que anta?o-, la sensaci¨®n inicial es que Okami naci¨® para ser visto en Alta Definici¨®n, corriendo a 1080p y en pantalla panor¨¢mica 16:9. El incunable de Clover desata toda la belleza que la SD y los 4:3 apresaban, mostrando un espect¨¢culo que aquellos que no lo probasen en su momento se quedar¨¢n deslumbrados sin duda ¨Caunque no esper¨¦is encontraros con texturas con la misma carga que un Uncharted o un Assassin¡¯s Creed, que tampoco las necesita-,ya que esa es la magia del t¨ªtulo: apresarnos, embargarnos con su sumi-e cel-shading animado. Y aquellos que llevamos reverenciando el Opus Magno de Clover desde hace una generaci¨®n redescubriremos por completo el juego casi como si lo jug¨¢semos por primera vez, puesto que ahora la HD brinda un sinf¨ªn de detalles visuales que parec¨ªan perdidos al fondo de la pantalla o sepultados bajo otros m¨¢s llamativos. La paleta de colores sigue cautivando, hechizando como anta?o, pero ahora es v¨ªvida, intensa, como a punto de saltar de la pantalla y sin necesidad de 3D estereosc¨®pico. Y es que la direcci¨®n art¨ªstica del juego, sus ciclos de d¨ªa-noche, la luz que de repente surge de la oscuridad, los dioses del bosque, las constelaciones, nos traen no solo los ecos de cientos de leyendas, mitos y deidades reales de ese Jap¨®n feudal fascinante y m¨¢gico, sino que la sombra de otros genios como Hayao Miyazaki ¨CLa Princesa Mononoke - y su particular sensibilidad parecen sobrevolar por Nippon y sus habitantes, con esa surreal mezcla de humor, de golpetazos de comedia slapstick tan divertidos que el comportamiento y la encomiable animaci¨®n totalmente org¨¢nica de Amaterasu y la verborrea de Issun nos brindan, a la par que instantes de belleza exaltada o contenida. Puede que otros t¨ªtulos lo superen en calidad de renderizado, o que parezcan m¨¢s fotorrealistas, pero estos verdaderamente lo tienen muy dif¨ªcil para competir de tu a tu en el apartado gr¨¢fico de Okami, no solo por su belleza constante, sino por la sinergia con la jugabilidad en cuanto a interactuar no con elementos aislados de Nippon, sino con el propio mundo que nos rodea.
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En cuanto al apartado sonoro, solamente el tapiz de efectos de sonido de pisadas, golpes, tinta que se derrama, brochazos sobre un lienzo, los sonidos del bosque, ya conforma un elemento portentoso que sumerge en la vida a escenarios visualmente ya de por s¨ª m¨¢s que vivos, contando con la particularidad de que, al igual que en obras como Shadow of the Colossus , el idioma que hablan los personajes es una lengua ficticia que nos tendr¨¢ pegados constantemente a los subt¨ªtulos -que siguen estando solamente en ingl¨¦s-, algo que puede provocar la sensaci¨®n de exclusi¨®n, pero que es usado para hacer m¨¢s veros¨ªmil a Nippon y sus habitantes, y que m¨¢s de una vez nos arrancar¨¢ una sonrisa ante los agudos sonidos de algunas voces y los bostezos de Amaterasu cuando se aburra de tanta charla. Musicalmente, el hecho de que haya una edici¨®n de la BSO que ocupa nada menos que cinco discos ya brinda una idea de su envergadura. Los amantes de la m¨²sica oriental se encontrar¨¢n con las composiciones a diez manos de Masami Ueda, Hiroshi Yamaguchi, Hiroyuki Hamada, Rei Kondo y Akari Grove s, liderando la partitura Ueda-san (Resident Evil, Devil May Cry ) con un conjunto de temas que abarca todo el espectro posible, desde la risa al llanto, desde el humor hasta el miedo, pasando por cortes ominosos, ¨¦picos, intimistas o de absoluto j¨²bilo. Un espect¨¢culo tan grande como las intenciones del juego, que recuerda a genios como Joe Hisaishi , y que se basa en instrumentalizaci¨®n de la ¨¦poca feudal, con predominancia de la percusi¨®n de los milenarios tambores Taiku , aunque tambi¨¦n flautas traveseras o la¨²des y otros instrumentos de cuerda tradicionales, estas dos ¨²ltimas muy propias del tipo de m¨²sica japonesa Gagaku, coronado por la canci¨®n de los cr¨¦ditos finales Reset, cantada con cadencia y sentimiento creciente por Ayaka Hirahara .?
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