Punch Quest
- PlataformaIPH7.2IPD7.2
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorRocketCat Games
- Lanzamiento25/10/2012
- TextoIngl¨¦s
Punch Quest
Los t¨ªtulos freemium van ganando terreno en la AppStore con propuestas cada vez m¨¢s atractivas y que no se centran ¨²nicamente en hacer dinero f¨¢cil; as¨ª llega Punch Quest a iOS, un endless runner de acci¨®n retro donde el frenetismo y el cachondeo se hacen con todo el protagonismo. Veamos en nuestro an¨¢lisis si lo nuevo de RocketCat Games resulta tan divertido y adictivo como parece.
Punch Quest nace de la colaboraci¨®n de dos estudios independientes especializados en el desarrollo de videojuegos para dispositivos t¨¢ctiles: RocketCat Games y Madgarden. Y el resultado no ha podido ser m¨¢s satisfactorio; tanto es as¨ª que estamos ante uno de los t¨ªtulos freemium m¨¢s recomendables de la AppStore, aunque eso s¨ª, debemos conocer sus limitaciones y saber hasta donde puede llegar un modelo de negocio que no afecte demasiado a nuestros bolsillos. A pesar de ello, Punch Quest logra ofrecer un buen equilibrio entre una propuesta puramente arcade, un aspecto inequ¨ªvocamente retro y unas opciones de micro-pagos muy bien aplicadas, sin que en ning¨²n momento sean obligatorias para el jugador casual. Repasemos en nuestro an¨¢lisis las bondades de este nuevo endless runner arcade para nuestros iPhone, iPad y iPod touch.
La propuesta de Punch Quest es tan cl¨¢sica como poco innovadora. Se trata de un endless runner de toda la vida, en el que debemos eliminar una buena cantidad de enemigos ¨Cuno tras otro¨C a base de pu?etazos; tan simple como adictivo, siempre ret¨¢ndonos para ver hasta donde somos capaces de llegar. Donde Punch Quest destaca especialmente es en la profundidad del combate que, ofreciendo s¨®lo dos opciones b¨¢sicas ¨Cpu?etazo y gancho¨C, resulta realmente c¨®modo e intuitivo. As¨ª, lograremos hacernos con los mandos r¨¢pidamente, repartiendo estopa desde el primer instante. As¨ª, s¨®lo tendremos dos iconos virtuales de acci¨®n, uno para cada golpe; en la esquina inferior derecha de la pantalla se sit¨²a el de pu?etazo, situ¨¢ndose en la esquina opuesta el que nos permitir¨¢ realizar uppercuts.
Cada vez que iniciemos una nueva partida se nos dar¨¢n tres objetivos por cumplir, como eliminar cierto n¨²mero o tipo de enemigos o recurrir a determinadas t¨¦cnicas especiales, entre muchos otros; cumpliendo con dichos objetivos ganaremos Punchos, la moneda del juego. As¨ª, a medida que logremos superarnos a nosotros mismo, seremos premiados con power-ups y otras habilidades que nos permitir¨¢n alcanzar puntuaciones m¨¢s altas, hasta situarnos en lo alto de las tablas de clasificaci¨®n online; el pique con nuestros amigos est¨¢ asegurado. En cada recorrido encontraremos todo tipo de obst¨¢culos, como pintorescos enemigos que derrotar ¨Ca pesar de que su variedad no es muy elevada¨C, diferentes minibosses, un furioso dinosaurio a modo de montura o varios caminos que tomar, entre muchas otras sorpresas; y es que cada nueva partida con Punch Quest es toda una aventura.
Los micro-pagos son puramente testimoniales, con lo que si no queremos gastar nada, podremos disfrutar del juego sin muchos problemas, m¨¢s all¨¢ de dedicar el suficiente esfuerzo a superar los diferentes desaf¨ªos que nos permitan aumentar nuestros ingresos. Eso s¨ª, el dise?o de los men¨²s es algo ca¨®tico y no ayuda mucho a una correcta navegaci¨®n, resultando en muchas ocasiones poco esclarecedor; adem¨¢s, llega completamente en ingl¨¦s, con lo que muchos t¨¦rminos o bromas se perder¨¢n por el camino si no tenemos un buen dominio de dicho idioma. Su dise?o art¨ªstico destila esencia 16 bits por los cuatro costados, con unos gr¨¢ficos pixelados a m¨¢s no poder, propios de mediados de los a?os 90, y unas melod¨ªas animadas aunque algo repetitivas. Una vez a los mandos, el juego responde bien, aunque para muchos jugadores ajenos al g¨¦nero puede resultar excesivamente repetitivo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.