Doom 3, BFG Edition

En la historia del videojuego han aparecido varias veces t¨ªtulos con unas condiciones muy particulares: un salto tecnol¨®gico tan importante que ha justificado por si solo la compra de nuevo hardware. En consolas suele pasar cuando una nueva generaci¨®n aparece y empiezan a llegar los juegos que realmente aprovechan la nueva m¨¢quina -algo que no suele pasar de inmediato-. En PC la cosa es algo m¨¢s difusa debido a su naturaleza mutable, pero a veces surge uno de esos proyectos que genera un comentario muy com¨²n entre los aficionados: "voy a actualizar el ordenador para esto". Especialmente desde que comenz¨® la era de las GPU y los primeros Voodoo, este proceso se ha visto con varios t¨ªtulos: Unreal, Crysis, Far Cry y, particularmente, Doom III.

La tercera parte de la serie estrella de id ya ten¨ªa el beneficio y la expectaci¨®n del regreso de uno de los nombres m¨¢s importantes en el sector, un t¨ªtulo absolutamente masivo que lleg¨® a todo el mundo y a todos los jugadores y que alter¨® para siempre el panorama del desarrollo de videojuegos. Lo que antes era exitoso pas¨® a ser irrelevante ante los n¨²meros que presentaba el t¨ªtulo de Carmack y Romero, decenas de estudios y las productoras m¨¢s importantes se lanzaron a un El Dorado que perdura en nuestros d¨ªas, siendo el FPS el g¨¦nero m¨¢s popular en la actualidad. A esa indudable influencia de ser un nuevo Doom, le acompa?aban dos factores: un largo proceso de desarrollo de cuatro a?os y el llegar de la mano de un nuevo motor pensado para sacar partido a una nueva generaci¨®n de tarjetas gr¨¢ficas: el id Tech 4.

La historia de este motor merece una especial menci¨®n porque est¨¢ muy ligado a lo que es Doom 3. En los a?os en los que se present¨® el proyecto, no hab¨ªa nada igual. Fue en muchos aspectos un salto enorme respecto a la tecnolog¨ªa vista por aquel entonces y eso quedaba patente en cada demostraci¨®n. El motor, basado en OpenGL, ten¨ªa una serie de posibilidades que hoy en d¨ªa son m¨¢s que habituales pero que en el 2004 supon¨ªan un avance t¨¦cnico considerable como shaders de v¨¦rtice y pixels completamente programables, o luz programable a nivel de pixel, dando un dinamismo a la luz ambiental que no era posible en juegos anteriores, dependientes de t¨¦cnicas m¨¢s toscas y menos realistas para lograr efectos de luces din¨¢micas. Las luces y las sombras era uno de los principales elementos que Carmack quer¨ªa abordar con este motor, por lo que el juego fue dise?ado para sacar partido de esos avances y exhibirlos a la menor ocasi¨®n.

As¨ª es como Doom pas¨® de convertirse en un ¡°uno contra todos¡± en el que nuestro marine gen¨¦rico avanzaba por amplios espacios luchando contra decenas de criaturas a infernales al mismo tiempo, a una especie de h¨ªbrido entre juego de acci¨®n y survival, por lo menos en apariencia. Armas y munici¨®n segu¨ªan existiendo de forma m¨¢s que generosa y el juego segu¨ªa siendo un shooter, pero el equipo trat¨® de crear una experiencia diferente, un terror¨ªfico viaje a las profundidades de Marte donde incluso un poderoso Marine Espacial pudiera sentir miedo a cada esquina. Angostos pasillos, espacios cerrados, luces que iban y ven¨ªan, enemigos repulsivos que aparec¨ªan en todas las direcciones... era una experiencia muy distinta a la de los dos primeros juegos, con limitados enemigos en pantalla y una sensaci¨®n constante de claustrofobia y amenaza. No era Amnesia desde luego, y todav¨ªa pod¨ªas despachar a todos los enemigos con una buena dosis de balas y granadas, pero la sensaci¨®n de estar permanentemente acosado o los juegos mentales como las voces y ruidos que se escuchaban contribu¨ªan a crear un ambiente tenso.

Ocho a?os despu¨¦s, eso sigue ah¨ª, aunque con matices. Sorprende que a pesar del tiempo pasado y del claro desfase t¨¦cnico del juego, conserve en buena parte su ambientaci¨®n y su capacidad para hacer saltar al jugador de la silla. Pero tambi¨¦n resulta curioso ver c¨®mo algunas decisiones de dise?o han jugado su papel a la hora de alterar las sensaciones de esta versi¨®n. La principal es el tema de la linterna, que protagoniz¨® una enorme pol¨¦mica en su d¨ªa. Resulta que en el original, en su intento tanto de presentar las bondades del nuevo sistema de luces como de presentar un ambiente m¨¢s opresivo y terror¨ªfico, hab¨ªa numerosos momentos en los que te quedabas completamente a oscuras, sin poder ver absolutamente nada y con los altavoces arrojando todo tipo de sonidos siniestros que te preparaban para un ataque inminente, con los ojos brillantes de tus oponentes como ¨²nica gu¨ªa. En esas situaciones s¨®lo pod¨ªas confiar en una linterna que permit¨ªa tener un m¨ªnimo de visibilidad sobre lo que estaba pasando y por donde ven¨ªa el enemigo, pero para usarla deb¨ªas descartar el arma, lo que hac¨ªa la ¡°elecci¨®n¡± bastante complicada: o te quedabas a ciegas con el arma en la mano, o usabas la linterna sabiendo que durante unos segundos estar¨ªas sin defensa posible.

Como m¨¦todo de lograr ambientaci¨®n, la treta funcion¨® a las mil maravillas y era terror¨ªfico pasar por esos momentos, especialmente las primeras veces. Pero desde el punto de vista del propio juego era algo que pod¨ªa resultar, dependiendo del jugador, irritante, especialmente para aquellos que quer¨ªan seguir viendo a Doom como un t¨ªtulo puramente de acci¨®n. Tan denostado fue para muchos jugadores que el primer y m¨¢s descargado mod de Doom 3 fue uno que permit¨ªa insertar la luz en las armas para no tener que hacerlas funcionar por separado. Ocho a?os m¨¢s tarde, parece que id ha dado la raz¨®n a ese grupo y ha incorporado esta opci¨®n por defecto en BFG, lo que nos lleva a un curioso efecto: la p¨¦rdida de tensi¨®n. Las sensaciones del sistema original no son las mismas que cuando puedes usar al un¨ªsono el arma y la linterna, se pierde algo de esa sensaci¨®n de p¨¢nico que se viv¨ªa en el original, demostrando una vez m¨¢s que es imposible contentar a todo el mundo. ?Que aproximaci¨®n es mejor? depender¨¢ de cada uno, hay firmes defensores en cada bando. Eso s¨ª, es criticable que id no se haya tomado la molestia de incorporar ambos modos y haber impuesto el modo "parcheado" por defecto.

Adem¨¢s de la bien lograda ambientaci¨®n, Doom 3 destac¨® en su d¨ªa por una muy buena reinterpretaci¨®n de su colecci¨®n de monstruos infernales, que tomaba figuras cl¨¢sicas y las convert¨ªa en grotescas criaturas capaces de realzar el ambiente opresivo del juegos. Si en el Doom original los Imps eran criaturas lanza-bolas de fuego que daban poco miedo, en Doom III tienen una presencia m¨¢s imponente: altas, nauseabundos y capaces de aparecer desde cualquier lado gracias a su capacidad de avanzar por paredes lisas como si fueran aut¨¦nticos aliens, por no hablar del teletransporte. A partir de ah¨ª aparecen toda una colecci¨®n de horrores cada vez m¨¢s peligrosos, llegando a su punto culminante con los distintos jefes finales. Algunas de las criaturas a las que nos enfrentamos siguen creando aut¨¦ntico pavor como los Cherub, d¨¦biles pero muy turbadores por sus formas de beb¨¦s humanos con alas de insectos; tampoco son agradables los Trites, especialmente para los que padecen de aracnofobia.

Pero muchos conocen ya lo que fue Doom 3, sus bondades y defectos. Centr¨¢ndose en esta versi¨®n BFG y en su posible recomendaci¨®n, lo cierto que no es un tema f¨¢cil, aunque eso depende m¨¢s bien de la plataforma en la que se quiera comprar. Por un lado, est¨¢n las versiones de consola: 360 y PS3, que son la principal motivaci¨®n de este pack. Este pack contiene Doom, Doom 2, Doom 3, su expansi¨®n y una nueva expansi¨®n llamada The Lost Mission que a?ade siete mapas, as¨ª que como pack de Doom en consola, no est¨¢ nada mal. La versi¨®n 360 tiene una extra?a condici¨®n de que no permite arrancar Doom 1 o 2 si has instalado el juego, por lo que para jugarlos hay que hacerlo obligatoriamente desde el disco, algo que no es un bug seg¨²n Bethesda. Sobre las versiones cl¨¢sicas no se han calentado demasiado la cabeza, la de 360 es id¨¦ntica a la versi¨®n XBLA, que es fiel a la original pero no lleva ning¨²n extra o algo que mejore la experiencia de alg¨²n modo, as¨ª que es algo bienvenido para darle un extra al conjunto, pero poco m¨¢s.

En cuanto a Doom 3, obviamente es un juego de 8 a?os y no est¨¢ a la altura t¨¦cnica de lo que se puede ver en consolas hoy en d¨ªa. Tampoco es una versi¨®n que mejore el original, de hecho el retoque es bastante tenue -se han modificado las texturas de las caras para que resulten un poco m¨¢s realistas o m¨¢s ¡°diab¨®licas¡± en el caso de los muertos vivientes¡±. Tambi¨¦n se han ajustado algunas cosas como brillos y niveles de oscuridad, pensando que la mayor parte de los jugadores lo probar¨¢n en un LCD y no en un CRT como el original. Con todo, sorprende lo bien que ha aguantado el motor todo este tiempo, que se mueve a 60 FPS perfectamente estables y con gran soltura. En su d¨ªa Doom 3 era un t¨ªtulo cuyas opciones gr¨¢ficas m¨¢s extremas eran inaccesibles para los ordenadores de la ¨¦poca, ya que estaba pensada para tarjetas que todav¨ªa no estaban en el mercado. Todav¨ªa hoy el juego ha necesitado de algunos compromisos para mantener los 60 FPS estables en consolas, como el quitar la capacidad de la linterna para proyectar sombras de forma din¨¢mica en el original. Con todo, para usuarios de 360 y PS3 es una gran forma de conocer un gran juego, algo diferente de lo que se ve hoy en d¨ªa.

Ahora bien, en cuanto a la versi¨®n PC, la pregunta sobre la recomendaci¨®n del juego es m¨¢s peliaguda y de hecho Carmack reconoc¨ªa que la mayor motivaci¨®n de BFG era presentar Doom III a los usuarios de consola que no lo hab¨ªan podido experimentar -a excepci¨®n de los poseedores de una Xbox, que s¨ª contaron con una versi¨®n bastante buena-. El problema fundamental aqu¨ª es que los mods que tiene el original no son compatibles. Los ocho a?os de Doom 3 han servido para que la comunidad haya hecho aut¨¦nticas maravillas con ¨¦l, con mods que pueden magnificar los entornos del juego hasta el punto de que equipos modernos pueden sufrir con los cambios. Los retoques de este BFG no son nada comparados con lo que se puede hacer con el original m¨¢s un mod como Sikkmod -y una tarjeta Nvidia- y otras modificaciones como el pack de texturas de alta resoluci¨®n de Wulfen, que ponen el juego en una nueva dimensi¨®n, pero eso estaba m¨¢s all¨¢ del alcance de esta versi¨®n. Adem¨¢s, esta nueva adaptaci¨®n, aunque tiene detalles interesantes como la compatibilidad con 3D -y la perfecta integraci¨®n con Oculus Rift, algo que no se puede probar de momento aunque las impresiones que llegaron desde el pasado E3 cuando Carmack lo demostr¨® fueron excelentes-. La inclusi¨®n de The Lost Mission, que no deja de ser contenido cortado en su d¨ªa y restaurado para esta versi¨®n, tampoco es un gran aliciente, y la inclusi¨®n de Doom 1 y Doom 2 en PC es poco menos que anecd¨®tica cuando en Steam hay cosas como el Doom Pack Complete -que adem¨¢s de Doom 3 y Resurrection of Evil, incluye Ultimate Doom, Doom 2, Masters Levels of Doom 2 y Final Doom, un pack recopilatorio mucho m¨¢s atractivo y que adem¨¢s suele aparecer muy rebajado de tanto en cuando-. Esto era as¨ª hasta hace unos d¨ªas, pero al parecer Bethesda ha "reconfigurado su oferta" con Doom 3 BFG, ha sacado el Doom Pack Complete de cat¨¢logo, ha puesto BFG a un precio de 30 Euros y ha hecho que el Doom 3 original s¨®lo pueda ser comprado como parte del Super id Software Pack, un pack de 92 euros que incluye todos los t¨ªtulos realizados por el estudio desde sus or¨ªgenes. No es un gran mensaje por parte de la compa?¨ªa, especialmente cuando es obvio que la versi¨®n original ofrece cosas que la BFG no puede ofrecer, esperamos que sea algo revertible una vez que haya pasado el periodo de lanzamiento de BFG.