Crazy Taxi

El que firma estas l¨ªneas es un aut¨¦ntico fan de Crazy Taxi, del primero, del original; nunca olvidar¨¦ ¨Call¨¢ por 1999¨C el d¨ªa que, buscando alguna novedad en uno de tantos salones arcade de la ¨¦poca, me acerqu¨¦ a un llamativa m¨¢quina recreativa atra¨ªdo por una canci¨®n de uno de mis grupos favoritos. Un extravagante volante negro, un mueble amarillo chill¨®n y un tema musical, All I Want de The Offspring. R¨¢pidamente met¨ª unas monedas y me atrap¨® sin compasi¨®n; al a?o siguiente, y con una nueva y flamante Dreamcast en mi poder, pude pasar horas y horas jugando con Axel y compa?¨ªa mientras llevaba a los confiados clientes a sus destinos. Ahora, y tras trece a?os, podemos vivir de nuevo todas estas experiencias con la versi¨®n para dispositivos iOS de Crazy Taxi; Sega America ha completado un port pr¨¢cticamente calcado al original, manteniendo todas sus bondades intactas y adapt¨¢ndolo al interfaz t¨¢ctil. Repasemos en nuestro an¨¢lisis las claves de tan m¨ªtico t¨ªtulo arcade.

Lo que tenemos entre manos ¨Cnunca mejor dicho¨C es un port del t¨ªtulo original, y no una adaptaci¨®n de las diferentes versiones aparecidas en infinidad de plataformas o un remake con mejores gr¨¢ficos o nuevas caracter¨ªsticas; es Crazy Taxi en estado puro, directamente del sal¨®n arcade a nuestros bolsillos. La mayor¨ªa de los aficionados a nuestros queridos videojuegos habr¨¢n jugado en alguna ocasi¨®n al t¨ªtulo de Sega o como m¨ªnimo habr¨¢n o¨ªdo hablar de ¨¦l; para los que todav¨ªa no conozcan tan m¨ªtico arcade de conducci¨®n ¨Csi es que hay alguien¨C, Crazy Taxi nos propone conducir nuestro propio taxi por las calles de una ciudad basada en San Francisco, el marco ideal para realizar las m¨¢s alocadas maniobras gracias a su particular orograf¨ªa.

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Este Crazy Taxi para iOS ofrece las mismas posibilidades que la versi¨®n original de Dreamcast, es decir, dos modos de juego ¨CArcade y Original¨C, unos tiempos por partida de 3, 5 y 10 minutos y unos divertidos a?adidos en forma de mini-juegos que alargar¨¢n la vida de un t¨ªtulo ya de por s¨ª adictivo a m¨¢s no poder. Los modos Arcade y Original se diferencian, b¨¢sicamente, en la posibilidad de recorrer una ciudad mayor ¨Ccon las localizaciones m¨¢s distanciadas entre s¨ª¨C en el segundo caso. Por otro lado, los mini-juegos permiten acercarse a la jugabilidad de Crazy Taxi desde otro punto de vista, en los que podremos participar en desaf¨ªos tan divertidos como hacer estallar la mayor cantidad de globos posible en un tiempo l¨ªmite, realizar drifts suicidas mientras saltamos enormes distancias o convertir nuestro taxi en una bola de bowling para derribar gigantescos bolos. ?Una aut¨¦ntica locura!

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A nivel gr¨¢fico Crazy Taxi se muestra algo conservador; a pesar de presentar un aspecto visual calcado al original de Dreamcast ¨Clo que conlleva unos modelados sencillos y una distancia de dibujado muy limitada, con un popping exagerado en algunas ocasiones¨C, podemos observar que el paso de los a?os no ha sido especialmente cruel con el juego de Sega. Eso s¨ª, algunas texturas aparecen demasiado planas y a muy baja resoluci¨®n, algo que nuestras pantallas Retina se encargar¨¢n de revelar en exceso. Por el momento no cuenta con compatibilidad con la nueva pantalla de iPhone 5; esperamos que se habilite dicha funci¨®n en un futuro pr¨®ximo para as¨ª sacar todo el provecho gr¨¢fico del nuevo smartphone de Apple.

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En este caso, los controles t¨¢ctiles vuelven a resultar algo controvertidos; si bien se trata de un juego puramente arcade con un interfaz sencillo y directo, tanto los botones virtuales como la posibilidad de usar el aceler¨®metro para girar no resultan id¨®neos en ning¨²n momento. En el primer caso usaremos las flechas de direcci¨®n para girar, mientras que los botones situados en la esquina opuesta servir¨¢n para acelerar hacia delante o hacia atr¨¢s. Lamentablemente, en muchas ocasiones pulsaremos el icono incorrecto, resultando catastr¨®fico para nuestras posibilidades de ¨¦xito. Si optamos por el aceler¨®metro para la direcci¨®n de nuestro taxi, la experiencia tampoco mejorar¨¢; las grandes aceleraciones o los drifts m¨¢s salvajes quedar¨¢n algo limitados por un interfaz poco preciso.