Torchlight II

Cuando Torchlight apareci¨®, era f¨¢cil ver sus limitaciones pero tambi¨¦n eran reconocibles las virtudesque lo llamaban a la grandeza. Incluso sin saber que buena parte de sus responsables fueron tambi¨¦n figuras claves en el dise?o y desarrollo de Diablo II, las sensaciones del juego eran sorprendentemente parecidas. Exist¨ªa un fino equilibrio en aspectos como el control, la curva de dificultad, los objetos, la progresi¨®n de las clases... un conjunto de elementos peque?os que daban a la experiencia un aire familiar, una impresi¨®n de que todo ¡°encajaba¡± seg¨²n los c¨¢nones de un subg¨¦nero que naci¨® precisamente con Diablo. Era tambi¨¦n un juego muy limitado en ciertos aspectos, algo empujado por la propia necesidad de su estudio, Runic Games, que estaba en una situaci¨®n l¨ªmite econ¨®micamente. Por ello, cosas fundamentales como un modo multijugador cooperativo estaban ausentes, o tampoco hab¨ªa demasiada variedad en cuanto a escenarios, limit¨¢ndose todo a un descenso por las minas de Torchlight.

La segunda entrega comienza de una manera simb¨®lica: con la destrucci¨®n de la propia Torchlight, un recurso argumental que se suele asociar con la idea de romper con el pasado. La escena cinem¨¢tica inicial, creada por el estudio Klei -Shank, Mark of the Ninja- nos muestra el argumento con el que arranca la historia: un combate a muerte entre los protagonistas de la primera parte que acaba con el Alquimista, equipado con una armadura especial, derrotando a sus ¡°colegas¡± y destruyendo todo el poblado que acogi¨® nuestra primera aventura. Pronto descubrimos lo que ha pasado: en la b¨²squeda de una cura para la enfermedad que forz¨® a los aventureros a adentrarse en el interior de Torchlight, el Alquimista ha llegado a la conclusi¨®n de que s¨®lo la destrucci¨®n total del Ember puede salvarlos, para lo que ha creado un objeto de horripilante poder: un cetro coronado por el negro coraz¨®n de Ordrak, la criatura derrotada en la anterior aventura. Ahora, una nueva generaci¨®n de h¨¦roes debe de parar los pies al antiguo h¨¦roe de Torchlight, antes de que su demencia y las oscuras fuerzas que lo empujan arrasen el mundo.

Como es de esperar en el g¨¦nero, no hay mucho que se pueda decir de la historia, que no pasa de ser una excusa para poner en marcha un desenfrenado Hack¡¯n Slash que mejora en todos los apartados a su antecesor. Ahora, en lugar de un peque?o pueblo y una mina encontramos todo un mundo, con diferentes regiones y razas, un contexto y una buena justificaci¨®n a crear un escenario mucho m¨¢s variado e interesante de explorar, que combina amplias regiones con profundas mazmorras en las que enfrentarse a una extensa gama de aberraciones. Por descontado, siguiendo los c¨¢nones, todos estos escenarios son aleatorios en su formaci¨®n, por lo que una misma regi¨®n o una misma mazmorra en dos juegos distintos tendr¨¢ el mismo nombre, pero no una misma estructura. La variedad de elementos y enemigos de los escenarios es destacable y har¨¢ que nuestra aventura nos parezca m¨¢s interesante y amena que en el anterior juego.

No es un detalle casual, es algo cuantificable y que desde la propia Runic se han encargado de enfatizar: 44 ¨¢reas ¨²nicas frente a las 7 de Torchlight, 1200 estructuras de salas frente a las 330 del original y 5665 piezas de construcci¨®n frente a las 1860 del primero. El cambio es notable. Semejantes cifras se pueden encontrar en todos los estamentos del juego: 62 piezas musicales frente a 15, 120 habilidades frente a 60, 300 modelos de monstruos frente a 83, 27 jefes frente a 9... El estudio ha querido ser ambicioso en el planteamiento de esta secuela, tal y como hab¨ªan declarado que iba a hacer, y el resultado es un juego completo a todas luces, con una buena cantidad de horas y variedad de situaciones en su campa?a principal, lo que se complementa con los cuatro niveles de dificultad y el modo de juego +, excelente maneras de mantener la rejugabilidad.

En el aspecto gr¨¢fico, es esa variedad que resaltamos la que hace de Torchlight 2 un juego mucho m¨¢s destacable. Conserva el aire de dibujo animado del original, con formas sencillas y colores primarios, pero en nuestras aventuras pasaremos por pl¨¢cidas zonas verdes, parajes nevados, peque?as ciudades, desiertos repletos de dunas, ruinas de muy diferentes tipos, templos... sencillos efectos ambientales como tormentas de arenas, p¨¢jaros volando y detalles en esa l¨ªneas generan ese extra de ambientaci¨®n necesario para dar al t¨ªtulo una buena presentaci¨®n visual; simple t¨¦cnicamente quiz¨¢s, pero muy efectiva y con la ventaja de ser un juego que funciona en una gran variedad de m¨¢quinas por sus bajos requerimientos. Los mapeados son grandes, al igual que algunas de las mazmorras principales, y adem¨¢s tienen la virtud de guardar algunos secretos en forma de lugares que no aparecen en el mapa, algo que favorece la exploraci¨®n. En general, un buen trabajo en cuanto a ejecuci¨®n y dise?o.

Meti¨¦ndose en lo realmente importante, las cuatro clases y su sistema de progresi¨®n constituyen uno de los pilares fundamentales de este juego, con un sistema que otorga una enorme libertad al jugador para personalizar su modo de juego y conseguir hacer funcionar combinaciones normales y at¨ªpicas para cada clase. Las clases en concreto son: Engineer, Embermage, Outlander y Berserker y cada una tiene dos elementos principales que evoluciona seg¨²n el nivel: los atributos y el cl¨¢sico ¨¢rbol de habilidades, que se divide en tres ramas principales -aunque no son lineales, as¨ª que se pueden elegir habilidades de uno o de otro sin necesidad de invertir en una rama espec¨ªfica para alcanzarlo, la ¨²nica limitaci¨®n est¨¢ en el nivel del personaje. Hay que indicar que las habilidades en Torchlight II son incrementales-una vieja herencia de Diablo II- con 15 puntos que sirven parapotenciar una habilidad hasta su m¨¢ximo nivel, con cada punto incrementando cosas como el da?o, la duraci¨®n o el tiempo de refresco. Para darle un poco de variedad, se han establecido tres "tiers", que desbloquean efectos secundarios y mejoras sustanciales, por lo que llegar a 5, a 10 y a 15 tiene "premio". A pesar de que el incremento lineal de puntos es una herencia del pasado, lo cierto es que funciona bien ya que puedes elegir habilidades a la carta entre las tres ramas -siempre que tengas nivel-, por lo que no es necesario tener que seleccionar habilidades que no te interesan para "llegar" a la que s¨ª quieres incorporar.

Sobre el primer elemento, los atributos, no hay mucho que decir, son comunes en cada personaje y a cada nuevo nivel obtienes cinco puntos, que puedes distribuir a placer entre Fuerza, Destreza, Concentraci¨®n (Focus) y Vitalidad. Por un lado determinan aspectos b¨¢sicos como la fuerza de tus golpes, la habilidad de esquivar o realizar un golpe cr¨ªtico, el da?o de tus conjuros o la reserva de man¨¢ o la vida del personaje, as¨ª como el beneficio extra a su armadura o la posibilidad de bloqueo en caso de que lleve un escudo. Pero adem¨¢s de eso, los atributos determinan el tipo de objetos que se pueden llevar. Muchas armas tienen requisitos de fuerza o destreza en funci¨®n de su naturaleza, lo mismo con armaduras en cuanto a vitalidad, o a cetros y varitas, que requieren Concentraci¨®n -y algunas piezas requieren un m¨ªnimo de varios atributos a la vez-. Puesto que tienes completa libertad para asignar puntos, puedes crear combinaciones at¨ªpicas como un Embermage equipado con una gran espada a dos manos, por poner un ejemplo extremo. Hay que tener en cuenta que en Torchlight II no se pueden resetear los atributos, y s¨®lo se pueden cambiar los tres ¨²ltimos puntos de habilidades, por lo que hay que pensar bien en qu¨¦ se quiere invertir -al menos mientras no aparezca un mod que permita reseteos completos de tus personajes, algo que llegar¨¢ pronto ya que suele ser una de las primeras cosas en las que los modders trabajan, como pas¨® con el Torchlight original-.

Las clases tienen la suficiente flexibilidad como para adoptar diferentes estrategias con ellas. Por un lado est¨¢n los ingenieros, cuyas tres ramas se concentran en la potencia ofensiva, con devastadores golpes y especializaciones en armas a dos manos; en la mec¨¢nica, con la posibilidad de crear robots de apoyo tanto para la defensa como para el ataque; y la tercera rama: Aegis, que se concentra en habilidades con escudos. Los ingenieros pueden ser aut¨¦nticos tanques y sacar partido a sus habilidades defensivas en el uso de armadura y escudo, apoyados por ingenios mec¨¢nicos, pero tambi¨¦n pueden ser guerreros de tendencia ofensiva, con golpes que pueden abarcar amplias zonas y robots de apoyo atacando por su cuenta a los enemigos. Tambi¨¦n pueden ser efectivas fuerzas a distancia, con varias habilidades que les permiten apostarse y usar armas a distancia, torretas y otras habilidades dise?adas para esos fines, aunque la mayor sinergia la suelen tener con armas cuerpo a cuerpo a dos manos o con la combinaci¨®n de arma y escudo.

Por otro lado en los Outlanders, forajidos y mercenarios que combinan la destreza en el uso de armas a distancia con diferentes poderes m¨¢gicos que les da una gran versatilidad. Pueden lanzar cuchillas y discos m¨¢gicos a distancia, saltar hacia atr¨¢s para ponerse fuera del alcance del enemigo, usar diferentes conjuros para detener o repeler a los enemigos que se acerquen demasiado, usar distintos tipos de disparos especiales o dotar a sus impactos de condiciones como envenenamiento o magia sombr¨ªa. Funcionan mejor usando pistolas, rifles, ca?ones de mano y arcos, cualquiera de las armas a distancia, pero hay que considerar que todas ellas tienen condiciones muy distintas en cuanto a rango, potencia, dispersi¨®n... as¨ª que elegir entre una y otra, as¨ª como las habilidades que mejor las complementan, sigue dando mucho juego.

En tercer lugar est¨¢n los Embermages, que constituyen una versi¨®n m¨¢s pura del mago de lo que era el Alquimista en el primer juego. B¨¢sicamente, un elementalista con tres ramas que se dividen en fuego, hielo y electricidad, con gran parte de su poder ofensivo dependiente del atributo Focus, que es el que aumenta el da?o elemental. A pesar de que sus armas naturales ser¨ªa el cetro o las varitas, lo cierto es que es una clase que puede funcionar bien con otras armas si se prefiere, ya que sus poderes son bastante vers¨¢tiles. Est¨¢ por supuesto la posibilidad cl¨¢sica de ¡°ca?¨®n de cristal¡±, invirtiendo muchos puntos en Focus y habilidades ofensivas a distancia, evitando a toda costa ser golpeado -muy ¨²til a este efecto invertir al menos un punto en Frost Phase en la rama Frost de habilidades, b¨¢sicamente un conjuro cl¨¢sico de teletransportaci¨®n, con el aliciente de generar una explosi¨®n congelante que da?a y puede paralizar a los enemigos . Pero, el Embermage tambi¨¦n cuenta habilidades que son muy favorecedoras en el cuerpo a cuerpo, cosas como el Magna Mace, que crea un llameante martillo de fuego, o el Shocking Burst, que lanza una descarga el¨¦ctrica sostenida a corta distancia, por lo que se puede jugar con combinaciones at¨ªpicas de magos cuerpo a cuerpo si se prefiere, gracias a esas y otras habilidades zonales que hacen del Embermage el mejor personaje para da?o de ¨¢rea. De los magos hay que tambi¨¦n se?alar su peculiar sistema de carga, un concepto que tienen todas las clases, aunque de una forma distinta y propia para cada una. En este caso, el uso constante de ciertos conjuros genera una carga que, al llenar su barra, permite unos liberadores segundos en el que los conjuros no consumen man¨¢, pudiendo desencadenar todo el arsenal m¨¢gico sin contemplaciones.

Por ¨²ltimo est¨¢ el Berserker, una clase que hace honor a su nombre poni¨¦ndonos ante un especialista en el cuerpo a cuerpo cuya respuesta a los ataques de los rivales es golpear m¨¢s fuerte. Cuenta con tres ramas de desarrollo bastante heterog¨¦neas pero todas orientadas a hacer este guerrero un formidable combatiente cuerpo a cuerpo. Sus ramas se dividen en Hunter, Tundra y Shadow, y sus habilidades pasan por cosas como aullido, que hace a los enemigos de alrededor m¨¢s d¨¦biles o lentos, demoledores golpes cuerpo a cuerpo o invocaciones en forma de lobos sombr¨ªos que no s¨®lo suman al ataque sino que transfieren el da?o a la vida del personaje. De hecho, varias de las habilidades de esta clase van dirigidas a la regeneraci¨®n de vida, desde una que permite recuperar vida con cada golpe cr¨ªtico, a quiz¨¢s sus habilidad m¨¢s ic¨®nica, la de transformarse en un gigantesco lobo oscuro que se lanza en l¨ªnea recta contra grupos de enemigos, generando vida por cada enemigo que alcanza. Es una clase realmente destacable y divertida, muy espectacular y que te obliga a estar al l¨ªmite en todo momento.

Por si todas las habilidades disponibles para cada clase fueran pocas, que no lo son y dan para crear varios personajes distintos usando la misma clase, debemos de tener en cuenta el regreso de dos elementos de Torchlight que est¨¢n interrelacionados: las mascotas y los pergaminos. Sobre las mascotas, fueron de las mejores ideas en el primer juego y regresan con mayor variedad y posibilidades. Ahora se puede seleccionar entre una mayor variedad de animales: varias clases de perros, gatos, panteras, halcones e incluso algunas bestias imaginarias. Tienen su propio inventario y pueden hacer de ¡°mulas de carga¡±, pero adem¨¢s pueden llevar los objetos que nos sobran al poblado y venderlos -son as¨ª de listos-; como novedad, adem¨¢s de vender tambi¨¦n pueden ir de compras y traernos de vuelta objetos b¨¢sicos como pociones o pergaminos, los que nos permite proseguir con nuestra aventura sin necesidad de usar tantas veces el pergamino de portal. Por otro lado, vuelven los pergaminos, decenas de conjuros b¨¢sicos al margen de las habilidades de clases que pueden ser equipados tanto por los personajes como por las propios animales de compa?¨ªa, que los invocar¨¢n regularmente dependiendo de su man¨¢: cosas como curaciones, protecci¨®n o invocaci¨®n de criaturas, que nos ayudar¨¢n ampliamente en el combate y que nos permitir¨¢n alcanzar un mayor nivel de profundidad en cuanto a la personalizaci¨®n.

La campa?a es bastante asequible en modo Normal, algo m¨¢s dif¨ªcil en modo Veterano y bastante complicada en Elite, aunque eso es algo que depende mucho de la experiencia del jugador, la clase elegida y su configuraci¨®n. En general se puede decir que la curva de dificultad est¨¢ bien medida y por otro lado llegas a las distintas zonas con la experiencia suficiente como para poder sobrevivir sin problemas, especialmente sabiendo c¨®mo y cu¨¢ndo usar las habilidades y las pociones. Es en el modo de dificultad de Nuevo Juego + es cuando el reto empieza a ser considerable, aunque Torchlight no propone modos progresivos de dificultad a?adida. El reto m¨¢ximo est¨¢ en Hardcore, un cl¨¢sico del g¨¦nero en el que la muerte de tu personaje ser¨¢ permanente, elevando la apuesta hasta su m¨¢xima expresi¨®n.

Huelga decir que no hay absolutamente ninguna limitaci¨®n para jugar de forma individual, se puede jugar perfectamente offline sin mayores problemas. Para jugar en cooperativo, est¨¢n las opciones de hacerlo en LAN -una tradici¨®n que se est¨¢ tristemente perdiendo en muchos juegos- y un modo online, que s¨ª requiere crearse una cuenta en la p¨¢gina de Runic para autentificarse. Una de las mayores inc¨®gnitas de Torchlight II a lo largo de su nueva vida va a girar entorno a la comunidad y a la evoluci¨®n del juego. Hasta seis jugadores pueden participar en el mismo mundo, ya sea jugando juntos y ayud¨¢ndose entre ellos o estando en partes completamente separadas del amplio mundo que forma Torchlight II. No hay limitaciones artificiales, aunque se ha dise?ado para que cada jugador tenga objetos por separado para evitar discusiones y peleas en los grupos. Es incluso posible hacer PVP, as¨ª que desde ese punto de vista, los aficionados del g¨¦nero pueden esperar una aproximaci¨®n multijugador de corte cl¨¢sico.

La principal duda est¨¢ alrededor de una virtud de Torchlight II: est¨¢ completamente abierto a la modificaci¨®n. Incluir¨¢ un potente motor con el que es posible que los jugadores se lancen a hacer sus propias aventuras. Eso es una ventaja en el sentido de que garantiza una larga vida al juego, pero por otro lado abre la duda sobre si la ¡°econom¨ªa¡± quedar¨¢ arruinada por armas y equipamiento sobredimensionado. En principio, el necesitar de una cuenta para saltar online podr¨ªa atajar un tanto la situaci¨®n, pero est¨¢ por ver si eso ser¨¢ suficiente y la clase de comunidad que se desarrolla alrededor del juego. Obviamente, Runic deber¨¢ monitorizar las cosas atentamente y sus responsables ya saben bien a lo que se enfrentan despu¨¦s de haber creado Diablo y estar presentes en la evoluci¨®n de sus dos primeras entregas. Es algo que realmente no se puede juzgar hasta que el editor sea lanzado y empiecen a verse sus efectos: puede ser algo tremendamente positivo, pero tambi¨¦n tendr¨¢ sus contrapartidas a buen seguro.