NHL 2013

Haya o no liga este a?o finalmente, EA Canada ha decidido lanzar al mercado una revisi¨®n de lo que parece ser su piedra angular (la edici¨®n de 2010, hoy considerada con 2012 como la mejor de todas). NHL 2013 representa una nueva vuelta de tuerca a la ingente cantidad de modos de juego que la franquicia ofrece, con dos novedades en las que se profundizar¨¢ a lo largo y ancho de este an¨¢lisis, un nuevo motor f¨ªsico bajo el que se rige el comportamiento de los jugadores sobre el hielo y defectos que hacen acto de presencia para empa?ar una de las experiencias deportivas m¨¢s interesantes que se pueden adquirir hoy por hoy en el mercado.

Vaya por delante que, una temporada m¨¢s, EA Games ha decidido mantener su filosof¨ªa de no lanzar determinados simuladores en pa¨ªses europeos que no cuentan con una tradici¨®n del mismo en sus haberes. Hace poco hubo ocasi¨®n de analizar Madden en un primer contacto con los t¨ªtulos deportivos que hacen furor en Estados Unidos pero que aqu¨ª ni tan siquiera asoman la cabeza. Ahora le toca el turno a NHL (los lanzamientos de EA se espacian en el tiempo para acaparar las listas de ventas del pa¨ªs yankee), que tampoco ver¨¢ la luz este a?o en Espa?a ni cuenta con visos de hacerlo en las pr¨®ximas temporadas. La franquicia de EA Canada es la m¨¢s galardonada de cuantas se pueden hallar en la presente generaci¨®n de consolas; las pasadas entregas han obtenido medias en Metacritic que superan el 90%, lo que ha servido para que NHL se considere el simulador deportivo a seguir. Adquirir el juego en nuestras tierras en sin¨®nimo de importaci¨®n, aunque para poder disfrutar de su contenido es recomendable tener un concepto (siquiera abstracto) de qu¨¦ representa actualmente el hockey sobre hielo.

Patinaje aut¨¦ntico. 100% real
EA Canada ha llevado el plano gr¨¢fico de NHL hasta cotas inimaginables hace unos cuantos a?os. Esta grandilocuencia visual, de la que hablaremos m¨¢s tarde, tiene su eco en el comportamiento de los jugadores sobre el hielo. L¨®gicamente, tambi¨¦n del puck, cuya velocidad y comportamiento es un punto fundamental para comprender la esencia de este deporte. Por m¨¢s que sus propios creadores insistan en lo contrario es dif¨ªcil mejorar un producto redondo, pulido en todas sus aristas. NHL 12 brillaba en este aspecto sin cambiar considerablemente las sensaciones que trajo consigo NHL 11. Tres a?os m¨¢s tarde, la impresi¨®n que transmiten ambos juegos es igual de fresca y reconfortante. Para llevar la franquicia a un nuevo nivel de calidad, EA Sports propone un cambio revolucionario (como lo ser¨ªan todos a juzgar por las campa?as promocionales) que altera el motor f¨ªsico bajo el cual se rigen los movimientos y animaciones de los jugadores.

Lo cierto es que se valora positivamente el uso del libre albedr¨ªo durante los partidos. Esto es algo que se ve semana tras semana en todas las disciplinas deportivas del mundo: por muy bueno que sea un jugador u organizado que est¨¦ un equipo, siempre existe un peque?o margen de error que hace saltar las previsiones y expectativas. La gran asignatura pendiente de EA Canada con respecto a NHL ha sido siempre esta. El rival pocas veces se equivoca (a mayor grado de dificultad, menor c¨®mputo de errores), rara vez comete una falta o fuera de juego; pocas veces erra al efectuar un pase y siempre parece contar con un concepto m¨¢s definido del partido que el nuestro. NHL 13 trata de buscar una soluci¨®n a este problema sin dejarlo atr¨¢s definitivamente, ya que de nuevo sigue haciendo acto de presencia el cl¨¢sico magnetismo entre el puck y el stick rival, a veces con movimientos imposibles y reflejos que simplemente se reservan para situaciones milagrosas que actualmente brillan por su ausencia en la National Hockey League.?

Lo aqu¨ª expuesto entra en conflicto con las promesas de EA Canada respecto a la mejora en la IA rival. Una de las querencias del equipo de desarrollo para esta edici¨®n era fomentar el juego en solitario, dejando el protagonismo del online para el GM Connected. Dominar el TPSS ya es una experiencia de por s¨ª exigente, pero lidiar con rivales que rara vez se equivocan roza por momentos lo frustrante. Muchos jugadores encontrar¨¢n aqu¨ª un motivo para volver la mirada hacia NHL 12, que hab¨ªa encontrado un balance casi perfecto en este aspecto. Otros, por el contrario, valorar¨¢n positivamente el reto que supone vencer a la CPU sea cual sea el nivel de dificultad que se escoja.

Vivir del pasado sin olvidar el futuro
Era imprescindible comentar estas novedades antes de analizar lo que traen consigo las dos modalidades que se suman a la oferta de NHL 12: NHL Moments Live y GM Connected. Con la primera se hace una especie de retrospectiva, ofreciendo a los jugadores la posibilidad de disfrutar de los acontecimientos hist¨®ricos que ha dejado para la posteridad este deporte a lo largo de su existencia. Existen otras franquicias que han mostrado grandes resultados con propuestas similares, pero desgraciadamente no es el caso. Esto se debe principalmente a la discutible decisi¨®n de situar a un jugador cl¨¢sico (Wayne Gretzky) en un momento se?alado de mediados de los noventa rodeado de los compa?eros de equipo que actualmente se baten por el puck sobre el hielo. Gretzky, al igual que sucede con Jordan en NBA 2k, fue resultado de un grupo de jugadores que hizo historia. Quiz¨¢ el segundo m¨¢s que el primero, dado que no es menester entrar en debates ajenos a este an¨¢lisis. Se mire como se mire, la ausencia del plantel original de jugadores se lleva de un plumazo gran parte del atractivo de este modo, que adem¨¢s realza los momentos de frustraci¨®n comentados con anterioridad ante la efectividad de la CPU.

La cantidad de situaciones de leyenda se ampliar¨¢ mediante contenido descargable pero, incluso as¨ª, la oferta es demasiado escasa y los inconvenientes m¨¢s numerosos de lo que deber¨ªa para aplaudir la inclusi¨®n de esta modalidad. No sucede lo mismo con GM Connected, una suerte de ampliaci¨®n del modo Be a GM, que ofrece al jugador el control total de un equipo, desde sus finanzas hasta el personal que se ha de encargar de las j¨®venes promesas o del precio de las entradas. EA Sports ha asegurado este a?o ser consciente de la importancia de esta modalidad para los aficionados, y por ello se decide a ampliar el concepto tradicional permitiendo a cientos de jugadores ocupar un puesto en nuestro equipo virtual, bien sea como jugador o como parte del cuerpo t¨¦cnico. Qu¨¦ duda cabe que la idea es simplemente magn¨ªfica y que su ejecuci¨®n, cuando funciona, demuestra que EA Canada sabe bien sobre qu¨¦ terreno camina. La gran inc¨®gnita que queda por despejar es c¨®mo aceptar¨¢ el p¨²blico esta modalidad, dado que para exprimirla a fondo es necesario que un gran n¨²mero de jugadores se una a la causa.

Engrasando la m¨¢quina
M¨¢s all¨¢ de las novedades, NHL 13 ofrece el contenido que se atribuye por defecto a la serie, con un compendio excelso de modos de juego, plantillas actualizadas y nuevas animaciones que perfeccionan el aspecto visual. A nivel gr¨¢fico esta entrega es la m¨¢s completa de todas, con innumerables detalles para recrear el comportamiento de los patinadores sobre el hielo o el apoyo de la grada al equipo local. Hay an¨¦cdotas sorprendentes, como escuchar una sonora pitada del p¨²blico hacia un jugador que ha lesionado a la estrella local, coros en funci¨®n de la canci¨®n que se escuche en el estadio¡­ La grada ayuda a construir lo que los norteamericanos describen como el ¡®momentum¡¯, ese punto del partido en el que el equipo m¨¢s fuerte embiste y pelea con ah¨ªnco. El grado de realismo lleva a cierto estado de nerviosismo al defender un 0-1 en el ¨²ltimo cuarto o al decidir entre sentar o no al portero en los ¨²ltimos instantes, abriendo una ventana hacia una fulminante contra rival. La prolongaci¨®n se extiende hacia una tanda de penaltis que amplifica este nerviosismo del que hablamos, viva prueba de que EA Canada sigue ofreciendo un producto que ahonda en las sensaciones que transmite el aut¨¦ntico hockey sobre hielo.

Otro de los cambios respecto a la edici¨®n pasada se hace eco de la valoraci¨®n por jugadores, que deja algunas joyas por el camino y no soluciona uno de los males end¨¦micos con los que carga la franquicia desde hace alg¨²n tiempo. Esto nos lleva a ver c¨®mo jugadores que hace tiempo que no rinden sobre la pista (Ryan Getzlav, por ejemplo) siguen contando aqu¨ª con valoraciones muy por encima de lo que muestra la realidad. El trading o sistema de fichajes, uno de los puntos que se ha revisado en esta entrega, sigue mostr¨¢ndose d¨¦bil ante trucos que nos permiten intercambiar a varios rookies de poco calado en la pista por un estrella que define por s¨ª sola los partidos. M¨¢s de lo mismo con la valoraci¨®n por puntos. Son valores que no terminan de funcionar a?o tras a?o, aunque no empa?an la experiencia de juego propiamente dicha.
Antes de cerrar el an¨¢lisis de la presente edici¨®n de NHL es imprescindible destacar los comentarios de Gary Thorne y Bill Clement, habituales en las retransmisiones de la NBC (el canal que actualmente posee los derechos de emisi¨®n), que pese a las cr¨ªticas de algunos usuarios siguen estando muy por encima de cualquier doblaje al castellano que podamos encontrar en nuestro pa¨ªs. Esto no quita que muchas veces se repitan los comentarios o que sea recomendable actualizar las pistas de audio para dinamizar el aspecto sonoro del juego, cuya banda sonora est¨¢ plagada de reconocidos temas de rock y metal. El tema oficial lo canta el grupo sueco The Hives, en un remix bastante entretenido que pone en alza el garaje rock.