"El Futuro..." Al principio de la genial Doce Monos -inspirada por la magistral La Jet¨¦e del tristemente fallecido Chris Marker -, el genio loco iconoclasta de Terry Gillian nos mostraba una ciudad desierta, a¨²n en pie, rodeada de un invierno eterno y en la que osos caminan sobre aceras y dentro de tiendas, y leones rugen dominantes por las cornisas de imponentes edificios antiguos de una urbe hu¨¦rfana de humanidad condenada a vivir bajo tierra. La primera vez que uno ve Tokyo Jungle en movimiento es dif¨ªcil no recordar las hipn¨®ticas secuencias del citado film, retrotrayendo la nueva producci¨®n de Sony Jap¨®n desarrollada por PlayStation C.A.M.P . y Crispy 's a esto mismo: un futuro desolador sin seres humanos, en el que la fauna y la flora han recobrado lo que los humanos les hemos estado quitando una y otra vez desde el amanecer del hombre. Pero, ?qu¨¦ es Tokyo Jungle ? B¨¢sicamente estamos ante un Survival en la plena defici¨®n del t¨¦rmino, en el que nuestra meta ser¨¢ ¨²nicamente la de ir sobreviviendo al d¨ªa a d¨ªa mientras nos adaptamos a la jungla de cristal que es el Tokio de un futuro cercano. En el a?o 20XX (nunca sabemos exactamente la fecha concreta), la humanidad ha abandonado la Tierra, dejando a los animales -mascotas dom¨¦sticas, criaturas de Zoos y dem¨¢s- sueltos a su destino. Tigres, pollos, leones, hienas, caballos, osos panda e incluso -de forma totalmente inesperada- dinosaurios velocirraptores campan a sus anchas por las calles desiertas de la ciudad, reconvertida en un ecosistema animal que atravesaremos en dos modos distintos de juego. El Modo Historia nos lleva a trav¨¦s de varias misiones, que mezclar¨¢n distintas razas de animales e incluso mec¨¢nicas de juego. De esta manera, al inicio seremos un Pomerania que debe buscarse la vida cada d¨ªa en las calles de esta nueva Tokio; aunque tambi¨¦n podremos disfrutar de manejar al rey de la selva, el Le¨®n, mientras rugimos sobre el asfalto; o a un caballo de carreras atravesando con velocidad el escenario; o incluso a un pollito que acompa?ado de toda una bandada de semejantes deber¨¢ usar la infiltraci¨®n para sortear por la red de alcantarillado a toda la fauna m¨¢s grande que ¨¦l que pulula y pelea en la superficie.
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Hatari Aunque ser¨¢ en el modo multijugador en el que podremos sacarle el mayor partido al juego -de hecho, para comenzar el modo Historia tenemos que resolver una primera misi¨®n en el multiplayer. Ser¨¢ a trav¨¦s de este que las misiones del modo Historia, as¨ª como las nuevas razas de animales y elementos como ropa (que act¨²a de armadura) ir¨¢n desbloque¨¢ndose. Una de las claves de Tokyo Jungle ser¨¢ ver el tiempo que somos capaces de sobrevivir cada vez que entremos en su modo multijugador, siendo un elemento necesario el morir para poder salir y jugar una nueva misi¨®n, ya que salir sin m¨¢s de la partida no guardar¨¢ los elementos nuevos que hayamos desbloqueado. Cuanto m¨¢s sobrevivamos, m¨¢s lejos llegaremos en el juego y con m¨¢s elementos, razas y clases de animales desbloqueados. Aqu¨ª, en sus mec¨¢nicas in-game, es donde el exclusivo de Sony se revela como uno de los juegos m¨¢s viscerales de la presente generaci¨®n. Y es que el desarrollo jugable no ser¨¢ tan delicado o infantil como el del Rey Le¨®n de Mega Drive o el A Dog's Life de PlayStation 2, para nada. Ya incluso con nuestro primer animal, un Pomerania de inocente y encantador aspecto, m¨¢s de un usuario (y m¨¢s de una asociaci¨®n estilo PETA de defensa de los animales) se sorprender¨¢ ante el salvajismo del juego, viendo c¨®mo un inocente perrito ataca y aplasta contra el suelo de una dentellada a un conejo, cubriendo el asfalto de sangre -imaginaos lo que es manejar a leones, osos, elefantes o la estrella del juego: un Tiranosaurio Rex. Y es que jugar como hienas y tener que desgarrar el cuello de un cachorrito que gime en el momento de matarlo no es nada recomendado para los que crean que esto es meramente un simp¨¢tico arcade. Esto ser¨¢ una constante, ya que la necesidad de alimentarnos est¨¢ siempre omnipresente en la jugabilidad, como demuestra la barra Hambre que hay situada entre las de Vida y Resistencia en la interfaz.
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El C¨ªrculo de la Vida A pesar de que el manejo de las m¨¢s de 50 especies y 80 tipos de animales distintos -desde caballos hasta simios pasando por gacelas y jirafas- no difiere en demas¨ªa respecto de uno a otro, son las mec¨¢nicas jugables implementadas por sus creadores las que otorgan un punto de originalidad no presente en otros t¨ªtulos -quiz¨¢s en Viva Pi?ata. A pesar de que podemos escoger entre animales Herb¨ªvoros o Carn¨ªvoros, y tambi¨¦n entre avanzar en solitario o en manada, lo m¨¢s recomendable es precisamente esto ¨²ltimo: escoger un animal, sobrevivir en la calle con ¨¦l frente a las otras especies, buscar una compa?era con la que procrear, tener cachorros para hacer crecer la manada, y continuar hasta que tengamos un numeroso grupo que nos brinde ventaja num¨¦rica en los combates, pasando de controlar al l¨ªder a ser uno de los cachorros para continuar el c¨ªrculo de la vida. Pero no pens¨¦is que llegar a ser el macho alfa de una manada es f¨¢cil, ya que tendremos que procurar tener un apareamiento con una compa?era 'de calidad', con unas estad¨ªsticas altas que nos aseguren una buena estirpe, lo que no es f¨¢cil, ya que nos exponemos a que ¨¦sta nos rechace y debamos conformarnos de momento con otra de genes inferiores. Visualmente, este exclusivo de PlayStation 3 basa la mayor parte de su (modesto) impacto visual -naci¨® como un t¨ªtulo descargable de presupuesto moderado a pesar de haber sido lanzado tambi¨¦n en disco f¨ªsico- en dos elementos. El primero es la visualizaci¨®n de una Tokio medio en ruinas, desierta de seres humanos y con la vegetaci¨®n reclamando de nuevo sus calles. La recreaci¨®n a nivel de realidad es alta, pudiendo reconocer zonas como el parque Yoyogi o la estaci¨®n Shibuya , adem¨¢s de ampliar los escenarios a niveles subterr¨¢neos e incluso alcantarillas. Aunque los elementos presentes en primer plano como veh¨ªculos o asfalto destruido no cuentan con una gran carga poligonal, siendo m¨¢s espectaculares a la vista algunos de los fondos abiertos de las distintas localizaciones. El segundo elemento es por supuesto la visualizaci¨®n y animaci¨®n de cada especie animal, una mezcla de realidad y arcade -ese canguro boxeador que parece extrapolado de Tekken -, que tiene sus mejores cualidades en los peque?os detalles, como la s¨²bita expresi¨®n de los ciervos al detectar un peligro, o la piel erizada de los gatos bufando en manada. Todo ello siempre desde una perspectiva lateral, aunque en escenarios entre 2.5/3D y con movimientos 3D de los personajes.
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Welcome to the Jungle Original . Esa es la palabra que mejor describe a Tokyo Jungle. En su concepto m¨¢s b¨¢sico se trata de un survival en el que tendremos que cazar constantemente -con elementos de plataformas- para evitar que nos cacen. Pero en conjunto se trata de un juego que nos permite manejar desde un mono a un pollo de corral, desde un ciervo hasta un oso panda, y en el que adem¨¢s tendremos que aparearnos tras seleccionar a la compa?era ideal -aunque falte por ver si ella nos quiere a nosotros-, criar una manada e imponer nuestra voluntad a dentelladas y zarpazos. Todo ello en medio de la jungla urbana de acero y cristal roto de Tokio. Una experiencia visceral como pocas que m¨¢s de uno probar¨¢ por curiosidad y que en Jap¨®n se ha saldado con un gran ¨¦xito de ventas, lo que ha contribuido a confirmar su lanzamiento en las junglas europeas y americanas. Pero, ?estar¨¢ Tokyo Jungle a la altura de su nunca vista propuesta? La respuesta deber¨¢ esperar hasta el 26 de septiembre, fecha de estreno en Occidente, aunque la premisa de una manada de Pomeranias persiguiendo y saltando al cuello a una hiena seguro que llama la atenci¨®n a m¨¢s de un curioso del que es ya uno de los juegos m¨¢s originales de PlayStation 3 y de la presente generaci¨®n.