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Credo Una consola es recordada sobre todo por sus juegos. Sony, conocedora de esa m¨¢xima, sabe que tiene que alimentar a su reto?o PS Vita con software que despierte el inter¨¦s de usuarios en todas partes del mundo. Tras geniales ejemplos como el maravilloso Gravity Rush o el menos logrado -aunque para nada desaconsejable- Resistance: Burning Skies , grandes sagas se proyectan en el horizonte del sistema, como Bioshock, Call of Duty -mostrado en esta Gamescom 2012-, Killzone o Assassin's Creed , el cual nos ocupa hoy. Si durante el E3 2012 Ubisoft nos present¨® la entrega que buscar¨¢ estar a la altura de la saga de sobremesa, en la presente feria alemana hemos podido echarle mano y jugar al fin con la bella Aveline de Grandp¨¦ , la cual se mover¨¢ entre los a?os1765 y 1780 -complementando la historia de Connor en el ACIII de sobremesa- por un territorio tan ex¨®tico como mort¨ªfero: Nueva Orleans. ?El resultado? Tras lo jugado, la sensaci¨®n es de que estamos realmente ante un Assassin's Creed como el resto, solamente que este nos lo podremos llevar a todas partes. Pero entremos sin m¨¢s dilaci¨®n en el terreno jugable. En una protot¨ªpica misi¨®n para aprender los controles, comenzamos ya usando las funciones t¨¢ctiles de PS Vita subidos a una canoa, medio de transporte que usaremos m¨¢s de una vez dado el entorno geogr¨¢fico de pantanos -junto a M¨¦xico y Nueva Orleans- por el que nos moveremos: deslizando dos dedos por el panel trasero haremos que Aveline pedalee -aunque tambi¨¦n podemos usar el bot¨®n f¨ªsico X-, mientras que los sensores sirven para guiar la direcci¨®n de la canoa (bien implementado, aunque con un liger¨ªsimo retraso en la respuesta, t¨ªpico de una demo). El objetivo es encontrarnos con un contacto -bastante desagradable- que nos informa de la proximidad de un campamento templario, aunque antes y para entrar en calor sufriremos el ataque de un cocodrilo, al cual despachamos a golpe de QTE mientras le cortamos el cuello en el primer ejemplo del mecanismo de contraataque de ACIII Liberation. Debemos mencionar la conseguida atm¨®sfera que se respira en esta parte, algo que ayuda a que nos olvidemos casi de que esto es una port¨¢til y no un potente sistema de sobremesa.
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El Fantasma de los Pantanos Un grupo de soldados patrulla alrededor del fuego de un campamento. Podemos o bien ser directos, atacar r¨¢pidamente con la hoja retr¨¢ctil a un enemigo y aprestarnos para el combate con el resto, o bien usar la ventaja que los ¨¢rboles y la agilidad de nuestra asesina nos brinda. Sobre una de estas ramas, seleccionamos el l¨¢tigo -usado tambi¨¦n para cubrir grandes distancias si hay un punto para colgarlo, al estilo Indiana Jones- del men¨² en forma de semicircunferencia en el que tambi¨¦n escogemos los objetos a usar. Igual que en Batman: Arkham, en cuanto un enemigo se situ¨® bajo nuestra vista, enredamos el l¨¢tigo en su cuello, pegando un tir¨®n con el bot¨®n de acci¨®n para enviarlo junto al cocodrilo que liquidamos. Pulsar el bot¨®n equivocado en esta acci¨®n provocar¨¢ que el guarda o enemigo caiga al suelo desarmado, pero vivo, gritando en ese momento a sus compa?eros y poniendo al descubierto nuestro escondite. Nos aprestamos al combate directo, en el que el l¨¢tigo tambi¨¦n puede ser usado como si fu¨¦ramos una Catwoman sure?a de 1700. Tras ser rodeados, lo m¨¢s sensato es eliminarlos uno a uno, en una jugabilidad extra¨ªda directamente de sus hermanas mayores. Aunque esta vez, el bloqueo requiere de una habilidad mayor y de una pericia m¨¢s r¨¢pida, lo que aumenta la dificultad de los combates. Pensando en esto, y en aquellos que se acerquen a la saga por primera vez, sus creadores han implementado un QTE opcional de muerte r¨¢pida por el que, aprovechando que la acci¨®n se ralentiza, marcamos las cabezas de los enemigos con el dedo y Aveline har¨¢ el resto. Tras eliminarlos a todos de la forma cl¨¢sica, y contemplar las suaves animaciones de la protagonista y c¨®mo encadena esta las acciones de combate, a¨²n nos quedaba un enemigo m¨¢s escondido en lo alto de un puesto de vig¨ªa. Trepando por el m¨¢stil de un barco oculto en pleno campamento, y desliz¨¢ndonos de nuevo de rama en rama, la demo terminaba con una brutal ejecuci¨®n por la espalda del vig¨ªa, en un visceral pero a la vez sublime movimiento que termina con nuestra espada atravesando la nuca y el cr¨¢neo del desdichado, cuyo cad¨¢ver cae con fuerza al suelo.
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Pr¨ºt-¨¤-Porter Colonialista Aqu¨ª terminaba la demo jugable, pero no todo lo que Ubisoft hab¨ªa preparado. Ahora comenzaba la demostraci¨®n (esta vez sin poder manejar la consola) del llamado sistema de disfraces o vestuario. Manejando a una mujer, las mec¨¢nicas de AC a?aden un nuevo toque, diversificando el ritmo de juego y sus posibilidades con varios trajes de los cuales vimos tres: el de asesina del Credo, el de esclava (seg¨²n el juego, aunque nos lo presentaron como trabajadora) y el de aristocr¨¢tica dama de la Alta Sociedad. Llevando el uniforme del credo ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil despertar miradas sospechosas, sobre todo entre los templarios, que caer¨¢n sobre nosotros al m¨ªnimo movimiento extra?o -recordemos que estamos en la Nueva Orleans del siglo XVIII, ambientaci¨®n que el estudio se est¨¢ tomando muy en serio-, ocasionando peleas y huidas r¨¢pidas. Cada uno de los trajes que vestiremos estar¨¢n disponibles en tiendas repartidas que desbloqueamos por los distintos distritos que veremos. Pero estos tendr¨¢n m¨¢s elementos antes que una funci¨®n meramente visual. Cada vez que no llevemos nuestro uniforme del Credo, los trajes traer¨¢n consigo una disminuci¨®n en? nuestro nivel de resistencia, as¨ª como nuestra capacidad de movimiento de combate, ya que no es lo mismo saltar sobre un enemigo, matarlo, trepar a lo alto de un tejado y saltar hacia otro usando el l¨¢tigo llevando pantalones de cuero que haciendo lo mismo con un ce?ido traje verde con cors¨¦ y sombrero de pluma. La ventaja de ir vestida de dama es la de poder moverse a nuestro antojo por la ciudad, aunque si nos pillan en un lugar restringido, podemos tener problemas. La misi¨®n que presenciamos requiere asesinar a un capit¨¢n de la guardia y recuperar una carta, lo que podemos hacer vestidos como asesinos, localizando al objetivo con la visi¨®n del ¨¢guila, usando la cerbatana mientras avanzamos por el tejado del fuerte para despejar el camino de guardias, y cayendo sobre nuestra victima dentro del recinto.
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Pero eso ser¨ªa lo t¨ªpico. Vamos a optar por una agradecida variable y usar el disfraz de dama, con el que podemos 'engatusar' a los dem¨¢s. Primero nos valemos de la funci¨®n Soborno para pasar por delante de un grupo de guardias -tenemos un sub-men¨² con distintas cantidades de dinero que usar, cuanto m¨¢s alta, m¨¢s segura es la posibilidad de avanzar sin que nos descubran-; y luego ponemos en pr¨¢cticas nuestras armas de mujer virtual, usando nuestro encanto para atraer a un guarda tras nosotros hasta un callej¨®n, momento en que vemos que, yendo con el traje de dama, nos damos cuenta de que no solo no estaremos desarmados, sino que aparte de la hoja oculta llevaremos un ¨²til parasol capaz de disparar dardos letales -matamos a nuestro objetivo- como venenosos -lo dejamos vivo, pero tan desorientado que ataca al primero que pase por su lado. Podemos asomarnos a una pared y fisgar por las esquinas, pero no trepar a ning¨²n sitio, por lo que la infiltraci¨®n se presenta como la ¨²nica mec¨¢nica posible para este traje. Una vez con el objetivo cerca de nosotros, un dardo letal remata el asunto. Tras ser descubiertos, observamos como la dama escapa de sus captores al m¨¢s puro estilo Batman: dejando caer una bomba de humo y desapareciendo en el acto. A¨²n ten¨ªamos tiempo para ver el traje de sirvienta/esclava en acci¨®n. Mucho menos glamouroso, la ventaja de este vestido es que nos permite usar el l¨¢tigo y tener m¨¢s movilidad, pudiendo trepar con el traje puesto. La ¨²nica pega es que la salud sigue siendo tan baja como cuando vamos vestidos de dama, por lo que el combate es una alternativa de nuevo a evitar en la medida de lo posible. Siguiendo una ruta distinta, nos hacemos pasar por una repartidora tras llevar una caja con nosotros. Nuestro objetivo es el mismo: entrar en el fuerte para cumplir nuestra misi¨®n. Y lo cumplimos de forma a¨²n m¨¢s original, esto es, hablando con varios personajes entre la gente de las zonas humildes -que se fiar¨¢n de nosotros por nuestra vestimenta- para provocar un peque?o altercado a nuestra se?al y llamar as¨ª la atenci¨®n de los guardias. Una vez que lo logramos y nos escabullimos dentro del recinto, vemos que uno de los guardias no ha ido a llamar al orden a los obreros que se pelean. De repente nos ponemos a barrer y logramos pasar desapercibidos, lo justo para clavarle la hoja en silencio por la espalda. Tras usar un dardo en nuestro objetivo, le robamos la carta en un segundo y salimos corriendo a un lugar seguro.
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Liberaci¨®n A nivel gr¨¢fico, y siempre teniendo en cuenta la imposibilidad de estar exactamente al mismo nivel que PlayStation 3, lo cierto es que este AC port¨¢til luce de una forma grandiosa en la pantalla de PS Vita. Detalles como las animaciones de ella con los distintos trajes, la fluidez -excepto los retrasos mencionados y alg¨²n que otro peque?o tir¨®n propio de una beta- o en ocasiones la distancia de visionado prometen un apartado visual a la altura de los mejores del sistema, como Uncharted: Golden Abyss . Jugablemente, es de destacar el detalle del sistema de vestuario y las posibilidades que este encierra, que en lo visto nos ha brindado la oportunidad de acometer una misi¨®n de tres formas totalmente distintas. A ello le sumamos el multijugador y la sensaci¨®n plena de estar ante un Assassin's Creed puro, y obtenemos el que apunta ya como una de las citas ineludibles de este a?o para la port¨¢til, verdaderamente necesitada de t¨ªtulos que espoileen sus ventas y engrosen un cat¨¢logo lleno de propuestas excelentes, pero escasas todav¨ªa. De momento toca esperar a Halloween, ya que ser¨¢ en pleno d¨ªa de todas las ¨¢nimas cuando Assassin's Creed III Liberation salga a la venta y Aveline de Grandpr¨¦ afronte su mayor reto.