Juego de Tronos

Sigue la segunda temporada de Juego de Tronos por Canal + Yomvi

Para George R. R. Martin, las cosas han cambiado mucho en el ¨²ltimo a?o. Lejos queda ya el a?o 1996, cuando public¨® su novela r¨ªo ¡°Juego de Tronos¡±, primer cap¨ªtulo de su serie ¡°Canci¨®n de Hielo y Fuego¡±. En los m¨¢s de 15 a?os transcurridos desde entonces, el autor norteamericano ha seguido sacando al mercado, dedic¨¢ndoles todo el tiempo que consideraba necesario, m¨¢s cap¨ªtulos de la obra, hasta el punto de que a d¨ªa de hoy han llegado al mercado ya (en ingl¨¦s) cinco de los siete libros. Pero lo que al principio no era m¨¢s que una obra cuyo p¨²blico mayoritario eran los habituales de las cr¨®nicas de espada y brujer¨ªa y los juegos de rol de l¨¢piz y dado acabar¨ªa por convertirse en una ¨¦pica enorme de gran ¨¦xito en todo el mundo, entre todo tipo de lectores. Es dif¨ªcil, pese a los defectos que se le podr¨ªan sacar, no destacar infinidad de virtudes en una historia compleja, enrevesada, larga y realmente envolvente, capaz de hacer que el lector se quede pegado a cada libro durante horas, pese a los miles de p¨¢ginas que acumulan entre los cinco cap¨ªtulos disponibles hasta la fecha.

Aunque el boca a boca y los reconocimientos de la cr¨ªtica literaria jugaron un papel muy importante de cara a la expansi¨®n de la franquicia en todo el mundo, lo cierto es que el impulso definitivo llegar¨ªa, como no pod¨ªa ser de otra forma, con el estreno de la serie de televisi¨®n. De la mano de la HBO, Juego de Tronos se ha convertido en un ¨¦xito internacional al saber adaptar con acierto el complejo argumento de las novelas a un formato m¨¢s reducido y limitado, resumiendo los acontecimientos clave para, con un apartado visual espectacular, ganarse al gran p¨²blico y expandir la franquicia. Dentro de esta din¨¢mica de expansi¨®n, no pod¨ªan faltar adaptaciones jugables que aprovechasen el fil¨®n que una licencia como esta, tan apropiada para los videojuegos, ofrec¨ªa a desarrolladoras y usuarios. Fue as¨ª como, en 2009, se anunci¨® el acuerdo alcanzado entre la desarrolladora Cyanide y George R. R. Martin para crear videojuegos basados en los libros del autor norteamericano.

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El primero de ellos, que nos lleg¨® hace unos meses, fue Juego de Tronos: G¨¦nesis, un t¨ªtulo de estrategia en tiempo real que result¨® ser, a todas luces, un sonoro fracaso a todos los niveles, ya que no consigui¨® unos est¨¢ndares de calidad que hiciesen justicia a la licencia que luc¨ªa en la car¨¢tula. El segundo t¨ªtulo del acuerdo ser¨ªa un juego de rol, titulado simplemente Juego de Tronos. Lo que a priori deber¨ªa ser un g¨¦nero m¨¢s adecuado o que ofrec¨ªa m¨¢s posibilidades al planteamiento de los libros acab¨® suponiendo una nueva decepci¨®n relativa, ya que este juego de rol mezcla por igual grandes ideas y momentos sublimes con otros detalles olvidables y que dejan mucho que desear a casi todos los niveles. Tal es as¨ª, que es muy dif¨ªcil que nadie que no sea un fan ac¨¦rrimo de las novelas pueda llegar a sacarle provecho a un producto que est¨¢ muy lejos de lo que cabr¨ªa esperar. Una pena que se haya desaprovechado el potencial de la franquicia para, tal vez, apurar el lanzamiento de un producto que tiene cierto potencial latente y que podr¨ªa haber dejado un sabor de boca mucho mejor.

Juego de Tronos se nos presenta como un juego de rol independiente. Es decir, pese a titularse ¨²nicamente ¡°Juego de Tronos¡±, es posible que dicho t¨ªtulo responda ¨²nicamente a razones comerciales, ya que el juego no tiene demasiado que ver con la historia del libro o de la adaptaci¨®n televisiva y se limita a contar su propia historia paralela. El argumento gira en torno a dos personajes principales: Mors Westford, un veterano de la Guardia de la Noche, y Alester Sarwyck, un sacerdote que regresa a su hogar tras quince a?os de viaje tras la muerte de su padre. Ambos pretenden mantenerse al margen de los conflictos pol¨ªticos que se producen por todo Westeros, pero no pueden hacer nada para evitar caer en ellos ya que el destino parece tener otros planes para ellos. Mors es un personaje muy interesante, ya que se presenta como un hombre oscuro, que al principio de la aventura debe enfrentarse a sus antiguos compa?eros del Muro que han abandonado su juramento y traicionado a sus hermanos.La historia se desarrolla a lo largo de quince cap¨ªtulos en los que visitaremos distintos lugares y nos encontraremos con personajes y enemigos de toda ¨ªndole, explotando muy bien el universo de las novelas. Aunque nunca se llegan a superponer acontecimientos con la historia principal de la franquicia, s¨ª que veremos la aparici¨®n de un par de personajes de la misma: Jeor Mormont y Lord Varys. Son estos peque?os gui?os, as¨ª como las referencias a la novela principal, los que crean un nexo que ayuda al jugador a sumergirse en el universo que se le presenta en pantalla. Desgraciadamente, aunque los guionistas del juego han hecho por lo general un buen trabajo, han fracasado a la hora de mantener un equilibrio constante a lo largo de la aventura. Es decir, no es hasta las ¨²ltimas horas de juego que el argumento cobra intensidad y nos ofrece sus mejores momentos, ya que por lo general el ritmo narrativo es muy bajo y no termina de enganchar tanto como cabr¨ªa esperar.

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A lo largo de unas 30 horas de juego, iremos viendo un lento desarrollo de los acontecimientos, presentados a trav¨¦s de infinidad de secuencias de v¨ªdeo y di¨¢logos de los cuales s¨®lo la mitad tienen verdadero inter¨¦s y se antojan realmente interesantes. De vez en cuando tendremos que seleccionar una opci¨®n de di¨¢logo, con algunas elecciones morales que se antojan especialmente interesantes y que influir¨¢n en cu¨¢l de los dos finales del juego veremos. Lo bueno que tiene este argumento independiente es que los que no conozcan en profundidad la obra de George R. R. Martin, o que se adentren por primera vez en la franquicia, podr¨¢n disfrutar del juego plenamente. Pero que el argumento, pese a sus errores, llegue a ser interesante y satisfactorio, no consigue mantener por s¨ª solo una producci¨®n a todas luces mediocre que deja mucho que desear en todos y cada uno de sus apartados.

El sistema de juego es el t¨ªpico de juego de rol. Para empezar, podremos personalizar en profundidad a nuestro personaje. Aunque no podremos alterar su apariencia f¨ªsica, s¨ª que podremos definir muchos par¨¢metros para moldearlo a nuestro gusto como luchador. Por ejemplo, podremos elegir si queremos que use espada y escudo, dos espadas o un arma a dos manos. Tambi¨¦n podremos invertir puntos en par¨¢metros habituales del g¨¦nero del rol (como fuerza, inteligencia, suerte¡­). No faltar¨¢n los ¨¢rboles de habilidades concretas (como golpes especiales). Y otro cl¨¢sico de los juegos de rol tradicionales de papel y l¨¢piz, la elecci¨®n de virtudes y defectos para equilibrar al personaje. Esta creaci¨®n de personaje es muy satisfactoria y bebe de las propias directrices b¨¢sicas del rol m¨¢s puro, algo que sin duda sienta genial a la producci¨®n.

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Desgraciadamente, todo ello se desvanece ante un sistema de juego que, al final, acaba resultado vac¨ªo y anodino. Los combates son en tiempo real y se basan fundamentalmente en dos botones: uno para atacar y otro para ralentizar el tiempo y preparar las estrategias. Al ralentizar la acci¨®n, se abre un men¨² radial en el que se indican nuestras habilidades especiales, las cuales podremos seleccionar para que se conviertan en nuestro siguiente ataque en la cadena. Esta cadena se va vaciando seg¨²n el personaje vaya realizando ataques y podemos ir rellen¨¢ndola. Los especiales consumen barra de especial, as¨ª que no podremos usarlos tanto como deseemos y deberemos calcular muy bien los tiempos para usar cada tipo de ataque, ajust¨¢ndolo siempre a la situaci¨®n concreta. Por lo general, iremos acompa?ados de un equipo y los enemigos atacar¨¢n en grupo, as¨ª que deberemos demostrar ser aut¨¦nticos estrategas para desarrollar t¨¢cticas lo bastante complejas y funcionales como para solventar cada una de las situaciones que se nos presenten.

Podremos controlar directamente a nuestros compa?eros de equipo y decirles qu¨¦ ataques deben realizar a continuaci¨®n. Es decir, una din¨¢mica normal (y casi obligatoria si queremos tener ¨¦xito en un combate) es ralentizar la acci¨®n y movernos entre todos los personajes para realizar las indicaciones de rigor y preparar la t¨¢ctica con la que derrotaremos a nuestros enemigos. Sin embargo, esa sensaci¨®n gratificante que sentimos al superar los primeros combates complejos se va diluyendo poco a poco a medida que avanzamos por la aventura y nos vamos encontrando con cada vez m¨¢s combates id¨¦nticos, con repetici¨®n de t¨¢cticas e ideas y con una insatisfactoria sensaci¨®n de que los combates son demasiado raros, que pretenden ofrecer algo original pero que requieren acostumbrarse a ellos para acabar descubriendo que son todos cl¨®nicos, repetitivos y agotadores con el tiempo.

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Todo modelado de personaje de Juego de Tronos es, simplemente, horrible. Est¨¢n mal hechos, de manera sucia y descuidada; algunos parecen tener deformidades en el cuerpo, otros intentan presentar rasgos distintivos que acaban resaltando los defectos. Todos ellos est¨¢n animados de forma muy mediocre, algunas de las cuales podr¨ªan llegar a calificarse como simplemente rid¨ªculas. Menci¨®n especial merece el perro del protagonista, que est¨¢ siempre presente y cuyo modelado, dise?o, animaci¨®n y texturas hacen que, por momentos, parezca un verdadero engendro del inframundo en vez de un fiel perro de caza. Todo esto, sin pararnos a hablar de la nefasta interacci¨®n f¨ªsica, con personajes y puertas que se atraviesan entre s¨ª y que provocan una notable desconexi¨®n del usuario con el universo del juego. Adem¨¢s, los personajes secundarios son tan limitados que hay unos cuantos modelos muy b¨¢sicos que se repiten hasta la saciedad, llegando al punto de poder ver varios clones en la misma escena.

Dentro de ese af¨¢n repetitivo, tambi¨¦n tenemos los golpes finales. Cuando acabamos con el ¨²ltimo enemigo de un grupo, y tal y como ya es habitual dado que lo hemos visto en otros t¨ªtulos, se reproduce una peque?a secuencia en la que el personaje principal da un ¨²ltimo golpe final para acabar con ese enemigo. Pero solo hay una de estas muertes especiales por arma, as¨ª que si nos sentimos c¨®modos con un arma en concreto, veremos la misma secuencia una y otra vez. En definitiva, un juego que t¨¦cnicamente hubiese sido mediocre ya en generaciones anteriores y que en esta desluce todav¨ªa m¨¢s sus ya de por s¨ª pocas virtudes. Ni siquiera el apartado sonoro, que recupera algunas melod¨ªas de la serie de televisi¨®n, se salva de la quema al esta tan mal introducido que, si se acaba la melod¨ªa, hay unos instantes de silencio antes de iniciarse de nuevo la pista; algo que se nota exageradamente y que desluce a¨²n m¨¢s el acabado general de la producci¨®n.

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