DiRT Showdown, Impresiones
DIRT regresa para ofrecer nuevas sensaciones, velocidad al l¨ªmite y control total de tu veh¨ªculo. El juego de Codemaster regresa con muchas novedades y variaciones buscando hacer disfrutar a una gran variedad de jugadores.
Labrarse una buena reputaci¨®n no es f¨¢cil y no est¨¢ al alcance de todas las franquicias ni todas las compa?¨ªas. Basta un ¨²nico tropiezo para que se pongan en duda muchos a?os de desarrollo y, tal vez por ese motivo, es posible que las desarrolladoras de videojuegos tomen pocos riesgos a la hora de abordar nuevos proyectos. En el caso de DIRT, que es as¨ª como evolucion¨® el nombre de la saga previamente conocida como Colin McRae, cuenta sus apariciones para las consolas de sobremesa (exceptuando una nefasta conversi¨®n a Wii) y PC por ¨¦xitos y ha sabido granjearse el cari?o de tanto la prensa especializada como de los usuarios en general. Entre nosotros como tal desde 2007, las sucesivas ediciones han ido confirmando la serie como uno de los referentes dentro del mundo de la conducci¨®n a caballo entre la simulaci¨®n y, a veces, el arcade. Y adem¨¢s decide asumir nuevos retos con este Showdown.
Desde hace algunos d¨ªas hemos podido probar en nuestra PS3 una versi¨®n avanzada ¨C pero limitada en cuanto a contenidos ¨C de lo que ser¨¢ el juego final que llegar¨¢ a nuestras tiendas entre finales de mayo y principios de junio, dependiendo de la versi¨®n escogida. Ciertamente se rezuma DIRT por los cuatro costados, pero en una versi¨®n mucho m¨¢s arcade de lo que vimos en la tercera entrega y que guarda m¨¢s similitudes con la segunda que con ninguna otra. Pero, eso s¨ª, a?adiendo modos de juego que parecer¨ªan m¨¢s propios de un Twisted Metal, un Destruction Derby o un Burnout (de los buenos) que no de un juego de Codemasters. Y sin embargo, lo que Showdown hace lo hace muy bien. Los amantes de la simulaci¨®n tendr¨¢n que esperar a DIRT 4, porque aqu¨ª de lo que se trata es de ganar de cualquier manera, y si puede hacerse machacando al contrario contra una valla, mucho mejor.
De todos los modos disponibles, solamente se nos ha facilitado acceso al ¨²ltimo, en el que iremos compitiendo en una serie de pruebas divididas en varios niveles de dificultad y a medida que vayamos consiguiendo podios se ir¨¢n desbloqueando m¨¢s; aqu¨ª es donde apreciamos la variedad incluida en el disco: carreras cl¨¢sicas, eliminadores, en circuito en 8, pruebas de stunts o trucos, arenas de destrucci¨®n, demoliciones, uno contra uno¡ al principio cuesta un poco averiguar el mecanismo que hace que ganemos partidas por la ausencia de tutorial, pero desde luego quedan claras dos cosas: una, el control y manejo se han simplificado bastante para favorecer un acceso mucho m¨¢s directo al juego; y dos, estamos ante un t¨ªtulo de contacto, de roces, de empujones, de choques, de echar al rival de la carretera, de usar sabiamente el turbo, de saltar por las rampas y caer encima de la melee, de usar y abusar del freno de mano. Si este no es nuestro estilo, este no es nuestro juego.
Pero vistas las ¨²ltimas apuestas del sector en este aspecto (Blur, Split Second), buenos juegos sin llegar a la excelencia, es posible que Showdown tenga su cabida ah¨ª. B¨¢sicamente por una raz¨®n: es divertido como pocos. Y lo es porque a pesar de que haya ocho veh¨ªculos d¨¢ndose de tortas en una arena, con algunos volando por las rampas y otros tratando de chocar contra ti para echarte plataforma abajo, nunca se tiene la sensaci¨®n de aleatoriedad que existe en otros juegos. Es una especie de caos controlado el que tenemos aqu¨ª, favorecido especialmente por el dise?o muy inteligente de los circuitos que provocan que aunque vayamos l¨ªderes destacados en carrera no estamos a salvo de un imprevisto, de un mal choque, de una mala curva de un cruce extra?o, de un adversario despiadado y vengativo, de un rival rezagado¡ de cualquier cosa que simplemente puede volver a pegarte al grupo y a volver a tener que pelear por la primera plaza.
T¨¦cnicamente hay poca diferencia con lo que vimos en DiRT 3, aunque eso no es precisamente una mala noticia. Lo que hemos visto hasta el momento rinde perfectamente y con fluidez durante todo el desarrollo de las pruebas y los coches est¨¢n dotados de una fuerte carga poligonal, deformaciones por impacto ¨C con algunas notorias, como puertas que se quedan mal cerradas y rebotan contra el lateral ¨C reflejos en tiempo real y dem¨¢s parafernalia para deleitarnos la vista. Los circuitos y escenarios no son un alarde de despliegue gr¨¢fico pero no hay carga durante los mismos (eso significa que no hay apariciones repentinas de entorno y objetos) y se ha mejorado mucho el tema del p¨²blico, mucho m¨¢s presente en esta entrega y que ciertamente era un aspecto flojo de sus predecesores. Para acabar de hacer esto m¨¢s atractivo, la m¨²sica y efectos vienen en sonido 3D 7.1 y adem¨¢s con comentarios en castellano, jocosos algunos y olvidables otros, que sin embargo y como curiosidad siempre estaban por debajo de la banda sonora y hubo que ajustarlo en el apartado de opciones para poder entender qu¨¦ dec¨ªa el comentarista.
Dentro de las muchas modalidades de juego que pudimos probar se encontraba la carrera cl¨¢sica, en la que competimos contra 7 rivales y debemos alcanzar la primera posici¨®n; hay mucha tierra, muchos derrapes, mucho apoyo sobre el coche de delante para realizar el giro¡ de forma que no es necesario una lectura perfecta de las curvas, especialmente si no vamos en primera posici¨®n. Otro modo fue la Arena, donde recibimos puntos si permanecemos en la plataforma central y vamos chocando con otros coches y ech¨¢ndolos de la misma; una variante de esto es prescindir de la plataforma, de manera que estamos en un espacio m¨¢s o menos abierto y debemos vigilar continuamente la espalda para que no nos embistan mientras vamos destruyendo adversarios. Una de las pruebas m¨¢s divertidas es la carrera en el circuito en 8, ya que a cada vuelta, aunque vayamos en primera posici¨®n, hay dos cruces cr¨ªticos en los que pasaremos perpendicularmente al tr¨¢fico y podemos perder mucho tiempo en caso de chocar; el modo m¨¢s t¨¦cnico es tal vez el de stunts, en el que deberemos realizar algunos trucos (derrapes, donuts, choques, saltos, etc) en un tiempo determinado.
Existen una serie de veh¨ªculos base sobre los que podemos competir; cada vez que terminemos una prueba, si mejoramos nuestra actuaci¨®n anterior, se nos proporciona una cantidad de dinero que invertir o bien en nuevos coches o en mejoras para los que ya poseemos. B¨¢sicamente podremos mejorar la relaci¨®n peso-potencia, el manejo o la resistencia, ¨¦sta imprescindible para los campeonatos de choque. Existe una gran diferencia entre seg¨²n qu¨¦ modalidad de coche escojamos as¨ª como la superficie sobre la que se desarrolle la prueba. Dado que el ritmo de las partidas, en cualquier caso, es siempre mucho m¨¢s tranquilo a como podr¨ªa ser un un Burnout o un Destruction Derby, que entendamos por qu¨¦ un nuestro veh¨ªculo se comporta de una u otra manera es importante. Muchos son adem¨¢s versiones modificadas de otros que ya est¨¢n en la calle, aderezados con pegatinas de los patrocinadores que si bien no tienen influencia sobre su rendimiento, en algunos casos quedan bastante bien.
Algunas de las funcionalidades extra que dispondremos durante las pruebas es la capacidad de hacer revisi¨®n instant¨¢nea de un choque o poder tirar atr¨¢s el tiempo, as¨ª como poder grabar esos mismos v¨ªdeos en el disco duro de nuestra consola o PC y enviarlos directamente a YouTube con la simple pulsaci¨®n de un bot¨®n. Tambi¨¦n hay que ver c¨®mo funcionar¨¢ aqu¨ª la equivalencia del modo ¡°autolog¡± que tiene EA, que consiste en comparar pasivamente los tiempos que realizamos con los de nuestros amigos para as¨ª ¡°picarnos¡± entre nosotros. Dado que, por lo menos durante esta preview, no hab¨ªa minimapa ninguno, es importante controlar las vistas exteriores del coche porque la IA no tendr¨¢ reparos en ir contra nosotros a la menor posibilidad y saber cu¨¢ndo y como usar el turbopropulsor instalado para separarnos de nuestros enemigos o incluso embestirlos con mayor fuerza.
Queda mucho por descubrir de este DiRT Showdown, much¨ªsimo. No hemos podido probar nada del multijugador, ni online ni a pantalla partida, ni tampoco del modo ¡°Joyride¡±, que se prev¨¦ tambi¨¦n como una de las estrellas del juego. Pero lo que s¨ª podemos avanzar es que esta apuesta de Codemasters es muy ambiciosa, porque pretende alcanzar una cuota de p¨²blico a la que quiz¨¢ no llega con los DiRT cl¨¢sicos, pero tambi¨¦n arriesgada porque otros t¨ªtulos del g¨¦nero no han alcanzado ni la popularidad ni el ¨¦xito que hubiesen deseado. Y adem¨¢s, muchos seguidores de la franquicia no ver¨¢n el spin-off con demasiados buenos ojos; pero en cualquier caso, mucho tendr¨ªan que cambiar las cosas para que la versi¨®n final no fuera un producto estupendo y que agolpe muchas horas de diversi¨®n, porque tal vez se le podr¨¢n achacar muchas cosas pero este Showdown destila sonrisas por los cuatro costados.
- Conducci¨®n
La veterana saga de rallies abandona la seriedad de la competici¨®n tradicional en DiRT Showdown, adentr¨¢ndose en un terreno m¨¢s arcade, con eventos que incluyen derbys de demolici¨®n y parques de estilo libre.