Dragon's Dogma, Impresiones

El 25 de mayo es el d¨ªa marcado por Capcom para el lanzamiento mundial de su nueva IP m¨¢s importante de este curso fiscal. Dragon's Dogma sobrevuela el g¨¦nero m¨¢s de moda en los ¨²ltimos meses para demostrar a Skyrim, Dark Souls o Reckoning que la interpretaci¨®n oriental del medievo occidental fant¨¢stico tiene much¨ªsimo que decir en los videojuegos y las historias audiovisuales en definitiva. Con garras comunes pero con distintas alas, este coloso ya ha llegado a la Redacci¨®n de MeriStation en su c¨®digo de preview, y hemos podido lidiar tranquilamente con m¨¢s de la mitad de una vasta aventura que no es tan parecida a los antes mencionados como todos esper¨¢bamos, aunque obviamente emana Action RPG por todas sus escamas.

Nunca un juego japon¨¦s hab¨ªa reflejado de forma tan occidental la fantas¨ªa medieval europea, la mitolog¨ªa y la magia de los universos con goblins, dragones, c¨ªclopes, arqueros elfo e hidras. Pero a¨²n as¨ª, Dragon's Dogma sigue teniendo ese puntito oriental, esa evidencia que distingue unos desarrollos de otros y una sensibilidad mucho m¨¢s aflorada y explotada, valores distintos. Ya la trama, algunas secuencias cinem¨¢ticas o la propia forma de presentar a los personajes y las mec¨¢nicas del juego huelen a Capcom. Y esto para todos aquellos que vengan de los sobresalientes Skyrim, Dark Souls o incluso Reckoning supondr¨¢ un valor a?adido, pues diferencia de forma palpable a este proyecto de sus competidores m¨¢s directos y extremadamente cercanos en el tiempo. Esta obra, por ¨¦ste y otros motivos, es diferente.

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Libertad medida

En Dragon's Dogma hay un overworld majestuoso y que da cabida a las distintas ciudades, aldeas, fortalezas, puertos... Su ofrecimiento y presentaci¨®n, sin embargo, se va haciendo poco a poco, con leve linealidad inicial para que el jugador no se sienta perdido ante la vastedad del t¨ªtulo. Al principio el mapa casi parece un pasillo zigzagueante, con diversas aldeas, tiendas y personajes con misiones secundarias salpicando sus curvas. Sin embargo, a partir de la tercera hora de juego el escenario se abre y se abre hasta colocar los l¨ªmites en zonas que parecen innaccesibles por el distanciado. Este esquema, bastante opuesto al de los The Elder Scrolls, por ejemplo, se traslada tambi¨¦n al argumento y las quests, que arrancan como un c¨²mulo de sucesos intocable para a medida que se avanza ir dejando m¨¢s decisiones en manos del jugador, que podr¨¢ llegar a cambiar el final tambi¨¦n dependiendo de las elecciones que haga al hacerse con aliados.

Los llamados peones son una de las caracter¨ªsticas ¨²nicas de Dragon's Dogma. En el juego, en cualquier momento podremos contratar y mantener para toda la partida a cualquiera de los cientos de NPCs mercenarios que nos cruzaremos. Adem¨¢s, definir su personalidad, estilo de lucha, equipo o posici¨®n y trato dentro del grupo crear¨¢ diversas afinidades y eficacias en combate y otras situaciones cruciales. Esto, como ya se sabr¨¢, se traslada tambi¨¦n al online, donde podremos encontrarnos con otros jugadores e inicar quests juntos como si de un MMO se tratase, aunque no habr¨¢ superpoblaci¨®n, pues Capcom ya ha explicado que en cada partida se encontrar¨¢n un n¨²mero concreto de jugadores, usuarios que solo podr¨¢n cooperar entre s¨ª y pueden ayudarse para avanzar cada uno su aventura en paralelo.

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Dargon's Dogma no se anda con rodeos. Nada m¨¢s empezar una partida el juego explica que hay un objetivo final y que para alcanzarlo a¨²n queda por delante mucho viaje de mejoras con la destreza, ayuda a los dem¨¢s, subidas de nivel y equipamiento decente, ni m¨¢s ni menos. La historia, que no es tan larga como la de otros juegos de rol y acci¨®n nos presenta desde casi al principio al enorme drag¨®n rojo que devora el coraz¨®n del Arisen y le asegura un camino de pruebas, aunque no acaba con su vida. En ese momento, la ¨²nica forma de llegar hasta el carn¨ªvoro animal escupefuego es preguntando y charlando con las gentes, siguiendo un argumento bastante plano demasiado centrado en las peque?as historias particulares y dejando de lado una grande general que tenga importantes giros dram¨¢ticos, sorpresas o sensaci¨®n de evoluci¨®n.

Pero el arranque no es ¨¦ste. Como todo gran RPG medieval, la primera vez que tomaremos control de nuestro personaje una vez superado el editor de aspecto, raza, clase, atributos b¨¢sicos y personalidad ser¨¢ dentro de una estrecha cueva, un pasillo recto donde aparecen los primeros enfrentamientos, peones aliados sin motivo l¨®gico aparente, objetos para el inventario y hasta el primer gran jefe, una Quimera (un le¨®n gigantesco con cola de serpiente). No se explica al jugador qu¨¦ hace ah¨ª y qui¨¦n lo acompa?a, sin embargo al acabar con el mitol¨®gico enemigo, hay un salto temporal narrativo hasta lo que ya s¨ª parece el inicio de la historia: una aldea costera que sucumbe aterrorizada ante el ataque del drag¨®n rojo, que solo se va cuando se ha hecho con el coraz¨®n de nuestro protagonista y le ha dictado algo en un lenguaje incomprensible. A partir de aqu¨ª el objetivo es claro, acabar con ese drag¨®n o descubrir por qu¨¦ perdon¨® la vida al h¨¦roe y prepararse durante d¨ªas para ese combate ¨¦pico, buscando ayuda, armas en condiciones y la experiencia suficiente para hacerle frente.

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La trama a partir de aqu¨ª la escribe el propio jugador, que tendr¨¢ que buscar misiones principales de NPCs con s¨ªmbolo en rojo encima de sus cabezas para acercarse m¨¢s y m¨¢s a su objetivo. Tambi¨¦n hay misiones secundarias (s¨ªmbolo verde) y eventos temporales (amarillo), por lo que casi todo NPC con ayuda que nos crucemos tendr¨¢ sobre su cabeza el indicador. Como dec¨ªamos, al principio el juego gu¨ªa bastante y va colocando a estos personajes en nuestro camino. Llega un momento, a partir de la misi¨®n de escolta de un carruaje que va al palacio del Duque para demostrar nuestra heroicidad, en el que todo se hace m¨¢s amplio y libre. Pero siempre hay, aunque sea en el minimapa de la esquina inferior izquierda, unos puntos marcados como objetivo al que acudir para que el jugador que quiera ir al grano no se pierda ni distraiga.

Hack and slash profundo

Dragon¡¯s Dogma es tan hack and slash como Kingdoms of Amalur: Reckoning y de hecho es al que m¨¢s recuerda en su planteamiento. Ataque fuerte y ataque r¨¢pido para encadenar combos de golpes y adem¨¢s la posibilidad de apretar uno de los gatillos para lograr movimientos de m¨¢s alcance o especiales. Los hechizos funcionan por ¨¢rea de efectividad, por lo que no basta con lanzarlos sin prestar atenci¨®n de la posici¨®n que tenemos sobre el enemigo. No se ven puntos de da?o hechos o recibido, todo se refleja en las barras de vida que todo personaje, rival o aliado, tiene encima de la cabeza. La curaci¨®n autom¨¢tica es muy lenta, por lo que tendremos que usar a menudos hechizos de vida y pociones.

Los men¨²s de equipo, tiendas, subida de nivel e inventarios responden tambi¨¦n al dise?o tradicional, con pesta?as desplegables y las caracter¨ªsticas de cada ¨ªtem seleccionado explicadas al detalle. Los puntos de fuerza, ataque o destreza con el arco disminuyen o aumentan seg¨²n las armas equipadas, tambi¨¦n el peso y la velocidad del personaje, moldeables en funci¨®n de cu¨¢nto lo carguemos y el estilo de juego, as¨ª como si lleva un arma ¨²nicamente o principal m¨¢s secundaria. Tambi¨¦n podremos practicar alquimia o encantar armas con efecto fuego o hielo, por ejemplo. Con este planteamiento jugable, parece que no hay demasiados puntos novedosos, sin embargo, Dragon¡¯s Dogma tambi¨¦n tiene planteamientos de mec¨¢nica distintivos.

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Trepa y vencer¨¢s

La gran cantidad de criaturas mastod¨®nticas a las que nos enfrentaremos en el juego hace que la escalada y el agarre a sus cuerpos sea un comando principal a la hora de combatir. Nuestro Arisen puede aferrarse a todo tipo de materiales y criaturas, rugosas o resbaladizas como una hidra enorme o un golem de piedra, con el gatillo derecho y moverse libremente por sus cuerpos. Solo movimientos abruptos del enemigo o ataques ejecutados para despegarnos servir¨¢n a los monstruosos rivales para quitarnos de encima y no dejar que lleguemos, por ejemplo, a puntos d¨¦biles como la cabeza o el ojo ¨²nico de un c¨ªclope. La c¨¢mara en los momentos de escalada se hace est¨¢tica y a veces no deja la mejor visibilidad, pero por lo general funciona. Jugando en solitario, solo nuestro protagonista tendr¨¢ este movimiento, por lo que los peones siempre se quedar¨¢n atacando y lanzando hechizos desde tierra, algo incomprensible en una IA que se supone muy trabajada y esencial en el gameplay offline.

En Dragon¡¯s Dogma la experiencia monojugador quiere parecerse lo m¨¢s posible a una partida online de 4 desconocidos, pero lo cierto es que los peones no tienen la coherencia que cabr¨ªa esperar, y es m¨¢s que deseable que esto se haya corregido en la versi¨®n final, pues una de las claves de este juego es la cooperaci¨®n del pelot¨®n. Personajes que se atascan en algunas paredes, la comentada permanencia en tierra firme todo el tipo, posiciones algo suicidas para ataques de distancia como la magia o la arquer¨ªa, no se reaniman entre s¨ª¡­ Todos estos tropiezos de IA hacen que las sensaciones que deja el juego siendo recorrido en solitario con peones o en compa?¨ªa sean completamente diferentes y mucho m¨¢s f¨¢cil de esta ¨²ltima forma. ?se no era el objetivo de Dragon¡¯s Dogma, aunque hasta que no tengamos la versi¨®n final entre manos no podremos someterlo a examen, pues este c¨®digo de preview fue editado meses atr¨¢s.

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En las piedras m¨¢gicas podremos elegir las disciplinas de nuestros peones y guiar en parte su forma de proceder. Llevar un pelot¨®n de ayudantes equilibrado es clave si queremos salir con vida de los combates m¨¢s intensos e incluso cambiar la senda que nos lleve hasta el final del juego. A saber, ataques cuerpo a cuerpo, arquero y mago, tanto especializado en hechizos blancos como en ofensivos. Las magias y encantamientos tienen adem¨¢s efecto directo sobre el juego, por ejemplo, si un enemigo embruja con ceguera a nuestro personaje, la pantalla se te?ir¨¢ de negro durante unos angustiosos segundos y tendremos que jugar completamente a ciegas. Lo mismo si nos ralentizan o petrifican, todo se expresa de cara al jugador.

En este t¨ªtulo hay m¨¢s movimientos rara vez encontrados en un RPG. El agarre de cajas, barriles explosivos y cualquier objeto para llevarlo hasta otro sitio es uno de ellos, y abre adem¨¢s todo un abanico de posibilidades para puzles o, por ejemplo, escondite de objetos que queramos usar a posteriori sin que est¨¦n al alcance de los peones. El personaje cargado se mueve m¨¢s lento, pero la sensaci¨®n de interacci¨®n con el mundo es total ya que el objeto arrastrado no es depositado en el inventario y hay un cierto juego con la posici¨®n. Por ejemplo, en terrenos donde sepamos que va a desencadenarse un enfrentamiento muy duro, podemos llenar todo de barriles explosivos. ?stos est¨¢n dispersos por todo el mapeado, son frecuentes, pero logran hacer da?os considerables, al menos en estos enfrentamientos de la primera mitad del juego contra criaturas de nivel 20-30. Ya lo dice uno de los tiempos de carga de Dragon0s Dogma, es imprescindible estar pendiente al entorno que rodea a los personajes, puede ser ¨²til o letal. Y el movimiento de carga y arrastre es una de las explicaciones.

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La dureza del Medievo

En su representaci¨®n meramente visual, hay una clara b¨²squeda del realismo y la crudeza de las im¨¢genes, con la violencia propia de la ¨¦poca fant¨¢stica donde se enmarca. El apartado gr¨¢fico mostrado en esta versi¨®n preliminar no sustenta ning¨²n alarde t¨¦cnico, sin embargo, logra mover de forma robusta y sin fisuras enfrentamientos que pueden ser masivos y espectaculares por la pirotecnia generada en pantalla con los hechizos y las explosiones, as¨ª como la sangre e incluso algunos desmembramientos. Hemos visto poping y texturas que se resuelven tarde en las superficies m¨¢s vastas, pero por lo general el apartado gr¨¢fico se comporta a la altura de las circunstancias, poniendo en movimiento un gran mundo vivo que solo tiene tiempos de carga al atravesar puertas de ciudades o interiores. Por lo encontrado en este c¨®digo previo, las animaciones y el modelado de los personajes podr¨ªan haberse tratado un poco m¨¢s, a¨²n quedan algo por detr¨¢s de los grandes nombres del g¨¦nero.

Los dise?os de cada mapa est¨¢n bastante intervenidos, se aprecia en cuanto se caminan las primeras 3 o 4 horas. No hay, como s¨ª en otros, ¨¢reas dejadas a la creaci¨®n azarosa, aqu¨ª se han hecho las arquitecturas pensando en las misiones y combates, por eso veremos ciudades laber¨ªnticas, monta?as con diversas alturas donde posar a los hechiceros, fortalezas llenas de escaleras para dar ventaja a los arqueros, etc. La variedad llena este mundo, con montes nevados, r¨ªos, bosques, volcanes, fortificaciones, castillos, embarcaderos¡­ El sonido tambi¨¦n ayuda a la ambientaci¨®n, con una banda sonora que por el momento solo nos ha dejado alegr¨ªas y piezas destacables, adecu¨¢ndose a cada situaci¨®n.

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La nueva Orden del Drag¨®n

Lo dicho, es la ¨¦poca de los Action RPG y Dragon¡¯s Dogma llega en un momento abarrotado. Su propuesta multijugador es m¨¢s que interesante pero la IA de esos mismos ayudantes si jugamos offline no deja las mismas sensaciones como tanto se prometi¨®. Estamos ante un c¨®digo previo y ¨¦ste y otros aspectos pueden ser perfectamente arreglados en la versi¨®n final. Ahora bien, de lo que no cabe duda es de que estamos ante un nuevo producto protagonista del g¨¦nero, un juego cargado de ideas, acci¨®n, libertad y tama?o, que tiene toda una mitolog¨ªa a su alrededor y que logra absorber como se esperaba. Si la segunda mitad es tan intensa como esta primera que hemos recorrido casi sin darnos cuenta, no cabe duda de que estaremos ante otro indiscutible nombre de la fantas¨ªa medieval, esta vez desde ¨®ptica oriental y con un planteamiento argumental tan abierto que casi pasa desapercibido.