A la sombra de los maestros

Ponerle las manos encima a Ninja Gaiden 3 es una acci¨®n cargada de historia de los videojuegos. No son muchas las ocasiones en las que un producto tiene tantos acontecimientos a sus espaldas, y mucho menos tan diversos, hasta el punto de que todo el mundo se hace una cantidad ingente de preguntas a la hora de acercarse a la nueva aventura de Ryu Hayabusa. De por s¨ª, estamos ante una licencia cl¨¢sica del mercado de los videojuegos, ya que el primer Ninja Gaiden lleg¨® a las tiendas en el a?o 1988, prolong¨¢ndose durante toda una trilog¨ªa en NES m¨¢s versiones adicionales para otras plataformas y salones recreativos. Los ocho t¨ªtulos originales fueron un ¨¦xito entre los aficionados y la cr¨ªtica, present¨¢ndonos a un ninja, Ryu Hayabusa, que deb¨ªa acabar con sus enemigos superando una aventura compleja como pocas.

Y es que esas ser¨ªan las se?as de identidad principales de la franquicia: el protagonista, el uso de la espada y los ninpos y, sobre todo, la extrema dificultad que rozaba la frustraci¨®n, pero con el toque necesario de calidad como para conseguir incitarnos a volver a jugar una y otra vez hasta dominar todas nuestras habilidades y lograr superar todo los desaf¨ªos que se nos planteaban. Pese al ¨¦xito, la franquicia pasar¨ªa en torno a una d¨¦cada en el ostracismo, hasta que Tecmo decidi¨® recuperarla en 2004 con un t¨ªtulo exclusivo para Xbox, de la mano del Team Ninja y de su particular cabecilla por aquel entonces, Tomonobu Itagaki. Ryu Hayabusa se hab¨ªa mantenido con vida a ojos de los aficionados gracias a sus apariciones en la franquicia de lucha Dead or Alive, tambi¨¦n responsabilidad de Itagaki y su equipo de desarrollo.

A Tomonobu Itagaki se le puede tildar de exc¨¦ntrico, de engre¨ªdo, de sobrado, de pervertido¡­ pero no se puede negar que es un genio que sabe muy bien c¨®mo trabajar con videojuegos y c¨®mo plasmar lo que quiere hacer en todas sus producciones. As¨ª lo demostr¨® con cuatro entregas principales (m¨¢s remakes) de Dead or Alive y con las tres entregas de Ninja Gaiden (contando Dragon Sword para DS, adem¨¢s de Black, pero no las versiones Sigma para PlayStation 3 de las que reneg¨® siempre) antes de abandonar Tecmo por problemas econ¨®micos y personales y embarcarse en una nueva aventura en solitario. Todo lo que hizo Itagaki en Tecmo estuvo acompa?ado del ¨¦xito y de una gran calidad; pero su marcha no hizo que los engranajes del mercado se parasen y el Team Ninja sigui¨® trabajando para desarrollar nuevas entregas de ambas licencias.

La que tenemos hoy entre nosotros llega marcada de pol¨¦micas y dudas, ya que es la primera creaci¨®n propiamente original del Team Ninja despu¨¦s de la marcha de Itagaki, y los cambios que se han ido anunciando a este Ninja Gaiden 3 con respecto a sus predecesores no han sido del pleno agrado de diversos sectores de aficionados. Comentarios, dudas, escepticismo y criticismo prematuro han plagado foros y p¨¢ginas de todo el mundo antes del lanzamiento del producto. Una vez con ¨¦l en nuestras manos, podemos asegurar que s¨ª, se nota la ausencia de la mano de Itagaki y se notan diferencias notables con respecto a los cap¨ªtulos anteriores, generalmente para peor¡­ pero no por ello es un mal t¨ªtulo. Al rev¨¦s, m¨¢s all¨¢ del choque inicial y de las preconcepciones que se puedan tener, Ninja Gaiden 3 es un producto notable que dejar¨¢ un buen sabor de boca a los amantes de la acci¨®n, un comienzo interesante a partir del cual el Team Ninja puede mejorar de cara a futuras producciones.

Historia
Todos los Ninja Gaiden hasta la fecha han tenido argumento, pero lo cierto es que no se convert¨ªan en el elemento principal de la aventura. Especialmente en las dos entregas anteriores, donde nos encontr¨¢bamos apenas una serie de secuencias inconexas que no ten¨ªan mucho sentido por momentos, m¨¢s all¨¢ del lucimiento gr¨¢fico y de avanzar levemente por una historia que se podr¨ªa resumir en el eterno gran enfrentamiento entre el bien y el mal, con Ryu Hayabusa enfrent¨¢ndose al archidemonio para salvar al mundo de la destrucci¨®n. Esta es una de las cosas que se han querido cambiar para esta nueva entrega, y lo cierto es que se nota que se ha puesto empe?o en conseguirlo: es, con diferencia, la entrega con m¨¢s secuencias de v¨ªdeo, l¨ªneas de di¨¢logo y personajes secundarios que hayamos visto hasta la fecha en la franquicia.

La historia nos narra c¨®mo las fuerzas de defensa de Jap¨®n acuden a Ryu Hayabusa para detener una amenaza terrorista en Londres. El motivo: que el enemigo ha pedido expresamente la presencia del afamado ninja del clan del Drag¨®n. Nuestro h¨¦roe acude a la llamada del deber y se desplaza a Inglaterra, donde descubrir¨¢ que los ataques terroristas no son m¨¢s que una peque?a distracci¨®n cuyo objetivo final es ¨¦l mismo y su espada del drag¨®n. De hecho, un desconocido enemigo enmascarado aprovecha su enfrentamiento para infligir una maldici¨®n a Ryu, la cual se va expandiendo a lo largo de su brazo y lo va debilitando: todo el da?o causado a sus enemigos le est¨¢ siendo devuelto poco a poco, y lo va consumiendo como un veneno.

Sin querer entrar en m¨¢s detalles para evitar destripes innecesarios, podemos destacar que Ryu contar¨¢ habitualmente con la ayuda de Mizuki, de las fuerzas de defensa, y deber¨¢ rescatar y defender a una ni?a peque?a que est¨¢ relacionada con ella. Tambi¨¦n habr¨¢ m¨¢s personajes secundarios dentro del propio plantel de las fuerzas de defensa y de la CIA (cient¨ªficos, altos cargos, militares¡­), adem¨¢s de la aparici¨®n puntual de antiguos conocidos como el padre de Ryu, Momiji, Ayane, Muramasa u otros nombres sacados de la trilog¨ªa original, que hacen un peque?o cameo. Como decimos, el argumento tiene mucha importancia e incluso el desarrollo del mismo crea una serie de restricciones a la propia jugabilidad de las que hablaremos m¨¢s adelante.

Aunque no est¨¢ mal del todo el argumento y el modo en el que se desarrolla, hay que reconocer que hay cosas que chocan con la tradici¨®n de la franquicia y que pueden provocar el rechazo en los aficionados m¨¢s extremistas. Pese a todo, la historia cumple su cometido a¨²n a pesar de ser relativamente t¨ªpica y poco sorprendente, ca¨®tica por momentos y sin quedar muy claro por qu¨¦ hacemos algunas cosas. Pero no necesita m¨¢s para funcionar y muchas de las escenas son muy interesantes, convirti¨¦ndose en un hilo conductor satisfactorio que esconde algunas sorpresas y que, al final, acaba teniendo sentido. En total, el juego y el argumento se desarrollan a lo largo de ocho cap¨ªtulos, un total de aproximadamente ocho horas de juego; una cifra inferior a la de anteriores entregas, lo cual es una pena.

Sistema de juego
Por mucho que se haya intentado ofrecer una historia m¨¢s profunda y elaborada, es en la jugabilidad donde Ninja Gaiden siempre ha hablado con voz propia. En este aspecto, este nuevo cap¨ªtulo juega un poco en distintos territorios, manteniendo detalles propios de la franquicia pero con caracter¨ªsticas novedosas que algunas funcionan mejor que otras. A nivel b¨¢sico, Ninja Gaiden 3 es un hack and slash en el que avanzaremos por los escenarios acabando con todos los enemigos que salgan a nuestro paso; de hecho, la din¨¢mica ser¨¢ de zonas cerradas de las que no podremos salir hasta acabar con todos nuestros rivales, as¨ª que no nos quedar¨¢ otra que sacar a relucir todas nuestras habilidades ninja si queremos avanzar hacia la siguiente zona.

A nivel de mando, tendremos un bot¨®n de ataque normal, otro para el ataque fuerte, un tercero para lanzar dagas y el inevitable bot¨®n de salto. Adem¨¢s, con un gatillo esquivaremos, con otro usaremos el arco y con un tercero lo dispararemos, quedando el cuarto gatillo para situar la c¨¢mara justo detr¨¢s de Ryu. A partir de estos botones en apariencia sencillos se van desarrollando todo un complejo entramado de combos y ataques especiales como realizar un ataque cargado (manteniendo pulsado el bot¨®n de ataque fuerte), llevar a cabo combinaciones a¨¦reas, movernos r¨¢pidamente de un lado a otro del enemigo golpe¨¢ndole siempre, etc¨¦tera. Dominar todas las posibles combinaciones no ser¨¢ sencillo, aunque podremos comprobar las que tenemos disponibles en cualquier momento, pulsando el bot¨®n Back/Select.

Cierto es tambi¨¦n que se notan peque?os matices en el control que cambian sensiblemente la jugabilidad, que no es exactamente la misma que en entregas anteriores. De hecho, en cierto modo ya no exige tanto del usuario y se antoja un poco m¨¢s guiado, m¨¢s sencillo encadenar golpes entre enemigos. Y como hay menos armas y no hay posibilidades de mejora, da la sensaci¨®n de que el n¨²mero de combinaciones posibles es menor, antoj¨¢ndose un tanto repetitivo a nivel de control. No todo es tan extremo como parece al compararlo con las entregas anteriores, ya que de por s¨ª Ninja Gaiden 3 es un buen t¨ªtulo de acci¨®n cargado de adrenalina, en el que disfrutaremos de las bellas coreograf¨ªas de golpes que intercambiaremos con nuestros enemigos y viviremos momentos de tensi¨®n, frustraci¨®n y satisfacci¨®n por igual.

A ese respecto, aunque hay diversos niveles de dificultad ninguno llega a compararse con los de los cap¨ªtulos anteriores. El juego se ha simplificado sensiblemente (es recomendable evitar el modo H¨¦roe, que es sencillamente rid¨ªculo), de tal modo que a los veteranos curtidos les resultar¨¢ notablemente f¨¢cil llegar al final salvo en la dificultad m¨¢s elevada, mientras que pensando en ampliar el mercado, la nueva curva de dificultad se antoja adecuada para el gran p¨²blico. Uno de los motivos para este aumento de sencillez radica en que se han eliminado los objetos del juego, as¨ª que recuperaremos salud de forma parcial tras cada combate y de forma total al guardar partida en un halc¨®n (que son m¨¢s bien puntos de control, lejos de los puntos de guardado que eran las estatuas de drag¨®n).

Esto se debe a que hay dos tipos de da?o: el parcial (se va vaciando la barra, dejando de ser blanca para ser gris) y el grave (se va acortando la barra gris, de tal modo que no recuperamos toda nuestra vitalidad). El da?o recibido y la cantidad recuperada va variando seg¨²n la dificultad seleccionada, aunque nunca llega a convertirse en un aut¨¦ntico problema ya que con el ninpo tambi¨¦n podremos recuperar vitalidad durante el enfrentamiento. Hablamos de ninpo en singular porque ¨²nicamente tendremos uno a nuestra disposici¨®n (tambi¨¦n debido a su importancia en determinados momentos concretos del desarrollo argumental), a diferencia de los diversos que ten¨ªamos en cap¨ªtulos previos.

No solo eso, sino que es exageradamente poderoso (una secuencia que barre a todos los enemigos en pantalla) y no se conserva de un combate a otro. Es decir, la barra de ninpo se llena paulatinamente a lo largo del combate y cuando est¨¦ llena la podremos usar pulsando dos botones a la vez, barriendo a los enemigos y recuperando vitalidad. Sin embargo, como decimos, de no usarlo lo perderemos; as¨ª que no tiene sentido guardar ninpos para grandes jefes finales (sobre todo porque en algunos ni se llenar¨¢ la barra de ninpo, impidiendo que lo usemos, mientras que en otros nos obligar¨¢n a usarlo para poder acabar con ¨¦l). Tambi¨¦n tendremos la posibilidad de usar nuestra maldici¨®n (que brillar¨¢ de rojo a medida que vertamos m¨¢s sangre) para realizar un golpe m¨¢s potente en una secuencia de muertes veloz y cruenta.

En general, todas estas din¨¢micas (combate con espada, ninpo, arco, maldici¨®n, QTE¡­) se combinan con bastante acierto, dando sentido a todo lo que hacemos y logrando que, tras el choque inicial del cambio de estilo, vayamos aceptando lo que Ninja Gaiden 3 propone desde el punto de vista jugable. A todas luces, es un juego de acci¨®n decente, que palidece ante su predecesor inmediato y ante otras propuestas de la actual generaci¨®n, pero que consigue dejar horas de diversi¨®n, sobre todo gracias al toque m¨¢s cinematogr¨¢fico que se le ha dado a toda la producci¨®n. Donde no se ha acertado tanto, tal vez, es en el abanico de enemigos a los que nos tendremos que enfrentar en esta ocasi¨®n, un terreno en el que Ninja Gaiden 3 vuelve a perder en el terreno comparativo.

No es que sean malos ni que no cumplan a la perfecci¨®n su papel, sino que no son tan variados tan impactantes como en entregas anteriores. En general se suelen repetir bastante, pudiendo contar apenas algo m¨¢s de una decena distintos, de los cuales varios repiten de Ninja Gaiden II. Los grandes jefes finales tampoco salvan la papeleta en este aspecto, al ser bastante sencillos en general y depender mucho de unas rutinas tan exageradamente marcadas que, salvo que la m¨¢quina quiera ser injusta, no tardaremos m¨¢s de unos minutos en aprenderlas y saber hacerles frente de manera fiable y segura. Pese a todo, nos dejan alg¨²n que otro momento memorable, sobre todo cuando se acumulan enemigos que nos rodean y atacan desde todas direcciones y a distancia.

Multijugador
Pese a que el modo de juego principal es la historia de Ryu y la espada de drag¨®n, no nos podemos olvidar de que hay m¨¢s opciones de juego enfocadas ya hacia el multijugador. Por un lado, tenemos un modo misiones que podremos afrontar en solitario o en cooperativo; su desarrollo es muy sencillo y b¨¢sico: tendremos un escenario cerrado y deberemos sobrevivir a oleadas de enemigos, buscando conseguir la puntuaci¨®n m¨¢s elevada mediante combos y aguantando el mayor tiempo posible. En segundo lugar, tendremos la guerra entre clanes ninja, un modo ¨²nicamente competitivo en el que hasta ocho jugadores se dividir¨¢n en dos equipos con el objetivo de acumular m¨¢s muertes que los rivales. Este modo resulta interesante, ya que todos los usuarios tendr¨¢n las mismas habilidades de Ryu y, en cierto modo, todo se reduce a comprobar qui¨¦n sabe manejarse mejor con dichas artes ninja dentro de un terreno de combate.

Dichos enfrentamientos ser¨¢n bastante veloces e intensos, y adem¨¢s de acabar con los enemigos tendremos la posibilidad de hacernos el seppuku cuando queramos salvar nuestro honor ante una humillaci¨®n. En estos modos contaremos con nuestro propio avatar, es decir, un ninja al que podremos personalizar con diferentes toques (sombreros, colores de ropa y espada, etc¨¦tera) y que iremos subiendo de nivel cuanto m¨¢s juguemos. Una caracter¨ªstica que empieza a ser habitual en los modos multijugador de todas las producciones y que, si bien no se convierte en el elemento m¨¢s profundo y de mayor importancia del juego, s¨ª que da un peque?o inter¨¦s extra a este modo de juego. En ciertos aspectos, este multijugador competitivo se antoja un tanto fuera de lugar en lo que es la franquicia Ninja Gaiden, de tal modo que no deja de ser un peque?o extra que no aporta demasiado y que es f¨¢cil pasar por alto.

Apartado t¨¦cnico
Una vez m¨¢s, la comparaci¨®n con su legado le pasa factura a Ninja Gaiden 3. Aunque t¨¦cnicamente cumple con solvencia en todos y cada uno de sus apartados, est¨¢ lejos de impresionar con lo hizo en el pasado. Si las dos primeras entregas pod¨ªan ser un aut¨¦ntico espect¨¢culo audiovisual (tal vez por el hecho de ser exclusivas, con la mayor dedicaci¨®n y presupuesto que eso puede suponer), Ninja Gaiden 3 peca de extrema simpleza en muchos aspectos. Pese a que, en general, la producci¨®n ofrece escenarios s¨®lidos y buenas animaciones, hay momentos en los que las sensaciones que transmite son inferiores. Por ejemplo, las zonas en las que nos movemos directamente en la oscuridad o a trav¨¦s de la g¨¦lida niebla de la Ant¨¢rtida, secciones en las que no veremos absolutamente nada y que se antojan un tanto inc¨®modas tanto visual como jugablemente.

Del mismo modo, en general el juego ofrece una sensaci¨®n de extrema oscuridad y suciedad. Son muchos los momentos en los que, ya sea por el tipo de fase o por la secuencia de ataque, nos vemos dentro de un halo de oscuridad que no permite que se vea con claridad lo que estamos haciendo; lejos quedan los brillos y la claridad, aqu¨ª se ha optado por potenciar la oscuridad y el misterio con un resultado no del todo satisfactorio. Son peque?os detalles que deslucen un tanto el acabado general de la producci¨®n, que de no ser por eso ofrecer¨ªa un nivel mucho mayor gracias a la belleza de algunos escenarios y al detalle de algunos personajes y estructuras. Eso s¨ª, siempre y cuando la muy molesta c¨¢mara lo permita, ya que tiende a situares en el peor lugar posible en los momentos m¨¢s inesperados, en ocasiones oblig¨¢ndonos a avanzar a ciegas al no poder percibir claramente cu¨¢l es nuestro destino. La eliminaci¨®n de los desmembramientos es algo que se hace notar demasiado, sobre todo tras determinados ataques, y se intenta paliar con un tipo de enemigos creados espec¨ªficamente para disfrutar de desmembramientos, pero es evidente que no es lo mismo en ning¨²n momento.

Adem¨¢s, los QTE, si bien en general ofrecen una secuencia espectacular, producen algunos saltos en la acci¨®n y las animaciones, como si faltase parte de la secuencia, entre el momento de pausa para que reaccionemos y el momento de hacerlo, dejando en ocasiones un sabor agridulce. Pese a estos problemas, el acabado visual general del juego sigue siendo digno y no desluce en el cat¨¢logo de ninguna de las dos plataformas. Todo esto viene acompa?ado de un cuidado apartado sonoro, de estilo similar a lo que est¨¢bamos acostumbrados en las entregas anteriores, con melod¨ªas intensas en la acci¨®n y m¨¢s relajadas en momentos tranquilos, que se adaptan con maestr¨ªa a cada momento del juego y consiguen, pese a no ser inolvidables, que nos sumerjamos en lo que Ninja Gaiden 3 nos ofrece. El trabajo de doblaje (en ingl¨¦s con subt¨ªtulos) tambi¨¦n funciona correctamente, y nos deja con unas voces interesantes y bien interpretadas.

En cuanto a la jugabilidad, por lo general Ryu responde adecuadamente a nuestras indicaciones con el mando. El sistema de control, como ya hemos comentado, no es tan profundo ni tiene una respuesta tan suave como en cap¨ªtulos previos, pero pese a todo seguimos teniendo la posibilidad de desarrollar un amplio n¨²mero de combinaciones de ataques que nos exigir¨¢n, en muchas ocasiones, una destreza importante para realizarlas con ¨¦xito. Sin embargo, en algunos momentos dar¨¢ la impresi¨®n de que Ryu ataca al enemigo que no queremos, sobre todo tras secuencias de QTE para acabar con nuestros rivales. Pese a todo es un juego muy manejable, con una gran respuesta del mando, y aunque no es muy largo de por s¨ª, tiene modos extra y diferentes modos de dificultad como para incitarnos a seguir jugando m¨¢s tiempo, ya que no aburre f¨¢cilmente.