Ning¨²n asiduo a Max Payne debe tener desconfianza, el personaje vuelve por todo lo alto en su tercera aventura. Nos lo ha vuelto a demostrar en el hands on que Rockstar ha preparado para ense?ar dos de los cap¨ªtulos de la primera mitad del que ya es su juego m¨¢s importante de cara a los pr¨®ximos meses y una recuperaci¨®n de esencias en toda regla. La importancia del empleo del Bullet Time, de estar pendiente a la salud y estabilidad de Max, de enemigos que aprietan fuerte con flanqueos r¨¢pido y t¨¢cticas inteligentes¡ No es poco el esfuerzo de sus creadores por concebir una experiencia diferente, una obra que est¨¢ dise?ada de principio a fin alrededor de los personajes, con un realismo inusual.Un intercambio peliagudo?? ? Para poner en situaci¨®n, Fabiana, la novia del magnate Rodrigo Branco para quien trabaja Max en S?o Paulo, ha sido secuestrada. Junto a su amigo Raul Passos, un a¨²n con pelo Payne ¨Cque recuerda enormemente al original- tiene que acudir a una llamada de intercambio econ¨®mico para recuperar a su protegida. El turbio trato va a cerrarse en mitad de una oscura noche, en el estadio brasile?o de los Galatians. Algo sale mal y comienza un peligroso tiroteo a pie de campo, cinem¨¢tica que directamente pasa el control del personaje herido al jugador sin transici¨®n alguna y poni¨¦ndolo en un apuro crucial.
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En Max Payne 3 la fluidez cinem¨¢tica-gameplay es directa, no hay tiempos de carga ni pantallazo en negro intermedio, algo que no deja de dotar al trabajado t¨ªtulo de un aspecto cinematogr¨¢fico inigualado hasta la fecha, pese al acercamiento de productos como Uncharted o Gears of War. La total ambici¨®n por conseguir el third person shooter definitivo ha llevado a Rockstar a dar vida a un personaje que se mueve con total y absoluta naturalidad, que apoya los pesos en distintas piernas, se agacha y retuerce ante el dolor, se cae al suelo si salta desde una altura o es capaz de salir de las coberturas con distintas t¨¢cticas. La posici¨®n de Max determina la forma de disparar, no podr¨¢ cruzar un brazo de forma imposible, levantarse del suelo de forma autom¨¢tica o dar un giro de 180 ? instant¨¢neo. En este juego el realismo visual es tan extremo que ello se traslada a la jugabilidad.Manejo cl¨¢sico, manejo nuevo Todo esto que comento queda perfectamente de manifiesto con el empleo del omnipresente Bullet Time, por ejemplo. Si Max salta desde una grada hacia abajo, para empezar este salto puede interrumpirse si no se ha ejecutado desde una buena posici¨®n, tampoco podremos poner el puntero del arma en cualquier lado, solo en lo que el personaje tenga a la vista y alcance su brazo, y por supuesto se har¨¢ da?o al caer si la altura supera los tres o cuatro metros. Todo este respeto por la realidad no sacrifica ni un ¨¢pice del espect¨¢culo, de hecho lo incrementa, pues nunca antes hab¨ªamos visto un movimiento de protagonista tan natural, coherente y cre¨ªble,? que visto en tiempo bala se hace a¨²n m¨¢s sorprendente. Esto, traducido a manejo, es una de las novedades de perfeccionamiento que incluye este Max Payne.
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Sin embargo la tercera entrega del t¨ªtulo del carism¨¢tico personaje no se aleja de ninguna manera de los comandos b¨¢sicos, llevados al mando de Xbox 360 ¨Cla versi¨®n que hemos probado- de maravilla, con una precisi¨®n exacta y recordando mucho a las partes anteriores. Junto a la activaci¨®n voluntaria del Bullet Time tambi¨¦n est¨¢n los saltos con c¨¢mara ralentizada ¨Ctremendamente eficaces- y el ¨²ltimo aliento de Max, donde puede tener unos preciados dos o tres segundos para acabar con el que parece que va a ser su asesino o aprovechar para utilizar un analg¨¦sico, siempre imprescindibles para mantener los da?os en niveles aceptables y que no interfieran en el estado del personaje y su vulnerabilidad. La dificultad recuerda a MP y MP 2 tanto, que lo hacen desafiante para quien no recuerde que tiene que estar pendiente a la salud y espere regeneraci¨®n espont¨¢nea o para quien no termine de acostumbrarse a abusar del tiempo bala. No obstante, el respeto por el nuevo usuario es permanente, teniendo ¨¦ste un medidor de dificultad y ayuda al apuntado siempre disponible desde el men¨² de Pausa. Adem¨¢s de los tramos de disparos en tercera persona, el cap¨ªtulo del estadio tiene un fragmento tambi¨¦n donde debemos velar por el avance a hurtadillas de un desarmado Raul Passos desde una cabina de francotirador. La obsesi¨®n por el realismo es tal que Rockstar ha implementado aqu¨ª un sistema de disparo donde la distancia cuenta y al apretar el gatillo hay que tener siempre en mente el movimiento del objetivo, su velocidad y c¨®mo ser¨¢ la trayectoria de la bala. Max Payne 3 ha dotado de volumen y trayectoria propios a las balas de cada arma, y un francotirador, como en la realidad, no lo tendr¨¢ tan f¨¢cil como en otros juegos, donde basta con poner la ret¨ªcula en la cabeza del objetivo, aqu¨ª entran en juego muchos otros factores y c¨¢lculos. Sobre armas, Max contar¨¢ con combinaciones diversas, entre una y dos manos, pero nunca podr¨¢ cargarse de ¨¦stas con los recurrentes inventarios desproporcionados. Cualquier pistola, metralleta o escopeta que recojamos, se la colgar¨¢ del cuerpo, pudiendo solo cargarlo con hasta cuatro al mismo tiempo.
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Dise?o de situaciones Es especialmente eficaz el combo pistola + uci, letal en tiroteos r¨¢pidos y donde no tarden en rodearnos. Como dec¨ªa antes, la IA presiona y la propia arquitectura de los escenarios se presta a ello. Todo mapa de Max Payne est¨¢ hecho alrededor de los personajes que lo habitan, es decir, que su movimiento por el entorno rezuma una naturalidad pavorosa, donde est¨¢n cuidadas todas las interacciones, hasta el m¨ªnimo detalle de poner un pie en cada escal¨®n al subir una escalera, por ejemplo, de las gradas. Diversos niveles de altura, ¨¢ngulos muertos, coberturas que se deterioran, zonas para el sigilo¡ en Max Payne 3 se ha pensado todo el tiempo en el gameplay y la espectacularidad. Cada pasillo, plaza o sala que recorra el protagonista est¨¢ dise?ada con unos intereses muy concretos para lograr momentos ¨²nicos. Esto se nota en seguida con el mando en las manos. El otro cap¨ªtulo que hemos podido ver, en orden cronol¨®gico directamente detr¨¢s del estadio y con Max tras los pasos del grupo de mafiosos Comando Sombra en uno de los muelles del r¨ªo Tiete, reafirma el mimo de Rockstar en la creaci¨®n de escenarios, aqu¨ª con un alarde t¨¦cnico del efecto de la lluvia, el agua y la vegetaci¨®n. Los personajes aqu¨ª se encuentran de forma m¨¢s directa, con careos, y los golpes cuerpo a cuerpo son esenciales para la supervivencia. Correr al descubierto esquivando balas gracias a la activaci¨®n del Bullet Time o el cambio r¨¢pido de coberturas y retrocesos ante situaciones desfavorables son dos t¨¢cticas de supervivencia que tendremos que emplear a menudo en el juego, muy medido tambi¨¦n en ritmo para crear momentos realmente sobresalientes del resto. Las m¨²sicas de suspense y elegancia t¨ªpicas de la marca no faltan, el t¨ªtulo parece comportarse tan bien como de costumbre en este sentido.
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Alcoh¨®lico, deprimido e intrigante Max se enfrenta a la que promete ser su trama m¨¢s dura y oscura, con un punto de partida tr¨¢gico donde el protagonista debe huir de su vida anterior hasta afincarse en S?o Paulo. Rockstar nos ha vuelto a demostrar que el cuidado que se est¨¢ poniendo con el personaje y todo lo conseguido por Remedy en las anteriores entregas es absoluto, aunque no por ello se ha creado una obra continuista y poco inspirada. Max Payne 3 es la jugabilidad de siempre revestida de un aspecto gr¨¢fico a la altura y varias ideas que nunca antes se hab¨ªan visto en el g¨¦nero. No llegar¨¢ doblado ya que el estudio quiere mantener el soberbio doblaje original a cargo de James McCaffrey. En anteriores Impresiones ya os contamos c¨®mo ser¨¢ su modalidad multijugador y todas las aspiraciones con las que ven¨ªa, ambici¨®n que parece que est¨¢ sabiendo acariciar.