Defendiendo la tierra con doble stick

A menudo las propuestas m¨¢s simples son las m¨¢s atractivas, las m¨¢s adictivas. Un grand¨ªsimo dise?o de escenarios, una captura de movimientos espectacular, un doblaje de pel¨ªcula y una banda sonora de esc¨¢ndalo sirven para poco o nada si la idea central detr¨¢s de todo eso flojea. Y al contrario; cuando una idea es buena, se necesita muy poco atrezzo para conseguir que luzca fant¨¢sticamente. Super Stardust Delta, versi¨®n de Super Stardust HD de PS3 (y conversi¨®n a su vez del Stardust original), es una estupenda muestra de esta filosof¨ªa que adem¨¢s se adapta bastante bien al concepto de la nueva PSVita, aunque con matices que veremos m¨¢s adelante.

SSD pertenece a la divisi¨®n de los shooters de naves de doble anal¨®gico, como el tambi¨¦n excelente Geometry Wars Evolved. Esto es, nos movemos a trav¨¦s del mapa bidimensional con el stick izquierdo y dirigimos nuestros disparos con el derecho en la direcci¨®n que deseemos; hasta ah¨ª nada nuevo bajo el sol, y en realidad ese es uno de los mayores pecados del juego, pues aunque su planteamiento y jugabilidad son bastante s¨®lidos, realmente el conjunto aporta bastante poco al g¨¦nero en cuanto a originalidad e innovaci¨®n. Sin embargo el juego funciona, en especial porque se apoya en las nuevas caracter¨ªsticas del hardware que lo hacen lucir con mucha vitalidad.

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Su innecesario argumento nos sit¨²a ante la necesidad de limpiar alguno de los cinco planetas que se encuentran en peligro, asediados por asteroides de distinto tipo y tama?o, enemigos diversos y monstruosidades llegadas de otras dimensiones que nos asediar¨¢n en continuas oleadas; para acabar con toda amenaza, nuestra nave goza de dos modalidades de disparo distintas, al estilo Ikaruga pero basadas en el fuego y el hielo, que tienen mejores o peores efectos sobre los distintos elementos destructibles que pululan por el escenario. El sistema de control ofrece dos variantes, la Delta (en la que utilizamos todas las capacidades que vienen con la m¨¢quina y armas especiales extra) y la ¡°pura¡±, para aquellos ya aficionados al t¨ªtulo y que quieren manejarlo con los botones.

Gr¨¢ficamente, Super Stardust es sencillamente hipn¨®tico. En cierto sentido recuerda mucho al espect¨¢culo visual que nos ofreci¨® Rez en su momento o el m¨¢s reciente Child of Eden, para Xbox Kinect, en tanto a que es un t¨ªtulo que r¨¢pidamente entra por los ojos. Hay multitud de efectos sucediendo simult¨¢neamente en la peque?a gran pantalla de Vita a medida que vamos aniquilando objetos y enemigos, montones de part¨ªculas explotando en todas direcciones, etc¡­ todo esto luciendo a una constante tasa de cuadros por segundo, sin ralentizaci¨®n ninguna. De hecho el movimiento de nuestra nave es perfectamente fluido y arm¨®nico, siendo realmente f¨¢cil hacerse con su control desde la primera partida, aunque a veces cueste un poco saber exactamente qu¨¦ diantre est¨¢ pasando por la abrumadora cantidad de elementos que aparecen ante nosotros.

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Aprovechando las caracter¨ªsticas de la nueva port¨¢til, es posible utilizar la pantalla t¨¢ctil para lanzar misiles, agitar la consola para soltar bombas EMP, utilizar los aceler¨®metros para cambiar el ¨¢ngulo de visi¨®n o usar el panel trasero para crear agujeros negros que succionar¨¢n todo lo que se encuentre a su alrededor. Hay que ir con cuidado con esto ¨²ltimo porque por la particular forma que uno puede tener de agarrar la consola, es relativamente f¨¢cil que nuestro dedo coraz¨®n presione dicho panel y utilicemos una de nuestras armas especiales por error. Esto pudiera llegar a obligar, dependiendo de la morfolog¨ªa propia de cada jugador, a cambiar la forma en la cogemos la consola. Esto podr¨ªa haberse evitado modificando el modo de disparo de un click a doble click, por ejemplo, y problema resuelto.

Como dijimos, hay cinco planetas disponibles que jugar en el modo arcade y tres dificultades en las que poner a prueba nuestras habilidades. Cada planeta se subdivide en cuatro fases diferentes y la quinta se reserva a un jefe final que pondr¨¢ a prueba nuestras habilidades cambiando el tipo de disparo, utilizando el aceler¨®n de emergencia de la nave como maniobra evasiva y demostrando nuestra pericia mientras esquivamos docenas de proyectiles. Ah¨ª se demuestra lo bien implementado que est¨¢ el control con el doble anal¨®gico porque realmente la nave hace exactamente lo que le pedimos y nunca la culpa de nuestras muertes son achacables a la consola en s¨ª.

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Una vez terminados los planetas, hay cinco minijuegos que se van desbloqueando. Cada uno de ellos es m¨¢s una demo t¨¦cnica de Vita que un juego en s¨ª para mantenernos enganchados, ya sea utilizando los paneles frontal y superior a la vez o probando la capacidad de respuesta de la pantalla t¨¢ctil mientras esquivamos asteroides. En s¨ª, la verdad, es que hay poco contenido. Pero cada vez que conseguimos mejorar nuestra puntuaci¨®n, ¨¦sta se confronta a la de nuestros amigos y nos empuja a querer mejorar nuestros tiempos y valores. En s¨ª, Stardust no pretende que el reto sea superarlo, sino crear un t¨ªtulo competitivo con el que retar a los amigos.

Se echan de menos algunos modos de juego m¨¢s, por mucho que los puristas aseguren que con el ¡°arcade¡± ya deber¨ªa haber suficiente. Este es un t¨ªtulo que adorar¨ªa un modo competitivo en vivo (y no pasivo, como ahora), un uno contra uno adhoc u online en una misma fase o incluso alargar un poco m¨¢s la experiencia de juego para un solo jugador. En cualquier caso, juzgando al t¨ªtulo estrictamente por lo que tiene y no por lo que no tiene, la realidad es que lo que nos pone delante de nuestros ojos cumple perfectamente con las expectativas que nos hab¨ªamos hecho de antemano.