Dominaci¨®n Rob¨®tica

Blade Runner, una de las obras cinematogr¨¢ficas de ciencia ficci¨®n m¨¢s importantes de todos los tiempos, nos plante¨® un mundo donde humanos y robots eran imposibles de diferenciar, estas creaciones mec¨¢nicas eran conocidos como 'Replicantes', ahora Binary Domain, videojuego desarrollado por Toshihiro Nagoshi, fundador del estudio desarrollador (Yakuza Studio) y creador de la saga Yakuza, ha dado vida a los Hijos del ?ter. Estos incre¨ªbles robots dise?ados en Jap¨®n han surgido en el a?o 2.080 y su perfecta apariencia humana les hace infringir leyes internacionales, adem¨¢s, tal y como suced¨ªa en la pel¨ªcula de Ridley Scott, los robots desconocen que no son humanos.

Cuerpo de ¨¦lite

Para luchar contra este terrible problema, debido a la vulneraci¨®n del nuevo tratado de Ginebra por parte de Jap¨®n, la Asociaci¨®n Internacional de Tecnolog¨ªa y Rob¨®tica (IRTA) ha decidido enviar a un grupo de soldados de ¨¦lite, procedentes de pa¨ªses como Francia, China, Inglaterra o Estados Unidos, conocidos como Unidad ?xido, para encontrar a los responsables de estas terribles creaciones. Todo parece indicar que la Corporaci¨®n Amada, industria puntera en el sector de la rob¨®tica que qued¨® aislada en Jap¨®n por problemas legales de su fundador Yoji Amada con la competencia, est¨¢ detr¨¢s de todas estas creaciones y, adem¨¢s, puede llevar m¨¢s de tres d¨¦cadas desarrollando estos robots con forma humana. As¨ª comienza una historia llena de acci¨®n, muertes, amor, venganza y descubrimientos pol¨ªticos que muestran la realidad de forma cruda y directa, por algo es un PEGI 18, lo que hace que podamos disfrutar con una historia cruel en la que el jugador se plantear¨¢ los l¨ªmites de la ¨¦tica humana.

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Desde el primer momento encarnamos el papel de Dan Marshall, sargento norteamericano conocido como 'El superviviente', que se infiltrar¨¢ en los guetos de la futurista Jap¨®n junto a su compa?ero Big Bo. Hay que indicar que aunque el concepto infiltraci¨®n aparezca durante el juego, normalmente por las indicaciones desde el cuartel de operaciones, la jugabilidad no se cimienta en ning¨²n momento en ser silenciosos sino en todo lo contrario, el juego nos lleva constantemente a irrumpir de manera frontal estancia tras estancia con todo nuestro arsenal preparado para destrozar a todos los 'cabezalatas' que aparezcan. En este sentido nos encontramos un sistema jugable muy parecido al que pudimos disfrutar en Gears of War, con escenarios repletos de coberturas, sin abusar excesivamente de las cajas, que nos protegen de las hordas enemigas. Este sistema de coberturas se muestra muy bien implementado y las transiciones, as¨ª como el sistema de apuntado a trav¨¦s de ellas, es muy bueno, cre¨¢ndose una jugabilidad r¨¢pida y precisa que en ning¨²n momento nos dejar¨¢ desprotegidos por movimientos imprecisos.

Sistema jugable

Siguiendo con las referencias a la obra de Epic Games, disponemos tambi¨¦n de un sistema de selecci¨®n de armas id¨¦ntico al de este t¨ªtulo, pudiendo escoger entre 4 armas diferentes con los botones de direcci¨®n, un sistema que se mostr¨® ¨¢gil y din¨¢mico en su momento y que nuevamente nos permite cambiar de armas sin dificultad. Para finalizar con los parecidos, los sistemas de apuntado y lanzamiento de objetos son tambi¨¦n semejante, permiti¨¦ndonos destruir a todo tipo de robots gracias a un control sencillo. Este sistema jugable, que se pone a prueba una y otra vez por los numerosos enemigos con los que nos vamos encontrando en nuestra misi¨®n, se muestra fluido y sin fisuras.

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Binary Domain basa su experiencia en ir superando diferentes estancias, ya sean suburbios, plantas agr¨ªcolas o instalaciones de transporte, a base de apretar el gatillo sin miramientos, para ello nos encontraremos habitualmente con una cantidad ingente de enemigos que ir¨¢n aumentando en n¨²mero y dureza a medida que vayamos avanzando en la trama, y que, adem¨¢s, ser¨¢n rivales realmente dif¨ªciles de matar. Su dificultad no reside en su resistencia, pues normalmente los robots sucumbir¨¢n a nuestro armamento con rapidez, sino en su capacidad para no sentir dolor y luchar siempre hasta el ¨²ltimo aliento de vida; Los robots se cambiar¨¢n el arma de brazo si lo pierden, se arrastrar¨¢n por los suelos si no disponen de piernas, al m¨¢s puro estilo Terminator, o nos golpear¨¢n con sus extremidades si se sienten acorralados, en una muestra de una IA bien desarrollada y con personalidad que no tiene nada m¨¢s que un objetivo, matar a los soldados invasores. Normalmente los enemigos estar¨¢n ubicados en localizaciones muy estrechas, salvo los grandes robots, lo que nos obligar¨¢ a disputar combates muy numerosos y normalmente en pasillos.

El resto del apartado se muestra muy funcional, disponemos de un indicador en la pantalla que nos dice en todo momento d¨®nde se encuentran nuestros compa?eros y su nivel de vida, tambi¨¦n tenemos un indicador de munici¨®n y cargas electr¨®nicas en la parte superior derecha y nuestro personaje contar¨¢ con regeneraci¨®n autom¨¢tica de da?os, as¨ª como la posibilidad de que en caso de estar gravemente herido pueda, o pedir ayuda a los aliados para que nos inyecten un botiqu¨ªn o directamente desde el suelo inyect¨¢rnoslo nosotros mismos, pudiendo durante el tiempo que estemos ca¨ªdos disparar a los enemigos con una pistola, lo que ayuda a despejar un poco el camino a la hora de revivir.

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Enemigos incansables

Vamos a encontrarnos un completo cat¨¢logo de enemigos que ir¨¢n desde el cl¨¢sico Robot de asalto, muy numeroso pero tambi¨¦n d¨¦bil y poco armado, hasta otros m¨¢s desarrollados y exigentes como el Pistolero veloz, muy resistente y agresivo, el H¨¦rcules, un enorme robot que porta entre sus mec¨¢nicos brazos un novedoso modelo Gatling, o los veh¨ªculos voladores, que hacen que cualquier enemigo pueda atacarnos desde el aire mientras permanecen enganchados a estas potentes m¨¢quinas a¨¦reas. A pesar de todo este arsenal lo que realmente nos obligar¨¢ a descargar todo nuestra munici¨®n sin miramientos son los terribles y enormes robots especiales que aparecer¨¢n normalmente al finalizar cada nivel. Estos robots, a modo de jefes finales, podr¨¢n ser desde ara?as rob¨®ticas gigantes pertrechadas con lanzamisiles, hasta un enorme robot gorila incre¨ªblemente resistente que necesitar¨¢ de munici¨®n antia¨¦rea y explosivos para caer derrotado, sin duda, un incentivo puntual que ayuda a dar variedad a la trama.

En este intento por crear variedad, orientado a no hacer repetitiva la mec¨¢nica de limpiar zonas y avanzar, el videojuego nos lleva a cumplir misiones de lo m¨¢s variadas. Podremos conducir motos de agua mientras remontamos un cauce subterr¨¢neo, disparar montados en un coche mientras vamos por unas modern¨ªsimas autopistas japonesas, huir a nado de robots de vigilancia o, entre otras, escapar dentro de vagones en una moderna industria, una variedad que intenta ofrecer al jugador una experiencia diferente. Otra posibilidad jugable interesante es la inclusi¨®n de los Quick Time Event que, como siempre, son un punto diferenciador y a?aden tensi¨®n a las escenas m¨¢s ¨¦picas del juego. Toda esta variedad de opciones, aunque muy interesantes, se muestran demasiado escasas para el c¨®mputo total, consiguiendo que el juego acabe siendo repetitivo y echemos de menos otras variantes m¨¢s profundas que se intercalen con la acci¨®n pura.

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Cuesti¨®n de confianza

El sistema jugable que ha creado Binary Domain se basa en ir acompa?ados de otros dos compa?eros, que podremos seleccionar habitualmente a nuestro gusto. Estos aliados, procedentes de diferentes pa¨ªses y con caracter¨ªsticas propias, deber¨¢n tener nuestra confianza para acatar las ¨®rdenes. Esta confianza se cimentar¨¢ en nuestra capacidad de comunicaci¨®n y actuaci¨®n en el campo de batalla, para ello dispondremos de un sistema de  di¨¢logo constante que nos permitir¨¢ dirigirnos al grupo e indicarles ¨®rdenes de combate tales como 'Atacar', 'Cubrirse' o 'Reagruparse' pero, adem¨¢s, tambi¨¦n podremos hablar para insultarles, alabarles o simplemente contestar o no a preguntas personales, siendo todo ello peque?os granitos de arena que ir¨¢n creando una vinculaci¨®n entre tu personaje y el resto del equipo. Este sistema de comunicaci¨®n, que en principio puede parecer irrelevante si nos creemos Rambo, es importante a medida que avanzamos en la trama y debemos organizar a nuestro grupo para luchar contra un enemigo cada vez m¨¢s potente, adem¨¢s, hay que se?alar que si uno de tus amigos muere la misi¨®n habr¨¢ fracasado, en un claro ejemplo de la importancia organizativa de tu unidad.

Cuando adquiramos esta confianza podremos ordenarles atacar al enemigo estando acorralados, que vengan a curarte con sus botiquines cuando te hayan herido o simplemente que te cubran mientras vas a por munici¨®n, acciones muy importantes cuando los enemigos no paran de dispararte, sin embargo, esta situaci¨®n se puede volver en tu contra si a lo largo de la trama has ido disparando a tus aliados, contest¨¢ndoles de forma inadecuada u orden¨¢ndoles acciones que han puesto en peligro sus vidas, lo que ocasionar¨¢ que los miembros de la unidad ?xido no quieran saber de ti en ning¨²n momento y no te ayuden nunca, lo que dificulta enormemente la misi¨®n.

Utiliza tu voz 

Aunque el sistema de comunicaci¨®n manual se muestra muy amplio y lleno de variantes, cuando realmente adquiere sentido completo es al utilizar el micr¨®fono. Binary Domain nos permite utilizar cualquier micro compatible con PlayStation 3 y Xbox 360 para hablar con nuestros compa?eros. Para hacer m¨¢s fluida la comunicaci¨®n dispondremos de casi un centenar de comandos de voz muy sencillos y efectivos. Estas peque?as frases podr¨¢n ser calibradas a nuestro gusto en el men¨² de opciones, gracias a que podremos ir grabando una a una las indicaciones existentes y a su vez configurar el nivel de ruido aceptable, lo que nos permitir¨¢ un reconocimiento m¨¢s preciso. Si por el contrario preferimos ir directamente a la acci¨®n y evitar este laborioso proceso de adaptaci¨®n, podemos ponernos el micr¨®fono y pronunciar los diferentes comandos que tenemos a nuestra disposici¨®n cuando queramos. 

El silencio ser¨¢ fundamental mientras jugamos para que todo vaya de manera fluida y sin interrupciones, sin embargo, teniendo en cuenta que hasta el propio ruido del juego nos repercute, nos encontramos con una serie de problemas. El m¨¢s habitual cuando jugamos tanto en solitario como en compa?¨ªa es que el videojuego no reconozca lo que decimos, creando algo de desconcierto pero pudi¨¦ndolo enmendar r¨¢pidamente repitiendo la orden exacta que queremos dar. El otro gran problema es que cualquier frase, independientemente de las ¨®rdenes establecidas, sea reconocida como un comando de acci¨®n concreto e indique cosas err¨®neas a tus compa?eros, llegando a insultarles o a ordenarles que dejen de disparar o que retrocedan. Esta funcionalidad, aunque le da un toque realista a los combates, tiene grandes limitaciones t¨¦cnicas y su imprecisi¨®n nos har¨¢n dejar finalmente el micr¨®fono desconectado para evitar problemas, una opci¨®n que podr¨ªa haber sido mucho m¨¢s util de haberse desarrollado con solvencia.

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Sistema de mejoras

Tras hablar de su jugabilidad, de los enemigos y de su sistema de comunicaci¨®n es hora de comentar el sistema de evoluci¨®n de personajes y armamento que tendremos a nuestra disposici¨®n. Durante todo el videojuego iremos ganando cr¨¦ditos a medida que superamos misiones y vamos acabando con los enemigos, dichos cr¨¦ditos podr¨¢n ser utilizados en diferentes elementos que har¨¢n a nuestro personaje un arma de combate cada vez m¨¢s letal. Para poder adquirir estas mejoras tendremos a lo largo de todo el mapeado unos terminales de compra, al m¨¢s puro estilo Dead Space 2, que nos permitir¨¢n comprar todo tipo de objetos como botiquines, armas, munici¨®n y, lo m¨¢s interesante, mejoras en forma de Nanodispositivos. Estos implantes nos permitir¨¢n, entre otras muchas opciones, mejorar nuestra salud o nuestra capacidad de aguante. Dichas mejoras estar¨¢n vinculadas una serie de puntos, que podr¨¢n ir desde 1 a 3, y que deber¨¢n ser colocados, al estilo Tetris, en paneles con unas dimisiones de 2 por 3 puntos. Un sistema sencillo y eficaz que no nos quitar¨¢ mucho tiempo. Adem¨¢s, por si vamos muy justos de dinero, a lo largo del juego iremos encontrando cajas que esconder¨¢n Nanodispositivos, lo que se agradecer¨¢.

Dentro de esta tienda tambi¨¦n podemos optar por mejorar nuestra arma principal, para ello disponemos de una serie de par¨¢metros que, a base de cr¨¦ditos, podremos ir subiendo de nivel. Cada mejora nos indica el coste y los beneficios de su adquisici¨®n, pudiendo evolucionar, entre otras muchas posibilidades, la precisi¨®n, la potencia, el alcance o el cargador, creando as¨ª un arma cada vez m¨¢s potente. El sistema de mejoras adquiere una importancia vital gracias a que nosotros tenemos la posibilidad de evolucionar al resto de la unidad ?xido, tanto armament¨ªstica como personalmente, para crear as¨ª no solamente un super soldado sino una super unidad, lo que a la larga repercutir¨¢ en una jugabilidad m¨¢s efectiva de todo el equipo.

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Pero como est¨¢ evoluci¨®n requerir¨¢ de tiempo la unidad ?xido ir¨¢ disponiendo de un variado y contundente elenco de armas entre las que se incluyen rifles de francotirador, escopetas, rifles de asalto, pistolas, subfusiles, lanzamisiles, granadas explosivas, granadas electr¨®nicas o bombas de detonaci¨®n remota, sin duda, un completo cat¨¢logo que, adem¨¢s, tienen un acabado visual muy contundente y un sonido muy efectivo y realista, lo que ayuda a comprender mejor la potencia de fuego de nuestras armas.

Sonido y gr¨¢ficos

Binary Domain ofrece un motor gr¨¢fico muy contundente y fluido que presenta muy pocas carencias visuales, ofreciendo en todo momento un sistema de luces din¨¢micas interesante, unas texturas en alta definici¨®n y un modelado de los personajes perfecto, con menci¨®n especial a la recreaci¨®n facial. Adem¨¢s, nos encontramos con una destrucci¨®n de los robots muy precisa y que, sin duda, nos hace valedores de nuestra punter¨ªa. A pesar de ello, y aunque encontraremos muchas escenas de destrucci¨®n durante la trama, el motor no ofrece un gran n¨²mero de objetos con rotura en tiempo real, salvo algunas cajas o cristales, y algunas recreaciones f¨ªsicas como el agua no presentan un nivel de realismo semejante al del resto del t¨ªtulo. Por ¨²ltimo, existen situaciones puntuales, normalmente cuando hay un gran n¨²mero de enemigos en pantalla, explosiones y movimiento, en el que el Frame Rate del t¨ªtulo baja y encontramos un poco de ralentizaci¨®n, eso s¨ª muy escasa, que nos indica que el motor est¨¢ sufriendo para moverse con soltura. Con todo ello Binary Domain dispone de un acabado muy bueno, con especial dedicaci¨®n a una recreaci¨®n muy trabajada de la sociedad japonesa del a?o 2.080, tanto de los suburbios como de la gran urbe, mostrando dise?os futuristas muy reales que nos consiguen trasladar con gran precisi¨®n a una sociedad que a¨²n nos queda muy lejos.

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A nivel sonoro nos encontramos con el juego totalmente traducido y doblado al castellano. En el primer caso se ha hecho un trabajo muy bueno y todos los textos vienen perfectamente adaptados a nuestro idioma, en el segundo apartado, aunque siempre se agradece el detalle del doblaje al castellano, el t¨ªtulo presenta un nivel simplemente decente y nos puede sacar un poco de la historia por algunas frases poco acertadas, a¨²n as¨ª, el doblaje consigue transmitirnos perfectamente ese tono macarra que tiene nuestro protagonista y tambi¨¦n expresar perfectamente las diferentes reacciones de nuestros compa?eros a nuestros comandos de voz. Un doblaje que podr¨ªa haber sido mejor pero que sigue estando a un nivel aceptable.

Multijugador

Como es habitual en todo juego que se presente actualmente, Binary Domain contar¨¢ con un interesante modo multijugador online. El juego nos plantea dos posibilidades, la primera de ellas es optar por los cl¨¢sicos modos competitivos donde podemos enfrentarnos contra jugadores de todo el mundo en modos tan conocidos como Todos contra todos, Partida a muerte por equipos, Dominio territorial, Supervivencia, y otros algo diferentes como Misi¨®n especial u Obtenci¨®n de datos, pudiendo as¨ª dar rienda suelta a nuestra pasi¨®n por el juego. Por otro lado, tenemos la capacidad de seleccionar un modo multijugador cooperativo llamado Invasi¨®n, en el cual cuatro jugadores deber¨¢n resistir a hordas de robots durante todo el tiempo que puedan, un modo ya muy conocido pero siempre interesante. Durante todas estas partidas tendremos acceso a diferentes clases de soldado como Armamento pesado, Reconocimiento, Operaciones especiales, Demolici¨®n o Asalto, todas ellas muy diferentes entre s¨ª y que se adaptar¨¢n perfectamente a todo tipo de jugadores.

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La inclusi¨®n de este tipo de modos multijugador, unida a la propia l¨®gica jugable de la campa?a, en la que siempre vamos acompa?ados de, c¨®mo m¨ªnimo dos soldados m¨¢s, nos hacen echar en falta un modo cooperativo para el modo campa?a, ya sea en LAN u Online. Esta ausencia realmente no es significativa pues el t¨ªtulo ofrece una jugabilidad perfecta y una IA aliada sin fisuras, sin embargo, podr¨ªamos haber obtenido un a?adido muy interesante que se adaptara perfectamente al planteamiento jugable que pretende Binary Domain, ya que siempre estamos en comunicaci¨®n y compa?¨ªa de otros soldados.