Saint Seiya: Batalla por el Santuario, Impresiones

Tras su irrupci¨®n en nuestras pantallas a principios de los a?os 90, los Caballeros del Zod¨ªaco han permanecido en nuestros corazones. Sigue las aventuras de Seiya, Shun, Shiryu, Hyoga e Ikki en su batalla por salvar a Atenea de las garras de la muerte!

A finales de los a?os 80 y principios de los 90 se vivi¨® en Espa?a la eclosi¨®n del fen¨®meno anime; esto no significa que no se emitieran en televisi¨®n dibujos tanto occidentales como orientales antes, pero fue tal vez a partir de Bola de Drag¨®n (DragonBall), Campeones (Captain Tsubasa) y Caballeros del Zod¨ªaco (Saint Seiya) cuando las series de animaci¨®n japonesas cobraron una fuerza imparable que a¨²n hoy perdura y que les hace copar buena parte de la parrilla televisiva enfocada para los peque?os y los no tan peque?os.

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Saint Seiya, o Caballeros del Zod¨ªaco como se la conoci¨® aqu¨ª, es uno de los cl¨¢sicos de la ¨¦poca que ha sobrevivido con mejor gloria en la memoria colectiva de los treinta?eros de hoy en d¨ªa. Masami Kurumada tuvo a bien crear esa historia ubicada en un universo muy similar al nuestro en el que una serie de Caballeros, o Santos, enfundados en sus correspondientes armaduras pelean por establecer un nuevo orden en la Tierra. El manga sobre el que se basar¨ªa su correspondiente anime se dividi¨® en tres grandes partes o sagas y la primera de ella, la Batalla por el Santuario, es la m¨¢s larga de todas y es precisamente sobre la que se fundamenta el videojuego que Namco-Bandai nos trae hoy y con el que llevamos ya jugando algunas semanas.

Es dif¨ªcil separarse emocionalmente de un producto que apela directamente a evocar las sensaciones de tu ni?ez y adolescencia, por un lado, y que por otro intenta atraer a nuevos fans al universo Saint Seiya. Y en cierto sentido, especialmente en lo que se refiere a la primera de las pretensiones, consigue perfectamente lo que busca. Los Caballeros del Zod¨ªaco: Batalla por el Santuario es puro servicio a los fans de la serie, que encontrar¨¢n aqu¨ª dentro la posibilidad de revivir la ic¨®nica saga de la mano de Seiya de Pegaso, Shiryu del Drag¨®n, Hyoga del Cisne, Shun de Andr¨®meda e Ikki del F¨¦nix en formato beat ?em up con matices de lucha uno contra uno.

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Llevamos invertidas unas cuantas horas en el juego y hemos podido jugarlo y rejugarlo del derecho y del rev¨¦s, ahondando en todas las posibilidades - excepto el apartado online, obviamente - para extraerle todo el jugo posible. Y b¨¢sicamente la sensaci¨®n que nos deja es de sentimientos encontrados, de que objetivamente como producto 'fan service' no est¨¢ nada mal - y hay muchos bastante peores de reconocidas franquicias - pero que tambi¨¦n podr¨ªa haberse trabajado m¨¢s en algunas de sus ¨¢reas m¨¢s mediocres.

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El modo principal de juego es la Historia, que en un principio nos permite revivir los acontecimientos desde que Seiya y sus amigos llegan al camino del Santuario acompa?ados de Saori, reencarnaci¨®n de Atenea, donde es herida de muerte. Los Caballeros de bronce deber¨¢n atravesar las doce casas, custodiadas por los doce Caballeros de oro, los m¨¢s poderosos del mundo. Y nada m¨¢s llegar al templo de Mu de Aries se nos introduce un tutorial que nos ense?ar¨¢ a desenvolvernos por las rutas que llevan a las doce casas y, por encima de todo, se nos muestran los fundamentos para pelear con sus casi invencibles guardianes.

Como dec¨ªamos, Saint Seiya tiene un formato beat ?em up dividido en dos grandes secciones; en la primera, en los caminos hacia las casas, nos enfrentaremos con oleadas de enemigos de bajo nivel y que sirven simplemente como entrenamiento y para que podamos desatar nuestras habilidades. Al final de cada tramo nos enfrentaremos contra alg¨²n viejo conocido del manga (Casio, los Caballeros negros, alg¨²n Caballero de plata) pero en l¨ªneas generales bastar¨¢ usar nuestras t¨¦cnicas con algo de criterio para desenvolvernos de nuestros adversarios.

En este sentido hay dos cosas que a?adir: el desarrollo de esta parte de los escenarios, y en realidad de todos los escenarios en general, es bastante pobre. Texturas de baja resoluci¨®n, montones de enemigos completamente iguales (al estilo Dynasty Warriors o N3, pero peor) con una IA pr¨¢cticamente inexistente, elementos destruibles menores - una columna, una vasija - y escasamente trabajados, etc. Adem¨¢s, la c¨¢mara de visi¨®n es fija tras el personaje (dej¨¢ndonos vendidos en alguna ocasi¨®n) y no hay lock-on sobre los enemigos. Pero no obstante podemos hacer uso de nuestro arsenal que, eso s¨ª, est¨¢ muy bien recreado de acuerdo siempre con lo visto en televisi¨®n.

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Esto significa que Seiya lanzar¨¢ sus meteoros y su cometa, Hyoga su polvo de diamantes, Shiryu su ascensi¨®n del Drag¨®n Lushan, Shun blandir¨¢ su cadena nebular e Ikki su temible pu?o fantasma y su vuelo del F¨¦nix. Todos ellos est¨¢n recreados perfectamente y su comportamiento en el juego es acorde a lo que suced¨ªa en el anime. De hecho, aquellos que aprenden t¨¦cnicas superiores m¨¢s adelante durante el transcurso de la aventura (como la Ejecuci¨®n de la Aurora de Hyoga o la Tormenta Nebular de Shun) no las tendr¨¢n disponibles hasta el punto en el que las usan por primera vez en la saga original.

El uso de estas t¨¦cnicas consume 'cosmos', una suerte de man¨¢ que se va recargando con el tiempo o con la ayuda de esferas que sueltan algunos elementos del mapa. Aumentar el poder de ese cosmos es posible concentrando nuestro poder, as¨ª como tambi¨¦n podemos parar los golpes enemigos, atizarlos con algunos combos predefinidos o incluso activar el s¨¦ptimo sentido - ralentizando todo lo que ocurre a nuestro alrededor - para tomar ventaja en combate. Si nuestra energ¨ªa se consume por completo perderemos una 'vida' de las tres en principio disponibles, pero en principio hay m¨¢s que suficiente para acabar la mayor¨ªa de combates sin problemas.

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Donde el juego se luce m¨¢s es en la lucha contra los Caballeros de oro. Siempre utilizaremos el personaje original que se enfrent¨® a ese enemigo, fuera Seiya quien luchara contra Aldebar¨¢n de Tauro o Shiryu contra Shura de Capricornio. Cada enemigo usar¨¢ las t¨¦cnicas que pudimos ver en la serie, algunas representadas con mayor acierto que otras, pero todas bastante fieles a su original. Todo Caballero de oro tiene un patr¨®n que habr¨¢ que descubrir y explotar utilizando nuestro s¨¦ptimo sentido y nuestras habilidades especiales, mientras simult¨¢neamente - muy en plan c¨®mic - se nos van narrando las conversaciones que mantienen entre los adversarios y que son imposibles de seguir si queremos salir con vida del combate.

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Durante estos enfrentamientos se activa la energ¨ªa big bang, que al usarla en conjunci¨®n con los ataques especiales, podremos ver una escena CGI espectacularmente dise?ada en la que observamos con todo detalle los movimientos del personaje. Esas secuencias se guardan adem¨¢s en la galer¨ªa de videos para que podamos recrearlas a voluntad en cualquier momento. Cada vez que lo usamos, por poco que hubi¨¦ramos 'vivido' la ¨¦poca de los Caballeros del Zod¨ªaco, es imposible no sentir un escalofr¨ªo en la espalda al ver los movimientos del Cisne y su Ejecuci¨®n de la Aurora impactando sobre su antiguo maestro Camus de Acuario. Ah¨ª es donde se nota que este Saint Seiya est¨¢ pensado por y para los fans de la serie.

Es una pena que no se haya explotado m¨¢s el sistema de combate, porque realmente es posible terminar el juego dominando apenas un par de aspectos del juego. Cierto que en los beat ?em up, aunque nos ofrezcan miles de combos distintos, al final siempre acabamos usando unos pocos; pero esta era una buena oportunidad para implantar un m¨¦todo m¨¢s espec¨ªfico, m¨¢s exigente. Tal vez acabar con un enemigo con una determinada t¨¦cnica, tal vez acumular cosmos hasta despertar nuestro s¨¦ptimo sentido aut¨¦ntico? Creemos que el sistema es correcto pero que a priori ofrece mucha m¨¢s profundidad de la que al final se ha acabado instaurando.

A medida que progresamos, cada personaje va ganando experiencia y puntos de cosmos que podemos gastar comprando habilidades y mejorando nuestras t¨¦cnicas o par¨¢metros. Esto se aplica tambi¨¦n a los Caballeros de oro que desbloqueamos, que ser¨¢n jugables en los otros modos de juego que incorpora el t¨ªtulo aparte de la historia de Santuario (y otras 5 mini-historias m¨¢s): supervivencia y misiones, tanto para uno como para dos jugadores simult¨¢neamente. Aqu¨ª tenemos la posibilidad de comprobar c¨®mo de poderoso es - o era - Aiolos de Sagitario y por qu¨¦ hasta los propios compa?eros de Shaka de Virgo temen que abra los ojos. No limitarnos a los 5 Caballeros de Bronce es un regalo para todos los aficionados de la saga que no pueden dejar escapar.

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Hay cuatro niveles de dificultad en los que pasarse el juego, aunque realmente se nos antojan pocas razones para hacerlo en m¨¢s de una ocasi¨®n; si acaso para bajar los tiempos y mejorar las puntuaciones que se nos dan al acabar cada una de las fases. Siendo como es fiel al anime, hay momentos en los que la partida goza de buen ritmo y salud mientras que en otros flojea un poco m¨¢s, como tambi¨¦n ocurre en la serie original. Tambi¨¦n hay que admitir que la curva de dificultad no es siempre ascendente, sino que oscila con criterio aparentemente aleatorio y que no da una sensaci¨®n de progresi¨®n durante toda la aventura.

Evidentemente nos quedan cosas por probar de Saint Seiya: Batalla por el Santuario hasta el momento de su lanzamiento; estamos a la espera de poder disfrutar de su apartado online, de poner nuestros tiempos en los circuitos de clasificaci¨®n, de acumular m¨¢s y m¨¢s puntos de cosmos para ir desbloqueando m¨¢s habilidades y de probar a fondo la totalidad de los Caballeros. Hasta que salga al mercado, en dos ediciones de coleccionista espectaculares por cierto, seguiremos lanzando meteoros y blandiendo nuestra cadena nebular. ?Dame tu fuerza, Pegaso!

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