Mario Party 9, Impresiones
Ya est¨¢n casi aqu¨ª de nuevo los minijuegos, los tableros, los dados y las risas con amigos. Mario Party 9 est¨¢ a punto de estrenarse en Wii y trae consigo un mont¨®n de cambios. Desde el nuevo sistema de avance en coche hasta la inclusi¨®n de minijuegos de jefes finales en cooperativo, la propuesta busca acercarse a¨²n m¨¢s a jugadores eventuales pero lograr la complejidad suficiente como para captar la atenci¨®n del asiduo a la veterana marca. M¨¢s colorido que nunca y con peque?os incentivos a la rivalidad, Nintendo espera superarse con este episodio, que sigue sin llegar a la profundidad de Mario Party 6 o 7 pero aplica una dosis de necesarias nuevas ideas.
Ya est¨¢n casi aqu¨ª de nuevo los minijuegos, los tableros, los dados y las risas con amigos. Mario Party 9 est¨¢ a punto de estrenarse en Wii y trae consigo un mont¨®n de cambios. Desde el nuevo sistema de avance en coche hasta la inclusi¨®n de minijuegos de jefes finales en cooperativo, la propuesta busca acercarse a¨²n m¨¢s a jugadores eventuales pero lograr la complejidad suficiente como para captar la atenci¨®n del asiduo a la veterana marca. M¨¢s colorido que nunca y con peque?os incentivos a la rivalidad, Nintendo espera superarse con este episodio, que sigue sin llegar a la profundidad de Mario Party 6 o 7 pero aplica una dosis de necesarias nuevas ideas.
Nunca ha pasado de ser una saga notable, que se agota con el tiempo y una vez que deja de sorprender con los tableros y minijuegos disponibles. Mario Party, como otras marcas que emulan juegos de mesa -y como ¨¦stos en s¨ª- es la idea perfecta para una reuni¨®n de amigos o una fiesta, pero caer¨¢ en el abandono y la p¨¦rdida de inter¨¦s para su poseedor, que acaba aprendi¨¦ndose todos los entresijos. Partiendo de esta base, Nintendo quiere que la nueva entrega, la und¨¦cima contando con las ediciones port¨¢tiles, se aleje un poco de este inevitable problema y para ello la compa?¨ªa se ha esforzado en ofrecer uno de los Mario Party con mayor contenido de todos (7 tableros, 80 minijuegos, amplios modos extra, material desbloqueable con Bonos Fiesta, configuraciones de partida generosas...) a la par que redefinido en su principal sistema de avance. Se acabaron aqu¨ª las fichas de jugador que avanzan casillas de forma individual: ahora todos los personajes viajan juntos y comparten tiradas en un mismo veh¨ªculo que se mueve por el tablero. Este giro al pilar central de la saga supone tambi¨¦n un cambio de la mentalidad ojetivos de cada partida, as¨ª como la forma de jugar. Lo vemos.
Hasta ahora, llegar r¨¢pido a una estrella y adquirirla con monedas era la base de cualquier Mario Party. Hab¨ªa que ganar los minijuegos para obtener ventaja sobre los rivales y m¨¢s monedas u otros items para dominar y fastidiar al pr¨®jimo. Las tiradas altas eran clave en una mec¨¢nica que basaba su exigencia en una equilibrada proporci¨®n de habilidad y azar, algo que no terminaba de convencer a muchos puristas que preferir¨ªan un juego menos azaroso y con tanta importancia de lo sacado en los dados, ruletas, cartas boca abajo y dem¨¢s elementos de suerte. En Mario Party 9, el turno de cada jugador se expresa colocando a su personaje como conductor o comandante de este coche que avanza por los tableros con todo el grupo a bordo, de manera que Mario, Luigi, Wario, Daisy, Toad, Yoshi y compa?¨ªa ir¨¢n altern¨¢ndose al volante para avanzar casillas pero tambi¨¦n para recibir de forma exclusiva los efectos de ¨¦stas, de manera que a menudo querremos que no nos toque tirar, sacar tiradas bajas para dejar el turno al siguiente jugador en una cercan¨ªsima situaci¨®n desfavorable para ¨¦l, o incluso sacar un 0 en uno de los dados especiales que podremos obtener. Este redondo autom¨®vil adem¨¢s de por casillas pasar¨¢ por zonas ventajosas y ¨¢reas desagradables, por lo que la nueva f¨®rmula consiste en intentar tener el turno en los momentos de ventajas, premios y ayudas.
Y junto al tablero, el otro pilar de Mario Party son los minijuegos, tambi¨¦n revalorizados en esta entrega, que los har¨¢ m¨¢s apetecibles de ganar y con m¨¢s peso en las partidas, algo que ven¨ªa siendo muy solicitado por los asiduos a la franquicia desde hace a?os. Ganar muchos sigue sin ser sin¨®nimo de ganar la partida, pero s¨ª que esta vez marcar¨¢n sobremanera los resultados de partida finales, ya que se han eliminado las monedas y la compra de estrellas como tal. Ahora tanto en las casillas como en los minijuegos los distintos personajes van obteniendo Destellos (peque?as estrellitas plateadas) y cuando el coche llegue a la meta, al final del recorrido, qui¨¦n m¨¢s de estas estrellas grises tenga habr¨¢ ganado la partida. Por tanto, salir victorioso de minijuegos es vital para conseguir de forma directa m¨¢s Destellos que el resto de jugadores, siendo algunos de estos divertid¨ªsimos retos verdaderamente cruciales, como los minijuegos de jefe de tablero, la otra enorme novedad que MP9 trae consigo y en sus 7 tableros disponibles, todos ellos completamente in¨¦ditos y, como siempre, extra¨ªdos del universo Super Mario y mundo Koopa.
Se ha hablado mucho desde que se anunciaron los jefes finales en este pr¨®ximo Mario Party, a menudo con temor. Y, vistos ya dos de ellos -los del primer tablero ya que cada partida tendr¨¢ dos distintos- podemos asegurar que funcionan de maravilla, encajan en la mec¨¢nica de la licencia y protagonizan algunos de los mejores momentos. Habr¨¢ varios en cada tablero, aunque dos ¨²nicas casillas para enfrentarnos a ellos, una en la meta y otra a mitad de recorrido. Los elegidos en cada caso ser¨¢n aleatorios, ofreciendo cada uno de ellos tres minijuegos -algo m¨¢s complejos- para el duelo, los participantes contra ¨¦l. Enemigos cl¨¢sicos de Super Mario como la planta pira?a, el gusano con flor en la cabeza, el calamar o el pez rojo exponen diversos retos donde tendremos que ir d¨¢ndoles golpes, saltando sobre ellos con culetazo, arroj¨¢ndoles caparazones Koopa, etc. para acabar as¨ª con su resistencia. Como en muchos otros minijuegos, el jugador que d¨¦ el ¨²ltimo golpe, el de gracia, recibir¨¢ adem¨¢s 3 estrellas plateadas extra. Aunque son enfrentamientos cooperativos, al terminar se ofrecer¨¢n Destellos a cada personaje por cada golpe asestado. Son minijuegos sorprendentes y algo m¨¢s profundos que el resto, funcionan de maravilla y nos han parecido un acierto.
En Mario Party 9 vuelve la exigencia de fastidio al resto de jugadores para arrebatarles Destellos, dados o dejarlos justo ante casillas desfavorables. En las casillas azules recibimos en esta entrega dados de menos n¨²meros (incluso con un lado 0) y otros objetos que podremos usar para perjudicar al resto. Adem¨¢s, estas casillas -las m¨¢s habituales- nos llevar¨¢n tambi¨¦n hasta un minijuego, pues ha desaparecido la estructura de Mario Party 8 de minijuego tras cada ronda y un n¨²mero de rondas establecidas al principio de cada partida, en este noveno episodio de sobremesa hay que caer de propio en las casillas de minijuego. No faltan las intervenciones de Bowser y el travieso Bowsy para dar la vuelta a los tableros y te?ir casillas convirti¨¦ndolas en perjudiciales. Aqu¨ª entra la picaresca de los jugadores en saber pasar el turno a sus oponentes justo cuando sea f¨¢cil caer en una de estas casillas o cuando se puedan arrancar Destellos a sus marcadores. Adem¨¢s, el fastidio est¨¢ presente de forma directa tambi¨¦n en algunas pruebas que nos dejan enfrentarnos al jugador que queramos, apostando con ¨¦l un determinado n¨²mero de estrellas plateadas. Esto, contra quien va ganando, por ejemplo, puede suponer su p¨¦rdida de liderazgo inmediata.
El esquema de casillas y trazados de los tableros tambi¨¦n ha cambiado en esta entrega. De momento, solo hemos tenido acceso al Valle Toad, el primero de ellos, sacado directamente de New Super Mario Bros, con un colorido y viveza sin igual. Este Mario Party es el m¨¢s brillante en la paleta de colores, texturas y brillos vistosos. Las rutas siguen teniendo bifurcaciones, pero tienen una meta, en una clara continuaci¨®n del sistema de tableros de WiiParty, algo que tambi¨¦n aparece en otros aspectos del t¨ªtulo, como la absoluta dedicaci¨®n al nuevo usuario, con explicaciones obvias para pr¨¢cticamente todo, esta vez a cargo del Toad amarillo, que har¨¢ de maestro de ceremonias. Entre casillas, hay grupos de Destellos que recoger¨¢ quien pase por ellos pilotando el coche. Tambi¨¦n hay otros items de ayuda, de desventaja o eventos, como el acceso a un nivel de bonus solo para ese personaje o peque?os desaf¨ªos para poder ganar o arrebatar estellas plateadas y dados a los oponentes, compa?eros de autom¨®vil. Las referencias a Super Mario Galaxy y New Super Mario Bros Wii son plenas, con piezas directamente sacadas de ¨¦stos, como las canciones que suenan, las Casas Champi?¨®n, personajes o las torres para enfrentarse a Bowsy y sus esbirros.
En cuanto a los minijuegos, por lo que hemos visto Mario Party 9 deja un poco atr¨¢s a la inadmisible sencillez de casi un tercio de pruebas de la anterior entrega de Wii. Atr¨¢s quedan simplezas como agitar una lata m¨¢s fuerte que los rivales o hacer una foto en el momento concreto. Este cap¨ªtulo no parece alejarse del respeto al jugador poco experimentado con los videojuegos, es cierto, pero pone a su alcance y al del jugador habitual pruebas algo m¨¢s trabajadas, variadas y con situaciones menos b¨¢sicas que parecen sacadas de uno de los microjuegos de Wario Ware. En MP9 hemos visto bastantes pruebas de plataformeo, manejadas con el mando en horizontal, cruceta para mover al personaje y bot¨®n 2 para saltar. Tambi¨¦n puzles que completar colocando piezas, retos de habilidad y reflejos, las tradicionales guerras de personajes sobre una misma plataforma de la que no pueden caer, recogida m¨¢s r¨¢pida que el resto de items en una misma superficie compartida, carreras, atenci¨®n, memoria.... Eso s¨ª, se recoge de forma alarmante muchas de las ideas de cap¨ªtulos anteriores. Hay 80 minijuegos est¨¢ndar m¨¢s todos los a?adidos de jefe y los modos extra, la modalidad de juego adicional de MP9. En los tiempos que corren y con 10 entregas a sus espaldas, lo cierto es que 80 retos b¨¢sicos se pueden quedar en pocos si la ambici¨®n era realmente hacer un Mario Party complet¨ªsimo.
Adem¨¢s de los tableros para el modo Fiesta, la Galer¨ªa donde comprar desbloqueables con los Bonos que recibiremos tras cada partida y la pesta?a Minijuegos donde podremos participar en distintos concursos que nos ponen m¨¢s directamente en ellos sin necesidad de tirar y avanzar casillas, Mario Party 9 tiene tambi¨¦n la habitual pesta?a de Juegos Adicionales, minijuegos mucho m¨¢s profundos y largos que tambi¨¦n son muy divertidos en reuniones de amigos. En esa ocasi¨®n tendremos una partida de bolos con Goobas que se van moviendo y donde trazar el tiro y los rebotes es esencial, un partido de f¨²tbol 2 contra 2 donde el bal¨®n es un caparaz¨®n rojo que debe acabar con Goobas en vez de meterse en porter¨ªas, o un compendio de minijuegos desde una nueva perspectiva que los hace m¨¢s dif¨ªciles, como detr¨¢s del personaje o en plano cenital. En relaci¨®n al juego de f¨²tbol, para que os hagais una idea, los personajes pueden hacer pases, tiros y entradas, y un partido puede durar hasta diez minutos intensos y divertidos, las dos claves que buscan estos retos m¨¢s sofisticados y completos.
Es importante tambi¨¦n c¨®mo este Mario Party se presta a la configuraci¨®n bastante detallada, con muchas opciones de personalizaci¨®n de las partidas como el n¨²mero de jugadores -no necesariamente 4- y los manejados por la CPU, las normas de los tableros, los minijuegos que deben aparecer, la posibilidad de enfrentamientos por parejas o no y los premios Bonus de final de partida, una tradici¨®n ya en Mario Party que otorgar¨¢ Destellos extra al que m¨¢s puntos haya sacado en el dado, al que m¨¢s minijuegos gane, al que m¨¢s estrellas plateadas robe al resto o al m¨¢s vago en general. Estas bonificaciones finales le dan un punto de emoci¨®n pero pueden desajustar resultados y crear vencedores que realmente no lo merezcan tanto. Se pueden desactivar. Tambi¨¦n al final, tendremos las estad¨ªsticas y tablas de resultados, m¨¢s detallados que nunca pudiendo comprobar datos muy concretos como los porcentajes de ¨¦xito que hemos barajado, los Destellos perdidas en minijuegos o los dados empleados. Por supuesto y como siempre, cada tablero introduce su rango de normas propio, siendo los ¨²ltimos los m¨¢s complejos y de partidas m¨¢s largas e igualadas.
Mario Party 9 llega con el desaf¨ªo de apasionar al habitual de la marca y los videojuegos sin descuidar por ello al nuevo usuario, y de paso contener los elementos suficientes como para durar mucho y seguir funcionando partida tras partida. No estamos seguros de que todo esto pueda ser conseguido pero sin duda alguna hay que reconocer a Nintendo el esfuerzo hecho por darle un giro de tuerca m¨¢s a la algo anquilosada franquicia nacida en Nintendo 64, con el nuevo sistema de avance por los tableros con los personajes en el coche, los jefes finales o los minijuegos con nuevas ideas. Desde luego, la fiesta no decaer¨¢ siempre que haya un Mario Party cerca, un juego ideal para compartir y que acompa?ado de unas copas siempre ha funcionado, por su accesibilidad, invitaci¨®n a la rivalidad y brevedad en todos los puntos que propone. Las novedades son interesantes y las referencias lo hacen inconfundible. Wii llegar¨¢ a su ¨²ltima etapa con su lado m¨¢s ocasional al rojo vivo, pero eso para los jugones de siempre no es ninguna mala noticia siempre que se busque ese punto de innovaci¨®n que esta entrega no ha dado de lado. En un mes lo tendrems.
- Acci¨®n
Llega la diversi¨®n colectiva a Wii con Mario Party 9. Tras el ¨²ltimo salto de la saga a la consola de Nintendo, la compa?¨ªa japonesa se pone las pilas para recuperar las bases de la franquicia a la vez que innova. 80 minijuegos te esperan subidos a un coche para recorrer los nuevos tableros.