Need for Speed: The Run
- Plataforma360PS36.5PC
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorBlack Box
- Lanzamiento18/11/2011
- EditorElectronic Arts
Carreras a medio gas
Tras los excelentes Hot Pursuit y SHIFT 2, la saga Need for Speed parec¨ªa revitalizada tras la fase oscura de Undercover y Carbono. Con The Run, Black Box retoman las riendas de las franquicias haci¨¦ndonos participar en una carrera alrededor de todo Estados Unidos.
Diecisiete entregas despu¨¦s tras su primera aparici¨®n en 1994, la saga de conducci¨®n arcade Need for Speed regresa de nuevo a nuestras consolas y compatibles de la mano de Black Box, la desarrolladora que m¨¢s juegos de esta franquicia lleva en sus espaldas. Con el sobrenombre 'The Run', EA Canada pretende aportar algo de aire fresco y asentar de nuevo las bases a una serie que durante algunos a?os fue pegando bandazos pero que parec¨ªa que tras los SHIFT y con la mano de Criterion en el reciente Hot Pursuit hab¨ªa vuelto a retomar el buen rumbo.
El resultado no ha sido sin embargo tan satisfactorio como se esperaba; The Run no es un mal arcade de velocidad y conducci¨®n, pero desde luego no est¨¢ a la altura ni de sus propias expectativas ni de la calidad de sus propios predecesores m¨¢s recientes, que lo dejan en evidencia. Y en ciertos detalles concretos de su jugabilidad, incluso podr¨ªa decirse que hubiesen agradecido algunos meses m¨¢s de desarrollo para acabar de definir y ampliar las mec¨¢nicas que lo componen porque, en esencia, este Need for Speed se nos antoja un poco escaso de todo. Para decirlo de otra forma, le falta un hervor.
Por lo menos no puede decirse que a nivel argumental no lo intente; de hecho la secuencia inicial, por vez primera en un t¨ªtulo de la franquicia, incorpora un 'quick time event' (habr¨¢ un par m¨¢s en todo el juego) en el que interactuamos en una escena donde nuestro protagonista Jack intenta escapar de un Porsche rojo que est¨¢ siendo triturado por una compactadora; luego seremos perseguidos a tiros por la mafia y poco despu¨¦s, en una cinem¨¢tica con el motor del juego tambi¨¦n inusual en la saga, se nos explica de forma breve de qu¨¦ va 'la Carrera'. Es una pena que con la facilidad que tiene EA para contar buenas historias, no se haya invertido aqu¨ª algo m¨¢s de tiempo en dar un serio background a protagonistas y secundarios, quedando todos ellos bastante hu¨¦rfanos de or¨ªgenes y motivaciones. Porque una cosa es que no haya historia, pero si la pones por lo menos cu¨¦ntala bien.
Las deudas de juego de Jack y la oferta de su amiga Sam le empujan a aceptar participar en una prueba que implica a 500 conductores que deben cruzar en el menor tiempo posible desde San Francisco hasta Nueva York al volante de cualquier coche que se tercie. 4800 kil¨®metros de carretera que nos llevar¨¢n a rodar atravesando des¨¦rticos planos del medio oeste americano, pistas nevadas con la estaci¨®n de Aspen de fondo, entornos urbanos en Chicago o incluso pol¨ªgonos industriales y una zona portuaria. Todo esto mientras escalamos posiciones en la tabla general y somos perseguidos por los malos y la polic¨ªa, claro est¨¢.
A priori, el planteamiento suena prometedor: no muchas escaramuzas peque?as sino una gigantesca carrera es donde participamos y nuestro objetivo es llegar a la ciudad de los rascacielos en primer lugar, con requisitos de posici¨®n determinados distribuidos en cada tercio del mapa de Estados Unidos. El problema es que 5000 kil¨®metros son muchos kil¨®metros y, aunque de terreno efectivo solamente hay mapeados alrededor de 300, siguen siendo demasiados para las pocas cosas que hay que hacer durante las escasas horas que dura la campa?a principal.
Y es que realmente uno de los problemas de The Run es precisamente la poca variedad de opciones que te plantea durante la aventura: puedes disputar pruebas en las que tienes que adelantar a X participantes, correr contrarreloj a trav¨¦s de unas marcas dispuestas para la ocasi¨®n y tratar de superar a uno o varios rivales en un tiempo determinado. Fin. En ocasiones esto se aderezar¨¢ con la presencia de la polic¨ªa y/o de la mafia, pero a¨²n as¨ª el n¨²cleo de posibilidades de juego es ciertamente escaso y ofrece un amplio margen para a?adir funcionalidades, la verdad, aunque el juego trata por todos los medios de ir mezcl¨¢ndolo todo para que no nos aburramos.
Afortunadamente, el nuevo motor Frostbite 2 (recordemos, el de Battlefield 3) es el encargado de renovar gr¨¢ficamente al juego, siendo el primer t¨ªtulo de carreras que se realiza con este engine. Casi un a?o de modificaciones para que pasara de un FPS a un arcade de conducci¨®n nos dejan sentimientos encontrados; por un lado, la sensaci¨®n de velocidad al volante es francamente muy buena, de las mejores que hemos experimentado hasta el momento: fluidez, potencia y capacidad para mostrar multitud de efectos simult¨¢neos. Pero la forma en la que se ha utilizado aqu¨ª es bastante austera, especialmente en lo que se refiere a escenarios, dando la impresi¨®n de que no se explota como deber¨ªa.
No es una cuesti¨®n de variedad lo que nos preocupa porque como hemos adelantado antes, la tipolog¨ªa de terreno y paisaje est¨¢ bastante conseguida. Los circuitos vienen en distintos tama?os y sabores y adem¨¢s en algunos casos incorporan atajos para poder acortar los tramos y dar alcance a los oponentes m¨¢s escurridizos. Pero la puesta en escena es francamente sosa, durante mucho rato conduciremos y a pesar de atravesar bellos p¨¢ramos del parque nacional de Yosemite? no suceder¨¢ nada.
Hay multitud de coches licenciados y reproducidos hasta el m¨ªnimo detalle; desde los veh¨ªculos de nivel 1 como un Golf del 79 hasta prototipos de exhibici¨®n de nivel 6 como un Porsche 918 GTR, pasando por Ford, Pagani, Mercedes, Audi, etc. Todos ellos muestran deformaciones generosas cuando impactamos con el entorno y los otros conductores, aunque su rendimiento no se ve afectado en ning¨²n momento independientemente de su estado general. O por lo menos eso no suced¨ªa en el modo de dificultad escogido por defecto en el juego de los disponibles al inicio, aunque se desbloquea un modo extra tras finalizar la campa?a para los m¨¢s exigentes.
Hay tres c¨¢maras disponibles para poder afrontar la acci¨®n, siendo la m¨¢s lejana (que tampoco lo es tanto) la m¨¢s sencilla con la que manejaremos los autos porque es la que deja mayor margen de reacci¨®n. Dado por los problemas que mencionaremos m¨¢s adelante, es decididamente la m¨¢s recomendable aunque la aut¨¦ntica sensaci¨®n de velocidad la ofrecen las dos primeras. Cuando destrocemos nuestro coche o acabemos con un rival polic¨ªa o mafioso (los conductores son inmortales) veremos como el juego toma esa est¨¦tica tan Burnout con las secuencias slow-motion y vista en tercera persona, not¨¢ndose la mano de Criterion en el pasado Hot Pursuit.
El juego viene con una buena selecci¨®n de pistas de audio con las que podemos amenizar nuestro viaje de tantos kil¨®metros por recorrido americano. Poco que decir, aqu¨ª va a gustos, pero en general dir¨ªamos que no desentonan en absoluto; los efectos de sonido tambi¨¦n est¨¢n a un buen nivel en general y adem¨¢s los di¨¢logos est¨¢n en un perfecto castellano, si bien tampoco es que haya demasiados y sean capitales para la comprensi¨®n de la historia. Pero en cualquier caso, en ese sentido, el nivel de acabado es el que nos tiene acostumbrados cualquier producto que salga con el sello de Electronic Arts.
Durante el desarrollo de las pruebas, deberemos ir de un lugar a otro de la forma m¨¢s r¨¢pida posible; para ello nos enfrentaremos con la inteligencia artificial que pilota el resto de coches, dividida en tres grupos: los corredores, la polic¨ªa y la mafia. La que implica a los corredores es claramente la m¨¢s sosa: corren, siguen la l¨ªnea trazada medianamente bien? pero da igual las perrer¨ªas que les hagas, te lo perdonan todo. Adem¨¢s, la IA es del tipo 'tramposa': te espera si vas muy lento, para que siempre creas que tienes opciones de ganar (y en efecto hasta el ¨²ltimo checkpoint las tienes) pero cuando va por detr¨¢s de ti conduce incre¨ªblemente y con un bonus de velocidad completamente irreal.
Esto resta bastante credibilidad al juego, porque uno tiene la sensaci¨®n de que por muy bien que lo haga durante el 85% inicial de la carrera lo que realmente importa es el ¨²ltimo minuto, independientemente del resto. Algo similar ocurre con la polic¨ªa, que tiene una fijaci¨®n desmesurada con nuestro veh¨ªculo cuando hay muchos otros corriendo a la vez; s¨ª, en ocasiones acechan a nuestros rivales, pero ocurre muy ocasionalmente. Esta polic¨ªa intentar¨¢ detenernos creando bloqueos, ech¨¢ndonos de la carretera, frenando justo delante nuestro... adem¨¢s, ?c¨®mo diablos es posible que una patrulla me adelante sin problemas si llevo un supercoche que cuesta mill¨®n y medio de euros? Esto s¨ª que es presupuesto y lo dem¨¢s son tonter¨ªas.
La mafia har¨¢ exactamente lo mismo, pero adem¨¢s nos disparar¨¢ desde sus inconfundibles coches negros e incluso desde un helic¨®ptero. Las persecuciones con esta gente, o tal vez la ¨²ltima de las misiones con un cara a cara con nuestro 'archienemigo', son tal vez lo mejor del juego y nos lanza la pregunta inevitable de por qu¨¦ no se a?adieron m¨¢s de estas secuencias durante el juego y se mantuvieron las pruebas 'de relleno' que, con franqueza, son de una calidad bastante inferior. De hecho, esta 'semi-burnoutizaci¨®n' que ya vimos en Hot Pursuit le sent¨® de maravilla a la saga y aqu¨ª se podr¨ªa haber ahondado en ello.
Conducir a toda velocidad mientras somos perseguidos por mafiosos y maderos y a trav¨¦s de p¨¢ramos desconocidos tiene evidentemente su riesgo. S¨ª, estrellamos nuestro superdeportivo contra una farola, nos adelantan en el ¨²ltimo segundo y no llegamos al checkpoint. Para ello, se han dispuesto una serie de 'retrocesos' que nos permiten volver al punto de control anterior mediante pantalla de carga; una opci¨®n muy poco cinem¨¢tica y que causa breves pero importantes bajones de libido, la verdad. Un rebobinado en plan pel¨ªcula, con checkpoints m¨¢s frecuentes estilo Forza 4 hubiese estado mucho mejor.
Pero el principal enemigo de The Run no es el tedio - a fin de cuentas, la campa?a no es tan larga - sino la frustraci¨®n; hay dos problemas intr¨ªnsecos a la mec¨¢nica de este NFS: uno es la aleatoriedad, que hace que el tr¨¢fico de las carreteras o el comportamiento de los enemigos pueda cambiar de una vez a otra sin dar ninguna explicaci¨®n, inclusive tras hacer un 'rebobinado'. La segunda tiene que ver con el control del coche y con el dise?o propio de los circuitos: a nivel de manejo, el coche reacciona generalmente tarde y, muy a menudo, basta con salirse un metro y medio de la pista delimitada para que el juego se pare y nos cuente como si hubi¨¦semos utilizado un retroceso.
Esto ¨²ltimo es especialmente molesto; en ocasiones no es que uno invente provechosos atajos por las buenas (que podr¨ªa penalizarse bajando dr¨¢sticamente la velocidad del coche, como en Forza), es que simplemente a 357 km/h por una pista con un carril y un coche para cada sentido, no hay forma f¨ªsica de pasar con las cuatro ruedas pegadas al asfalto. Y ver como constantemente el juego nos para por haber querido adelantar por el exterior, siendo la ¨²nica opci¨®n posible, fastidia mucho. Afortunadamente las fases nunca son tan largas como que resulte un drama repetirlas enteramente.
A medida que completamos carreras, ganamos experiencia. Cu¨¢ntos menos rebobinados, mejor conduzcamos y menos problemas tengamos, antes iremos subiendo de nivel. Al acabar la campa?a seremos pr¨¢cticamente nivel 11 ¨® 12, lo que significar¨¢ que tendremos todas las habilidades del coche desbloqueadas (rebufo, ¨®xido nitroso, experiencia extra al conducir agresivamente) y algunos coches extra para poder utilizarlos. Este nivel se comparte para las misiones o retos extra que podemos completar durante el desarrollo de la campa?a o al acabar la ¨²ltima de las misiones.
En estas misiones se nos ofrece exactamente la misma experiencia que en la carrera pero m¨¢s segmentada y recompensada con medallas. No hay posibilidad de realizar una carrera libre en The Run, todo est¨¢ limitado a estos retos que adem¨¢s nos obligar¨¢n a coger un tipo de veh¨ªculo determinado. Es decir, la opci¨®n 'partida r¨¢pida', con circuito que queramos y coche que nos d¨¦ la gana, no existe. Es una decisi¨®n de dise?o que francamente choca no s¨®lo con los est¨¢ndares actuales sino casi que tambi¨¦n con el sentido com¨²n de lo que deber¨ªa ser un arcade de conducci¨®n moderno, en nuestra opini¨®n.
Una cosa que s¨ª nos ha encantado es el regreso del Autolog, y como se integra perfectamente con Need for Speed. Autom¨¢ticamente nuestros mejores tiempos se comparten online y se enfrentan con los de nuestros amigos, para potenciar la competitividad. Tambi¨¦n se guarda un registro de las partidas disputadas en multijugador y el nivel que vamos adquiriendo tanto si ganamos como si perdemos. La experiencia sirve aqu¨ª para desbloquear nuevos trofeos y chapas, as¨ª como veh¨ªculos, fondos de perfil y un largo etc¨¦tera que aumenta la rejugabilidad del t¨ªtulo.
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.