De Skyrim, al cielo

El sue?o de muchos grandes videojuegos es ser un lugar, un espacio que se recuerde v¨ªvidamente en la mente del jugador del mismo que un viajero recordar¨¢ para siempre un viaje inolvidable. De entre todos los cientos de t¨ªtulos que pueden aparecer en el mercado, muy pocos aspiran a cazar esa ballena blanca; algunos son productos que van y con las mismas se van, otros llegan para saciar la aparentemente insaciable sed de competitividad que reina en el ocio electr¨®nico, pero pocos se atreven con lo que ha sido uno de los retos m¨¢ximos del medio desde que, a finales de la d¨¦cada de los 70, j¨®venes inform¨¢ticos abrazaron la idea de crear un espacio de fantas¨ªa en sistemas dise?ados originalmente para fr¨ªos c¨¢lculos y aplicaciones 'serias'. Pioneros digitales como William Crowther y Don Woods, co-autores de Colossal Adventures para una m¨¢quina tan poco apropiada para jugar como el fr¨ªo mainframe PDP-10 , o Warren Robinett, que se inspir¨® en esa obra para encarar la temeraria tarea de crear Adventure, una peque?a maravilla que permit¨ªa a los usuarios de la primitiva Atari 2600 so?ar con castillos, laberintos, aventuras... y dragones.

Han pasado m¨¢s de 30 a?os desde entonces, muchas generaciones de m¨¢quinas y grandes avances tecnol¨®gicos, pero la sed de aventuras, as¨ª como el deseo de crear mundos es un sue?o compartido tanto por creadores como usuarios. Pero esa disciplina no es una de las m¨¢s sencillas del medio, crear grandes mundos abiertos que sean sugerentes a los sentidos, pero que a la vez den cabida a una o a muchas historias y tengan siempre contenido interesante para el viajero digital. Bethesda es sin duda una de las grandes especialistas en este arte, un camino forjado a trav¨¦s de numerosas pruebas, aciertos y fallos. La ambici¨®n en la construcci¨®n de mundos del estudio y su puja constante por llegar m¨¢s lejos le ha llevado a un punto de excelencia con Skyrim, convirtiendo esta regi¨®n en uno de los escenarios m¨¢s espectaculares que puede so?ar un jugador, pero habr¨¢ tiempo de detenerse en este punto, pues es una de las grandezas de este nuevo Elder Scrolls.

Una buena construcci¨®n de mundo comienza por su contexto hist¨®rico, algo que esta saga siempre ha tratado de cuidar incluso muchas veces por encima de los arcos argumentales individuales de los propios juegos. 200 a?os despu¨¦s de los acontecimientos de Oblivion, Tamriel es un lugar bastante diferente con respecto al final de la tercera era. La ca¨ªda del imperio lanz¨® las ansias nacionalistas de las distintas regiones y numerosos acontecimientos han sacudido la vida del continente estos dos siglos, incluyendo la violenta explosi¨®n del Monte Rojo al norte de Morrowind, que ha empujado a muchos elfos oscuros a dejar sus hogares, o la aparici¨®n de Umbiel, una terrible ciudad flotante alimentada por almas y que protagoniz¨® dos novelas basadas en The Elder Scrolls -The Infernal City y Lord of Souls-, adem¨¢s de numerosas escaramuzas y guerras abiertas en toda la geograf¨ªa conocida. Ahora el imperio trata de renacer de las cenizas dejadas por la desaparici¨®n de los Septim, forjando alianzas a duras penas y con enormes sacrificios que no hacen sino reforzar las tensiones internas y las resistencias locales.

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En el caso concreto de Skyrim, esos mismos sacrificios han desatado una abierta rebeli¨®n contra el imperio, sumiendo al pueblo n¨®rdico en una sorda guerra civil. Despu¨¦s de a?os de cruenta guerra contra los Altos Elfos del dominio de Altmer, el nuevo Imperio pudo por fin sellar una alianza e incorporarlos a su esfera de influencia tras la firma del Concordato Blanco y Dorado. Entre las condiciones, los imperiales tuvieron que ceder ante la exigencia de los elfos de prohibir el culto a Talos, el primer emperador y el ¨²nico humano ascendido al estado de deidad para ocupar un asiento junto a los Ocho Divinos, o al menos eso reza su culto. Que el imperio cediese a semejante exigencia es considerada como una aut¨¦ntica traici¨®n para muchos de los Nords residentes en la regi¨®n norte?a, lugar de procedencia de Talos, fundador del Imperio como Tiber Septim y legendario Sangre de Drag¨®n. La regi¨®n se empieza a descomponer r¨¢pidamente ante la aparici¨®n de grupos de rebeldes llamados Capas de Tormenta, cuyo l¨ªder adem¨¢s logra acabar con la vida del rey supremo de Skyrim, sumiendo la zona en el caos mientras los diferentes jefes comarcales tratan de posicionarse a favor o en contra del Imperio, midiendo sus fuerzas para ocupar el puesto vacante y controlar el destino de la regi¨®n.

Ajeno a todo eso, el protagonista de nuestra historia es un prisionero del Imperio por un crimen que ni se sabe ni importa, fieles siempre a la tradici¨®n establecida en Elder Scrolls. Aunque dentro de las costumbres, Bethesda se ha sacado de la manga una manera bastante original de 'liberar' al jugador de la que no se hablar¨¢ para no arruinar la sorpresa -aunque s¨ª hay que decir que al estudio se le da regular lo de intentar escenas demasiado dirigidas con scripts, es una suerte que s¨®lo hagan un peque?o uso de las mismas dada la naturaleza abierta de sus juegos-. Por descontado, durante esas escenas es cuando se crea al personaje, para el que se pasa por el habitual y completo editor de Elder Scrolls, eligiendo primero g¨¦nero y luego  una de las 10 razas disponibles, cada una con ciertas caracter¨ªsticas propias que no son determinantes a la hora de dejar que cada jugador elija la raza que m¨¢s le guste para su personaje -aunque algunas de las habilidades innatas pueden resultar bastante ventajosas, como el 50% de reducci¨®n por da?o de fuego de los Elfos Oscuros, que los convierten en buenos matadragones siempre y cuando el drag¨®n en cuesti¨®n use fuego, que no es siempre el caso-. A continuaci¨®n se puede acceder al muy completo editor que permitir¨¢ controlar hasta el ¨²ltimo detalle del rostro y buena parte del cuerpo del protagonista.

Con el editor entra en juego una de las grandes novedades de la quinta entrega de Elder Scrolls con respecto a Oblivion, el salto visual dado entre los personajes que habitan Cyrodil y los que habitan Skyrim es realmente notable. Es algo de lo que ya se ha ofrecido mucha informaci¨®n previa ya que, obviamente, en el estudio est¨¢n orgullosos, pero verlo en vivo y en directo dentro del propio juego es remarcable. A nadie se le escapa que esas horrendas caras, sumadas encima al zoom facial daban al anterior trabajo de Bethesda un aspecto rid¨ªculo en ocasiones, incluyendo algunas en las que la narrativa trataba de subir el grado de emotividad y fracasaba completamente ante las infladas y a veces deformes caras de los NPCs que hac¨ªan de interlocutores. En este juego, las caras han ganado muchos enteros y se ha prescindido del zoom facial, lo que no s¨®lo es importante por el hecho en s¨ª, sino que ayuda tanto a la ambientaci¨®n general de la regi¨®n como a la propia historia. Las animaciones faciales no est¨¢n al mismo nivel de mejora y algunos movimientos de los NPCs pecan un poco de mec¨¢nicos, particularmente al correr, pero son detalles menores en un conjunto notable, especialmente teniendo en cuenta que Skyrim no es un juego cinem¨¢tico en el que los creadores se puedan permitir controlar los momentos y los di¨¢logos de una historia lineal. Bethesda simplemente ha hecho lo que deb¨ªa para poner un aspecto anteriormente flojo al nivel m¨ªnimo exigible dada la calidad de sus juegos, algo que se agradece.

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Hay 18 habilidades, cada una definida por una constelaci¨®n y cuya evoluci¨®n depende de usos v¨¢lidos de esas habilidades -dar espadazos al aire no mejorar¨¢ la puntuaci¨®n con armas de una mano-. Ese uso aumentar¨¢ la experiencia espec¨ªfica en esa constelaci¨®n, de 1 a 100, indicando el progreso general. Cada constelaci¨®n cuenta con una serie de estrellas, comunicadas por caminos y formando mini-¨¢rboles de desarrollo. Cada vez que se sube de nivel se obtiene un punto que puede ser usado con libertad para encender una de esas estrellas siempre y cuando se tenga la suficiente habilidad dentro de la constelaci¨®n y se haya desbloqueado el camino hasta la estrella concreta. El sistema es interesante porque no bloquea ning¨²n camino ni impide al jugador experimentar con todas las posibilidades que se ofrecen y mejorar naturalmente sus aptitudes para ella, pero tambi¨¦n exige cierta especializaci¨®n que permite detallar de forma muy espec¨ªfica la clase de personaje que se desea ser.

Esas habilidades abarcan todas las disciplinas del juego. En el combate f¨ªsico, intervienen la constelaci¨®n de armas de una mano, la de armas a dos manos, otras dos para armaduras ligeras o pesada, otra para bloqueos y una ¨²ltima que rige el uso del arco. Dentro de la magia, hay constelaciones para cada una de las escuelas presentes: Destrucci¨®n, Ilusi¨®n, Alteraci¨®n, Restauraci¨®n y Conjuraci¨®n. Los que deseen una vida entre sombras y viviendo del pillaje y el roboe, pueden avanzar tanto en la constelaci¨®n de abrir cerraduras como en la de discreci¨®n y robo. Por ¨²ltimo, est¨¢n las disciplinas dedicadas a los aspectos menos ofensivos que se pueden desempe?ar en Skyrim: Alquimia, Encantamiento, Herrer¨ªa y Elocuencia, que determina tanto la capacidad de convencer, persuadir o amenazar a los dem¨¢s como a la habilidad para regatear y obtener m¨¢s dinero de los comerciantes. Sobre la ausencia de algunas habilidades hist¨®ricas en la saga. como Atletismo, la verdad es que no se echan mucho de menos m¨¢s all¨¢ de la nostalgia de estar cont¨ªnuamente dando saltos en Morrowind para mejorarlas, lo que por otra parte no deja de ser un poco rid¨ªculo.

Encender estrellas es lo que determina la diferencia entre ser meramente competente y ser un especialista, pero cada disciplina tiene sus propias particularidades y ramas distintivas, por lo que tampoco es necesario desbloquear todas las estrellas de una determinada constelaci¨®n para acceder a todas sus ventajas. Por ejemplo, en la constelaci¨®n de armas a una mano hay habilidades gen¨¦ricas como una que aumenta el da?o de esta clase de armas y que puede activarse hasta cinco veces para conseguir un bonus de da?o del 100%. Pero tambi¨¦n hay estrellas que s¨®lo ofrecen beneficios a una de las clases de armas que abarca, ya sea espada, hacha o maza, cada una en un camino diferenciado para que sea el jugador el que elija qu¨¦ tipo de arma desea favorecer sin estar obligado a gastar puntos en las otras - aunque se pueden elegir las tres tambi¨¦n por supuesto si a uno le gusta cambiar cont¨ªnuamente-. Otra rama diferenciada est¨¢ pensada para aquellos que deseen llevar dos armas, aumentando la velocidad y los da?os de ataques cargados. El resto de las estrellas est¨¢n posicionadas en zonas m¨¢s avanzadas y responden a cosas m¨¢s generales como aumento de da?o, la capacidad de decapitar a oponentes o el desbloqueo de golpes especiales que paralizan al enemigo o permiten realizan un ataque especial mediante una carga.

En la pr¨¢ctica, el sistema permite crear personajes ¨²nicos y a la vez invita a crear otros nuevos para experimentar a fondo con todas las posibilidades que ofrece Skyrim, no s¨®lo a la hora de crear h¨¦roes capaces de usar la magia y la espada, sino personajes alternativos destinados a objetivos que poco tienen que ver con dragones, algo que deber¨ªa ser muy atractivo para roleros de pro. Las hablidades de manufactura y elocuencia permiten crear personajes con un perfil muy comercial, capaces de comprar barato y vender caro, obteniendo muy buenos beneficios recorriendo Skyrim y vendiendo productos propios o comprados a segundos ?y qu¨¦ pasa si hay bandidos u otros elementos indeseables por el camino? Siempre puedes usar tu dinero para contratar a un guardaespaldas en la posada, que te acompa?ar¨¢ y proteger¨¢ de los enemigos. Con la fortuna llegar¨¢ la posibilidad de comprar ciertas propiedades como casas en venta, pudiendo as¨ª afianzar tu presencia y prestigio en la regi¨®n sin necesidad de empu?ar una espada -al menos en teor¨ªa, un guardaespaldas quiz¨¢s no sea suficiente para todas las situaciones-.

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La elocuencia tambi¨¦n tiene otra variante que se puede desbloquear con los puntos adecuados, permitiendo cosas como sobornar a los guardias para hacer que ignoren ciertas acciones poco honorables, o tambi¨¦n para 'invertir' en un vendedor y llegar as¨ª a un entendimiento para venderle objetos robados sin tener que recurrir a alg¨²n comerciante de los bajos fondos. Hay muchas posibilidades para formas de juego alternativas basadas en la elecci¨®n de uno u otro perk. Otra idea es crear un saqueador de tumbas, alguien especialista en el sigilo y en abrir cerraduras para explorar las decenas de lugares sagrados que ofrece la milenaria tierra de Skyrim, aprovechando la sombras para llenar los bolsillos con valiosos objetos y escapar pr¨¢cticamente sin recibir un rasgu?o, con el consiguiente beneficio econ¨®mico -aumentado adem¨¢s por atributos como Buscador de Tesoros, que aumenta la cantidad de oro que se encuentra-. Con unas 250 de posibles opciones distintas, la posibilidad de crear personajes interesantes, propios e incluso fuera de la norma est¨¢ m¨¢s que garantizada, una gran noticia para aquellos que disfrutan experimentando con las distintas posibilidades de todo Elder Scrolls.

Est¨¢ claro que muchos de los que est¨¢n leyendo estas l¨ªneas no est¨¢n ansiosos por ponerse en la piel de Dovahkiin, el comerciante, ni Dovahkiin, el herrero, sino que desean ser ese poderoso h¨¦roe que se ha visto en los meses previos al lanzamiento, o al menos una versi¨®n de esa idea, un humano tan poderoso como para doblegar a dragones con sus propias manos. Pero incluso siendo as¨ª, como ser¨ªa muy razonable, es conveniente no descartar de todo lo que las ramas no ofensivas pueden aportar a tu personaje. Las estrellas en Herrer¨ªa permiten acceder al conocimiento de la creaci¨®n de armas y armaduras de distintas civilizaciones, con dos ramas distintas: ligeras -equipamiento elfico, de escamas o de cristal- y pesadas -entre los que que se encuentran las escuelas enana, orca y daedrica-. Todo coronado por las armas y armaduras forjadas con restos de drag¨®n. Si a eso se le suman algunos puntos estrat¨¦gicos a Encantamiento, puedes forjar un muy poderoso equipamiento sin esperar a ver qu¨¦ es lo que se obtiene de las incursiones a las mazmorras. De un modo parecido, para los que gusten de la idea de un asesino, Alquimia es un buen complemento que no s¨®lo permitir¨¢ crear venenos de forma aut¨®noma y m¨¢s barata, sino que adem¨¢s tambi¨¦n permitir¨¢ la creaci¨®n de venenos mucho m¨¢s poderosos y con efectos a?adidos -venenos que afectan a la salud y a la resistencia a la vez por ejemplo-.

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Herrer¨ªa y Encantamiento tambi¨¦n tienen sus particularidades aunque no ofrecen tanta variedad como alquimia. La Herrer¨ªa es bastante simple, el personaje sabe hacer ciertas cosas armas y armaduras por defecto y cada una de ellas tiene una lista de materiales que hay que tener para poder crear; esos materiales se pueden comprar, o bien puedes ir a las minas con un pico a encontrar mineral bruto para luego usar la forja y convertirlo en lingotes con los que crear las piezas, m¨¢s elaborado pero m¨¢s barato. Al mismo tiempo, es posible mejorar armas y armaduras en una mesa de trabajo, a?adiendo un determinado material y elevando as¨ª la calidad del objeto -siempre y cuando sea un objeto normal no encantado, la mejora de los objetos encantados requiere una estrella espec¨ªfica en Herrer¨ªa-. En cuanto a Encantamiento, funciona mediante la destrucci¨®n de objetos encantados que encuentres, lo que permitir¨¢ extraer su encantamiento para poder aplicarlo a las armas o armaduras que elijas, siempre que sea compatible. Si se logra obtener un arma con un encantamiento de robar vida, se puede destruir y tener esa habilidad disponible para cualquier arma que se quiera encantar. Sin embargo, hay una condici¨®n: las gemas de alma, bien conocidas por los veteranos de Elder Scrolls. Se trata de gemas de distinto tama?o capaces de albergar almas robadas en combate, ya sea mediante un hechizo o mediante cierto perk en la escuela de Conjuraci¨®n. Esas gemas determinan el n¨²mero de cargas de dicho objeto a la hora de crear un objeto encantado-las almas m¨¢s grandes permiten reservas mayores-, y las mismas gemas son el combustible que permite recargar los encantamientos cuando se agotan las cargas, por lo que se convierten en parte importante del aventurero que quiera contar con su arsenal m¨¢gico siempre a pleno rendimiento.

A la hora de poner ese equipamiento a funcionar, es cuando se despliegan las m¨²ltiples opciones de combate posibles en Skyrim, dejando nuevamente al jugador con m¨²ltiples y atractivas rutas que seguir. Por un lado, el combate a una o dos armas est¨¢ limitado por la condici¨®n inexorable de que, por mucho Sangre de Drag¨®n que seas, al final s¨®lo tienes dos brazos. Se acab¨® el dise?o de Oblivion que permit¨ªa combinar el uso de espada y escudo o de armas a dos manos con el lanzamiento de conjuros a voluntad, en Skyrim hay que decidir y prepararse dentro de ciertas limitaciones. En compensaci¨®n, la capacidad de cambiar al vuelo de equipamiento en cualquier momento proporciona cierta versatilidad que resulta muy ¨²til en los combates m¨¢s complicados. Ese sistema forma parte del fant¨¢stico interface con el que cuenta el juego: claro, sencillo y muy potente. La idea es que se puede elegir cualquier conjuro, arma o escudo como 'favorito', de modo que pasa a una lista de acceso r¨¢pido accesible mediante la pulsaci¨®n de 'arriba' en el d-pad, lo que detiene el tiempo y permite navegar por las opciones organizadas en una lista. En el pad de Microsoft, cada gatillo est¨¢ asociado a un brazo, por lo que cualquiera que sea nuestra elecci¨®n, tiene que estar asociada a uno de ellos. Eso permite combinaciones t¨ªpicas como arma y escudo, armas a dos manos o doble arma, aunque tambi¨¦n se puede apostar por otras opciones como arma y conjuro o escudo y conjuro, dependiendo de las circunstancias y estilo de juego.

La elecci¨®n tiene sus consecuencias en combate. Con un escudo puedes bloquear, reduciendo o anulando el da?o recibido dependiendo de los puntos asignados a la disciplina de bloqueo. Tambi¨¦n es posible bloquear con un arma a dos manos, o de una mano si se lleva de forma individual, aunque sea menos efectivo. Pero con cualquier otra combinaci¨®n que no incluya un escudo, no se puede bloquear de ning¨²n modo, dejando al jugador muy desprotegido, especialmente contra golpes cr¨ªticos o flechas lanzadas directamente a la cabeza, que pueden suponer una muerte extremadamente r¨¢pida. Las alternativas a eso son el uso de conjuros de Alteraci¨®n, que entre sus aplicaciones permiten barreras que aumentan la protecci¨®n del hechicero, o las armaduras pesadas, siempre que se tenga en cuenta de que suponen un peso a?adido y que reducen la velocidad de movimientos hasta que no se alcanza un nivel de experiencia experto con ellas. Una circunstancia rese?able es que se ha reducido considerablemente la velocidad de andar de espaldas, por lo que la t¨¢ctica de ir retrocediendo marcando las distancias con el enemigo mientras le lanzas conjuros o le atacas a distancia prudencial ya no funciona para nada. Enemigos en apariencia 'f¨¢ciles' como los osos o los dientes de sable, se convierten en un aut¨¦ntico reto si no llevas escudo, ya que combinan una buena resistencia con ataques demoledores y adem¨¢s se lanzan hac¨ªa t¨ª sin descanso; eso es mucho peor a la hora de hablar de trolls o, especialmente, de los temibles Gigantes, capaces de dar grandes zancadas y alcanzarnos f¨¢cilmente con sus garrotes.

El combate directo en Skyrim, comparado con los anteriores Elder Scrolls, es m¨¢s refinado. Ha perdido algo de profundidad con ausencias de armas tan habituales como las lanzas, y quiz¨¢s Bethesda haya pecado de exceso de celo a la hora de dividir armas en dos clases tan gen¨¦ricas como de una mano o de dos. Pero a cambio ha sabido introducir m¨¢s variedad en los movimientos del luchador, particularmente en los golpes cargados, golpes especialmente potentes que se usan manteniendo el gatillo correspondiente presionando y que cambian seg¨²n la direcci¨®n en la que se use el stick, abriendo las posibilidades m¨¢s alla del simple golpeo normal. Con las habilidades adecuadas, es posible introducir variantes como golpes paralizantes o usar el sprint para realizar ataques particularmente contundentes. Tambi¨¦n se ha introducido, por puro placer visual, diferentes movimientos finales incluyendo la capacidad de decapitar al oponente: son secuencias muy r¨¢pidas que simplemente muestran al protagonista acabando expeditivamente con el combate. Funcionan muy bien y le dan ese toque de brutalidad al combate que se echaba en falta en la versi¨®n normal de Oblivion, pero es una pena que su ejecuci¨®n sea m¨¢s bien aleatoria y no parece que respondan a la habilidad del jugador.

Resulta obvio que Bethesda ha prestado atenci¨®n a su comunidad y a algunos de los modos m¨¢s populares. Algunas de las ideas que se ven en Skyrim son simplificaciones de lo visto con mods como el conocido Deadly Reflex de Oblivion, aunque el estudio ha optado por implementaciones m¨¢s sencillas del mismo, posiblemente para no intimidar a los jugadores menos experimentados. En general, el estudio ha querido mantener las cosas simples y no ha querido complicar la f¨®rmula con defensas dirigidas a lo Mount & Blade -el bloqueo funciona para todo el frontal, independientemente de por donde venga el ataque-, ni tampoco ha pretendido arrebatar la corona al rey del combate en primera persona, que sigue siendo Dark Messiah of Might & Magic. A pesar de ello, es una buena evoluci¨®n de la f¨®rmula y Elder Scrolls V se beneficia mucho de ella.

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Igualmente atractivo se presentan las opciones de discreci¨®n y asesinato. Es absolutamente necesario encender estrellas dentro de discreci¨®n para que funcione, ya que aunque puedes agacharte normalmente, es muy dif¨ªcil que los enemigos no te detecten a la primera sin puntos de especializaci¨®n. Pero una vez que empiezas a poder fundirte con las sombras con efectividad, el arte de asesinato esconde muchas satisfacciones, permiti¨¦ndote sorprender a enemigos que ni siquiera se percatar¨¢n del personaje antes hasta que no sienten la daga en el cuello. Bethesda es muy consciente de la popularidad de la Hermandad Oscura entre muchos jugadores de Elder Scrolls, as¨ª que ha dado los pasos necesarios para que esa alternativa resulte interesante. Tampoco se ha olvidado de aquellos que prefieren despachar a los enemigos con los pu?os, incorporando especializaciones como parte de la constelaci¨®n de armadura pesada. Si quieres sentir lo que es matar a un drag¨®n a base de pu?etazos, Skyrim ser¨¢ tu nuevo hogar.

En cuanto a la magia, se puede decir que es poderosa desde el principio, aunque a media que avanza la historia se ver¨¢ que requiere de puntos de especializaci¨®n para ponerse al nivel de los nuevos retos. Gran parte de la sensaci¨®n de poder viene por la presentaci¨®n audiovisual: ver como en una mano se va acumulando una bola de fuego m¨¢gico para lanzarla y ver como un enemigo estalla en llamas, todo acompa?ado de un sonido potente y cre¨ªble, ayuda mucho a las buenas sensaciones de ser mago en Skyrim. Una de las grandes cosas de la magia es su versatilidad, un jugador que quiera dedicarse por completo a la magia podr¨¢ levantar a poderosos enemigos ca¨ªdos para que luchen por ¨¦l, desencadenar violentos conjuros de destrucci¨®n, crear invocaciones o destruir las de otros magos, protegerse de los conjuros rivales, dar fuerzas a sus compa?eros de combate o hacer huir despavoridos a seres de ultratumba, entre otras muchas posibilidades. Eso s¨ª, tener un amplio dominio de las escuelas requiere una buena inversi¨®n de puntos, as¨ª que hay que considerarlo bien antes de intentar abarcar todas las posibilidades que ofrecen las escuelas m¨¢gicas. A medida que vayas avanzando en los senderos de la magia, ir¨¢s encontrando que los vendedores de magia tienen nuevos grimorios con hechizos m¨¢s avanzados, una consecuencia del particular sistema de progresi¨®n del juego.

Pero si hay una cosa que desprende sensaci¨®n de poder en el combate de Skyrim son sin duda los gritos, llamados Thu'um. Como Sangre de Drag¨®n, el personaje tiene una capacidad innata para aprender el lenguaje de los dragones, que es la manera en la que ellos ejecutan sus poderes -los combate entre dragones son 'di¨¢logos' en el que ambos dragones se gritan hasta que uno logra vencer. Cada poder est¨¢ dividido en un m¨¢ximo de tres palabras distintas, de forma que presionar simplemente el bot¨®n de grito genera un r¨¢pido sonido de drag¨®n, mientras que manteniendo el bot¨®n pulsado permite al protagonista entonar la palabra completa si ha aprendido sus tres partes -por ejemplo, el ya archiconocido Fus Do Rah es la palabra de poder al completo y requiere mantener el bot¨®n pulsado, mientras que simplemente pulsando e bot¨®n correspondiente se emite un mero Fus, que es mucho menos potente-. Las habilidades de drag¨®n son las m¨¢s poderosas y permiten generar efectos casi divinos en el mundo, incluyendo cosas tan ¨¦picas como cambiar el clima para crear una tormenta y desencadenar rayos contra el enemigo, al m¨¢s puro estilo Thor. Otros gritos permiten helar a los enemigos, o hacer que el protagonista pueda avanzar a gran velocidad durante unos segundos. Adem¨¢s de la espectacularidad de los gritos, tambi¨¦n resultan fundamentales a la hora de ponerse cara a cara contra los dragones. Usar el Fus Do Rah para acabar con la llamarada de un drag¨®n no es algo que quede s¨®lo para el memorable trailer de presentaci¨®n del juego, es una pr¨¢ctica imprescindible que hay que aplicar en tiempo real a la hora de luchar contra uno de estos seres.

Hay una gran variedad de enemigos y criaturas abiertamente hostiles en Skyrim, pero sin duda que los dragones son especiales. Pueden aparecer en cualquier momento, surcando los aires y sobrevolando al personajes mientras se deciden a atacar o no. Da igual que est¨¦s en un poblado, en medio de la nada o luchando contra un enemigo, la mayor parte de los dragones 'normales' con los que luchas pueden llegar en cualquier momento y no son pocas las veces que, en medio del combate con alg¨²n enemigo, ha surgido un drag¨®n y nos ha obligado a correr por nuestras vidas, ya que luchar contra dragones m¨¢s otros enemigos no es una gran idea. Dada esa circunstancia, los dragones que te encuentras aleatoriamente por el mundo s¨ª escalan a tu nivel, lo que hace que en modo normal sean combates duros pero asequibles, especialmente si usas bien tus gritos para anular los suyos. A medida que subes de nivel, los dragones que van apareciendo son m¨¢s fuertes y duros, incrementando progresivamente la epicidad de los combates que siempre se presentan como especiales, aunque avanzando en la campa?a se ver¨¢ que hay unos m¨¢s especiales que otros. Un combate contra un drag¨®n en Skyrim nunca deja indiferente por el tono ¨¦pico con el que se acompa?a las escena y por el hecho de que siempre pueden sorprenderte. Avanzar por una monta?a helada en medio de una terrible tormenta de nieve para, de repente, empezar a escuchar los tambores que anuncian la presencia de un drag¨®n; empezar a mirar al cielo en busca de la direcci¨®n de la criatura en medio de la ventisca; combatir de igual a igual contra el poderoso ser en medio de un paraje olvidado, con las monta?as como ¨²nicos testigos del duelo... es toda una experiencia que merece la pena vivir. Est¨¢ claro que la incorporaci¨®n de estos seres y la forma en la que pueden aparecer en cualquier momento mientras se recorre el mundo ha hecho mucho bien a dar m¨¢s interes todav¨ªa a los mundos de Bethesda.

Sobre la dificultad general de Skyrim, Bethesda ha alcanzado un buen compromiso, fruto de su experiencia con Oblivion y Fallout 3, han optado por un sistema mixto de zonas y mazmorras, de forma que las distintas zonas de Skyrim y sus enemigos est¨¢n delimitados en dificultad para que no aparezcan cosas como bandidos equipados con armaduras de cristal y dem¨¢s gracias de Oblivion. En las mazmorras sucede lo mismo, los enemigos dentro de ellas pueden escalar hasta un nivel m¨¢ximo y adem¨¢s se mantienen al mismo nivel que cuando el jugador entr¨® por primera vez. Esto permite por ejemplo entrar en una mazmorra, comprobar que es demasiado dif¨ªcil y escapar, lo que permitir¨¢ luego volver con m¨¢s experiencia y hacer valer tu superioridad sobre los enemigos que te hicieron la vida imposible la primera vez. Tambi¨¦n se han a?adido ciertas criaturas que a?aden un gran peligro a los viajes por Skyrim fuera de los caminos, como los gigantes y sus reba?os de mamuts, que pueden dar m¨¢s de una desagradable sorpresa al viajero descuidado. La variedad ayuda a que la experiencia de combate nunca resulte mon¨®tona, aunque a veces, por como est¨¢ dise?ado, peca un poco de inconsistencia, convirtiendo combates que deber¨ªan ser f¨¢ciles en complicados, mientras que otros resultan m¨¢s sencillos de lo que aparentan en un primer momento -en eso tambi¨¦n interviene tener un personaje bien desarrollado o adoptar ciertas cautelas a la hora de luchar.. El modo normal ofrece un reto bastante aceptable a nivel de dificultad, ni muy complicado ni demasiado trivial, cosa que es muy positiva, pero los veteranos seguramente quieran pasar a modo dif¨ªcil directamente para tener ese extra de tensi¨®n -y a muy dif¨ªcil si buscan un reto considerable-. El nivel de dificultad se puede subir y bajar a voluntad y en cualquier momento, as¨ª que toda clase de jugadores se pueden acomodar la partida a lo que deseen.

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Se han utilizado toda clase de trucos y t¨¦cnicos para contribuir a la aparente inmensidad de Skyrim y conseguir as¨ª devolver a Elder Scrolls esa sensaci¨®n de misterio que se perdi¨® por las verdes praderas y apacibles lagos de Cyrodiil. Una de esas t¨¦cnicas consiste en algo tan simple como la variedad. Quiz¨¢s la patria de los Nords pueda parecer un lugar de monta?as y fr¨ªo interminable, pero m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos se descubre un paisaje que cambia de forma extrema tanto si se recorre de norte a sur como de este a oeste. Llegando por el sur, el jugador llegar¨¢ a una inmensa tundra regada de r¨ªos de agua helada proveniente del hielo eterno de los montes del lugar, creando un paisaje de quieta belleza, coronado por Carrera Blanca, la capital de esta comarca y vieja capital del imperio original, cuyas construcciones dominan orgullosas el terreno desde su posici¨®n elevada. Subir m¨¢s al norte conduce a una gran cordillera y a probar el fr¨ªo filo helado de estas tierras, un viaje peligroso que conduce a conocer el borde de Tamriel, una costa salvaje custodiada por enormes icebergs, silenciosos colosos que parecen vigilar el devenir de los siglos sobre las tierras mortales y que tambi¨¦n esconden sus propios secretos. Ese viaje conduce a dos posibles destinos, entre ellos Hibernalia, el que podr¨ªa ser el primer asentamiento humano conocido en la historia de Tamriel y sede de la ¨²nica escuela de magia que existe en una regi¨®n cuyos habitantes tienen una muy pobre opini¨®n de las artes arcanas -'cosas de elfos' dir¨ªan muchos Nords, con cara de pocos amigos-.

De Oeste a Este hay una todav¨ªa mayor extensi¨®n de terreno, con varias ciudades importantes a ambos lados. En el Oeste est¨¢ Soledad, que ahora goza de un gran poder dentro de la legi¨®n fruto de su alianza con el Imperio y el asentamiento de la Legi¨®n imperial, que la usa como punta de lanza para reforzar su control sobre estas inhospitas tierras. Tambi¨¦en en el Este, pero m¨¢s al sur, est¨¢ la sorprendente ciudad de Markath, una arrebatadora construcci¨®n enana edificada sobre roca y salpicada por la corriente de una cascada, forman do un escenario digno de visitar con calma. El viaje hac¨ªa el oeste estar¨¢ acompa?ado de una gran variedad de terrenos, colinas peladas, frondosos bosques y enormes monta?as, incluyendo la monumental Garganta del Mundo, en cuya cima vive una orden mon¨¢stica dedicada al aprendizaje de la Voz y que ser¨¢ parte del camino de Dovahkiin en sus primeros pasos por entender el legado que ha heredado y c¨®mo puede potenciarlo. El gran viaje puede acabar al sureste de Skyrim, en la ciudad de Riften, convertida en un nido de ladrones. Las ciudades en Skyrim son capitales de comarca y tienen su propio regidor, el llamado Jarl, que viene a ser el jefe de la milicia local, por lo que cada ciudad tiene cierto grado de independencia y alguna que otra rivalidad pendiente, lo que juega su pepel en el 'juego de tronos' que se desata tras el asesinato del Rey Supremo, la figura regente de todo el territorio. Ninguna es tan grande como la Ciudad Imperial en Oblivion, pero a cambio todas presentan un tama?o m¨¢s que respetable y adem¨¢s se acoplan mejor al aire m¨¢s rural que impera en Skyrim, que tambi¨¦n se manifiesta con la presencia de peque?as aldeas y casas sueltas diseminadas por todo el territorio, contribuyendo al paisaje general.

Pero la gran variedad del terreno o el tener diferentes n¨²cleos urbanos distintos no termina de explicar lo que hace al paisaje de Skyrim tan especial. Hay m¨¢s detalles, como la gran variedad climatol¨®gica, que altera el paisaje de manera dr¨¢stica seg¨²n los momentos; no es lo mismo subir a lo alto de la monta?a en un d¨ªa despejado, que hacerlo con niebla o en medio una ventisca de nieve recreada con todo lujo de detalles hasta el punto de que resulta realmente desasogante y motivando incluso una peque?a alegr¨ªa cada vez que en medio de una se atisba alguna posada en la que poder descansar de esa presencia ominosa para los sentidos. Otra de las claves del juego est¨¢ en el cielo de la regi¨®n, tanto por los s¨²tiles cambios de iluminaci¨®n en el ciclo d¨ªa/noche, como por el gran espect¨¢culo que ofrece siempre la b¨®veda celeste. Ya sea en un d¨ªa claro, viendo unas sorprendentemente reales nubes pasar de largo, o de noche, siendo testigo de la intensidad de las luces de las estrellas o admirando la majestuosidad de la aurora boreal, uno no puede dejar de mirar al cielo de Skyrim, un ¨²ltimo toque que corona la majestuosidad del territorio.

Sin embargo, la superficie de estas tierras s¨®lo tiene una parte de la clave para entender la grandeza de Skyrim y su condici¨®n ¨²nica como tierra de gran aventura. Siendo un territorio milenario, sus monta?as ocultan siglos de civilizaciones perdidas, majestuosas ruinas que susurran oscuros secretos ya olvidados hace mucho, despojos de sue?os y pesadillas provenientes de tiempos inmemoriales. Es dif¨ªcil caminar por Skyrim sin encontrar alguna clase de ruina, ya sea parte de una ciudad perdida, un t¨²mulo o una fortaleza abandonada, y su exploraci¨®n constituye un aparte muy emocionante de este t¨ªtulo. Bethesda ha sido fiel a su promesa de acabar con las mazmorras gen¨¦ricas que plagaban Oblivion y en su lugar ha colocado unas 150 mazmorras dise?adas a mano, con diferentes tem¨¢ticas fruto de su historia particular. Algunas m¨¢s grandes que otras por supuesto, muchas compartiendo ambientaci¨®n dependiendo de su origen, pero todas dise?adas de manera que parezcan realmente distintas y ofrezcan la sensaci¨®n de que han estado ah¨ª durante siglos, ¨²nicas e inamovibles, esperando al aventurero capaz de desentra?ar sus misterios y avisando mediante el lenguaje de los huesos del destino de aquellos que lo intentaron en el pasado sin ¨¦xito. Algunas de las mazmorras m¨¢s importantes son sencillamente fant¨¢sticas, como las fortalezas de los desaparecidos enanos, colosales obras de ingenier¨ªa cuyas construcciones mec¨¢nicas han sobrevivido a sus creadores. Recorrer los secretos ocultos de Skyrim, ya sea como parte de una misi¨®n o por placer, es otro de los grandes alicientes del juego.

A todo lo comentado sobre el acertado sistema de desarrollo de personaje, la gran libertad a la hora de crear tu alter ego y forjar su lugaren el mundo, los excelentes cambios en el combate y la excepcionalidad del territorio en el que nos encontramos, hay que a?adir la mejora de uno de los aspectos en los que The Elder Scrolls siempre hab¨ªa flojeado: la historia. No hay que enga?arse, no llega a lo que consiguen otros juegos en los que la narrativa tienen un papel mucho m¨¢s predominante, pero Bethesda ha encontrado la forma de encajar su f¨®rmula de libertad total con una historia principal que nunca se fuerza al jugador, pero que siempre queda en un sutil segundo plano, entrelazada con gran variedad de misiones secundarias y circunstancias que se producen aparentemente de forma individual pero que luego resultan estar entrelazadas entre s¨ª gracias a cierta multidimensionalidad. Para empezar, aunque seas Sangre de Drag¨®n y aunque los dragones hayan regresado de su aparente extinci¨®n, Skyrim no comete el error de volver a caer en el topicazo de 'el elegido' y 'el fin del mundo' de buenas a primeras. En Oblivion soltaban eso al jugador desde el primero momento y lo pon¨ªan al frente de una misi¨®n urgente que sin embargo pod¨ªa ser ol¨ªmpicamente ignorada y cuya resoluci¨®n tampoco parec¨ªa afectar demasiado a los habitantes de Cyrodiil. En Skyrim las cosas se desarrollan con m¨¢s pausa y no se expone de buenas a primeras todos los misterios de la trama, adem¨¢s de que es una historia multidimensional, m¨¢s apta al estilo de juego como Elder Scrolls. No son s¨®lo los dragones, tambi¨¦n est¨¢ el conflicto Imperio-Independientes, las tensiones entre comarcas y otros conflictos m¨¢s localizados.

Adem¨¢s de ese detalle, el juego utiliza un novedosos sistema de misiones secundarias que se adapta a tu clase de personaje y que genera objetivos pr¨¢cticamente ilimitados. Esas misiones tienen poco que ver con las misiones predise?adas, m¨¢s complejas e interesantes, pero lo bueno de las misiones secundarias es que est¨¢n programadas para ver en qu¨¦ sitios no has estado y proponerte alguna misi¨®n all¨ª, por lo que adem¨¢s de buenas fuentes de recursos, tambi¨¦n son muy buenas excusas para recorrer mundo y seguir explorando Skyrim. Hablando de IA, el sistema de compa?eros que se ha habilitado para esta quinta entrega es bastante ¨²til, aunque hoy por hoy presenta sus fallos, especialmente en campo abierto. Pero dentro de las mazmorras, tener a un mercenario o a un compa?ero de armas es tremendamente ¨²til, especialmente si le proporcionas un buen equipo -no se puede equipar directamente al compa?ero manejado por la IA, pero s¨ª que se le puede proporcionar objetos, que usar¨¢ siempre y cuando sean mejores que los usados de partida inicial. Con todo, Bethesda ha prometido un parche justo el d¨ªa de lanzamiento, lo que teniendo en cuenta el buen estado general del juego con la versi¨®n jugada, hace pensar que ser¨¢ uno de los lanzamientos m¨¢s s¨®lidos y pulidos de la historia de la compa?¨ªa -lo que no quitar¨¢ que haya alg¨²n bug o inconsistencia, un juego tan grande, con tanta libertad y con tantos detalles, NPCs, subsistemas y otras cargas es muy dif¨ªcil que salga impecable en el apartado de bugs.

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Este an¨¢lisis quedar¨ªa incompleto del todo sin mencionar tres aspectos fundamentales del apartado sonoro de Skyrim. En primer lugar, estamos ante uno de los mejores trabajos de un enorme compositor como es Jeremy Soule, a la altura e incluso por momentos superando a lo realizado con Icewind Dale. El tema principal ya enamor¨® a millones de jugadores por su fuerza y su sentido ¨¦pico en el trailer original, pero poder apreciar el trabajo completo es una aut¨¦ntica gozada. Es obvio que el compositor ha tenido m¨¢s tiempo que con Oblivion para preparar las cosas, ya que ha preparado una banda sonora mucho m¨¢s variada y con pronunciadas diferencias entre las distintas piezas para que cada una subraye momentos, ya sea un gran enfrentamiento como un simple atardecer. En segundo lugar, el dise?o de sonido es impecable, recogiendo cosas tan aparentemente nimias como el cantar de los p¨¢jaros de una forma precisa, e introduciendo sonidos poderosos para reproducir golpes, hechizos o el rugido de un drag¨®n. Por ¨²ltimo, hay que quitarse el sombrero ante Bethesda por su apuesta por el mercado espa?ol, ya que hecho una versi¨®n traducida y doblada completamente al castellano pese al tama?o colosal del juego y cuando otros t¨ªtulos no se atreven a realizar esa inversi¨®n con menos contenido. El doblaje adem¨¢s es bastante bueno, con m¨¢s de cincuenta actores que han realizado un trabajo notable para tratar de salvar la distancia con los m¨¢s de 100 actores con los que cuenta la versi¨®n original, cuyos responsables se hab¨ªan propuesto desde el principio no caer en el mismo error que con Oblivion y sus bastante limitadas voces. Desde Meristation se ha comentado en muchas ocasiones que el idioma no se valora para mal en los an¨¢lisis, pero s¨ª para bien entre aquellas productoras que se atreven con la localizaci¨®n completa de sus juegos, espcialmente si son de las dimensiones de Skyrim, por lo que no queda m¨¢s que agradecer a la compa?¨ªa el esfuerzo realizado para que todos los jugadores espa?oles puedan disfrutar del t¨ªtulo sin cortapisas.

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