Dance Central 2
Movi¨¦ndose con estilo
Despu¨¦s del ¨¦xito del primer Dance Central, que capitane¨® el cat¨¢logo de Kinect en la primera hornada de juegos, ahora llega el turno a la segunda parte, que llega bajo la premisa de mejorar la base ya lograda y alcanzar nuevas cotas.
Desde la primera vez que se pudo Dance Central en acci¨®n, resultaba f¨¢cil ver que era la joya de la corona de la primera hornada de juegos Kinect y justamente la clase de t¨ªtulo que Microsoft estaba buscando para capitanear su perif¨¦rico. Por un lado, es la clase de juego que puede usar efectivamente lo que ofrece Kinect y marcar las diferencia, pues no hay ning¨²n otro sistema de control comercial capaz de reconocer movimientos a cuerpo completo con la precisi¨®n necesaria como para hacer funcionar el planteamiento de Harmonix. Por otro lado, era un juego dotado de indudable estilo audiovisual y un halo que lo convert¨ªa en un poyecto candidato a ser popular m¨¢s all¨¢ de las fronteras de los Halo y los Gears of Wars, un embajador para un tipo distinto de p¨²blico.
Despu¨¦s de ser un ¨¦xito y convertirse en el abanderado del software de Kinect, Harmonix pudo resarcirse del hundimiento del 'g¨¦nero de las guitarras de pl¨¢stico' y volver a la carga sacando buen partido de su excelente visi¨®n para los juegos musicales y r¨ªtmicos. Era evidente que el estudio sacar¨ªa una secuela en menos de un a?o y as¨ª ha sido, con Dance Central 2 tratando de hacer evolucionar el juego, cogiendo unas bases ya sentadas y tratando de expandir la experiencia a nuevas cotas. El objetivo es, por descontado, el mismo: emular los pasos de baile que aparecen indicados por pantalla y ejecutarlos a la perfecci¨®n, moviendo cuerpo, brazos y piernas exactamente en la posici¨®n que dicta la coreograf¨ªa.
La base es s¨®lida y en Dance Central 2 est¨¢ incluso mejorada, con excelente captura de los movimientos corporales y una acci¨®n siempre flu¨ªda y bien acompa?ada de vistosos efectos gr¨¢ficos en pantalla. Acercarse al estilo de un bailar¨ªn urbano profesional es una de las claves fundamentales del juego, y por tanto es necesario que el avatar presente en pantalla muestre el reflejo que queremos ver en nuestros pasos de bailes enfrente del televisor. Siendo honestos, incluso con ejecuciones impecables de cinco estrellas, es muy poco probable que la gran mayor¨ªa de jugadores se acerque a la gracia en el movimiento de los actores virtuales que se nos presentan como alter egos, pero al menos es una ilusi¨®n que se presenta de forma excelente.
De hecho, Harmonix, sabiendo que gran parte de su p¨²blico tiene tanto de bailar¨ªn profesional como de estrella del Rock'n Roll, se ha esforzado claramente en preparar formas de ense?ar a sus usuarios a superar los elementos m¨¢s frustrantes del anterior juego. De entre la amplia selecci¨®n de movimientos que hay que ejecutar a lo largo del juego, hay de todo, desde movimientos muy simples hasta otros bastante m¨¢s complicados, y el juego sabe reconocer aquellos en los que un jugador en cuesti¨®n est¨¢ teniendo m¨¢s dificultades. Con el mejorado modo 'Break it Down', se pueden descomponer las canciones en sus pasos individuales, lo que permite aislar los momentos m¨¢s complicados y repetirlos hasta conseguir lo que el juego requiere para otorgar la m¨¢xima puntuaci¨®n; no s¨®lo eso, tambi¨¦n es posible relentizar el movimiento para captar el matiz que te falta, o incluso activar un modo en el que se capturan nuestros movimientos y se contrastan con los que se nos piden, muy ilustrativo.
Entre las novedades est¨¢ la inclusi¨®n de un extra?o modo 'carrera' por as¨ª decirlo, que en buena parte es m¨¢s bien una excusa para dar valor a?adido a la progresi¨®n. El 'argumento' se basa en ir demostrando a diferentes grupos lo bueno que eres y ganarse su respeto, no sin antes ser pasar por la t¨ªpica fase de ninguneo y risas a tu costa; nada muy original. Pero m¨¢s que un elemento positivo, la idea a veces se vuelve en contra del juego, presentando a unos personajes que pueden llegar a ser aut¨¦nticamente insufribles y repelentes; en algunos momentos casi desear¨ªas que la lucha no fuera en una pista de baile sino en un ring de combate, encadenando patadas y pu?etazos hasta borrar esas poses de rid¨ªcula superioridad. Con personajes menos 'fabulosos' posiblemente se conseguir¨ªa un efecto mucho m¨¢s atractivo sin reunciar a la personalidad que se busca.
Pero aparte de curiosidades m¨¢s o o menos molestas, que no tienen mayor importancia, el verdadero protagonista de Dance Central es la m¨²sica y las coreograf¨ªas, ambos aspectos en los que el juego est¨¢ en lo m¨¢s alto. Harmonix adem¨¢s puede apuntarse la medalla de tener un juego que se toma en serio a s¨ª mismo y a su mec¨¢nica de juego, lo suficientemente precisa como atraer a un tipo de usuario que busque algo m¨¢s que hacer el mono delante del televisor. Dance Central 2 puede ofrecer un reto m¨¢s que interesante a cualquier clase de jugador, sin por ello excluir a un p¨²blico menos experimentado. Quiz¨¢s ese equilibrio es su mayor arma, frente a otros juegos 'de baile' cuya principal aspiraci¨®n es convertirse en el centro de atenci¨®n de una fiesta con bastante alcohol de por medio -lo que tiene su p¨²blico, sin duda, pero no quita para que uno tenga m¨¢s m¨¦rito que otro-. Gracias a esa aspiraci¨®n de combinar diversi¨®n con algo de exigencia, la experiencia se hace m¨¢s satisfactoria y el conjunto del juego brilla m¨¢s.
La selecci¨®n musical es muy buena y apropiada dada la naturaleza del juego, con m¨²sica de baile pensada para sacar partido a las coreograf¨ªas, acompa?adas de algunos temas m¨¢s pop que se prestan a las caracter¨ªsticas del juego. Los temas vuelven a estar organizados por niveles y hay de todo en la lista por defecto. En los primeros niveles se pueden encontrar cosas como el Last Night de Keyshia Cole y P. Diddy, el Rude Boy de Rihanna o el Club Can't Handle Me de Flo Rida y David Guetta; avanzando un poco mas aparecen los dos temas presentes de Lady Gaga -Bad Romance y Born this Way- o el muy coreogr¨¢fico Yeah! de Usher, Lil' Jon y Ludacris. Y en el ¨²ltimo nivel aparece la ganadora de Eurovision 2010, la alemana Lena y su Satellite, o el mega¨¦xito Sexy Chick de David Guetta y Akon. Hay algunos temas incluidos que no son los originales, como es el caso de Toxic de Britney Spears, pero en general, la selecci¨®n es m¨¢s que convincente y adecuada. Adem¨¢s se pueden importar los temas del Dance Central original -por un reducido precio, eso s¨ª-, adem¨¢s de a?adir nuevos temas, micropagos mediante, as¨ª que el contenido est¨¢ garantizado. En esta noticia se pueden encontrar todos los detalles.
A pesar de todo lo comentado, posiblemente una de las m¨¢s grandes novedades sea la inclusi¨®n de un modo simult¨¢neo de dos jugadores a la vez, con Kinect haciendo un trabajo bastante notable capturando con precisi¨®n los movimientos de los dos cuerpos. Con s¨®lo situarse en escena y levantar la mano, el juego reconoce la presencia de un segundo jugador y lo incorpora al juego, permitiendo a ambos jugadores competir por las mejores puntuaciones. Es una gran incorporaci¨®n que se echaba muy en falta en el original, aunque se podr¨ªa argumentar que Harmonix ha perdido una gran oportunidad de incorporar multijugador online a su t¨ªtulo. Posiblemente es algo que estaba en la baraja y, por un motivo u otro, no ha podido ser incorporado, pero el multijugador ganar¨ªa muchos enteros con una opci¨®n as¨ª.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.