Star Wars: The Old Republic, Impresiones

A dos meses del lanzamiento de The Old Republic, hay una enorme expectaci¨®n y ruido medi¨¢tico alrededor del MMO de Bioware. No es s¨®lo la liturgia habitual de los grandes lanzamientos, sino que hay cierto ambiente de 'fin de ¨¦poca'. Dado el avance imparable de los modelos F2P, la rendici¨®n incondicional de juegos anta?o de pago de pago a ese modelo y la percepci¨®n de que el sistema de suscripciones es insostenible para la gran mayor¨ªa de las compa?¨ªas, existe un gran inter¨¦s en la industria por saber si The Old Republic puede realmente ser el elegido que demuestre que hay m¨¢s espacio en el mundo de la suscripci¨®n obligatoria. Es ciertamente uno de esos juegos que 'no puede fallar' dada la combinaci¨®n de presupuesto, nombre del estudio y licencia, por lo que su ¨¦xito o fracaso tendr¨¢ sonoras consecuencias en el campo de los MMO durante los pr¨®ximos a?os.

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Pero m¨¢s all¨¢ de esa clase de valoraciones a largo plazo, el propio juego presenta numerosas inc¨®gnitas y aspectos interesantes en los que hay que detenerse muy a fondo. Dispuestos a dar respuesta a esa y otras preguntas, nos hemos adentrado en la Beta jugable europea para conocer de primera mano algunas de las principales armas de este proyecto. Dentro de las condiciones para comentar la Beta, la fundamental ha sido que s¨®lo se hable sobre la experiencia inicial de jugadores con personajes de la Rep¨²blica y s¨®lo hasta un punto argumental muy concreto: la obtenci¨®n de la nave que nos llevar¨¢ por toda la galaxia en esta gran aventura.

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Con esas reglas en mano, nuestras opciones nada m¨¢s comenzar la partida est¨¢n bien definidas. Presentando la Rep¨²blica con uno de los c¨¦lebres v¨ªdeos CGI desarrollados a lo largo de los a?os: Hope, nuestra primera opci¨®n reside en elegir una de las cuatro clases disponibles: Jedi Knight, Jedi Consular, Smuggler y Trooper. Luego llegar¨¢ la selecci¨®n de razas, entre las que se pueden encontrar diversas opciones dependientes de la propia clase, y por ¨²ltimo, el g¨¦nero y las opciones de personalizaci¨®n del personaje. El editor no es nada del otro mundo, pero permite suficientes variaciones como para hacer complicado el encontrar personajes iguales, especialmente porque se pueden alterar detalles como el tipo de cuerpo y algunos rasgos muy visibles que distinguir¨¢n a tu personaje del resto.

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Merece la pena analizar el tema de las razas, ya que dependen bastante de la clase que quieras elegir. Por descontado, los humanos son los m¨¢s vers¨¢tiles y se adaptan a cualquier clase, ya sea en la Alianza o el Imperio. Pero a partir de ah¨ª, las opciones se diversifican. Por ejemplo, existe una raza llamada Miraluka, que son muy parecidos a los humanos pero sin ojos -ven a trav¨¦s de su conexi¨®n a la Fuerza-, que s¨®lo pueden ser escogidos como Jedis, al igual que los Sith Puros s¨®lo pueden ser elegidos como Sith. Las opciones de clases son bastante humanoides para la gran variedad de posibilidades que existen en este universo, lo que posiblemente sea una decepci¨®n para algunos; un claro ejemplo es la inclusi¨®n de Cyborgs, humanos con suplementos electr¨®nicos, pero que realmente no ofrecen demasiadas diferencias con respecto a humanos normales -lo mismo se podr¨ªa decir de otras posibilidades, dotadas s¨®lo de peque?as diferencias-. Para los que gusten de clases m¨¢s ex¨®ticas, sus mejores opciones son los Twi'lek y quiz¨¢s los Zabrak con sus cuernos, pero la verdad es que todas las opciones jugables est¨¢n limitadas por compartir las mismas proporciones que los humanos, se echa en falta alguna raza m¨¢s diferenciada -una pena que no se optara por incluir como jugable una raza tan popular como los Wookies-. La buena noticia es que los compa?eros que se encuentran en el camino y acompa?an al personaje en la historia s¨ª abarcan m¨¢s variedad de razas.

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Jedi Knight y Jedi Consular, pese a que compartan orden y afinidad con la Fuerza, son clases bastante diferenciadas. El Caballero Jedi es un guerrero, ofensivo o protector, pero un guerrero a fin de cuentas y basa gran parte de su estrategia de combate en el cuerpo a cuerpo, sable en mano. Por su parte, los Jedi Consular se dividen en dos tipos muy diferenciados: los Sage, centrados en su habilidad para usar la Fuerza para curar, proteger e inspirar; y los Jedi Shadow, sigilosos y necesarios cuando la Orden Jedi debe actuar sin que su mano sea demasiado evidente, guerreros que act¨²an desde las sombras y que s¨®lo golpean en el momento preciso para conseguir el m¨¢ximo efecto. Fuera de la Orden, el Trooper vendr¨ªa a ser un especialista en da?o a distancia o alguien capaz de mantener una l¨ªnea de defensa de forma efectiva, especializado siempre en el uso de armas y armaduras pesadas. Para finalizar, est¨¢ el Smuggler, que, para resumir, la opci¨®n clara para los que quieran ser 'Han Solo', r¨¢pidos, resolutivos y sin miedo a usar trucos sucios para salirse con la suya.

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Repasadas las opciones de creaci¨®n de personaje y posibilidades, es hora de entrar en acci¨®n. Hay dos mundos iniciales: Ord Mantell para Contrabandistas y Troopers, y el id¨ªlico Tython para los Jedi, ambos bastante distintos entre s¨ª pero que comparten el hecho de que son mundos iniciales y por tanto m¨¢s peque?os y con menos contenido que los dem¨¢s. En Ord Mantell, un planeta volc¨¢nico y poco hospitalario, hay una guerra civil entre fieles a la Rep¨²blica y Separatistas. El contrabandista llega en su nave para realizar una entrega especial, pero por ciertas circunstancias se ve atrapado en el planeta y en el propio conflicto, ali¨¢ndose con las fuerzas republicanas por necesidad. El Trooper por su parte llega como fuerza de asalto y apoyo al bando republicano en el conflicto. En cuanto a Tython, pese a ser la cuna ancestral de la Orden Jedi, no est¨¢ exenta de conflicto y ataques externos que buscan los incontables tesoros que se encuentran en su superificie.

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La primera impresi¨®n visual de The Old Republic es que Bioware ha acertado de lleno con el estilo visual elegido. A medio camino entre el dibujo animado y el realismo, el universo de Star Wars cobra vida con naturalidad. Quiz¨¢s sea el efecto de muchos a?os de productos cruzados relacionados con la obra de George Lucas -entre libros, distintas series de dibujos, pel¨ªculas con diferentes estilos, mu?ecos y dem¨¢s, ya hace mucho tiempo que se puede decir que Star Wars carece de un estilo visual determinado-. En todo caso, el MMO es inmediatamente agradable a la vista. Aquellos con mejores equipos disfrutar¨¢n de detalles extra sin duda -el antialising ser¨¢ muy bienvenido en la versi¨®n final-, pero est¨¢ claro que se ha elegido este estilo para que la experiencia sea vistosa en una gran variedad de equipos, algo imprescindible para un proyecto con estas aspiraciones.

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M¨¢s all¨¢ del estilo visual, si hay una cosa que llama poderosamente la atenci¨®n de estas primeras horas de juego es el gran trabajo realizado en la puesta escena de los paisajes. Tython en particular, con sus grandes estatuas rememoramdo milenios pasados, sus pl¨¢cidos -en apariencia- bosques y sus ruinas, resulta muy evocadores. Ord Mantell no es tan agradable a la vista, pero contiene algunos espacios bastante impresionantes, que denotan el inter¨¦s que se ha puesto en presentar un mundo que impacte en el jugador desde el principio. Todo MMO que se precie tiene que tener un mundo atractivo para explorar y recorrer y esa m¨¢xima parece estar bien presente en este t¨ªtulo. Sin salirse del aspecto gr¨¢fico, el tema de las animaciones y efectos de combate est¨¢ bien conseguido, pero resulta m¨¢s que evidente de que seguimos hablando de un MMO al uso y no hay revoluciones al respecto. Las habilidades iniciales son poco impactantes -auque hay algunos buenos detalles como la capacidad de usar la Fuerza para "desenterrar" objetos y lanzarlos, o el fuego pesado del Trooper, que puede incluso incendiar al enemigo- y la animaciones de combates no est¨¢n mal, pero tampoco resultan destacables.

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A la hora de empezar a jugar, cualquiera con algo de experiencia en los MMOs m¨¢s conocidos sabr¨¢ inmediatamente que hacer. Barra de habilidades con teclas r¨¢pidas, minimapa, 'M' para desplegar un mapa m¨¢s detallada -con la localizaci¨®n de donde est¨¢n los objetivos de las misiones-, personajes con signos en la cabeza para indicar que tienen misiones disponibles, barra de chat, '/' para cambiar entre andar y correr... el juego est¨¢ dise?ado para ser inmediatamente accesible a un p¨²blico que ya sabe de qu¨¦ va la historia, y a fin de cuentas es un dise?o muy contrastado que ha demostrado ser accesible tambi¨¦n para nuevos jugadores, as¨ª que est¨¢ claro que Bioware no ha querido tomar riesgo alguno en lo que se refiere a interfaz. Incluso se les puede acusar de exceso de celo al respecto, ya que ha creado un interfaz sumamente est¨¢tico e inamovible, cuando la tendencia en juegos actuales es la de permitir tanta personalizaci¨®n como sea posible;  posiblemente ese tipo de funcionalidades no sean prioritarias para el equipo en estos momentos, especialmente dado que The Old Republic no es un juego exclusivamente orientado a veteranos del MMO.

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Acabada la luna de miel, muchos juegos nuevos que han aparecido despu¨¦s de esa era no cuentan con los mismos privilegios, muchos jugadores ya no son 'v¨ªrgenes' y el nivel de exigencia es mayor, lo que ha perjudicado en gran parte a muchos de esos t¨ªtulos que han ido apareciendo a lo largo de los a?os. Los nuevos MMO que aspiran a triunfar, m¨¢s si es con modelos de suscripci¨®n obligatoria, deben de tratar de ofrecer algo m¨¢s, y m¨¢s vale que lo hagan con aplomo. En el caso de The Old Republic, el 'gancho elegido' es evidente: la historia. No es nada nuevo y posiblemente alguno est¨¦ pensando que no hac¨ªa falta jugar a la Beta para decir lo que Bioware ha estado subrayando durante a?os, pero lo cierto es que realmente no se aprecia la importancia real de este aspecto hasta que no se juega.

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Si hay algo que destacar por encima de todo en nuestras horas con el juego es si duda la historia, no tanto porque el arco argumental inicial sea realmente impactante, sino por la ejecuci¨®n en general y lo mucho que cambia la experiencia de juego frente a otros MMOs. Quiz¨¢s un jugador veterano diga que 'la historia no es importante', pero francamente, eso es as¨ª porque siempre ha sido un elemento secundario en la gran mayor¨ªa de exponentes del g¨¦nero. La experiencia con esta Beta ha sido bastante reveladora a la hora de ilustrar lo poderosa que puede ser una buena presentaci¨®n a la hora de exponer misiones. Lo tradicional hoy en d¨ªa en un MMO es acercarse a un NPC con s¨ªmbolo en la cabeza, leerse r¨¢pidamente los objetivos y salir disparado a cumplir la misi¨®n sin darle la mayor importancia al contexto o a los personajes. En The Old Republic, cada misi¨®n viene acompa?ado por un di¨¢logo, m¨¢s o menos extenso, acompa?ado de la ya c¨¦lebre rueda de opciones, herencia de Mass Effect.

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Y no es que las misiones sean revolucionarias ni nada por el estilo, en la fase inicial hay unas cuantas que resultan absolutamente t¨ªpicas de un MMO -ve all¨ª y mata X cantidad de Y- pero el hecho de que vengan precedidas de una adecuada presentaci¨®n, con el NPC exponiendo la situaci¨®n, y el toma y daca de los di¨¢logos -que permiten fijar tambi¨¦n tu posici¨®n moral, al m¨¢s puro estilo Bioware- da un aire distinto al juego, m¨¢s cre¨ªble. Combinando las peque?as historias y decisiones con el arco argumental principal -recuperar la nave- fue sorprendente encontrar como los fragmentos de historia se convert¨ªan en ese 'gancho' que despertaba la curiosidad por seguir el desarrollo del juego. A eso contribuye el hecho de que el doblaje, en su versi¨®n original en ingl¨¦s, es realmente excelente, contribuyendo en gran medida a aumentar la dimensi¨®n de los personajes con los que hablamos y la importancia de cada momento.

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En ese aspecto interviene tambi¨¦n la presencia de compa?eros, otro elemento diferenciador de The Old Republic. A lo largo de tus aventuras por la galaxia conocer¨¢s a diferentes compa?eros que pueden formar parte de tu tripulaci¨®n y ayudarte en el desarrollo de misiones y otros menesteres. Gracias a la beta pudimos comprobar de primera mano su utilidad, y la verdad es que es todo un descubrimiento. Argumentalmente son efectivos, ya que tambi¨¦n intervienen en las situaciones y di¨¢logos, tienen sus propias motivaciones, por lo que es necesario tambi¨¦n hablar con ellos para convencerlos de que hagan una cosa u otra, a?adiendo nuevas dimensiones a la historia. En combate, facilitan mucho la vida, aportando no s¨®lo fuego adicional, sino tambi¨¦n distrayendo u ofreciendo un nuevo blanco a los enemigos -que casi siempre est¨¢n en grupo, ayudando as¨ª a que cada combate sea un poco m¨¢s din¨¢mico que intercambiar golpes uno contra uno-. Pero donde curiosamente m¨¢s se agradecen es en su funci¨®n de 'chicos de los recados', ?bolsillos llenos de basura para vender en medio de una misi¨®n? nada de eliminar cosas, manda a tu compa?ero a venderla y a los 60 segundos regresar¨¢ con el dinero. No es original, pero s¨ª es m¨¢s que bienvenido. Todav¨ªa no se ha podido entrar en el tema de manufactura, donde los compa?eros ayudar¨¢n tambi¨¦n, pero la cosa promete.

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Es m¨¢s, el sistema de compa?eros enriquece mucho el juego ya que no s¨®lo se limitan a estar presentes de manera est¨¢tica, sino que pueden ser equipados con las mismas piezas de armaduras y armas que se pueden encontrar en el juego, de forma que incluso armas que no se puedan usar, pueden sin embargo ser equipados por los compa?eros si poseen la adecuada habilidad. Hay incluso sets completos destinados a cambiar por completo la apariencia del compa?ero. Tambi¨¦n cuentan con su propio set de habilidades espaciales, que pueden activarse a o desactivarse a placer, lo que acerca un poco m¨¢s la experiencia de juego a la que se podr¨ªa esperar si no fuera un MMO y se llamara Knights of the Old Republic 3. Est¨¢ claro que a la hora de dise?ar ciertos aspectos, Bioware ha tratado de buscar m¨¢s en su propio legado que en lo que hacen otros exponentes del g¨¦neros, con un resultado bastante interesante y con mucho potencial.

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Y esa es la experiencia con The Old Republic en las primeras horas y en el bando de la Rep¨²blica. Un juego sumamente conservador en algunos aspectos, y rompedor en otros, que logra sorprender sin que por otro lado reinvente la rueda. Tambi¨¦n merece la pena comentar que la beta se desarroll¨® sin ver problemas t¨¦cnicos, con una tasa de frames perfectamente estable y sin problemas de lag, lo que, sin ser motivo para lanzar las campanas al vuelo, es siempre positivo. El equipo claramente ha puesto toda la carne en el asador con la fusi¨®n entre historia y aspectos cl¨¢sicos del g¨¦nero, por lo que el proyecto morir¨¢ o vivir¨¢ dependiendo de la calidad argumental de la historia en su conjunto, y de la aceptaci¨®n de esa fortaleza por parte de una comunidad que en buena parte ha aprendido el g¨¦nero sin prestar tanta atenci¨®n a ese elemento. Sin duda, es una gran apuesta y sus efectos y consecuencias son toda una inc¨®gnita que puede resonar fuertemente en la escena MMO y sus jugadores. Comienza el camino hasta el 20 de Diciembre.