El traslado de la bestia

Nos prometieron que era imposible, que las consolas no podr¨ªan soportarlo, que nunca ver¨ªamos Crysis en 360 y PS3... Tras Crysis 2, EA reconduci¨® con Crytek la estela del juego m¨¢s puntero t¨¦cnicamente que hab¨ªa hecho hasta la fecha, una bestia no f¨¢cil de domar desde cualquier ordenador que exig¨ªa unos requisitos que acabaron por limitar sus usuarios potenciales y lastrando sus ventas. Ahora, cuatro a?os despu¨¦s, el poder¨ªo se traspasa a las consolas, con una versi¨®n bastante vistosa y perfectamente adaptada al manejo desde un pad. Por poco menos de 20 euros, todos los usuarios de PlayStation Network y Xbox Live tienen la oportunidad de descargarse el modo principal de este juegazo y descubrir qu¨¦ lo hizo grande m¨¢s all¨¢ de su potent¨ªsimo apartado t¨¦cnico, bastante recortado en esta edici¨®n pero con trucos que pasan desapercibidos y que lo mantienen a una altura gr¨¢fica buen¨ªsima, adem¨¢s de darle soporte para 3D. Sin m¨¢s, aqu¨ª os dejamos parte de nuestras partidas capturadas para que pod¨¢is ver c¨®mo luce:

Crysis en consolas posee directamente uno de los mejores apartados visuales que hayamos visto nunca, sobre todo si no lo ponemos a prueba en exceso. Podemos decir ya, por ejemplo, que el t¨ªtulo sigue mostrando en consolas la mejor recreaci¨®n del agua que conocemos o absolutamente todos los escenarios destruibles. Tambi¨¦n se ha aprovechado para redefinir la iluminaci¨®n y los efectos en este sentido. Pero si buscamos el error, si nos fijamos en la amplitud m¨¢s que en lo particular que nos rodea, es cuando empiezan a v¨¦rsele los inevitables recortes t¨¦cnicos al juego, como una visibilidad en el horizonte reducida, popping en la lejan¨ªa o sombras pixeladas y de comportamiento muy, muy extra?o. Lo veremos todo luego m¨¢s despacio.

De lo que no cabe duda, es de que vuelve uno de los shooters en primera persona m¨¢s grandes -literalmente- y abiertos que hayamos visto nunca, sin sacrificar con ello su intensidad de juego, un argumento magn¨ªfico o variedad de armas y situaciones a cada paso. Crysis fue y es m¨¢s que una experiencia sensorial con un universo de ensue?o como es esta isla tropical del sur de China. Crysis es acci¨®n libre en la que el jugador va descubriendo poco a poco sus capacidades, los usos que puede dar al nanotraje y una ambientaci¨®n y jugabilidad ¨²nicas solo posibles con esta tecnolog¨ªa, que nos deja algunos de los encuentros armados m¨¢s ¨¦picos que ha dado la historia de los videojuegos, con gasolineras volando por los aires, tanques enfrent¨¢ndose a alien¨ªgenas o disparatados niveles donde iremos destrozando todo a nuestro paso mientras damos increibles saltos de v¨¦rtigo.

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La triple guerra que se mantiene en este entorno paradis¨ªaco entre Estados Unidos, Corea del Norte, y el ataque alien¨ªgena da lugar a situaciones de lo m¨¢s variopintas y exigentes, pues la mec¨¢nica de juego aprovecha muy bien el poder¨ªo del motor Cry Engine 3 y la posibilidad de que el usuario arrase con todo a su paso, coja cualquier y desplace objeto, pueda moverse por un mundo vasto libremente -por tierra, agua y aire- y sin tiempos de carga, etc. Toda aquella esencia memorable se ha mantenido en Crysis para consolas, y los sacrificios que ha introducido Crytek para hacerlo posible no merman en ning¨²n momento la experiencia de juego que los que lo probaran a¨²n no habr¨¢n podido olvidar. Eso s¨ª, hay sacrificios importantes, tangibles y excesivos en algunos momentos, que denotan que sus desarrolladores no han invertido en esta versi¨®n todo el tiempo que deber¨ªan, pues hasta veremos una saturaci¨®n de bugs tristemente inexplicable.

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?sta es una oportunidad genial m¨¢s para disfrutar del juego si no se hizo en su d¨ªa. El precio es acorde a lo que se ofrece, aunque tambi¨¦n hay que reconocer que EA podr¨ªa haber incluido todos los modos del original, y no que en esta versi¨®n solo tendremos disponible la campa?a principal para un jugador. Si a esto sumamos que un ordenador de gama media-alta de hoy podr¨ªa hacer funcionar al original perfectamente y que el precio de aquella versi¨®n es m¨¢s bajo, no nos extra?a que no sean pocos los que opten por seguir jug¨¢ndolo en PC. Y esto es algo con lo que parece no haberse contado, con que hoy hay m¨¢s ordenadores capaces de mover Crysis que cuando lleg¨® y la propuesta de esta versi¨®n no es del todo competitiva al lado del t¨ªtulo de hace cuatro a?os, con su expansi¨®n Warhead y dem¨¢s. Ahora bien, ?qu¨¦ se encontrar¨¢n los que prefieren jugarlo desde el sof¨¢ y con pad, en 3D, o simplemente no tienen otra opci¨®n? Vamos a verlo.

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C¨®mo se ve

Empezamos por el punto que m¨¢s controversia crea, indudablemente, su apartado gr¨¢fico. No hace falta que digamos que ni de lejos Crysis en consolas se ve como en los ordenadores capaces de mantener unos niveles de visualizaci¨®n ¨®ptimos. Ahora bien, se aprecia nada m¨¢s dar los primeros pasos sobre la isla con nuestro personaje que la obsesi¨®n de Crytek por portar su motor insignia actual a Xbox 360 y PS3 ha sido plena. Est¨¢ optimizado de forma sobresaliente, dando como resultado uno de los mejores apartados estrictamente gr¨¢ficos que hemos desde la llegada de estas m¨¢quinas de Sony y Microsoft. Crysis sobre estas plataformas y comparado solo visualmente con el resto de t¨ªtulos de sus cat¨¢logos es brutal, impactante, espectacular... Tambi¨¦n es cierto que la isla y sus dise?os o formas sacan mucho partido al Cry Engine 3, pero es que realmente no podemos m¨¢s que alabar el trabajo del estudio para que todo se mueva con fluidez, soltura, casi mismo n¨²mero de pol¨ªgonos, texturas, part¨ªculas al deformarse o apariencia general.

Y con lo que no se pod¨ªa, como la luz o la visibilidad en la lejan¨ªa, se ha cambiado para hacerlo apto o se ha sacrificado directamente. Aqu¨ª empiezan los "peros", aunque gr¨¢ficos apenas hay. El nuevo sistema de iluminaci¨®n din¨¢mica nos deja estampas alucinantes, con deslumbres, contraluz que se filtra en las hojas de los ¨¢rboles, efectos de brillos en todo material met¨¢lico o reflectante (como la sorprendente representaci¨®n del agua o superficies h¨²medas), efectos para los disparos y las explosiones, etc. La luz alcanza en Crysis para consolas un nuevo nivel nunca visto, mejor incluso que el que vimos en el t¨ªtulo original, que ya es decir. Los personajes mantienen su modelado y texturizado de las caras, sobre todo. Al igual que los veh¨ªculos, de apariencia similar.

Pero tambi¨¦n hay que hablar de pasos atr¨¢s, como dec¨ªamos, recortes muy tangibles si compararamos versiones como la peor definici¨®n de las texturas rugosas, la menor destrucci¨®n de algunos materiales concretos o desintegraci¨®n en piezas m¨¢s grandes y que desaparecen con el tiempo del escenario para evitar al juego cargas de pol¨ªgonos excesivamente variables, peque?os descensos del framerate cuando hay mucha acci¨®n, comportamientos extra?os de la vegetaci¨®n, animaciones menos suaves y simplificadas, efectos de las balas en el agua o la arena muy b¨¢sicos, elementos que se atraviesan, menor nivel de detalle en los objetos y armas esparcidos por el mapa, sombras pixeladas o extra?as, fallos en la sincronizaci¨®n labial con el doblaje, saltos de imagen con una mil¨¦sima de segundo en negro, peque?as pero visibles cargas poligonales de lo que est¨¢ en la lejan¨ªa m¨¢s absoluta, algo m¨¢s de niebla para no mostrar tanto fondo... Y ,por supuesto, popping, en todas las distancias.

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Son peque?os detalles que si no nos paramos a observarlos, ni siquiera apreciaremos. No entorpecen para nada la experiencia de juego, pero s¨ª empiezan a conseguir la sensaci¨®n de que es un t¨ªtulo inacabado, no tan pulido como deber¨ªa, y esto se incrementa en su sistema de f¨ªsicas adaptado, que nos da momentos de absoluta incoherencia y hasta ridiculez. En este Crysis hay bastante clipping, materiales pesados que para el juego son hojas de papel, cuerpos de enemigos que salen disparados a m¨¢s de quince metros de un solo pu?etazo, palmeras que se caen a la m¨ªnima o tejados que saltan por los aires de forma estrepitosa. Est¨¢ claro, hay espect¨¢culo, pero al precio de sacrificar bastante la realidad y la experiencia visual abrumadora que logr¨® el original hace cuatro a?os, ya no tan sorprendente porque otros t¨ªtulos casi la han alcanzado o estamos m¨¢s familiarizados a ello.

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C¨®mo se oye

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Crysis mantiene el estupendo doblaje al castellano del juego de 2007, y ¨¦ste sigue funcionando tan bien. Lo mismo ocurre con los efectos de sonido, plenos, variados y espectaculares, con la ambientaci¨®n sonora de la selva en contraste con los que ensordecen de bien que representan el rugido real de los disparos o las granadas. Y ten¨ªa que llegar el tropiezo, tambi¨¦n en su faceta sonora. En esta edici¨®n falla much¨ªsimo la m¨²sica que, pese a ser la misma banda sonora tal cual, se reproduce de forma totalmente insatisfactoria en demasiadas ocasiones. En zonas de plena acci¨®n, por lo general se introducen pistas m¨¢s aceleradas, que enmarcan muy bien lo que ocurre en pantalla. Pues bien, en Crysis para consolas estos momentos de repente se quedan en silencio musical sin explicaci¨®n, sigue habiendo enemiugos y frenetismo en pantalla. O, en otras ocasiones, veremos c¨®mo se corta una canci¨®n, con un efecto brusco e inaceptable hoy en d¨ªa. Esto es un error de programaci¨®n o, m¨¢s probablemente, otro sacrificio para que todo el juego se comporte de forma fluida y no haga trabajar demasiado a las consolas empeorando su suavidad, no cabe duda.

C¨®mo se siente

Crysis en los mandos es una experiencia muy grata. Las funciones del traje Nanosuit se han adjudicado a diversos botones del mando, como la cruceta o los gatillos menores (L1-R1 en PS3, por ejemplo). Con una sola presi¨®n podremos correr m¨¢s, hacernos invisibles con camuflaje ¨®ptico, tener un escudo adicional para las balas o m¨¢s fuerza para saltar, golpear y mover objetos. Los botones para acciones como recargar, disparar, hacer zoom con la mirilla, agacharse o correr han empleado la inmortal f¨®rmula de Call of Duty, tal cual, como en Crysis 2. Como siempre, en Opciones podremos invertir los ejes, ajustar la sensibilidad o hasta el puntero, todo un acierto que nos permite personalizar mucho nuestro estilo de juego y manejo. Est¨¢ muy bien representado el movimiento en pantalla en relaci¨®n a las ¨®rdenes que demos desde el pad. Satisfactorio plenamente y f¨¢cil de dominar.

Si nos metemos dentro del juego en s¨ª, no tenemos tantos elogios. Empezando por la IA, Crysis ha tenido en ella una de sus principales fuentes que sacrificar. Los enemigos suelen comportarse pero en ocasiones hacen aut¨¦nticas tonter¨ªas suicidas, no perciben nuestra presencia aunque estemos delante y nos est¨¦n mirando, no se esconden como deber¨ªan ni se acercan a torretas, corren desesperadamente hacia nosotros.... No es la t¨®nica habitual, pero cuando pasa (en demasiadas ocasiones si lo comparamos con el t¨ªtulo original), es lamentable y se estropea lo que ven¨ªa siendo una experiencia impresionante. Los entornos siguen siendo totalmente destruibles, pero algunas partes requieren m¨¢s da?os para deformarse o lo hacen de manera m¨¢s simple y sin permanencia ilimitada. Las f¨ªsicas que coment¨¢bamos antes juegan tambi¨¦n un papel importante en el gameplay, ya que donde antes pod¨ªamos destrozar una caba?a y utilizar una de sus paredes de tabla como cobertura moment¨¢nea, ahora, si todo vuela m¨¢s de lo que deber¨ªa, ese tabl¨®n se desplaza mucho m¨¢s y no podemos considerar esta actuaci¨®n.

Tras cuatro a?os de trabajo, sus desarrolladores ten¨ªan claro que no solo quer¨ªan hacerlo moverse con suavidad en consolas, sino que algunos puntos criticados del t¨ªtulo de 2007 podr¨ªan retocarse sin demasiado esfuerzo. Por ello, en este nuevo Crysis se han reajustado algunas fases y la potencia o velocidad de recarga de armas concretas que no funcionaban a la altura que el resto. Ahora la experiencia en estos sentidos es m¨¢s plena y justa, tambi¨¦n con los da?os recibidos, la capacidad de movimiento, los jefes finales o hasta el comportamiento de los veh¨ªculos o ciertas habilidades del nanotraje. Sigue habiendo total ausencia de tiempos de carga entre zonas y puntos de control que autoguardan la partida y la frenan un par de segundos, eso s¨ª. Los que se han a?adido y no deber¨ªan son los bugs, demasiado habituales para lo que nos hubiera gustado. Estamos seguros de que en cualquier partida ver¨¦is errores como que el arma autoapunte a un enemigo muerto, hacer respawn donde no nos corresponde o personajes que quedan clavados en su sitio.

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Conclusiones

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Fue una noticia genial que Crysis llegara a las consolas y ahora que lo hemos visto en movimiento no podemos dejar de alegrarnos. Marcados por algunos errores que van m¨¢s all¨¢ del justificable recorte t¨¦cnico respecto a la versi¨®n original de PC, la gran obra de Crytek de esta generaci¨®n sigue manteniendo en PS3 y 360 toda su enorme esencia y jugabilidad robusta, eso s¨ª, ahora con unos enemigos poco inteligentes que estropean en parte la experiencia. Crysis debe ser probado por todo el mundo y aunque nosotros a¨²n nos quedemos obviamente con la edici¨®n de PC, hay que reconocer que EA ha brindado una muy buena oportunidad a quienes no tengan un ordenador suficientemente potente, algo que hoy, en 2011, es m¨¢s habitual y asequible.

Lo mejor del juego se mantiene, y desde luego es un espect¨¢culo digno de visionar, ba?ado por los efectos de luz, la frondosa vegetaci¨®n o el agua, aunque no debe vivirse de manera demasiado anal¨ªtica, pues entonces no tardar¨¢n en quedar en evidencia fallos garrafales, como bugs, un popping omnipresente en la lejan¨ªa, pesos y comportamientos f¨ªsicos inveros¨ªmiles o animaciones algo m¨¢s toscas. Desde el mando Crysis es una gozada, as¨ª como la fluidez general conseguida. Ahora bien, no podemos perdonar que no incluya alg¨²n modo adicional a la aventura de un jugador como s¨ª ten¨ªa el original. Hubiera justificado mucho mejor su precio, adecuado pero no irresistible. Y para los que disfrutan teniendo sus t¨ªtulos en la estanter¨ªa, es una pena que estos productos no lleguen tambi¨¦n en formato f¨ªsico. Le har¨¢ perder ciertos compradores, y por consiguiente, a ¨¦stos perderse una de las mejores experiencias en primera persona de los ¨²ltimos a?os.

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