Need for Speed: The Run, Impresiones
EA nos mostr¨® el pasado jueves en Par¨ªs sus dos superproducciones que usar¨¢n el potent¨ªsimo motor gr¨¢fico Frostbite 2, Battlefield 3 y Need For Speed: The Run. El impactante juego de coches es la obra que pretende alcanzar las m¨¢ximas cotas de diversi¨®n y espect¨¢culo que la conducci¨®n nunca nos haya mostrado, con una historia arrolladora y mec¨¢nicas tan fren¨¦ticas como bien implementadas. Os contamos por qu¨¦ ahora nos ha dado mucha mejor impresi¨®n que en anteriores encuentros.
Electronic Arts quiere poner a prueba todas las bondades del nuevo motor de DICE, el Frostbite 2. Para ello, junto al comentado Battlefield 3, este diciembre la compa?¨ªa tiene preparada otra promesa t¨¦cnica, de g¨¦nero bien distinto como es la conducci¨®n arcade, pero igual de llamativo en cuanto lo vemos en movimiento. Need for Speed: The Run ya nos hab¨ªa mostrado varias demos en eventos y ferias anteriores, sin lograr llamar demasiado nuestra atenci¨®n dada la extra?a mezcla de carreras y quick time events que propon¨ªa y la modesta jugabilidad que nos hab¨ªa ense?ado. Ahora, sin embargo, se nota que sus desarrolladores, los canadienses EA BlackBox, han estado todo el verano trabajando duro y han dado al juego la solidez que todos esper¨¢bamos, que lo har¨¢ recoger el testigo del memorable Hot Pursuit, incluso super¨¢ndolo.
El juego parece otro al que se nos mostr¨® al principio, y es tan divertido y vistoso que nos cost¨® despegarnos del mando cuando acab¨® nuestro turno de demo. En versi¨®n PlayStation 3 y Xbox 360 que pudimos ver, el Frostbite 2 deja en este t¨ªtulo casi mejores sensaciones que en Battlefield 3, mostrando una suavidad y nivel de detalle asombroso en todos los escenarios, nuevos y ya conocidos revisados, que se nos ense?aron. Aspira a ser el Need for Speed m¨¢s recordado, y desde luego que es un juego rotundo y el m¨¢s caro de todos los que EA ha producido hasta la fecha. No debe haber ninguna duda de que hablamos de un Triple A absoluto, con unos costes de producci¨®n alt¨ªsimos al usar una tecnolog¨ªa novedosa como ¨¦sta, tener detr¨¢s a un equipo de guionistas y actores de motion capture envidiable, o buscar la novedad jugable y el dise?o de pistas por encima de cualquier otro atributo.
No le faltan modos multijugador ni conexi¨®n plena con el tan alabado sistema Autolog, que ahora tiene una integraci¨®n plena en nuestro juego individual y las redes sociales para que los usuarios siempre se sientan retados por sus amigos y conocidos con copia del juego. Estemos donde estemos, si tenemos NFS: The Run integrado con nuestro Facebook, por ejemplo, ¨¦ste nos avisar¨¢ de que han superado nuestro r¨¦cord de una determinada pista o nivel. Adem¨¢s, en plena partida podremos invitar a amigos a desafiarnos y por supuesto correr contra desconocidos de todo el mundo online, tambi¨¦n en juego en l¨ªnea en solitario que siempre colocar¨¢ nuestros resultados en las tablas de rankings de los territorios y las mundiales. En pocos d¨ªas tendremos bastante m¨¢s informaci¨®n sobre toda la modalidad online del juego, nos contaron los responsables que nos lo ense?aron en Par¨ªs.
Lo que s¨ª hemos podido probar de primera mano son m¨¢s circuitos de modalidades m¨¢s all¨¢ de los QTE o las carreras de supervivencia que ya hab¨ªamos visto en el E3 o la Gamescom. Por primera vez, vimos un nuevo tipo de niveles que nos exigir¨¢ perseguir a un determinado veh?¨ªculo a toda velocidad y con el tr¨¢fico en contra en carreteras secundarias rurales del centro de los Estados Unidos, en pleno campo. El nivel mostrado adem¨¢s se dispon¨ªa bajo una tormenta, con unos efectos de luz y sonido increibles para el fen¨®meno natural, muy bien representado tambi¨¦n en el viento sobre las hierbas y ¨¢rboles del campo o el agua de la lluvia sobre el asfalto. Nos sorprendi¨® gratamente c¨®mo el Frostbite 3 emula la naturaleza y sus diversas formas de manifestaci¨®n.
Y es que gr¨¢ficamente NFS: The Run es ahora una delicia, aprovechando perfectamente muchas bondades del motor gr¨¢fico que emplea, como la destrucci¨®n de los escenarios, los juegos de part¨ªculas, los efectos lum¨ªnicos y, por supuesto y con una fuerza arrebatadora, el sonido, una de las delicias puras de los juegos que usan el Frostbite. The Run suena a motor, a rugido y hasta esta tormenta que coment¨¢bamos pone los pelos de punta cuando la o¨ªmos con cascos, como en esta demostraci¨®n jugable. El otro nivel que vimos, Buried Alive, otro tanto de lo mismo. Nos met¨ªa de lleno en una persecuci¨®n vertiginosa por una monta?a nevada en la que se produc¨ªan cada vez m¨¢s focos de aludes. La nieve en movimiento, como una masa que resbala por las laderas y destroza todo a su paso, jam¨¢s se nos hab¨ªa mostrado as¨ª en ning¨²n otro juego. Realmente podemos decir que el Frostbite 2 en este juego y con estos efectos de material org¨¢nico particularmente os dejar¨¢ helados.
Y sobre este nivel en concreto, de la categor¨ªa de supervivencia como el que vimos por primera vez en las calles de Chicago y el helic¨®ptero, tener clara cada curva y no fallar en absoluto ser¨¢ clave, pues nos jugaremos la vida en toda la acelerada persecuci¨®n, siendo nosotros perseguidos mientras no queremos perder de vista al coche que va delante pisando al m¨¢ximo el acelerador, una situaci¨®n l¨ªmite no acta para card¨ªacos que trae consigo una jugabilidad muy arcade pero exquisita, ahora mejor que la que probamos en anteriores demos. En este tramo de curvas de 180? y derrumbes de todo tipo, incluido el del tunel del final, el saber usar los turbos y el freno de mano ser¨¢ esencial. Hay pocas secciones en recta y si caemos en cualquiera de los acantilados o scripts de trampas mortales que el juego nos va lanzando, tendremos una muerte inmediata que nos coloca en el ¨²ltimo punto de control, pero el tiempo total sigue corriendo, por lo que habremos perdido muchos segundos. Si morimos alguna vez, y nos podemos oilvidar de lograr hacer un buen tiempo, aunque s¨ª podremos superar el nivel.
Tambi¨¦n hemos visto otra fase de carrera, donde los coches llevaban encima el n¨²mero de su posici¨®n, mec¨¢nica y circuito que ya insin¨²an c¨®mo ser¨¢ uno de sus modos online, a¨²n no explicados pero confirmados por EA Black Box. En este caso, 16 coches compet¨ªan en un circuito interurbano, una autopista de dos carriles a trav¨¦s de campos de trigo y huertas, muy al estilo californiano aunque no tenemos constancia de en qu¨¦ estado estaba directamente enmarcado el tramo. La sensaci¨®n de velocidad queda de nuevo de manifiesto en este nivel, y el Frostbite 2 nos ha dejado ver una distancia de dibujado y nivel de detalle asombrosos, a pesar de la rapidez de todo el juego y la variedad constante del escenario, pues ya sabemos que se deformar¨¢n, destruir¨¢n y hasta exigir¨¢n buscar rutas alternativas, muy al estilo MotorStorm Apocalypse o los ¨²ltimos Burnout, a los que claramente recuerda.
Nos ha sorprendido tambi¨¦n gratamente en relaci¨®n a anteriores pruebas del juego el modelado de los coches y la iluminaci¨®n sobre todo en lo que se refiere a reflejos en las carrocer¨ªas, muy en la l¨ªnea de lo que han logrado los grandes iconos del realismo en conducci¨®n, como Gran Turismo 5, Formula 1 2011 o el inminente Forza 4. Por otra parte, la incidencia del sol sobre el asfalto y la destrucci¨®n progresiva de los coches a medida que nos pasan m¨¢s y m¨¢s cosas tambi¨¦n consigue hacer al juego muy vistoso, pese a su caracter¨ªstica jugabilidad con poco de simulaci¨®n y b¨²squeda incansable de la diversi¨®n m¨¢s directa y fren¨¦tica. The Run nos har¨¢ cruzar Estados Unidos a tal velocidad que tendremos que ser enormes pilotos para no caer en manos de la polic¨ªa americana a la primera de cambio.
Si Electronic Arts quer¨ªa ense?arnos que su Frostbite 2 en consola lograba poder¨ªo gr¨¢fico, desde luego con Need For Speed: The Run nos ha encandilado. S¨®lido, vistoso y con una suavidad que se traduce r¨¢pidamente en jugabilidad plena y sin errores, el nuevo juega de EA Black Box tiene todas las papeletas para ser el digno sucesor que Hot Pursuit requer¨ªa, llegando en muchos sentidos bastante m¨¢s alto que aquel. Los circuitos de campo a?aden muchas ideas a las carreras m¨¢s largas, por carreteras secundarias, con su tr¨¢fico en contra al adelantar, etc. Los niveles de supervivencia ser¨¢n los m¨¢s espectaculares y fren¨¦ticos, capaces de ponernos muy tensos para no caer en todo lo que nos suceder¨¢, aunque las carreras y persecuciones tambi¨¦n mantiene la velocidad y v¨¦rtigo del juego en general. Ahora estaremos m¨¢s atentos que nunca a lo que nos traer¨¢ The Run, una de las ¨²ltimas superproducciones en salir este a?o.
- Conducci¨®n