Prototype 2, Impresiones
James Heller es el nuevo objetivo de las fuerzas del orden de Blackwatch, el mutante m¨¢s devastador y peligroso de esta Nueva York tripartita sobre la que ya han pasado 14 meses desde el primer Prototype. Justo a este personaje encarnaremos en esta segunda parte, y la Gamescom alemana nos ha dejado ver a¨²n mejor todo su potencial. Arrollador.
Llegar¨¢ en abril de 2012, con fuerza, con robustez, con esmero en lograr su apasionado objetivo. James Heller es otro ciudadano de Nueva York que ha tenido que ver c¨®mo su ciudad, donde viv¨ªa feliz con su familia y trabajo, es ahora una verdadera selva mutante, ca¨®tica y descontrolada donde todo parece irse a pique ante el fatal incidente que, para ¨¦l, desat¨® Alex Mercer, el protagonista del primer t¨ªtulo. Prototype 2 busca ser una secuela de ¨¦sas que arreglan fallos y ponen sobre la mesa un verdadero juegazo. Lo acabamos de ver en Alemania y no es dif¨ªcil creer que los estudios Radical Entertainment, encargados de la licencia, vayan por el mejor camino para lograrlo. Revisado t¨¦cnicamente, con una historia y protagonista m¨¢s profundos y a¨²n m¨¢s libre que el anterior, la nueva Nueva York quiere ser nuestro particular parque de juego donde buscar el orden sembrando el caos.
Tres zonas: verde, amarilla y roja para la vida de una ciudad que mientras se mantiene estable en la primera, es un aut¨¦ntico caos de monstruos, tiros, derrumbes y muerte en la ¨²ltima, precisamente la que corresponder¨ªa a Manhattan. Activision no quiere ir demasiado r¨¢pido con las demos, una buena estrategia para ense?ar el producto justo cuando est¨¦ en su mejor estado y sin adelantarse excesivamente. En nuestro anterior contacto con el juego, hace casi dos meses, vimos un breve enfrentamiento entre Heller y agentes de Blackwatch, en una noche cerrada en la Zona Amarilla de la Nueva York del juego. En esta demostraci¨®n se nos ha vuelto a ense?ar bastante m¨¢s de c¨®mo ser¨¢ el juego en estas calles del ¨¢rea amarilla, pero de manera mucho m¨¢s abierta, pudiendo ver que realmente Prototype es un sandbox con may¨²sculas, con todo tipo de personajes que resuelven su vida como pueden su vida en la ciudad, con un conflicto persistente que llena de hostilidad el escenario de juego y con decenas de intereses cruzados y absoluta b¨²squeda de la supervivencia.
Veremos a un Heller aterrado ante lo que le ha tocado vivir, que no controla del todo sus poderes y que se refugia en la violencia y la destrucci¨®n como v¨ªas de escape de una realidad que lo atormenta, con su hija y mujer reci¨¦n desaparecidas en los disturbios. Enemistado tanto con las fuerzas especiales que lo buscan como con los ciudadanos que lo ven una amenaza mutante, la soledad del personaje se reflejar¨¢ en toda la trama y las decisiones que vayamos tomando, que nos convertir¨¢n en una bestia o un s¨²per h¨¦roe, aunque siempre nos llevaremos a inocentes por delante. "Hay muchas maneras de jugar a Prototype 2 y enfrentarse al juego, en diversos ¨®rdenes y eligiendo las misones que encajen con nuestro estilo", nos explicaban dos de sus desarrolladores encargados de esta nueva demostraci¨®n.
La ambientaci¨®n ser¨¢ otro de los puntos en los que se enfrasque plenamente Radical Entertainment para hacer de Protuype 2 una obra de peso. La zona amarilla es un aut¨¦ntico campo de concentraci¨®n y ¨¢rea de guerra, llena de trincheras, disturbios ciudadanos, delincuencia, vagabundos, cuartelillos, explosiones, bolsas de cad¨¢veres... Es un espacio inc¨®modo, donde siempre hay peligro y enfrentamiento con la Autoridad. La interacci¨®n con los personajes que pueblan la ciudad es absoluta, afectando tambi¨¦n a los que rodeen al que toquemos o hablemos. Hemos visto a manifestantes que reivindicaban levantamientos contra las fuerzas especiales de Blackwatch. Al acercarnos, y, por ejemplo, golpearles, sal¨ªan corriendo y arrojaban las pancartas. El miedo a Heller como mutante que es ser¨¢ compartido casi por todos los ciudadanos. Pero ¨¦stos y algunos enemigos tienen valiosa informaci¨®n que James necesitar¨¢ para recordar lo acontecido, as¨ª que podremos extra¨¦rsela con violencia para que se nos muestre a modo de flashes de recuerdo.
No es para menos, el protagonista ser¨¢ capaz de pasar de la tranquilidad al caos absoluto en menos de 10 segundos, derribando edificios enteros, haciendo volar por los aires a m¨¢s de un centenar de cuerpos a la vez o creando explosiones que se traduzcan en devastaci¨®n de calles y manzanas enteras. El combate ha mejorado much¨ªsimo y ahora podremos desde sacar a mutantes encerrados para usarlos en nuestro favor hasta usar los coches como arma arrojadiza y explosiva o subirnos a un helic¨®ptero de un salto y quitarle un ca?on para dispararlo como lanzagranadas. Sobre los veh¨ªculos hay muchas formas de eliminarlos y usarlos como armas, por ejemplo, arrancarle las aspas y hacer que se estrelle contra un rascacielos, ech¨¢ndolo abajo si el accidente es lo suficientemente importante. Todo lo que nos carguemos en Prototype 2 se quedar¨¢ ya as¨ª el resto de la partida, as¨ª como la sangre derramada, que ir¨¢ ensuciando las calles y no se mover¨¢ del juego. No nos podemos imaginar a¨²n qu¨¦ escenario quedar¨¢ al final...
Si las habilidades de Alex Mercer en el primer Prototype ya eran sorprendentes y numerosas, Heller llegar¨¢ precisamente para recoger su testigo y llevarlo mucho m¨¢s all¨¢. Hay subidas de nivel que ir¨¢n incrementando los poderes y su potencia. Adem¨¢s de los protagonistas tent¨¢culos que James ir¨¢ desarrollando y que son un espect¨¢culo en combate, podremos convertirnos en cualquier enemigo con el que acabemos, adoptar su apariencia. Tambi¨¦n podremos, por supuesto, saltar a mucha altura y volar libremente, o caer al suelo de repente propiciando una enorme honda expansiva que desplace a todo lo que nos rodea y hasta ponga a coches y farolas por los aires -si es lo suficientemente potente-. La vistosidad est¨¢ asegurada, ya la hemos comprobado, lo que se apoya tambi¨¦n en la crudeza y visceralidad de algunas im¨¢genes y los combates cuerpo a cuerpo, con desmembramientos y decapitaciones incluidos.
El motor gr¨¢fico de Prototype 2 no dista demasiado del del primer juego, pero obviamente se ha refinado hasta un punto considerable. De hecho, nos ha sorprendido la demo vista ahora en comparaci¨®n con la de hace dos meses, que apenas llamaba la atenci¨®n t¨¦cnicamente, con una niebla muy espesa que inundaba todo el mapa, ahora ya inexistente. Nueva York es enorme, y para movernos por ella tendremos la ayuda de un mapa en el bot¨®n Pause donde se nos muestran todos los puntos de inter¨¦s y su leyenda, y un minimapa ingame en la parte inferior derecha para poder ubicarnos de manera zonal. GTA en estado puro, es una f¨®rmula que funciona, se implementa con facilidad y ayuda mucho al jugador a organizarse y escoger misiones, activadas en Prototype 2 tambi¨¦n a lo GTA, con puntos de luz donde introducir al personaje para que se disparen las cinem¨¢ticas que las introducen.
Prototype 2 nos va gustando cada vez m¨¢s aunque todav¨ªa no tenemos claro que se puedan limar todas las deficiencias del primer juego. Por lo que vamos viendo, t¨¦cnicamente est¨¢ siendo muy bien acabado y la transformaci¨®n que sufrir¨¢ el escenario a medida que vayamos haciendo el bestia, controlada o descontroladamente, no la veremos en casi ning¨²n otro juego. El espect¨¢culo se basa m¨¢s que en el detalle con textura ultra definida y brillos de infarto, en la inmensidad y la sensaci¨®n de estar en un terreno completamente a nuestra disposici¨®n. Y todo ello con una profundidad jugable mucho m¨¢s cuidada, mezcla perfecta de acci¨®n y libertad plena en este universo conflictivo. Ya tenemos muchas ganas de conocer la Zona Roja y los prometidos colosos mutantes que por all¨ª demabular¨¢n entre escombros de rascacielos y guerrilla de las fuerzas especiales. Nuestro pr¨®ximo encuentro con ¨¦l no tardar¨¢, le vamos a seguir la pista muy de cerca.
- Aventura
- Acci¨®n
James Heller recoge el testigo de Alex Mercer y se convierte en el protagonista de Prototype 2, un sandbox cargado de acci¨®n en el que somos un hombre infectado capaz de mutar y convertirse en una m¨¢quina de matar imparable.