Resistance 3, Impresiones
A poco m¨¢s de dos meses del lanzamiento de Resistance 3, hemos tenido acceso a una versi¨®n preliminar para probar de primera mano los importantes cambios en la jugabilidad de esta entrega. Iniciamos un viaje por una conquistada Estados Unidos, donde debemos convertirnos en supervivientes mientras tratamoss desesperadamente de abortar el misterioso plan de las Quimeras.
Un cuidado v¨ªdeo de introducci¨®n nos pone en situaci¨®n: primero Europa, luego Am¨¦rica y ahora el resto el mundo, el planeta entero ha sido conquistado por unos extra?os seres cuyos aut¨¦nticos origen y prop¨®sito desconocemos. Llega la guerra de guerrillas, las lucha por sobrevivir un d¨ªa m¨¢s mientras la humanidad agoniza lentamente. Apenas quedan esperanzas. Los pocos que quedan en pie se esconden y racionan los escasos alimentos que les quedan. La radio es el ¨²nico medio de comunicaci¨®n entre las reducidas y distanciadas comunidades que a¨²n persisten, y su uso supone exponerse a ser detectados. Las Quimeras han vencido en esta guerra. Bienvenidos a Resistance 3, un juego en el que la ¨²nica esperanza de la humanidad es un soldado retirado.
Joseph Capelli, Joe para los amigos, compa?ero de aventuras y desventuras del h¨¦roe Nathan Hale, quien protagoniz¨® las dos primeras entregas, es ahora el personaje principal de la tercera parte de Resistance. Licenciado con deshonor debido a los acontecimientos que tuvieron lugar al final de la segunda entrega, este aut¨¦ntico l¨ªder vive retirado y escondido en una peque?a aldea junto a su familia. Esta perspectiva nos demuestra la intenci¨®n dar un enfoque m¨¢s ¨ªntimo a la historia y al desarrollo de la campa?a, alej¨¢ndose de las grandes batallas que ya no tienen sentido, pues no hay ej¨¦rcito real que las contin¨²e. Es un hombre contra un armada de desalmdos monstruos, aunque en ocasiones conoceremos otros grupos de refugiados con los que eventualmente nos aliaremos.
Aunque el juego se inicia en el hogar de Capelli, no pasa mucho tiempo hasta que nos vemos obligados a abandonarlo forzados por las circunstancias. En lugar de seguir con el resto, comienza su propia singladura en pos de detener el proyecto de las Quimera, en lo que seguramente es una misi¨®n suicida. Ya no necesitan convertir a los humanos, los est¨¢n aniquilando y apropi¨¢ndose de La Tierra, para transformarla en un buen hogar para ellos, lo que supone descender el mercurio a temperaturas g¨¦lidas. Sin duda el viaje no ser¨¢ nada sencillo, de Oklahoma a Nueva York y por medio todo un vasto territorio poblado por Quimeras, lo que tambi¨¦n supondr¨¢ una oportunidad de observar la desolaci¨®n que han causado.
Parad¨®jicamente, ese cambio a una escala m¨¢s reducida en los enfrentamientos ha ido de la mano de una mayor libertad a la hora de movernos por los escenarios. Si bien hay secciones puramente lineales, muchas veces se plantean escaramuzas en zonas cerradas pero dentro de las cuales tenemos bastante movilidad. Eso implica que podemos emplear el entorno a nuestro favor, subiendo a un edificio para disparar desde una ventana, buscar un recoveco para hacernos fuertes, o sencillamente alejarnos de los disparos enemigos. No obstante, la principal habilidad de las Quimera es precisamente su agilidad y capacidad para atacarnos repentinamente desde cualquier lugar y huir antes de que nuestra mirilla siquiera se pose sobre ellos. As¨ª que seguiremos estando en desventaja ante sus brincos. Lo que s¨ª podremos hacer en ocasiones, en cambio, es utilizar el factor sorpresa y sigilosamente pasar sin ser descubiertos o alcanzarles por la espalda.
Una decisi¨®n que podr¨ªamos considerar atrevida por parte de Insomniac es la aparici¨®n de una barra de vida en lugar de recurrir al ya cl¨¢sico "me cubro y me curo por arte de magia". Eso es algo que se puede llegar a justificar en un Halo o incluso en las anteriores entregas de Resistance, pero que no tiene mucho sentido cuando hablamos de una persona normal y corriente como Capelli, sin habilidades especiales que le permitan regenerarse. Hemos podido comprobar por nosotros mismos c¨®mo eso influye en el sistema de juego y sin duda tiene un impacto significativo en la experiencia. Resulta curioso ver a estas alturas un FPS que cuente con botiquines y a su vez siga siendo capaz de ofrecer una mec¨¢nica similar a la competencia aparecida en esta generaci¨®n. Por ello, es extra?o tener que explicar como novedad algo que estaba en el mismo origen del g¨¦nero.
La diferencia fundamental es que no hay un tiro gratis, cada bala que impacta en el cuerpo del protagonista tiene un coste. Lo normal ser¨ªa entonces ser especialmente precavido y avanzar de un punto cubierto a otro exponi¨¦ndonos lo menos posible. Pero eso carece de sentido cuando nos referimos a Resistance, pues las Quimeras pueden aparecer por cualquier sitio y apenas hay zonas realmente seguras. Casi en cualquier lugar nos pueden tomar la espalda y dispararnos mientras estamos apuntando en una direcci¨®n completamente distinta. As¨ª que es importante acercarse por los laterales, pues cualquier parapeto que no est¨¦ pegado a una pared tiene un rango limitado para el que es ¨²til. Hay que aclarar, en cualquier caso, que las medicinas no son realmente un bien escaso, al menos en los primeros cap¨ªtulos. Tampoco abundante, pero no es un recurso cr¨ªtico.
Precisamente lo que s¨ª se antojan cortos son los cargadores para la multitud de armas que el juego pone a nuestro alcance. Nuestra principal provisi¨®n ser¨¢n las balas que dejar¨¢n caer los enemigos muertos, con lo que en numerosas ocasiones nos encontraremos en la encrucijada de necesitar recargar un determinado rifle y tener en frente a varios enemigos portadores del mismo a los que sin ¨¦l es m¨¢s complicado matarlos. Algunas de las armas que nos hemos ido encontrado en los primeros compases de la campa?a son ya viejas conocidas, como el Marksman, el rifle est¨¢ndar de los humanos que cuenta con un gran alcance, o el Bullseye, una ametralladora arrebatada a las Quimera. Todo nuestro arsenal cuenta con un modo de uso secundario, como por ejemplo el Bullseye, que permite marcar a un enemigo para que todas nuestros disparos vayan autom¨¢ticamente dirigidos hacia ¨¦l. Extremadamente ¨²til para las criaturas m¨¢s saltarinas.
Tener un buen pu?ado de armas donde elegir nos permite optar por la que consideremos mejor para cada situaci¨®n y aunque en ocasiones eso estar¨¢ bastante claro, en otras tendremos m¨¢s libertad de elecci¨®n. De este modo, en un momento dado podr¨ªamos decidir que frente a un grupo de enemigos no muy fuertes lo m¨¢s conveniente es desplegar una minitorreta, el disparo secundario del Marksman, que nos d¨¦ apoyo. O podr¨ªamos ser m¨¢s agresivos y emplear el Magnum, que introduce balas explosivas en el enemigo las cuales detonamos cuando m¨¢s nos conviene, alcanzado a los que est¨¦n a su alrededor. El escenario tambi¨¦n marcar¨¢ qu¨¦ es m¨¢s conveniente en cada caso. As¨ª, en una zona con numerosos obst¨¢culos podr¨ªamos optar por usar el perforador, un rifle capaz de atravesar paredes, para mantenernos a cubierto. O todo lo contrario, si es demasiado abierta, el escudo que es capaz de desplegar se convierte igualmente en una buena ayuda. En cualquier caso, libertad de elecci¨®n, que es lo importante.
Las Quimeras siguen desarrollando nuevas criaturas, a la par que han visto que algunas de ¨¦stas se han vuelto salvajes y ya no responden a sus ¨®rdenes, como es el caso de los saltones, peque?os seres con forma de insecto. Suelen estar en grupo, con lo que son m¨¢s peligrosos por su n¨²mero, al igual que los Grim, otrora seres humanos mutado por el maldito virus Quimera. M¨¢s complicados de matar son los h¨ªbridos, tambi¨¦n humanos reconvertidos, que son la infanter¨ªa b¨¢sica del ej¨¦rcito enemigo. Hay variantes m¨¢s mort¨ªferas, como los "Cabeza de acero", que cuentan con un blindaje especial, o los "Patilargos", capaces de saltar grandes distancias, haci¨¦ndolos espcialmente dif¨ªciles de matar sin usar el Bullseye. A otro nivel se encuentra el Brawler, que da miedo verlo con solo acercarse por su gran tama?o y c¨®mo corre hacia nosotros para golpearnos. Su punto d¨¦bil son unas placas que le permiten refrigerarse, pues su gruesa piel genera tanto calor que sin ellas muere al instante. Tampoco faltar¨¢n engendros mec¨¢nicos como el Merodeador o el Goliath, este ¨²ltimo un gigante inexpugnable.
Visualmente nos ha gustado mucho lo que hemos visto, ya que supone un salto importante de calidad respecto a lo logrado en su predecesor. Si debi¨¦ramos destacar algo es la recreaci¨®n de explosiones y derrumbamientos, que si bien son en general prefijados, llegan a resultar impactantes. No podemos decir que las 3D supongan una gran diferencia en cuanto a inmersi¨®n, ya que parece que no han intentado potenciar su uso para dar mayor espectacularidad a las im¨¢genes y lo ¨²nico que ganamos es profundidad. Las cinem¨¢ticas siguen estando a un gran nivel sobre todo en las animaciones y esta versi¨®n preliminar nos ha permitido escuchar por primera vez el doblaje al espa?ol. Retorna el elenco t¨ªpico de los juegos de Sony, pero esta vez parece que s¨ª han acertado con la distribuci¨®n de papeles entre los distintos actores.
Tener Resistance 3 en nuestras manos nos ha dejado a¨²n un mejor sabor de boca que lo que vimos en el E3. El tema de la IA que tanto nos preocup¨® aparentemente se ha corregido en gran parte, aunque todav¨ªa le falte pulirse un poco m¨¢s, como en otros apartados, algo propio de una Beta. La historia resulta apasionante y los cambios en la mec¨¢nica como la adici¨®n de una barra de vida o los escenarios m¨¢s abiertos le dan personalidad propia. Hemos ido viendo diferentes planteamientos en las misiones, aunque quiz¨¢ sin demasiada originalidad. En apenas un par de meses sabremos si a la tercera va la vencida y Resistance logra auparse al podio de los mejores, o contin¨²a en un mas que digno segundo escal¨®n.
- Acci¨®n