Ms. Splosion Man
- Plataforma3609IPD8PC8IPH8NSW8
- DesarrolladorTwisted Pixel Games
- Lanzamiento13/07/2011 (360)28/03/2013 (IPD, IPH)03/04/2013 (PC)22/11/2018 (NSW)
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorTwisted Pixel Games
La Se?orita Explosiva
Qu¨¦ dif¨ªcil resulta imaginarse una convenci¨®n de genios en la que se celebra la captura de Mr. Splosion Man, un fastuoso experimento que trajo de cabeza a media comunidad cient¨ªfica tras su inoportuna hu¨ªda. Mientras el explosivo h¨¦roe se encuentra entre llantos y sollozos al fallar en su prop¨®sito, un poco de champ¨¢n hace de las suyas para liberar a su joven doncella. Ahora le toca el turno a Ms. Splosion Man, una se?orita de armas tomar que est¨¢ lista para cambiar las reglas del juego? otra vez.
Fue uno de los descargables (o videojuegos de distribuci¨®n digital, para que nadie se sienta ofendido por la etiqueta) m¨¢s importantes de 2009, precedido por el cl¨¢sico ambiente que rodea a los sleepers, esos juegos que nadie se espera pero que al final revolucionan el mercado. Como en todo cambio social, la base de la mejora radica en la originalidad, en unas ganas locas por demostrar que la creatividad no est¨¢ re?ida con la diversi¨®n. El bazar de Xbox ha dejado tras de s¨ª algunos productos que han ayudado a traspasar el escepticismo que se negaba a abandonar a los jugadores que consideraban (todav¨ªa muchos lo hacen) que la distribuci¨®n digital ser¨ªa un cambio peligroso, nocivo y poco interesante para los amantes del videojuego cl¨¢sico. Esta amalgama de expresiones sin sentido (coletillas que, casi en su totalidad, se han venido escuchando desde hace demasiado tiempo) se fue diluyendo en el tiempo gracias a propuestas como Braid o Limbo -en cuanto a intimismo- o a Castle Crashers, por mentar tres de un amplio cat¨¢logo de interesantes propuestas.
Splosion Man fue uno de los t¨ªtulos que lleg¨® por sorpresa. Una obra firmada por los chicos de Twisted Pixel, acostumbrados desde hac¨ªa algunos a?os a trabajar en el universo ?indie' o independiente de la industria. Tras varios intentos infruct¨ªferos llegar¨ªa el punto y aparte de su carrera, el tan esperado momento de inflexi¨®n que les catapultar¨ªa a la fama casi de la noche a la ma?ana, avalados por la incre¨ªble recepci¨®n que recib¨ªa su reto?o. La base de esta peculiar obra no se alejaba, en esencia, de la que imperaba a mediados de la d¨¦cada de los 90: hablamos de un plataformas bidimensional en el que un h¨¦roe -esta vez un alocado proyecto de la f¨ªsica con capacidad para inmolarse en el momento que ¨¦l desee- ha de superar m¨¢s de 50 escenarios para alcanzar la tan ansiada libertad, entre toda clase de obst¨¢culos, palancas y de barreras de electricidad aparentemente infranqueables.
Es decir: Splosion Man era b¨¢sicamente el producto cl¨¢sico por antonomasia que, con unos retoques aqu¨ª y all¨¢, hac¨ªa valer su propuesta. As¨ª se daba a entender que la f¨®rmula de anta?o segu¨ªa siendo perfectamente v¨¢lida para convencer al p¨²blico de su inter¨¦s como producto destinado al divertimento. Lo mismo suceder¨ªa con otras muchas obras que hemos tenido ocasi¨®n de analizar en estas l¨ªneas, aunque quiz¨¢s no de una forma tan llamativa, chocante para los jugadores que no familiarizados con este entorno. Ni que decir tiene que el ¨¦xito llevaba al estudio norteamericano a probar suerte con una secuela que busca, como suele ser habitual en estos casos, limar las asperezas que dejaba a su paso la obra original (entre otras cosas, los inexplicables problemas de conexi¨®n al disfrutar del modo cooperativo, que por momentos frustraba la experiencia jugable) . En ella se da cita una muchacha de fuerte car¨¢cter que, pese a las semejanzas con su otrora h¨¦roe, es capaz de imponer nuevas reglas para escapar de un laboratorio que pondr¨¢ patas arriba en un abrir y cerrar de ojos.
La muchacha apenas tarde unos minutos en dar con la llave de la salida que le abre las puertas de un nuevo mundo. Nada m¨¢s empezar, en un men¨² interactivo que se funde con la pantalla de presentaci¨®n, es posible navegar entre una amalgama de opciones entre las que destaca la presencia de opciones que jam¨¢s hubi¨¦semos imaginado en el original. La m¨¢s destacada, sin lugar a dudas, se centra en el a?adido de un fantasma que marcar¨¢ los pasos que hayamos recorrido en cada uno de los 50 niveles de los que se compone la aventura (50 en solitario, otros tantos totalmente distintos si preferimos dar rienda suelta al multijugador). A diferencia de su antecesor, Ms. Splosion Man no se limita a ser una sucesi¨®n de escenarios calcados entre s¨ª con nuevos obst¨¢culos e impedimentos, sino que prefiere romper moldes a?adiendo m¨¢s contenido y versatilidad a la mec¨¢nica original. De esta forma se ofrece al p¨²blico una obra doblemente completa, no s¨®lo en contenido, sino tambi¨¦n en cuanto a creatividad se refiere.
Del mismo modo que se ha buscado eliminar todo fallo de vital importancia, tambi¨¦n se ha querido potenciar todo aquello que brillaba con luz propia en el original. Esto se consigue no con un cambio dr¨¢stico en la impresi¨®n que transmite la mec¨¢nica, sino ampliando el nivel del contenido que se ofrece. La simple presencia de un fantasma que permite batirnos en duelo contra nuestra propia sombra es un buen ejemplo de este hecho, ya que se trata de ofrecer nuevos motivos a los jugadores para que el modo principal no se abandone. Son 50 niveles, divididos en distintos mundos (cada uno un gui?o a nuestra cultura popular, aunque tambi¨¦n a la posici¨®n de la mujer, a veces en tono realmente hilarante), a los que se le debe a?adir otros tantos exclusivamente dise?ados para el cooperativo.
A medida que avanzamos descubrimos objetos cuya destrucci¨®n nos bonifica con m¨¢s puntos, algo esencial para obtener una buena puntuaci¨®n al terminar cada uno de los escenarios de los que se compone el juego. Adem¨¢s, es imprescindible abrir bien los ojos para encontrar los objetos secundarios que se esconden en los lugares m¨¢s rec¨®nditos del mapeado (algunos son realmente dif¨ªciles de localizar). Ahora ser¨¢ posible tambi¨¦n encontrar salidas alternativas con las que daremos con nuevos escenarios y, generalmente, tambi¨¦n tesoros que de otra manera ser¨ªa totalmente imposible obtener. La idea es perfeccionar nuestra t¨¦cnica (basada en usar la habilidad de personaje para explotar tres veces mientras se aferra a paredes, barriles y toda clase de estructuras, a cada cual m¨¢s compleja y retorcida) buscando siempre la intuici¨®n como punto de partida. A medida que nos abrimos paso hacia nuevos escenarios, la curva de dificultad se vuelve cada vez m¨¢s compleja. Twisted Pixel ha acertado al equilibrar la balanza de una forma m¨¢s meticulosa que en el t¨ªtulo original, pero tambi¨¦n es cierto que los ¨²ltimos escenarios, en la recta final de la aventura, sin extremadamente exigentes, por momentos desquiciantes.
La grandeza de cada escenario se encuentra en su dise?o, en el enrevesado estilo que se emplea para que cada salto sea m¨¢s vertiginoso que el anterior; para que cada combate ante el final boss de turno sea a¨²n m¨¢s asfixiante y desesperante, pero sin rallar el l¨ªmite de lo absurdo. La diversi¨®n siempre va por delante: disfrutar del cooperativo es adentrarse en un mundo totalmente distinto al del modo en solitario, donde se fomenta el buen sentido del humor que est¨¢ presente de principio a fin de la aventura, pero tambi¨¦n la estrategia, la necesidad de que sean dos jugadores (o cuatro) y ni uno el que tenga que buscarse la vida para acceder a la maldita palanca que siempre se baja cuando no debe. Ms. Splosion Man tambi¨¦n es comicidad, desde el v¨ªdeo de introducci¨®n (reservado para los sibaritas del g¨¦nero, que reconocer¨¢n el mensaje al instante) hasta los compases finales. Pura diversi¨®n que siempre busca la manera de sacar una sonrisa, y a fe que lo consigue.
Habr¨¢ quien considere este ¨²ltimo aspecto uno de los m¨¢s perjudiciales para el t¨ªtulo, en tanto no se decanta por un estilo de juego en concreto. Sin embargo, esta misma variedad le otorga un sentido que dif¨ªcilmente se puede encontrar en un videojuego desarrollado en esta ¨¦poca, con una marcada mezcla entre g¨¦neros. Luego hay que tener en cuenta su valor rejugable, sin el cual no se concibe otro de los pilares de esta producci¨®n: repetir el mismo escenario una y otra vez para obtener el mejor tiempo, averiguar d¨®nde se esconde el objeto especial de marras o en qu¨¦ lugar se ha situado la salida hacia un nuevo mundo de posibilidades.
Hay que tener en cuenta que m¨¢s all¨¢ del buen sentido del humor, los gui?os, el genial dise?o de niveles o la perfectamente ajustada curva de dificultad (al menos hasta los ¨²ltimos escenarios, donde es sencillamente imposible avanzar sin miedo a perder la vida en el momento m¨¢s inoportuno), el juego adolece de un problema b¨¢sico, ya que es incapaz de salirse de la norma impuesta por su antecesor. Es un movimiento natural en la industria que pocas veces se critica ante las tendencias modernas (secuelas, remakes?), pero que viene pasando factura a los desarrolladores minoritarios a la hora de crear una obra de este carisma. No obstante, no hubiese sido descabellado pensar en nuevas f¨®rmulas que ayudasen a mejorar la sensaci¨®n de frescura, un h¨¢ndicap que probablemente muchos jugadores achaquen a la hora de decirse por su adquisici¨®n. Algo que, dicho sea de paso, no deber¨ªa dar lugar a demasiadas dudas, a tenor de lo expuesto en este an¨¢lisis.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.