BloodRayne: Betrayal
WayForward retoma la sangre y la violencia m¨¢s vamp¨ªrica de la saga BloodRayne en Betrayal, el nuevo y distinguido cap¨ªtulo que se abalanzar¨¢ sobre PSNetwork y Xbox Live en los pr¨®ximos meses. Sexy y redise?ada, Rayne viene decidida a vengarse.
Aunque no fueron enormes juegos s¨²per valorados, los t¨ªtulos de BloodRayne s¨ª que lograron llamar la atenci¨®n de los que ahora han acabado siendo sus mayores fieles seguidores, especialmente por su resultado art¨ªstico. La licencia lleg¨® a la anterior generaci¨®n uniendo la mec¨¢nica de acci¨®n en escenarios limitados a dos conceptos que, por suerte o desgracia, siempre casan a la perfecci¨®n: una sexy protagonista y mucha sangre. El desbordante uso de la violencia que llevaba a cabo la vampiresa m¨¢s macabra que jam¨¢s hab¨ªa visto antes un videojuego llev¨® a varios pa¨ªses a prohibirlo, motiv¨® alg¨²n que otro debate y hasta sirvi¨® a Uve Boll para adaptar la jovenc¨ªsima saga al cine, en una pel¨ªcula hom¨®nima que pas¨® bastante desapercibida hasta dentro de las comunidades de fans de los juegos. Ahora, por primera vez en esta generaci¨®n, WayForward retoma su nombre y lo adapta a una nueva mec¨¢nica m¨¢s plataformera de acci¨®n, al estilo de los Castlevania tradicionales.
El nuevo BloodRayne abandona la tridimensionalidad de los anteriores y pasa a las 2D en escenarios tan h¨¢bilmente dise?ados y dibujados que nos costar¨¢ olvidarlos. Claroscuros, juegos de formas con las sombras, luz solar que ciega, est¨¦tica expresionista en detalles y formas bizarras y naturalistas confeccionar¨¢n cada nivel. Sus nuevos desarrolladores aseguran que quer¨ªan un juego sugerente y poderoso art¨ªsticamente, trasgresor en trazos y mec¨¢nica. Por lo que hemos ido viendo, lo van a conseguir. Betrayal ser¨¢ uno de los hack and slash m¨¢s r¨¢pidos, cruentos y macabros de todos los tiempos, haciendo justicia al enorme carisma que guardaba la protagonista y quiz¨¢ no pudo ser expresado como se quiso. Exigencias de otra ¨¦poca. Estamos ante un rescate de licencia distinto a los habituales, donde se redefine el aspecto visual tanto, que el cambio de mec¨¢nicas acaba qued¨¢ndose en una mera an¨¦cdota, y eso que tambi¨¦n es tremendo.
Como carne de vampiro que es, Rayne huir¨¢ de varios elementos, entre ellos y principalmente la luz solar o incluso la de la luna. Nuestra enfadada protagonista juega otra vez con su vida, en zonas de luz donde la va perdiendo y desgarradoras matanzas con las que se alimenta para volver a ir reponi¨¦ndola. El medidor de salud ser¨¢ clave en Betrayal, no dej¨¢ndonos nunca que le quitemos el ojo de encima para mantener con vida al voluptuoso personaje, que volver¨¢ a vengarse de los nazis que tanto marcaron los anteriores cap¨ªtulos y acabaron con su familia. El avance es m¨¢s r¨¢pido, fren¨¦tico y gore que en los juegos de Majesco, lo que ha fomentado que sus primeros trailers gusten mucho, siendo barajado por todo el mundo como uno de los descargables obligados del verano.
Rayne har¨¢ uso de diversas armas y cuchillas, muchas de ellas nuevas y que ir equip¨¢ndose desde un completo inventario. Tendremos a nuestra disposici¨®n proyectiles, artefactos explosivos y todo tipo de objetos cortantes y punzantes capaz de rebanar cabezas y desmembrar a los malhechores con que nos crucemos en estos laber¨ªnticos escenarios en scroll lateral. Pero este BloodRayne no pretende ser un juego como cualquier otro aunque son innegables sus influencias. Su historia promete atrapar much¨ªsimo as¨ª como su narrativa y vistosa puesta en escena, que hace que cada fotograma expuesto casi parezca una obra de arte por s¨ª misma. Es un resultado abrumador como hemos podido ir viendo y ya tenemos ganas de hacernos con la versi¨®n final que llegar¨¢ a la PS Store de PlayStation 3 y el Xbox Live Arcade de Xbox 360 este verano.
Todo el juego funcionar¨¢ a 60 frames por segundo y, por supuesto, en HD, lo que le da una suavidad de dibujado y fluidez envidiable y aspecto gr¨¢fico ¨²nico, muy r¨¢pido. Las animaciones se mueven con tanta soltura que todo lo que ocurre en pantalla queda bastante claro, pese al enorme n¨²mero de enemigos, partes de sus cuerpos volando, gotas y chorros de sangre que ba?ar¨¢n los combates en todo momento. Habr¨¢ ocasiones en que hay tanta sangre en pantalla, que casi cueste ver qu¨¦ est¨¢ sucediendo, algo que tambi¨¦n ocurre en tramos luminosos, donde los haces de luz est¨¢n representados con maestr¨ªa para incluso cegar al jugador y ponernos en los ojos de la m¨¢s desesperada Rayne.
Las trampas son otro elemento vital de una jugabilidad ¨¢gil como ¨¦sta. La pelirroja se mueve con m¨¢s soltura y velocidad que nunca, casi cuesta seguirle el ritmo, pero esto le servir¨¢ para escabullirse de todo tipo de peligros, techos que se caen, paneles de fuego, pinchos, bloques apisonadores, plataformas fr¨¢giles y, c¨®mo no, ataques de enemigos, de los que solo podr¨¢ cubrirse rodando por el suelo para esquivarlos, al menos durante sus primeros pasos hasta que aprenda otras habilidades. Rayne tendr¨¢ muchos movimientos y golpes distintos, pero podremos mejorar y ampliar su repertorio a medida que avancemos en la trama, algo caracter¨ªstico de este tipo de juegos pero que en BloodRayne jam¨¢s hab¨ªa teniudo tanta importancia como hasta ahora, lo que favorecer¨¢ tambi¨¦n la rejugabilidad, seg¨²n los primeros detalles.
No por estos factores que comentamos se ha perdido la esencia. Toda la ambientaci¨®n del juego regresa a las catedrales, cuarteles, zonas industriales, castillos y dem¨¢s refugios que pudiera encontrar un imperio nazi convertido en monstruos cl¨¢sicos. Junto a la sangre y criaturas deformes, veremos unos decorados llenos de decadencia, destruidos por la barbarie de las armas humanas que a veces llega a ser peor que la de cualquier ej¨¦rcito de terror¨ªficos monstruos cl¨¢sicos. Se ha jugado esta vez mucho con el color para ganar expresividad, resalta el contraste de los rojos para la omnipresente sangre con los habituales blancos, azules y grises de todos los fondos. Los niveles son bastante irregulares y no siempre ser¨¢n horizontales, habiendo momentos del tradicional ascensor, fases llenas de escaleras, saltos o rampas por las que descender, salientes a los que ir colg¨¢ndose... La falta variedad era una de las principales cr¨ªticas que recibieron los juegos originales, y en este redise?o llamado Betrayal no han querido que esa repetici¨®n de situaciones aparezca ni por asomo.
Otro asunto esencial que vuelve es el relacionado con las m¨²sicas y el sonido en general. BloodRayne: Betrayal no abandona la esencia hardrockera de los originales y hasta ha reversionado melod¨ªas cl¨¢sicas, ahora con ritmos heavy metal y hasta punk que le sientan muy bien a este espect¨¢culo dantesco y gore que presenciaremos de principio a fin. Los FX s¨ª han llevado algunos cambios, aunque los b¨¢sicos, como el sonido al saltar o al rasgar con las espadas se han recuperado. Todo esto para mero deleite de los fans de la peligrosa pelirroja, que disfrutar¨¢n especialmente cada gui?o crucial que habr¨¢ a los juegos anteriores.
Redefinido, 2D, art¨ªstico y m¨¢s macabro. Un regreso hasta hace poco inesperado de una saga que no logr¨® llamar la atenci¨®n como esperaban muchos est¨¢ logrando estar en boca de todo el mundo. El porqu¨¦ es claro, no quedan dudas de que los creadores de Contra 4, entre otros (WayForward Studios), est¨¢n haciendo un juego tan memorable por su r¨¢pida jugabilidad como por la espont¨¢nea y ¨²nica puesta en escena que manifiesta. Y todo este redise?o sin perder ni un ¨¢pice de esencia BloodRayne y preparando una de las mejores historias de vampiros que se nos va a contar. Los seguidores de la sensual y brutal pelirroja ya pueden empezar a ponerse nerviosos, pero tambi¨¦n los que no la conozcan. Aqu¨ª hay sangre fresca para el g¨¦nero de los hack and salash laterales, algo tan necesario que ya contamos los d¨ªas para que llegue y podamos probar c¨®mo ha quedado definitivamente y si da todo lo que pretende y promete.
- Aventura
- Acci¨®n
Wayforward reinventa con BloodRayne: Betrayal la esencia cl¨¢sica de Rayne en un nuevo estilo a¨²n m¨¢s sangriento de acci¨®n lateral.