[E3] BioShock Infinite, Impresiones
Uno de los t¨ªtulos candidatos a ser el mejor del E3 no ha defraudado en su demostraci¨®n. Os contamos qu¨¦ ha presentado el equipo de Ken Levine sobre Bioshock Infinite a puerta cerrada, en una demo totalmente colapsada entre periodistas, comerciales y compa?eros de otros estudios. De las profundidades del oc¨¦ano nos alzamos a lo m¨¢s alto de los cielos. Columbia espera.
Pese a tener nuestra cita cerrada por adelantado, esperamos dos veces a que se compruebe si realmente deber¨ªamos estar en una cola repleta de gente, a la espera de entrar a la sala de Bioshock Infinite en la zona privada del stand de 2K en el South Hall. A nuestro alrededor, compa?eros de otros medios, del canal de ventas y desarrolladores de otros estudios, como BioWare o Naughty Dog, que no se lo han querido perder. De hecho Evan Wells y Christophe Balestra, presidente y co-presidente, y caras visibles de Uncharted 3, se sientan detr¨¢s de nosotros una vez accedemos a la ansiada sala. Unos sof¨¢s de cuero, unas paredes forradas de madera, cuadros de la ¨¦poca y un mobiliario igual de acorde, intentan transmitir que estamos en la misma ciudad a¨¦rea de Columbia. Shawn Robertson, Lead Artist, nos da la bienvenida y se encargar¨¢ de conducir la demo.
Tal y como ya os contamos cuando os presentamos a Bioshock Infinite en exclusiva nacional desde Nueva York, la acci¨®n transcurre en el a?o 1912 a bordo de la ut¨®pica ciudad voladora de Columbia, errante por los cielos tras caer en desgracia. Encarnando al detective del Pinkerton Booker DeWitt, nuestra misi¨®n una vez infiltrados en Columbia es rescatar a una mujer, cautiva, de nombre Elizabeth. Como no pod¨ªa ser de otro modo, la chica es especial, alberga grandes poderes pese a que no sabe dominarlos, y est¨¢ bajo gran custodia. Recientemente hemos podido conocer que su vigilante es una formidable y temible criatura conocida como el Songbird, mezcla de gigante humanoide, p¨¢jaro y con una est¨¦tica similar a la de un Big Daddy.
El Songbird y Elizabeth mantienen una relaci¨®n tormentosa, ella tiene sentimientos por el gigantesco ave, pero a la vez, es su captor que le priva de libertad. Por otro lado, la criatura parece profesar una devoci¨®n tremenda por la chica, tanto como un amante celot¨ªpico en sus casos m¨¢s graves, y la privaci¨®n de su lado de la joven, desencadena una terrible ansiedad de separaci¨®n: se convierte en una mala bestia dispuesta a acabar con quien sea con tal de recuperarla bajo su lado.
DeWitt acaba encontrando a la joven f¨¢cilmente, pero la odisea ser¨¢ sacarla de Columbia sin que el Songbird acabe intercept¨¢ndoles. Y por si fuera poco, el detective pronto entiende que se encuentra en medio de una guerra civil entre los dos bandos que dividen a la ciudad: los Fundadores, encabezados por Comstock y su gobierno teocr¨¢tico, y la Vox Populi, voz del pueblo que se opone y se ha alzado contra este gobierno ultranacionalista, y que est¨¢n liderados por Daisy Fitzroy, junto su milicia de anarquistas. Parece que cada uno de los bandos, con Elizabeth fuera de su cautiverio, intenta hacerse con ella y sus poderes para decantar la guerra de su lado. La joven intenta controlar el gran poder que alberga en s¨ª, pero no lo consigue, por eso ella y Booker deciden confrontar a Comstock, para comprender su origen y potencial. Y aqu¨ª es donde comienza la demo.
Los dos protagonistas intentan hacerse con suministros antes de partir, e irrumpen en una jugueter¨ªa abandonada. Recogen el Vigor Bucking Bronco, que permite golpear en suelo, haciendo levitar a los enemigos, mantenerlos ah¨ª flotando e incluso lanzarlos. Recordamos que los Vigores son el equivalente a los Pl¨¢smidos, pero son de uso limitada, se acaban, y est¨¢n representados por especie de botellas de licor. Adicionalmente Booker se incauta de una pistola, dinero y otro arma. Pero de repente, todo se pone a temblar y un grito aviar rompe el silencio. Elizabeth se bloquea entre sollozos.
Las paredes y el techo de la tienda se resquebrajan, entre arremetidas. El Songbird est¨¢ fuera, buscando a su amada sin descanso. Los dos protagonistas se esconden, poni¨¦ndose a cubierto. Un ojo asoma entre las maderas que parapetan lo que queda del escaparate. Un haz multicolor comienza a arrojar luz al interior, escaneando el lugar. Elizabeth, expresando un temor paralizante, se lleva las manos a nariz y boca intentando no hacer ni el m¨¢s m¨ªnimo ruido. Unos segundos despues, el fogonazo desaparece, y se escucha un bramido. El Songbird, dolido por no hallar rastro de Elizabeth, se alza por el cielo y desaparece.
Reanudando la marcha al encuentro de Comstock, vemos c¨®mo la chica es inexperta, pero alberga tremendos poderes. Intenta curar a un caballo malherido, y al forzarse abre un portal dimensional a lo que parece otra ¨¦poca u otro tiempo, que apenas dura unos segundos, para asombro de Booker, que le grita desesperado "?QU? ES LO QUE HAS HECHO?" ante la formidable haza?a. En su camino, la pareja se topa de lleno con los Vox Populi, en plena revuelta. Los esquivan, sin intervenir y evitan una confrontaci¨®n, pero parece que habr¨¢ personajes, habitantes de Columbia, que se comportar¨¢n de forma m¨¢s compleja: en la demo vemos como Elizabeth nos avisa de que un mat¨®n nos est¨¢ siguiendo, acech¨¢ndonos con malas intenciones.
El protagonista reacciona enca?on¨¢ndolo, y dici¨¦ndole que no quiere problemas. El villano se rie, pero recula y se acaba marchando. Si hubi¨¦ramos abierto fuego contra ¨¦l, habr¨ªamos tenido encima a todo un regimiento de Vox Populi que se encontraba tras la esquina, en una escena muy similar a la de la cantina en la primera demostraci¨®n: si no nos comportamos de forma hostil, todo ir¨¢ bien, en teor¨ªa, pero si nos mostramos agresivos, tendremos que medirnos a enemigos en combates muy desiguales.
Avanzando por las calles de Columbia, apreciamos como pese a ese brillo y porte de ciudad s¨ªmbolo del colonialismo americano, se encuentra una distop¨ªa. Otra escena posterior deja que oigamos una discusion entre una pareja, gritando y peleando, hasta que suenan dos disparos y las voces de la mujer callan. Tras callejear, alcanzamos una plaza: los Vox Populi han organizado una ejecuci¨®n p¨²blica. Se trata de un simple funcionario de correos, un cartero, al que en una farsa de juicio se le quiere atribuir la autor¨ªa de unos bombadeos del r¨¦gimen contra posiciones rebeldes. Esta situaci¨®n es demasiado, y Booker decide intervenir.
A continuaci¨®n vemos una larga secuencia de acci¨®n fren¨¦tica, en varios frentes y alturas, a lo largo y ancho de Columbia. En ella descubrimos la implicaci¨®n de Elizabeth como apoyo en estos momentos: nos dar¨¢ informaci¨®n estrategica como proponer rutas alternativas o nos ir¨¢ avisando de la direcci¨®n en la que vienen los enemigos. Adem¨¢s, podr¨¢ utilizar sus poderes para alterar objetos y otros elementos sensibles de ello que veremos en pantalla con unas trazas grises. La chica nos alertar¨¢ y tendremos que apuntar hacia aquello que queremos que intervenga de entre varias opciones y pulsar uno de los botones para confirmar. Adicionalmente potenciar¨¢ el poder de los Vigores.
Tras repeler hordas de anarquistas ametralladora primero, recortada despu¨¦s y lanzagranadas para terminar, los enajenados rebeldes piden refuerzos. De los cielos aparece un dirigible equipado con lanzamisiles, que en apenas unas d¨¦cimas de segundo comienzan a desprendese como si de fuegos artificiales reci¨¦n prendidos se tratase. Con Elizabeth en lugar seguro, Booker utiliza el sistema de ra¨ªles de la ciudad para esquivarlos y huir a toda velocidad, a la vez que sigue disparando contra Vox Populi. En este momento tenemos claro que el combate en Infinite es sin duda m¨¢s r¨¢pido y fren¨¦tico que el primer Bioshock, el armamento m¨¢s s¨®lido y los enemigos mejor preparados. Siguiendo la estructura de v¨ªas, alcanzamos la parte superior de la ciudad, acerc¨¢ndonos a la altura de la m¨¢quina de guerra voladora. En ese momento, de un salto, el protagonista la aborda, primero a cubierta y despu¨¦s a la sala de m¨¢quinas, con la intenci¨®n de sabotearlo y escapar.
Una vez cumplido y de vuelta a tierra -aunque no sea firme- Elizabeth le felicita por su haza?a, a lo que el detective responde "gracias, pero vamos a ver si puedo sacarte de aqu¨ª y me terminan pagando, con eso me conformo". Sin haber terminado la frase, aparece el Songbird, que le golpea con violencia lanz¨¢ndole por los aires, tomando a la chica y persiguiendo su trayectoria para ensa?arse con ¨¦l. Recuperando a duras penas la consciencia, DeWiit ve al grotesco p¨¢jaro encima suya, con sed de sangre. Tras golpearle, y cuando el ave humanoide se dispone a rematarlo. Elizabeth interviene. Grita "lo siento", pide perd¨®n, dice que nunca debi¨® haber escapado, y que si para ahora, ella nunca se separar¨¢ de su lado. Habiendo escuchado aquello que quer¨ªa o¨ªr, el Songbird cesa en su ataque, dejando al protagonista malherido, tomando a la chica, y dando por finalizada la demo de Bioshock Infinite de este E3.
Poco m¨¢s que a?adir a lo expuesto en este texto, el ¨²ltimo trabajo de Ken Levine y su gente es hype puro. Uno de los juegos que andan en boca de todos en la feria y candidato a todos los galardones, tal y como luce en la puerta de su sala, donde acumula nominaciones. M¨¢s tarde charlaremos con el director. Pero Bioshock Infinite ha cumplido, situ¨¢ndose con Battlefield 3, Mass Effect 3 y Uncharted 3, en los juegos que m¨¢s nos han impresionado aqu¨ª en Los Angeles.
- Acci¨®n
BioShock pega el salto a los cielos con BioShock Infinite, la tercera entrega de la aclamado franquicia first person shooter desarrollada por Irrational Games y publicada por 2K Games para PlayStation 3, Xbox 360 y PC; una nueva utop¨ªa de la mano de Ken Levine.
